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31 enero 2010

Lo único que le pido a un libro


"Lo único que le pido a un libro es que me inspire energía y valor, que me diga que hay más vida de la que puedo abarcar, que me recuerde la urgencia de actuar”.

De la película Léolo, de Jean-Claude Lauzon (Canadá, 1992)

30 enero 2010

Más malos que la quina. Versión Di.

Aún, a estas alturas del partido, hay gente que se lía con que si Diva. con que si Di. ¿Son dos divagues distintos y un sólo blog verdadero? ¿En la calle y codo a codo, somos mucho más que dos? ¿Son di-vinas o di-abólicas? ¿Quién escribe hoy, la Señora Gando o la Señora Vagando? En fín, que para los que aterrizan aquí ahora (¿en qué planeta viven? ¿Aún no conocían este blog? Get a life), siempre pueden acudir a la hemeroteca y clicar aquí "Divagan dos" y aquí "Diva y Di". Los seguidores ya saben que Diva y Di se retroalimentan, y si ayer Diva habló de los malos de película a los que ya no puede imaginar en otro papel, hoy Di se pone a escribir un divague, que acaba siendo entrada. Es curioso esto del bloguerío, porque una acaba siendo el consejo editorial y teniendo una reunión consigo misma para decidir qué debe ir en portada (en entrada, en este caso). Hoy competían una vieja entrada sobre los naúfragos que colecciono, Tony Blair declarando sobre la guerra de Irak, una conversación sobre la evasión de impuestos que escuché ayer en el autobus (sí, lo habéis adivinado, estoy estos días en Vetusta)... en fín, que al final, por unanimidad, seguir con los malos de película ha ganado. Muchos ya empezáis a diagnosticar uno de mis problemas: tengo hipercinesis en los dedos. Cuando tengo un teclado, escribo, escribo y escribo. Dice Tarantino que tuvo que dividir "Kill Bill" en dos entregas por lo larga que le quedó. Yo empiezo a intuir que en este blog, las entregas van a ser más frecuentes que la entrada solitaria. Y es que he empezado con mi lista de malos, y me he dado cuenta que algunos de ellos, en el fondo, me gustan. Ejercen sobre mí la atracción esa de los chicos malos. Ya dicen que la explicación evolutiva es porque se supone que los malos tienen más testosterona. Para mí, es como esa frase de "Los caballeros las prefieren rubias... pero luego se casan con las morenas". Estos malos, para verlos por el microscopio, y jugar un poco con la plaqueta, bien. Pero no para llevárselos a casa. De la lista de Diva, si tuviera que elegir uno, probablemente sería Malcolm McDowell de "La naranja mecánica". Ya nos decía Diva: la música clásica o "Cantando bajo la lluvia" de fondo lo hacen aún peor: un psicópata educado, no de los de "la sociedad me hizo así". En la lista que os incluyo seguidamente, la mayoría tiene un trastorno de la personalidad disocial (el concepto legal es "psicópata"), pero también hay algún "héroe byrónicos" (inspirados en un personaje de Byron, pero de esto hablaré mañana). Así que os introduzco a... Judith Danvers como la terrorífica ama de llaves de Rebecca (Hitchcock, 1940). La pobre Joan Fontain, que interpreta a la segunda mujer de De Winter, significativamente no tiene ni nombre en la película. Rebecca es, sin embargo, la letanía que se escucha una y otra vez en aquella casona en Cornwall... "Anoche soñé que volvía a Manderley". Robert Walker en "Extraños en un tren" (Hitchcock, 1951). Es uno de esos psicópatas de los 50, perfectamente trajeado y con una sonrisa encantadora. Anthony Perkins como Norman Bates en "Psicosis" (Hitchcock, 1960). !Pero... cuéntanos más de tu madre, Norman! Donald Sutherland en "Novecento" (Bertolucci, 1976), haciendo del sádico fascista Attila. Este personaje aún se hace más odioso si cabe por estar al lado de, para mí, uno de los personajes más carismáticos de la historia del cine: Olmo, el partisano interpretado por Gerard Depardieu. Robert de Niro también está bien como Alfredo, el niño bien, y su amistad con Olmo nos lleva a través del siglo XX. La película es inmensa. Robert de Niro como Travis Bickle, el ex-combatiente de Vietnam insomne que acaba de taxista nocturno en Nueva York en "Taxi Driver" (Scorsese, 1976). Impactante De Niro apuntándose al espejo y su famoso "¿Me hablas a mí?"
Jack Nicholson... lo siento, no puedo con él ni siquiera en "El resplandor" (Kubrick, 1980). Para mí, un actor debe de saber representar distintos papeles, no hacer siempre el mismo.
F. Murray Abraham como Salieri en "Amadeus" (Forman, 1984). Inolvidable el final de la película con Salieri en el manicomio y su gran disertación "mediocres del mundo...."
John Malcovich en "Las amistades peligrosas" (Frears, 1988). El vizconde de Valmont es uno de esos tipos sin escrúpulos que al final es víctima de sus propio juego. El cazador cazado. Aún me río con la escena en la que le enseña el dorso de su lengua a Uma Thurman enmedio de la mesa. Hay que verlo en versión original, su voz es muy característica. Sir Anthony Hopkins como o Aníbal El Caníbal en "El silencio de los corderos" (Demme, 1991). Otro psicópata cultivado, con famosas frases tipo "quid pro quo", o "me comí su hígado con habas y un buen Chianti". A éste también hay que verlo en versión original subtitulada (bueno, y a quién no?), su voz es parte del miedo. Es uno de esos malos carismáticos, un malo-héroe, que atrae mucho al personal. ¿Por qué queremos que gane un psiquiatra que encima seguro es de la corriente psicoanalista? La gente odia más al director del centro donde está internado que al propio Aníbal Lecter. Michael Madsen, en "Reservoir Dogs" (Tarantino, 1992). Ha estado debatiendo el significado de "Like a Virgin" de Madonna un rato antes, y ahora está en un garage, dispuesto a hacer de todo. Y yo me pregunto: ¿Cómo se puede ser tan psicópata de bailar al ritmo de esta canción mientras estás torturando a un tío? Gary Oldman como "Drácula" (Coppola, 1992). Con tanto vampirillo de tres al cuarto como corre en estos días por ahí, yo creo que hay que empezar por leerse a Stoker (qué noches de miedo pasé tan maravillosas) y si no, por lo menos por ver esta peli y visitar Whitby en el nordeste de Inglaterra después. Igual veis a Winona corriendo en la noche y se os abre la ventana de golpe con el viento... Federico Luppi como el gángster de "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto" (Díaz Yanes,1995). Me encantan Pilar Bardem y Victoria Abril también en esta peli.
Kevin Spacey, como la mente enferma de "Seven" (Fincher, 1995). Esta película tiene una estructura poco común (en la que el malo aparece al final). Aquí, aparece en medio de la cinta, y nos alegramos mucho porque es un festín interpretativo. Se come a Brad Pitt haciendo de inocente poli bueno, e incluso a Morgan Freeman. En el mismo año hizo de Roger Kint en la magnífica "Sospechosos habituales" (Singer, 1995). Me encanta Spacey, y su voz también da miedo.
Eduardo Noriega. Desde "Tésis" (Amenábar, 1996), donde hace de Bosco Herranz, chico de familia bien absolutamente psicopático. Me encanta esta película, el terror está en todo lo que imaginas, porque no ves nada. Luego Noriega ha hecho más de malo: "El espinazo del diablo","El método"... no sé, ahora que lo pienso, ¿hace alguna vez de bueno? Robert Carlyle haciendo de Begbie en "Trainspotting" (Boyle, 1996). ¿Cómo olvidar la escena en la que tira una pinta hacia atrás en un pub, sólo para provocar una bronca? Me encanta esta peli, su música, su ritmo, su párrafo inicial: "Choose life but... Who wants life when you have heroin?". Christopher Walken como el jinete sin cabeza en "Sleepy Hollow" (Burton, 1999) que un despistado Johnny Depp ha de atrapar enmedio de calabazas iluminadas en la noche. Me encanta la estética de Tim Burton. Y el eslógan: "Rodarán cabezas". Robin Williams como el psicópata que tiene que encontrar Al Pacino en "Insomnio" (Nolan, 2002). Williams siempre había hecho de profe colega de poetas muertos y demás. No me gusta, siempre me había parecido un tanto "creepy", y ésta es la primera peli en la que nos muestra su verdadera cara... Leandro Firmino, en "Ciudad de Dios" (Meirelles, 2002) . Su contrapicado de niño apuntando con un revólver es para no olvidar. Esta es una de mis pelis favoritas de todos los tiempos. Por su forma, por su fondo, porque el protagonista sale del horror de la favela mirando el mundo a través de su objetivo. Luis Tosar, en "Te doy mis ojos" (Bollaín, 2003). Pero es que me da igual lo que haga Tosar: puede ser Malamadre con esa voz cavernaria en "Celda 211" o el cerdo que pega a su mujer. Lo hace tan bien. Y a mí sus ojos me pueden. Sergi López como el militar fraquista con el objetivo de acabar con los últimos maquis en "El laberinto del fauno" (del Toro, 2006). ¿Recordáis la escena en que se afeita? Ulrich Mühe como el oficial de la Stasi que espía a una pareja de intelectuales en "La vida de los otros" (Henckel-Donnersmarck, 2006). Este no es el clásico malo-malo, pero lo he puesto porque me gustó mucho la película. Johnny Depp como el barbero asesino cantante de Fleet Street en "Sweeny Todd" (Burton, 2007). De nuevo, estética gótica Burton y Depp algo pasado de rosca. Viggo Mortensen como Nikolai, chófer de la mafia rusa londinense en "Promesas del este" (Cronenberg, 2007). Tampoco ganaría el premio al malo-más-malo, pero tengo que poner a Viggo porque es para mí uno de los actores con más morbo del momento. Por algo dicen que es "el nuevo De Niro". Ahhh, esa escena en los baños turcos de Londres...
Javier Bardem como Anton Chigurh en "No es país para viejos" (Hermanos Coen, 2007). Me gustan mucho los Coen y Bardem, me encanta esta película, es redonda.
Sé que no están todos los que son, pero he intentado limitarme a películas que me gustan, de las que os escribiría una crónica completa si tuviera un mes de vacaciones.
Tranquilos, de momento no veo tal cosa en el horizonte...

29 enero 2010

Más malos que la quina

Hay actores que aborreces desde el momento en que actúan y desarrollan su papel a la perfección. No es coherente pero a mi me ocurre. Su ejecución es tan real, tan brutal que me cuesta verlos de otra forma, me cuesta sacarlos de su contexto y disfrutarlos en otro rol. Ya son malos para siempre.

De la misma forma que es difícil imaginarse a Alfred Hawthorn Hill (Benny Hill) en un papel serio, hay actores que yo he encasillado en su papel de malo de la película y parece como si en cualquier momento se fueran a transformar en su alter ego (que yo conozco y no me gusta). 

Tengo que aclarar que probablemente hay muchos más malos que los que aparecen aquí. Sin embargo yo he tenido la suerte de verlos antes en algún otro papel y por tanto, he sido más benévola con ellos: me viene a la cabeza Robert de Niro en El cabo del miedo, pero como lo vi antes en La Misión. Se siente, no me parece tan malo.

A continuación los malísimos:


Danny Glover – Su papel de malo, maltratador, perrito faldero, en el Color Púrpura me marcó y desde entonces no me gusta por mucho Arma Letal que haga. Impresionante la escena del afeitado a navaja.



Michael Keaton - El "alquilino" de Melannie Griffith en De repente un extraño. Tiene además, cuando no hace de malo, cara de loco. Nunca sabes lo que piensa. Siempre lo veo con la pistola de clavos, dale que te pego...


Temuera Morrison – Realmente su trabajo en Once were warriors hace que “te mueras” de pena, de miedo, de angustia, de indefensión. Es una brutal película neozelandesa, un drama sobre violencia doméstica, alcoholismo, paro, entre otras. Sólo ver a Temuera me revuelve las tripas.



Malcom Mc Dowell – Es el culpable de que cuando alguien me dice que vive sólo en medio del campo, venga a mi un sentimiento de miedo. Su papel de psicópata en la Naranja Mecánica junto a la música de Beethoven no te pueden dejar impasible.




Kathy Bates – La enfermera bipolar de Misery. La actriz recibió un Oscar por ese papel y la verdad es que se lo merecía. Después ha trabajado en muchas más películas, pero yo me acuerdo siempre del momento “te rompo los pies para que te estés quietecito”.




Ralph Fiennes – Imposible olvidar al nazi que se levantaba por la mañana, se desperezaba y mientras se rascaba la espalda acababa con un par de judíos, para... entrar en calor nomás. Es el más malo de La lista de Schindler. A mí, en el Paciente inglés no me la daba ni con queso.






Jet Li – Si se pone serio, te mueres, se te caen los pantalones, así directamente. Además ha sido varias veces campeón de artes marciales en China, con lo cual mejor no intentarlo. No me lo puedo imaginar de bueno, imposible. Ha hecho de villano en demasiadas películas.





Edward Norton – Cuando sonríe parece que no ha roto un plato, puede llegar a ser incluso mono, pero yo le he visto colocar a un tío con la boca abierta en un bordillo y después darle un patada en la cabeza y romperle la boca en American History X. Es una escena que no se me olvida cuando lo veo.





Rutger Hauer – El malo de Blade Runner, y el psicópata de Carretera al infierno y de otras muchas más. Es un holandés con cara de malo, malísimo y me es imposible visualizarlo como chico cándido. No puedo.







Billy Zane – El que quiebra la Calma Total de una pareja en un velero en medio del mar, donde se las prometían muy felices una entonces guapísima Nicole Kidman y un insípido Sam Neill. Posteriormente ha hecho de insoportable en Titanic. O sea malo y gilipollas. Gana por goleada.



Patrick Bergin - Es el enemigo con el que duerme Julia Roberts y al que le encanta, le pone mejor dicho, Berlioz y su sinfonia fantástica. Es protagonista, entre otras, de Las Montañas de la luna, película en la que hay un momento "teta-bragueta" que aún no he entendido. ¿Alguien me lo puede explicar?

28 enero 2010

La Bella Durmiente en el diván-Sesión II

*Posología: Antes de meterse con esta entrada se aconseja leer primero, por este orden "Karl Popper, mosca cojonera" , "El timo del psicoanálisis" y "La Bella Durmiente en el diván. Sesión I". 

**Disclaimer: Las opiniones de esta entrada, a menos que tengan un mínimo de sentido común, en cuyo caso serán mías, son de Bruno Bettelheim. 

Por fin, la última entrega del monográfico "psicoanálisis y otros demonios". Estábamos con Bruno Bettelheim diciendo que el mensaje de "La Bella Durmiente" es el mismo que en "Blancanieves y los siete enanitos". Pensemos en dos chicas narcotizadas, en decúbito supino, en urna o cama, pero en todo caso esperando a que un príncipe las despierte. Para él, todo esto es metáfora de "un período de tranquilidad al final de la infancia" (ah, ¿hay luz al final del túnel?) , momento de "preparación para despertar a la vida sexual". 

 Bettelheim dice que, por estar la maldición de Maléfica programada para los 15 años, simboliza la menarquía o comienzo de la menstruación, que es imparable. El Rey manda quemar todas las ruecas del reino en vano, representando que los padres poco pueden hacer para proteger a sus hijos de las crisis de la adolescencia. Hay que vivirlas. Es más, los esfuerzos en postponer esta maduración puede acabar siendo un problema (simbolizado en el cuento por tener que pasar cien años durmiendo). Cuando la princesa está a punto de convertirse en adolescente, explora las "antes inaccesibles áreas de su existencia" (simbolizado por la habitación escondida donde queda la ultima rueca del reino). Esta cámara está en una torre a la que se accede por una escalera de caracol, evidentemente. Según Freud ("La interpretación de los sueños"), este tipo de escaleras representan experiencias sexuales (no ahorro de espacio). Al final de la escalera, la princesa encuentra una puerta pequeña con una llave, que usa para abrir. Según Freud, una habitacion pequeña cerrada simboliza los órganos sexuales femeninos, y abrir la llave, el acto sexual (ah, a mí me gusta más como la usaban las feministas de aquel grupo: "la llave la tengo yo"). 

 En la habitación, La Bella aún por dormir se encuentra a una anciana (Maléfica en una de sus múltiples presentaciones, a veces se disfraza de Di) dando vueltas a la rueca. La Bella le pregunta qué es aquello tan raro que salta. Según Bettelheim, hay connotaciones sexuales en la rueca (!sexo, sexo, sexo!). Pero desviémonos del sexo por unos instantes ("nooooooooo"-"pero dijo por unos instantes, luego vuelve", Warren Sanchez, Les Luthiers. Si no lo conocéis, ahora, aquí!) para hacer una breve divagación sobre la rueca. En inglés (distaff), para decir "por parte de madre" se puede decir "on the distaff side", todavía heredero de tiempos pasados. ¿Adivináis como se dirá la parte masculina de la familia?:"The spear side" ("literalmente, la parte de la espada). Las mujeres cosen, ellos luchan. 

Tras pincharse, Maléfica seguro que se ríe muy alto y hay algún que otro trueno, y La Bella cae en un sueño de 100 años a la vez que el palacio se cubre de una impenetrable pared de espinas. Este sueño la protegerá de sus pretendientes (esto es, de los encuentros sexuales prematuros) y además simboliza que aspirar a una belleza adolescente para siempre es solo eso: un sueño. Muchos príncipes intentan llegar a la princesa a través de las espinas, y todos mueren en el intento. Esto es un nuevo aviso encubierto: empezar con el sexo antes de hora puede ser muy dañino. 
El Peda, según una niña de 3 años

Sólo cuando el tiempo adecuado ha pasado, aparece un príncipe que se parece al Pedalista y que con su espada atraviesa las espinas que se transforman en flores. Esto os parecerá una idiotez más de Bettelheim, pero éste es el párrafo con más dedos de frente de toda la entrada. Y es así porque los niños no mienten. Dejadme divagar otro poco: Patricia, la hija de mi amiga Belén conoció al Pedalista hace años, cuando ella tenía tres. Cuenta Belén que, tras nuestro finde con ellos en Gales, un día le pone "La Bella Durmiente" y Patricia dice, señalando la pantalla: "Pedalista, Pedalista". Verídico. 

 Muchas de las cosas que dice el autor son máximas universales (e.g. nos tenemos que equivocar nosotros, los padres no deben sobreproteger, etc), pero el uso indiscriminado de los símbolos como os he descrito le quita validez. Cada uno de nosotros podríamos interpretar , por ejemplo, las escaleras de caracol, según nuestra experiencia personal, y la freudiana no tiene porqué ser "La Verdadera". No tiene nada que lo apoye como tal. Es tan cierto como un cuento de hadas. 

  Ref: Bettelheim, Bruno (1975). The uses of enchanment. The meanings and importance of fairy tales. Alfred Knopf: New York.

27 enero 2010

Ochentas Revival III y fin

-¿Como te llamas? Me preguntó.
Cuándo algún tío plasta se me acercaba y me preguntaba mi nombre, le daba mi nombre de guerra: Ana Curra. Pero no me salió darle el falso como era habitual. Estaba de bajón por la metadona, así que me dije: ante todo mucha calma y respondí:
-  Me llamo Diva y tu debes de ser...Javier.
- Yo no me llamo Javier - contestó enfadado.
- Tranquilo majete, era un adivinar, una forma de romper el hielo. De todos modos cuando brille el sol, ya no estaré aquí.
- Y yo que creía que esta noche iba ser tu noche y la mía. Anda, vente conmigo a la cama - dijo él.
- Mierda de ciudad - musité entre dientes. De antemano sabía que no iba a obtener nada más.
- Dime que me quieres - le dije.
- Te quiero - mintió y me fui con él.

                                                                          -Fin-


Su mayor éxito fue "El pistolero" y sin embargo para mí fue una canción mala y nada representativa de su música. Prefiero mil veces la que sigue o "Flores condenadas". Su nombre procede de la fusión de "Sex pistols" y "Ramones".


Un grupo de punk rock gallego que también sabe hacer canciones tranquilas. Cantaban además "Ayatollah no me toques la pirola" y nadie ponía el grito en el cielo ni instaba a la guerra santa. Otros tiempos.


Pablo Carbonell en sus mejores tiempos. Es un tío que lo ves y ya te ríes. Gracioso, transgresor, inteligente. Un poco pasado de todo pero muy bueno. Los conciertos eran una pasada, un desfase.


Rock con sabor celta de Valladolid. Muy buenos.


Algo más light, mas de niña bien que juega a ser mala. Un grupo más romático, menos gamberro. "El mundo tras el cristal" o "Mil calles llevan hacia ti" son otros de sus éxitos.


Grupo valenciano liderado y eclipsado por la figura de Carlos Goñi, al que algunos llamaban el Springsteen de Valencia. Aunque para mí queda bastante lejos del Boss. Uf, lejísimos.


No he podido encontrar "vente conmigo a la cama" tema de un grupo de Huesca llamado Escoria Oriental que arrasó en Aragón, así que os dejo con otro tema del grupo a ritmo de "Reggae" o "Regue" dependiendo d´ande seas.


Oi, Oi, Oi Oi....... Geniales!!! En aquella época eran pecado seguro.


Aunque son de muy principio de los ochenta nunca han pasado de moda. Canciones como ésta u "hoy quisiera estar a tu lado" me siguen gustando como el primer día.



Lo de Ana Curra, era verdad. Fue durante un tiempo mi nombre de guerra. Me gustaban sus canciones y era de las pocas mujeres que hacía música por aquel entonces.  Nada que ver con su paso por Parálisis permanente (punk siniestro). Os dejo aquí con un video de "Volveré" en una de sus actuaciones en Tocata!!.  Para mi su mejor canción.¿Os acordáis del programa?. Tengo que reconocer que la miro ahora y da miedo, pero antes era lo más.


26 enero 2010

La Bella Durmiente en el diván-Sesión I

Métase su misoginia por
el puro
Bettelheim escribio "Psicoanálisis de los cuentos de hadas" en 1975. El libro es un panegírico de los cuentos de hadas clásicos, donde los malos son muy-malos-muy-malos y los buenos muy buenos. Los personajes planos, sin matices, gustan a los niños, saben a qué atenerse. Luego todos sabemos que en la vida real esto no suele repetirse, y que las cosas no suelen ser blancas o negras, sino que tienen una gama infinita de grises.

En la segunda parte del libro, Bettelheim analiza diversos cuentos de hadas y usa hechos, objetos, etc, del cuento, como símbolos de lo que quiere defender. Como comentó ayer uno de nuestros Divagantes, famosa es la contestacion de Freud cuando le preguntaron cómo interpretaría él su clásico puro. Donde anteriormente Freud había interpretado, por ejemplo, la corbata como símbolo fálico, con su puro dijo: "A veces un puro es sólo un puro". No es por nada, pero tanto a mí como a Lewinsky nos parece el puro El-Objeto-Fálico por antonomasia.
Por cierto, ayer conté varios ejemplos de lo que decía el psicoanálisis hace un tiempo de diversas enfermedades, pero hasta Leo Kanner mantuvo que el origen del autismo (otra condición orgánica) era causado por "la madre refrigerador". Las madres culpables otra vez (misoginia, alguien?).

Pero divago: llevo semanas prometiendo contar el psicoanálisis de uno de esos cuentos, "La Bella Durmiente". Antes de nada enfatizar que todo lo que escriba a partir de ahora no es mi opinión, sino la de Bettelheim. Para empezar, Bettelheim piensa que el tema subyacente del que trata "La Bella Durmiente" es la pubertad, el despertar sexual, sus tiempos. El cuento empieza contándonos como hace mucho tiempo, en un país muy lejano, un Rey y una Reina buscaban desde hacía mucho un hijo en vano. Esta larga espera, según Bettelheim, simboliza que no hay que tener prisa para iniciarse en el sexo.

En el comienzo del cuento según Perrault, los padres hicieron peregrinajes y promesas y al final la reina concibió. En el de los Hermanos Grimm, la Reina estaba bañándose y un sapo salió del agua, vaticinando que tendría un hijo. Como la niña nace nueve meses después, se supone que los dos hechos están relacionados. El sapo siempre ha sido un gran símbolo sexual para el psicoanálisis. Y, antes de Freud, recordemos el incidente de la Regenta con un sapo, y el final de la novela, para mí perfecto, donde el sapo reaparece.

Guapa Maléfica
Al bautizo de la niña se olvidan 
(ahh, esos "olvidos activos"!) de invitar a Maléfica. Claro, es que no debía tener nada que ponerse: ¿habéis visto las pintas de dominatrix que me lleva Maléfica? ¿Y qué pinta, valga la redundancia, un cuervo en un bautizo? Los Reyes esta vez demuestran ciertas habilidades sociales, en mi opinión. Total que, menuda es ella, se presenta llena de truenos y relámpagos (arghh cómo mola!), y lanza el maleficio (claro, ¿qué va a hacer Maléfica?: maleficios) que todos conocemos: cuando la niña cumpla 15 anios se pinchará el dedo con una rueca y morirá. Nota: este párrafo es opinión mía, no de Bettelheim.

Y colorín colorado... nooooo, no se ha acabado. Atentos a la nueva entrega. Porque continuará.

Ref: Bettelheim, Bruno (1975). The uses of enchantment. The meanings and importance of fairy tales. Alfred Knopf: New York.

25 enero 2010

Como hemos cambiado


Mes Aïeux, es un grupo folk originario de Quebec. Sus canciones versan sobre temas actuales a los que intentan llegar con un sonido tradicional basando sus letras en el humor unas veces y en la ironía y sarcasmo otras.

La verdad es que aunque no dicen todo lo que es, sí que es todo lo que dicen.




24 enero 2010

El timo del psicoanálisis



Un hombre de 35 años, con un buen trabajo y razonable vida personal, pero con una nariz como un pimiento. Está descontento, se mire de frente o perfil. Sabe que lo suyo, hasta en la cara de Anás sería delito. Se plantea una rinoplastia. La escuela psicoanalista dictamina: "en realidad, la nariz simboliza el pene, y el deseo de operarse el apéndice nasal representa su desplazamineto de deseos sexuales inconscientemente a la nariz".

Un hombre de 25 con un diágnostico de esquizofrenida paranoide. La escuela psicoanalista describe el concepto de "la madre esquizofrenogénica". La madre, como casi siempre, es la culpable. Pero no hay duda que la esquizofrenia es una enfermedad claramente orgánica, transmitida genéticamente, con alteraciones cerebrales objetivables en resonancia magnética, distintos niveles en neurotransmisores, etc.

Una mujer que tiene que comprobar repetidamente si ha apagado el gas, ha de lavarse las manos 30 veces al día siguiendo una técnica especial y tiene pensamientos intrusivos de que algo horrible pasará si no lo hace. El psicoanálisis mantiene durante décadas que "los síntomas simbolizan la lucha inconsciente por controlar deseos inaceptables a nivel consciente". Obsesiones, rituales, diagnóstico: trastorno obsesivo compulsivo. Pero no hay duda que este trastorno es una enfermedad claramente orgánica, transmitida genéticamente, con alteraciones cerebrales objetivables en resonancia magnética, distintos niveles en neurotransmisores, etc.

Estos son sólo tres ejemplos de las meteduras de pata de la teoría psicoanalítica. Sigmund Freud, su fundador, se inventó una gran metáfora para explicar la mente que fue asimilada y tomada como "La Verdad" durante décadas. Pero luego llegó Popper y le desmontó el invento (de ahí lo de mosca cojonera).

Como conté ayer (no os perdáis la apasionante entrada), Karl Popper fue un filósofo de la ciencia que retó que el psicoanálisis (entre otras teorías) fuera una ciencia. Los escritos de Popper animaron a los primeros estudios experimentales en psiquiatría. Por ejemplo, los estudios dobles randomizados ciegos sobre la efectvidad de los tratamientos, el uso de grupo control en estudios de observación y el desarrollo de metodología que permitiría que se pudieran hacer comparaciones válidas.

Esto revolucionó la psiquiatría, que empezó a cuestionarse que esas interpretaciones fueran "La Verdad". Eran, simplemente, una interpretación. Y si uno tiene, por ejemplo, una fobia a los perros y le ayuda a superarla el que le digan que es "porque representa a su padre que los maltrataba", pues muy bien para él, pero no tiene ninguna validez científica, ni se puede extrapolar a la población general. En este momento (y digo en este momento, porque siguiendo a Popper, lo que creemos HOY como verdad es simplemente lo último que no ha sido desmentido y desmontado por estudios bien diseñados), para entender las fobias en general se utilizan principios de la Teoría del Aprendizaje (Skinner, Pavlov, et al.) y su trataminento (increíblemente efectivo, por otro lado) es la famosa TCC (Terapia Cognitivo Conductual).

La TCC es la terapia psicológica que más evidencia científica tiene de su lado. Desde sus comienzos en los 60 con Aaron Beck, se empezó a medir los resultados de las intervenciones (un médico que intente bajar la fiebre a un paciente le tomará la temperatura tras haberle administrado el fármaco, no?). Esto puede parecer trivial, pero el medir cómo disminuyen los síntomas depresivos tras X sesiones con cuestionarios que han sido estandarizados y validados no se hacía antes. De esta manera, se puede hacer más objetiva (dentro de que esto no es una ciencia exacta) la recuperación que estamos buscando.

En estudios serios (como los que he mencionado arriba, randomizados, doble ciego, etc), el psicoanálisis no demuestra ser efectivo. Insisto: a gente puntual puede haberle funcionado, pero no a la gran mayoría (que responde a la TCC). A un paciente puntual le puede bajar la fiebre con un Conguito, pero a la mayoría les baja con Paracetamol o Ibuprofeno. Si tu eres el del Conguito, muy bien. Si aún no has probado nada y estás mal mal, yo iría a por el Paracetamol, la verdad.

El psicoanálisis ha dado muy bien en la literatura, y a una le salen metáforas logradas cuando escribe relatos usando sus técnicas. También en cenas con amigos. Mañana por fín os contaré la interpretación psicoanalítica de un cuento de hadas. Muy divertida, os gustará.

Tal vez la faceta cuentacuentos sea la mayor aportación de Sigmund Freud a la historia. El problema es que la mayor parte de la gente aún no sabe La Verdad: que FREUD es un FRAUDE.

Karl Popper, mosca cojonera


Ya lo dice el Pedalista. Un amigo suyo ha dictaminado: el blog de tu chica está bien, pero se enrolla mucho. El caso es que, para corroborar esta verdad, os contaré cómo he acabado hoy con Karl Popper.

Hace tiempo prometí una entrada contando "La Bella Durmiente", versión psicoanalítica. Hoy ha sido el día, pero antes, he tenido que escribir una "Introducción al Psicoanálisis" (y no os asustéis, tiene un par de capítulos menos que la de Don Sigmundo). En esas estaba, cuando el párrafo sobre Popper ha tomado vida propia y se me ha ido. Ya dicen los autores que los personajes se les rebelan: a mí se me rebelan las entradas, quieren protagonismo, y su propio lugar en un blog de éxito. Yo lo entiendo.

Mañana vendrá el psicoanálisis. Y pasado, si no hay motín, "La Bella Durmiente".

Mientras tanto, para explicar lo que le pasó a la teoría del psicoanálisis ayuda bastante saber qué dijo este señor. Karl Popper fue uno de los principales filósofos de la ciencia del siglo XX, de la London School of Economics. Una de sus más famosas aserciones que tal vez conozcáis es que nunca podemos establecer que una teoría científica es Verdadera. Lo que sí podemos hacer es someterla a diferentes pruebas o tests en un intento deliberado de probarla falsa. O sea, lo más que podemos decir de cualquier teoría es que hasta ahora no se ha probado falsa. Quién sabe lo que la habrá refutado, destronado de su pódium de verdadera en unos años.

Cuenta en sus “Conjeturas y Refutaciones” que cuando cayó el Imperio Austro-Húngaro, hubo una revolución en Austria llena de eslóganes e ideas, y teorías un tanto salvajes. La teoría que más le interesó a Popper fue la de la Relatividad de Einstein. Las otras fueron la Teoría de la Historia, de Karl Marx; el Psicoanálisis de Sigmund Freud, y la así llamada “Psicología individual” de Alfred Adler.

En el verano de 1919 se empezó a sentir incómodo con las tres últimas teorías, tan distintas de la científicas y mesurables teorías de Newton, o Einstein. Popper se dio cuenta que estas tres teorías, que iban de ciencia seria, tenían mucho más en común con mitos primitivos que con la ciencia; se parecían más a la astrología que a la astronomía.

Parecía que estas teorías podían explicarlo absolutamente todo. El estudio de cualquiera de ellas convertía a los estudiosos a esta nueva verdad, no evidente a los “no iniciados”. Una vez que tus ojos se abrían, encontrabas confirmaciones en todos los sitios: el mundo estaba lleno de verificaciones de la teoría. Así que en el invierno de 1920, llegó a las siguientes conclusiones, entre otras:

1. Es fácil buscar confirmaciones de una teoría, si las vamos buscando.
2. Una teoría que no se puede refutar jamás no es científica (e.g. "Dios (no) existe").
3. Cualquier test que apliquemos a una teoría es un intento de falsificarla, o refutarla. O sea, el criterio de status científico de una teoría es su falsificabilidad, refutabilidad, o testabilidad.

El problema de las teorías freudiana o adleriana es que son no testables, luego son irrefutables. El mismo Popper afirma que no cree que ambos estuvieran haciendo observaciones erróneas de sus casos clínicos, pero que los famosos Ego, Superego e Id freudianos no pueden pretender ser más científicos que los dioses del Olimpo Homéricos.

Pero también se da cuenta de que la mayor parte de la ciencia se originó en los mitos, y el mito puede contener importantes anticipaciones de la teoría científica. O sea, que si una ciencia se describe como “pseudociencia” (o metafísica) no quiere decir que sea insignificante o negativa. Simplemente, no es ciencia.

Mañana, más.

Ref: Karl Popper, "Conjectures and Refutations", London: Routledge

22 enero 2010

¿Impostas? Bienvenid@ al club.

Soy una impostora. Perdón, no me he expresado: soy la líder espiritual de cualquier club de impostores que se precie. Y hoy he tenido una de las ocasiones estrella de todo impostor: una entrevista de trabajo.

En primer lugar, para situarnos, un par de reglas básicas de todo impostor en esta situación: has de aparecer impecable. Seguir a rajatabla lo del "power dressing" (vestir para impresionar, para establecer relaciones de poder). Hoy, por ejemplo, ha llovido, pero a mi me iban a pillar desprevenida. Debe ser que me hago mayor. O que vivo en Londinium.

La siguiente: no es buen día el de la entrevista para innovar. No conviene salirse de las rutinas matinales. Conocemos los efectos de mis decisiones rápidas matinales. ¿A quién puede ocurrírsele cambiar la raya de ojo por eyeliner justo esa mañana? Sólo a mi, con esa impulsividad tonta que me caracteriza cuando hago cosas que, un segundo antes de iniciarlas ya sé que no son buena idea, pero aún así, las perpetro. No uso eyeliner (dícese de una sustancia que se pone en el párpado superior para intentar parecerte a una modelo sesentera), es demasiado difícil. Pero tengo uno que desechó la Fashion y que, mira por dónde, porqué no usarlo hoy. Error.

Una vez aclarados estos dos conceptos que han coloreado mi día, decir que llevo en esto de la impostura un montón de años. Un@ no nace impostor@: un@ se hace. Y no es fácil. Muchos factores han de confluir para un buen impostor. Tengo amigos que querrían serlo, aspiran, sin éxito.

Lo mío empezó al llegar al Reino Unido. Fue algo más o menos inmediato. Tenía un título universitario totalmente inútil bajo el brazo, y no sabía hacer la o con un canuto. Llamé, con todo mi morro, o mejor dicho, con la inconsciencia de la juventud, a un par de puertas pidiendo una oportunidad. Para mi sorpresa, me la dieron.

Este estado de estupor me ha acompañado todos estos años, en cada trabajo que me han vuelto a ofrecer, en cada examen que he aprobado, en cada publicación que me han aceptado. Sigo en ese estado, y he aprendido a convivir con él: la gente cree que hago bien mi trabajo, y que sé de lo que hablo. Particularmente bochornoso es cuando me invitan a hablar en público. Esos momentos son los peores para El Impostor.

Pero para entender la gestación de un impostor, veamos el siguiente ejemplo. Niña popular, en el colegio le va bien, toca la guitarra, gana sistemáticamente los concursos de "Cuento de Navidad". Llega la adolescencia, esa época en la que, de repente, una se hace visible a esa parte desconocida de la población: los chicos. Y, de acuerdo con estudios, ese espejo en que te miras marcará tu autoestima (por lo menos la física) para el resto de tu vida. La niña progresa adecuadamente.

Con todas estas ganas de comerse el mundo, aterriza la niña en la Universidad de Vetusta sub x (llamémosla Unives, por comodidad). Hecatombe. La manera de enseñar la carrera que ha elegido le aburre inmensamente. Descubre enseguida que memorizar es la labor que se premia en ese antro, no pensar. Más tics como en la plantilla del profe, más vales. El objetivo del profesorado parece ser enterrar a los alumnos bajo folios y folios de datos que se olvidan al día siguiente, para que no tengan fuerzas de reclamar lo suyo: aprender. Pero es más barato dictar apuntes que casi cualquier otra cosa. Y cuando uno ha estado en una Unives con un embrión de mente crítica unos cuantos años, o se ahoga, o sale tocado.

Yo estuve en una Unives cualquiera, y salí como pude (visualizadme tirada en la playa, dejada por la ola, tosiendo, a punto de no contarla). Cuando se seca la ropa y se toma algo caliente, se acaba una olvidando de la marejada, y sintiéndose mejor. Pero la sensación de impostura queda.

En la entrevista de hoy no me he sentido yendo de farol. Sabía todo lo que me preguntaban, tenía miles de ejemplos para ilustrar lo que decía, los tres tipos sonreían muy simpáticos. Les he vendido tan bien la moto, que me la han comprado. Al salir estaba en esa fase que tal vez conoceréis: chorreando adrenalina en una euforia de esas de "amo a todo el mundo, el mundo es bueno".

No me he sentido como una impostora esta vez. Pero lo soy.




La Rumbera Salvaje o HH # 5

Si algo tiene que tener un HH además de que sea horroroso, es que se pegue. Es decir que nada más que oigas la canción una vez no puedas sacártela de la cabeza y la canturrees inconscientemente para indignación de cuantos te rodean. Este tema cumple con ese requisito y muchos otros.

Para empezar es una canción que conoce todo el mundo. Llegó a ser tan famosa que hizo incluso las américas alcanzando los números uno y siendo nominada a un Grammy.  Por tener, tiene incluso un baile y todo. ¿Se puede pedir más? Su intérprete, la por entonces niña Melodia Ruiz Gutiérrez (versión mini de la chica de Camela), la bailaba como si en ello le fuera la vida y sin dejar de dar botes. Eso sí, en el videoclip la acompañaba uno de los profesores con más glamour del programa "Fama". Uno que es muy hot y muy fuego ahora y antes era un "gorila".

Si le das al play no dejarás de cantar lo de "soy una rumberaaaaaaaaaa, rumberaaaaaaaa..."




21 enero 2010

Reflexionando


Leía esto ayer y me pareció interesante. En parte tiene razón y debería ser como él dice: Cuántas cosas no llegamos a hacer por temor, cuántas cosas se quedan en el tintero de la rutina, cuántas veces que hemos seguido lo que nos dicta el corazón ha salido bien o mal... 

A veces si salen mal, suele ser preludio de algo mejor que en ese momento no vemos y que está por venir. Pero para eso, hay que tener valor y yo creo que algo de suerte también. ¿Cómo sabes si interpretas bien lo que te dice el corazón? ¿Habéis tenido alguna de esas experiencias? Sí de esas tipo: seguí los dictámentes de mi corazón y todo fue perfecto. Qué ocurre si no entiendes a tu corazón, o si en ese momento está influído por otras cosas.

Que yo recuerde, sólo he tenido "un momento corazón" en una decisión muy importante en mi vida y la verdad es que salió bien. Eso sí, el momento corazón fue escaneado después por mi cerebro y cuando estuvieron ambos alineados decidí. Y es que, generalmente mis momentos han sido más tipo cerebro. Así me va.

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo parecido a “Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto”. A mí me impresionó y desde entonces, durante los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: “Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?” Y cada vez que la respuesta ha sido “No” por varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.
Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso – todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante. Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón.
Extraído del discurso que Steve Jobs, CEO de Apple Computer y de Pixar Animation Studios, dictó el 12 de Junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford.

Esta noche follo

Luego de todo el sacrificio realizado, al fin ha llegado el día y va a ser hoy. Todos aguardamos con ansia un momento así y yo no iba a ser menos. Esta mañana he estado en el médico y ya me ha autorizado. ¡Bien!


No han sido fáciles los últimos días, no. Tenía hasta visiones con este momento. Hasta Consuerte andaba un tanto nervioso últimamente con la abstinencia. Es normal, algo así afecta a los dos. Él intentaba solidarizarse conmigo y delante de mí no tocaba el tema, actuaba bien, como yo, aunque a escondidas seguro que ha satisfecho sus instintos y algo ha caído.


Yo lo haría. Quién no.


Es así amigos y amigas, he estado unos días con gastroenteritis en los que exiguamente he comido, sin embargo hoy me han dado el alta, así que: 


"Esta noche follo y mañana, fatatas con alioli"


Ñammm ¡qué rico!









20 enero 2010

Ochentas Revival II


Yo había cambiado mucho y aunque ya no era la chica de ayer no podía soportar la idea de pasar una noche sin tí.

Entonces apareció él con esa manera de andar y acercándose a mi me dijo: Esos ojos negros no los quiero ver llorar. Me pareció tan irreal que me pellizqué para ver si soñaba. Tome aire y me dije: Diva, disneylandia no existe y la pócima del amor tampoco. No te hagas ilusiones.

(continuará)

(dibujo realizado por mi a la tierna edad de 16 años y exhibido en mi carpeta)


Un clásico de entre los clásicos, destrozado recientemente por Enrique Iglesias. Donde esté Antonio Vega...que le vaya bonito.


Para mi de los mejores temas y uno de los mejores grupos. Dan las seis sintonizo a los Stones recuerdos de pelo largo, viejos blues...


Uno de los grupos más prolíficos. Puro estilo rockabilly, muy bailable, todo ello bañado por el Mediterraneo. Autores de "Mescalina", "Bajo la luz de la luna", "Eres especial" y tantas. I love Rebeldes.


Algo más comercial, pero pasable. Es que yo con Mikel Erentxun no puedo. Que se le va a hacer.


Durante un tiempo pensé que no podría haber nada mejor. Mis favoritos "El loco de la calle", "Rosa de los vientos", "Son cuatro días", "Dulces sueños"... Se nota que me gustaban, por lo menos hasta que dejaron de ser "El último de la fila".


Un grupo de Huesqueta, oseasé Huesca, muy mestizo, como su nombre indica y un vocalista guapo, guapo llamado Juan José Javierre. Empezaron llamándose "Ejercicios espirituales" .Compositores de otros temas como "No dejes que tus lágrimas se pierdan en la arena" o "Sentirse bien": sentirse bien es tan fácil y yo me siento tan bien!

19 enero 2010

Haka ...bose

La primera vez que vi una Haka maorí fue como hace 15 años en el discurrir de una película que no quiero comentar ahora porque arruinaría todo el encanto que pueda tener esta entrada. No sé porqué, pero me impactó a pesar de no entender nada de lo que decían. Podría recurrir a lo fácil y decir que ver a una banda de tíos en paños menores derrochando testosterona me gustó, me ponía, me pone. En el fondo puede que sea así. Pero hay algo más que, a simple vista, fuera de su contexto no vemos y que es preciso puntuar.

La Haka es una danza tribal de origen maorí que se remonta a los tiempos de enfrentamientos tribales que generalmente suponían derramamiento de sangre. Vista de este modo tiene una doble función:

- Es ante todo un espectáculo de intimidación, de amenaza al enemigo. Los danzantes adornados con tatuajes y pinturas de guerra, despliegan toda una serie de gestos desafiantes acompasados por una cantinela que van destinados a disuadir al contrario a comenzar una pelea, mostrándole con quien se la van a jugar. Son muecas y posturas que describen cuán fuertes son, lo cabreados que están, cuánto poder tienen y la ausencia de miedo. En definitiva: ¡Vais a morder el polvo! – parecen decir. Hay animales que utilizan mecanismos similares de defensa cuando se sienten amenazados: cambian de color, gritan, adoptan formas, intentan parecer más grandes… En una Haka ocurre algo similar, es visceral, primitiva, cavernaria.
- Concede, concedía a los que la ejecutaban un sentimiento de unidad, de pertenencia al clan y les insuflaba el coraje necesario para enfrentarse al oponente en una batalla de la que, probablemente, no iban a salir vivos. Para ello recurren al poder de sus antepasados, de su pueblo y de todos sus dioses.
Los hay que la definen como un ritual de bienvenida, pero hay que ser muy ciego para no ver que si a algo te invitan es a que te marches…





En los últimos años, ha sido popularizada por el equipo de rugby de Nueva Zelanda los “All Blacks” que hacen su performance de la Haka antes de cada partido. Las más conocidas son “Ka Mate” y “Kapa O Pango”. Por coincidencias de la vida, estuvimos los cuatro en Paris cuando se celebro la Copa del Mundo de Rugby en el 2007 y coincidimos en el hotel con unos seguidores neozelandeses de los “All Blacks”. Allí tuve un “momento haka” impagable que prometo contar y que no hizo más que acrecentar mi pasión por este ritual.

En youtube podéis encontrar varias representaciones de los “All Blacks” antes de cada partido que harán las delicias de cualquier aficionado. Para los que gusten de emociones fuertes, les puedo sugerir ración doble: New Zealand vs Tonga (aunque tras el video anterior parecen colegiales…)



17 enero 2010

Arriba con Up

El otro día vi "Up" (¿la han traducido al castellano ?"¿Arriba?") de la Disney/Pixar, y desde entonces me debato sobre cómo hacer una crítica que no cuente nada de la historia, de la aventura per se, para que quien la vea pase por las mismas fases de sorpresa, admiración y emoción que viví yo.

Antes de nada, dadle al play, al triangulito de abajo. Porque yo os podría decir que la música es de esas bandas sonoras que acabas tarareando en tu cabeza, no machaconamente, sino a gusto, reconciliándote con la vida. Es pegadiza y coqueta, tipo Amelie, o Cinema Paradiso. Se va adaptando durante la pelicula a las distintas situaciones, transformandose en un vals, o en un fox-trot, o en lo que toque. Por cierto, glorioso el momento cuando las rutinas matinales de Mr Fredicksen son apostilladas con la habanera de la mejor ópera: Carmen.




La peli toca muchos temas con una sensibilidad increíble. El protagonista es un viejo (lo siento, paso de eufemismos tipo "tercera edad", yo a los 80 quiero ser vieja), Mr Fredicksen, al que se une un niño gordo, Russel. En algún sitio he leído lo del Don Quijote y Sancho Panza modernos. Alonso Quijano fue otro héroe entrado en años. Curiosamente, estoy leyendo a María Teresa León ("Memoria de la melancolía") y me encuentro con este párrafo:

"Es difícil ser vieja. Se necesita de un aprendizaje, que es el drama de nuestra vida. Por la calle se da uno cuenta que las viejas son todas del mismo modelo. Lo difícil es diferenciarse. A mí me da miedo que llegue un día en que nadie me vea. Sería un purgatorio eso de andar por la calle sin que ninguna mirada se cruzase con la mía. Yo creo que por eso las viejas muy viejas con personalidad se vuelven borrachas y escandalizan a todo el Mundo. Sí, hay que hacer algo, distinguirse."

"Up" está llena de connotaciones positivas sobre envejecer, inauditas hoy en día, en la sociedad de Barbie y Botox. La sabiduría, la capacidad de negociación, el querer seguir aprendiendo, el seguir cuidando a la siguiente generación: todas ellas quiero que las aprenda mi hija.

Tengo varios críticos de cabecera, de distinto corte. El de la radio decía que "se llora tres veces" como un logro, porque raras veces una cinta te emociona tanto . Yo me conozco: lloro -alguna vez hasta con hipo. Así que sin sorpresas: cuando llevaba diez minutos, llegó el primer atracón de llanto. Lágrimas por la constatación de lo que es/debe ser la vida. La ilusión infantil, los planes, la felicidad, la ilusión, el amor, la pérdida, la manera de afrontarla, y al final superarla, las diversas pequeñas molestias de la vida, el amor de nuevo, y cómo otra vez van pasando las dificultades, y se dejan atrás. El ser capaz de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, sé que suena a tópico, pero Up te lo hace ver como si fuera la primera vez, como lo ven (el resto de) los niños de la sala. Es pura terapia cognitivo-conductual.

Hay una metáfora que recorre la película, y con ella, nuestra piel. Y es que es imposible no entender al Sr Fredicksen cuando se aferra a los símbolos de lo que fue su felicidad. Y todos, todos los que estamos viendo la película, hasta los más pequeños, sabemos qué debe hacer, pero a su vez... cómo entendemos que no quiera, que le cueste tanto hacerlo. Este es uno de los "test del algodón" del cine, de las películas grandes: te importa lo que les pasa a los personajes, quieres lo mejor para ellos, y que tomen las decisiones adecuadas. Una peli en la que te da igual el destino de sus personajes, tiempo perdido. Pero es precisamente cuando Mr Fredicksen toma su decisión cuando rompes a llorar la segunda vez. Pese a saber que es lo mejor, que es lo que debe hacer, te da igual: lloras con y por él, y querrías poder abrazarle, y es sólo un dibujo animado.

Es un dibujo animado, y un héroe. Lo vienes intuyendo, y lo confirmas cuando decide. Y cuando comparte. Ahí sí que se llora a gusto.

Yo de mayor quiero ser Mr Fredicksen.

Bienestar animal

Domingo por la mañana, en casa, pereza, pijama, café caliente, solecito, buena compañía y buena música.

Me siento como un animal...

¡Dale al play!




















16 enero 2010

¿Cuál es la banda sonora de tu ciudad?


En su primer post ochentero, Diva nos incluía "Cadillac Solitario", la canción de Sabino Méndez que popularizó Loquillo. Siempre me ha encantado esta canción, porque su letra es mucho más que el usual desamor del tipo que sigue pensando en una antigua novia que le dejó. Los personajes de la canción están enmarcados en un escenario muy claro, que es en realidad el protagonista de la misma: Barcelona. La historia le sirve de excusa para hablar de la ciudad que soñaba con abandonar con Ella para ir a L.A. (ciudad con muchas similitudes climáticas y geográficas). El mismo Sabino habla de la orografía de Barcelona, que permite a las parejas subir a "aquella ladera del Tibidabo" para desde allí mirar la ciudad (y dejar libre a la imaginación). Algo así como mirar Los Angeles desde Mulholland Drive. Escuchando la canción me transporto allí, y parece que estoy viendo Barcelona desde arriba, con miles de luces, y al chico, acunado por las palmeras, el cielo rojo de fondo, soñando con aquella chica de barrio que dice la gente que ahora es formal.




Pero hay tantas canciones asociadas a una ciudad. Bangkok, terrible jetlag (hacia Oriente, el peor), luces flasheando, noodles humeantes en las esquinas, bocinas de tuk-tuks, y en mi cabeza, a modo de intrusión, esta canción: más ochentera imposible.




Os hubiera puesto el "Hala, Madrid" si no fuera porque desde pequeñita mi padre me decía "No me gusta que ganen ni en los entrenamientos". En eso no me rebelé. Pero me gusta esta canción y me encanta Madrid, una ciudad para vivir de noche, para comer chocolate con porras en "La Platería", para ver las pinturas negras de Goya, y Las Meninas, y el Guernica, y...




Pero mi ciudad favorita del mundo mundial, como ya habréis deducido algunos es...




Os acordaréis de la historia de The Clash y la sala Jamm, todo un mito. Y su eterna competidora, la ciudad de l'amour!!!!, que se lleva la palma en los croissants... y en poco más.




Paseando por la Gran Manzana, más intrusiones, esta vez de Sinatra. Quise, como él, ser "part of it" (parte de ella, la ciudad que nunca duerme), pero también quise ser Holly Golightly frente al escaparate de Tiffanys en la Quinta Avenida, la novia de Spiderman saltando hacia el Chrysler Building, Annie Hall frente al puente de Brooklyn, o el del anuncio de British Airways que se acuesta en Piccadilly y de despierta en Times Square.




Ahhhh, otra de mis ciudades favoritas, che. Me gusta el churrasco, me gusta el tango, me gusta Caminito, me gustan sus cafés, me gusta el acento de la gente y, sobre todo, me gusta la gente. Vuelvo a tomar aire para saludar otra vez a Buenos Aires...




... y por último, dejadme una licencia porque ésta -aunque creo que habla de todo el país, más que de su capital (a la que, incidentalmente AMO)- se la tengo q dedicar a mi cobloguera e inspiratriz. ¡¡¡Diva, linda y querida: va por ti!!!




PS: ¿Tienes alguna canción unida a una ciudad? ¿Cual es la banda sonora de tu ciudad? Puede ser cualquiera, nos interesa la historia... Se agradecerán vuestras aportaciones bien en Divagues o en divagandodivagando@gmail.com.