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31 octubre 2016

Alpinismo y existencialismo circa las 4:00 am

La semana pasada en mi aparición fugaz estelar por Vetusta, las aventuras nocturnas casi superan a del día. Para empezar la primera noche, cansada como venía del viaje, las hadas del insomnio me visitan a eso de las 3 am. Plink, abro los ojos, no será esta vez jet-lag (y yo sin melatonina), qué me pasa? Ritual visita al lavabo, vasito de agua, vuelta a la cama. Pero risas (las hadas): vueltas y más vueltas. Tienes que estarte quieta, amago de mindfulness. Pues estamos de que no. Vueltas. Pues va a ser que no: cambiemos de escenario. Hablamos de las 3:40 am que decido tirar la toalla y ponerme a leer, pero, ey,  esto es Vetusta: hay tele.

"Momentos musicales" era un sintagma que tenía en mi vocabulario pasivo, pero que no había necesitado en varias décadas. Varias cadenas, las principales son minutos musicales que voy pasando rápido (uno quedó grabado en mi retina desafortunadamente: un tipo tocando un piano de cola en la playa y tres chicas de blanco, todo pierna y escote, bailando. Si alguien no entiende el concepto kitsch, ahí puede tener un visual que le ayude). Tras alguna teletienda y vidente, me engancho en un canal local donde repiten un documental del 2008 de un tal Carlos Paumer, alpinista, que desde entonces ya ha logrado lo que entonces era su reto: escalar los 14 ocho miles del planeta.

Cuando pillo el docu está subiendo el Dhaulagiri, de 8167 ms con otra escaladora. No lo consiguen, ella pierda unos cuantos dedos y se vuelve, él continúa hacia el Lhotse, 8516. Deben ser ya pasadas  las 4:00 am y no puedo desengancharme del documental: tengo que seguir viendo. Estoy totalmente hipnotizada, desde el horror. Antes de subir se ha enterado que un compañero, Iñaki Ochoa de Olza ha muerto en la cara oeste del Annapurna, y luego citan otros cinco que se han despeñado: no nos andamos con tonterías, aquí muere la gente.

Lo que no puedo entender, deben ser los fantasmas de la noche, es que Carlos Pauner, mirando a la cámara, habla continuamente de "sufrimiento". "Bueno, vamos a sufrir, nos queda un buen rato de sufrir", dice con cara más alá del frío-eso sí, muy equipado.  Se niega a llevar oxígeno y sube una "cuesta" (perdonen mi nivel) de unos 45 grados, muy bestia. Yo le miro acongojada en pijama abrazada a mi conejito de peluche, y, ay, lo sabía, no solo las nubes negras de la cima me decían, no, Carlos, recula, es que tal que ahí Pauner comienza ante la misma cámara a exhibir los primeros síntomas de edema cerebral: se marea, no se tiene de pie. Y no olvidemos que todo esto hay un sherpa que esta filmando, sin entender patata de lo que dice Carlos del mareo, aunque no hay que saber idiomas para ver que "no se siente bien". El pobre sherpa sube los 45 grados con la cámara al hombro? Afortunadamanete, la ruta al Lhotse y al Everest es común en un tramo, y por ahí pasa un médico que le inyecta dexametasona y le pone oxígeno, y así logra salvarse.

Mis niveles de adrenalina, con esta historia vieja de 2008 están por las nubes: así me pienso yo poder dormir? Pero no quiero olvidarme de lo del oxígeno. Divagantes: hay escaladores que dicen que se debería prohibir, así, total, prohibir (poli en la roca?) así solo los "verdaderos escaladores" podrían subir a los ochomiles. Que así se esta "masificando" y los domingueros obstaculizan a los pros. Una imagen de la subida al Everest de este docu da fe: madre mía madre mía si van en fila! Yo me abrigo con la manta de Ikea y reflexiono: si a un aspecto puedo verle el punto de esto del montañismo es la sensación de libertad, "remotidad" y soledad que puedes llegar a tener en el monte. Pero este docu me da la impresión de lo contrario: asquerosillo campobase con tropecientas tiendas (un Glastonbury con botas con crampones en lugar de Wellingtons), y fila india con escaleras metálicas en la subida. Una decepción.

Se acaba el docu, con Carlos prometiéndonos que volverá, grandes abrazos a los pobres sherpas. Se acaba? Igual ponen otro, me animo, mientras dedico unos pensamientos rojeras a los sherpas, ah,  como siempre hay "locales" que han de pagar el pato de toda esta gente con ideales, sea en el Camino del Inca, sea en Tombuctú. 



Obviamente no puedo dormirme: serán las 5 am cuando estoy en wikipedia haciéndome la experta que ahora soy en alpinismo vasconavarroaragonés. La figura de Edurne Pasaban, tolosana y primera mujer que se ha hecho los 14 ochomiles me atrapa: y no solo por su impresionante historial sino en concreto por esta línea: "en el año 2005 Edurne cae en una depresión clínica que la deja apartada del alpinismo durante año y medio. Al recuperarse, vuelve a por su noveno ochomil", y así sin parar.

Vamos a ver (y la debemos andar cerca de que amanezca, como buena vampira debería empezar a mirarme lo del volver a la cama). Decía, vamos a ver: qué debe ser la depresión para esta gente? Para alguien de a pie, el síntoma central de la depresión es la anhedonia, la falta-de-placer, la ausencia de deseo, el preguntarse cual-es-el-punto-de-nada. Cual es el punto, la razón de estar vivos? El ser capaz de disfrutar, cada uno, de sus pequeños momentos. Y sí, hay muchos momentos de la vida que no disfrutamos pero que, cómo ponerlo, no hay más remedio. Hasta el que tiene la suerte de disfrutar su trabajo, hay momentos en los que no estaría allí. Pero es tu trabajo: te da de comer. hasta el más amante de sus hijos, a veces, a las 3 am cuando no pueden dormir, preferirían que pudieran. Pero esto, tal vez no hay más remedio para los sherpas, pero para los occidentales equipadísimos?

Cual es el punto de subir a esos ochomiles? "Porque están ahí", sí, vale. Pero es que Pauner no para de hablar de la palabra "sufrimiento". Y a ver: no me parece incomprensible jugarse la vida en algo que disfrutas mientras lo haces (pongamos surfistas que cogen olas-monstruo), pero me parece claro que estos escaladores no disfrutan el momento de la ascensión. Entonces, qué es? es el llegar arriba, la "gloria"? El poder poner una bandera de tu comunidad autónoma y el patrocinador? (para los "ciudadanos del mundo"- yo ya lo era antes pero mucho más ahora desde que no le caemos bien a Theresa May-esto es una patochada). El aparecer en la wiki como "el primer vetústico que ha estado tan arriba"?

Qué debe ser para ellos la depresion? De repente, cuando has subido 8 ochomiles, plantearse "cual es el punto" de seguir con esto? Y por extensión, cual es el punto de tu vida? Porque esto es tu vida ahora. Debe dar vértigo, del existencial, el otro seguro que no tienen.

Yo lograré dormir algo esta noche? Esto es mi vértigo particular.

28 octubre 2016

"The tender bar" o "El bar de las grandes esperanzas": cual es peor como título?

Las traducciones de títulos del inglés pueden ser penosas, no os aburriré con mi Top Five- solo diré que mi primera será seguramente "There will be blood" la peli de 2007 de  Paul Thomas Anderson. Suena bíblico, es musical, pero en castellano es "Pozos de pasión". Muy fuerte.

Las memorias de JR Moehringer, un periodista que ha ganado el Pulitzer en su profesión, que se titula "The tender bar" la han traducido como "El bar de las grandes esperanzas". En serio: ni siquiera cuando al principio descubres que el bar se llama Dickens te reconcilias con el título. Es rimbombante y pretencioso, casi tanto como los "Pozos de pasión". Pero en inglés tampoco mejora mucho: el tender bar hace un juego de palabras, supongo, con la palabra bar-tender (el camarero) y la  palabra "tender" (tierno, sensible, afectuoso, valeyaparo): simplemente invocad conmigo a Elvis: "Love me tenderrrr, love me true. take em to your heart".

El asunto de la novela es el Padre Ausente, y cómo lo sobrelleva un niño que crece en Manhasset (donde se desarrolla también "El gran Gatsby"), un barrio de Long Island, la isla frente a Manhattan. El niño vive con su madre y la excéntrica/desagradable familia de ella, por falta de recursos económicos y es un neurótico de libro. Su imagen especular es su primo (otro hijo con padre ausente, y varias hermanas) que también vive con los abuelos, que es un niño tranquilo, y tirando a normal. JR (nuestro niño) es un preocupador profesional, se siente en el deber de ser "el hombre de la familia" para su madre, y, según su visión "blanco-y-negra" de la vida, todo ha de ser/estar  perfecto.

[Paréntesis: es curioso esto del perfeccionismo, quien lo probó lo sabe. Uno puede ser un absoluto fascista con los temas que le importa-y a los que aplica su obsesión por la perfección-, pero puede dejar otros temas a la bartola. cada uno elige sus obsesiones, y perfecciones. Hay gente que tal vez no tenga ninguna.]

Por qué entonces, he dejado el libro en al página 89? Es un libro bien escrito, tengo muchos subrayados, y hasta un punto, la visión del mundo desde los ojos de JR me interesaba. Su padre ausente -La Voz, porque era locutor de radio, envuelta en humo-, que prometía y nunca daba. Su madre, siempre inclinada sobre la calculadora mirando a ver si podían llegar a fin de mes, para no tener que volver a casa de los abuelos. Los retornos humillantes y terribles cuando no salían las cuentas, con un abuelo descuidado, abusador emocional, con la bragueta permanentemente abajo, con gotas de desayuno colgando por el jersey. Y el tío Charlie, aquel que podía haber sido, en la ficción, como el profe de los poetas muertos, o el hermano de "Sing Street", o cualquier personaje entrañable de película, pero que aquí, al ser una memoria, luego la maldita realidad, es un borracho o drogata o corredor de apuestas ilegales que apenas sale de su habitación.

Pero no: Charlie sale de su habitación para ir al Dickens, el bar de la esquina, que JR mira con absoluta fascinación. Hay hombres! La primera vez que entra para un encargo que le manda Charlie ve a estos Hombres y lo que parece alguna prostituta. Y esos Hombres... estaban riendo!!! Esos Hombres no tenían una preocupación en el mundo mientras estaban en el bar, vivían la vida a tope, aunque luego tuvieran mil dolores de cabeza, pero no, ellos reían! Y su madre nunca reía, con la cabeza inclinada en su calculadora, que no les llegaba a fin de mes, porque uno de esos Hombres, La Voz, estaría en otro bar a la salida de su programa, engolando la voz a la vez que se marcaba un whisky doble, como siempre cariño, el cli-cli de los cubitos el sonido de fondo que escuchó JR la vez que habló con él por teléfono.

Así que JR nos va a ilustrar, durante la friolera de 370 páginas sobre las vidas de los Hombres del Dicken de Manhasset, esos héroes que sabían reír frente a las penas, esos mentores del carpe diem, que no se doblegaban ante la penuria, esos ejemplos para niños sin padre: esos Hombres que pasaban las noches en el Dicken mientras sus mujeres estaban en casa poniendo a dormir a los críos que otra vez no han tenido leche y galleta porque su padre se las ha bebido-en ginebra. 

En ese punto ya no me interesa conocer a más Charlies y su terrible dura vida, que encara con una risa, siempre risas, las risas del alcohol. Pero no es lo que parece: como dice la abuela de JR "el que bebe en casa es un alcohólico, el que bebe en el bar, no". Con cosas así se consolaban las mujeres. 

Esta semana estuve en Vetusta, donde decidí ya no más. Un día salí de casa a las 8:30 y caminé por calles semidesiertas. En algunas, había bares: la Tristeza. No hay mayor tristeza que la de ciertos bares en España: una barra larga, metálica, azulejos marrones, tres o cuatro mesas de patas de aluminio, con sus sillas esqueléticas  que chirrían como el horror cuando alguien se levanta. Una máquina tragaperras al fondo. Y allí, a las 8:45, un par de parroquianos, con su coñac o vete a saber lo que es eso. Nada es más triste que esos "bares de viejo" a las 9 de la mañana. 

Pero, estudiosa de la tristeza ajena, no te interesa lo que llena la copa de aquel hombre, a esa hora? Igual en otro momento, pero hoy, como en Manhasett, veo a una mujerica sacudiendo una alfombra por la galería, que luego sacará el polvo con la radio de fondo, bajará a comprar, para preparar otra comida más para este fulano que se esta acabando esta copa y hace chirriar la silla para encaminarse al baño. Hoy, esa parte de lo humano me es ajena, igual que me dejaron de interesar todos los que ríen y ríen en la memoria de Moehringer. 



19 octubre 2016

Donaciones a grandes o pequeñas instituciones? (Gladwell y su "eslabón débil-eslabón fuerte")

Este divague es del tipo "esto lo quiero compartir". Es un resumen de un podcast que escuché de Malcolm Gladwell, el escritor canadiense sobre cuyo libro "The tipping point" hice un par de diavgues: "La teoría de la ventana rota" y  "Ventana rota: así lo vi yo". Ah, y tambien mi teoría sobre la barba, tras leerle. 

Gladwell ha lanzado una serie de poscasts titulados "Revisionist History", en los que hace exactamente eso: reinterpretar la historia, descubrir a los que no están en los papeles-ni siquiera en las webs, pero que han marcado una manera de hacer las cosas, y eventos que han tenido una narrativa oficial-pero que tal vez puedan tener otra.

Hay diez capítulos, que cubren temas como feminismo, la paradoja de la sátira, el juego de la culpabilidad, la generosidad... pero los que más me han llamado han sido tres sobre educación-y en concreto "My little hundred million", en el que habla de filantropía, donaciones. Divagante, no te has preguntado nunca, si colaboras con alguna ONG, si es mejor centrarte en pequeñas organizaciones o en enormes charities? Cuando compartes tu dinero, qué valores usas-aparte de la conexión ideológica con la organización? Esto es lo que nos cuenta Gladwell...


A principios de los 90, un tal Hank Rowan donó 100 millones de dólares a una universidad de New Jersey, y así comenzó la mayor explosión de filantropía con el sistema educativo de los EE.UU desde los tiempos de Andrew Carnegie, el millonario que acabó escribiendo "The gospel of wealth", animando a otros ricos a esto de la filantropía. Pero Hank Rowan dio su dinero a Glassboro State University, una universidad pequeña en South Jersey, prácticamente en bancarrota, mientras que casi todos los filántropos que siguieron su estela enfocaron sus donaciones a universidades elitistas como Harvard y Yale.

La universidad en los EE.UU. depende en gran parte de la filantropía. Lejos quedan los días en los que se podían mantener con las tasas de los estudiantes (y los impuestos? me pregunto, pero esto no lo nombran): esos días se acabaron. Así y todo, Gladwell defiende que el dinero de esta filantropía va a los lugares equivocados.

Las cinco universidades con mayor dotación económica de los EE.UU en 2013 fueron Harvard University ($33 billion), Yale University ($21 billion), el sistema de la University of Texas ($20 billion), Princeton University ($19 billion), y Stanford University ($19 billion).  Más detalles aquí. 

Por qué los grandes filántropos de hoy en día -los Bill Gates- dan dinero a estas universidades ricas en lugar de a las pobres? Por qué Philip Knight, el fundador de Nike, dio recientemente 400 millones de dólares a Stanford, para un programa de graduados, que iba a beneficar a 100 estudiantes privilegiados, en lugar de al sistema público de 10 universidades de California, que forma a 238.000 estudiantes, versus Stanford, con 16.000? 

Gladwell quiere convercerles de la necesidad de dar ese dinero a las universidades menos ricas, a los politécnicos más modestos, a las escuelas de menos renombre. Y para ello usa los conceptos de Weak-Link (eslabón débil) y Strong-Link (eslabón fuerte). Qué es eso?

Ejemplo 1: Fútbol y baloncesto. 
El fútbol es un deporte donde tener grandes estrellas te puede ayudar a vender camisetas, pero si lo que quieres es un equipo que gane, lo que se necesita es invertir el dinero en varios jugadores normales decentes, en lugar de otra estrella. Incluso Messi necesita que el resto del equipo le den los pases adecudos para meter un gol. El solo no lo hace. En baloncesto, sin embargo, una estrella tipo Michael Jordan puede irse solo, imparable, hace un par de piruetas y encesta.

El fútbol es un deporte de "weak link" (eslabón débil), donde hay pocas oportunidades de gol, así que errores de los jugadores peores tienen mayor impacto, mientras que el baloncesto es un deporte de "strong link" (eslabón fuerte), donde hay más oportunidades de marcar y los errores de los mediocres no pasan tanta factura. Esto se basa en las ideas de  David Sally y Chris Anderson (su libro es The Numbers Game) que dice que en ciertos deportes tener peores jugadores te daña más que en otros. 

Ejemplo 2: El sistema aéreo de los EE.UU
Gladwell se pregunta : si tuvieramos $350 billones para mejorar el sistema aéreo americano, qué decisión tomar: mejorar el aeropuerto de Denver, que es todo computerizado y nuevo o el de La Guardia o Newark, que son viejos y traqueteantes, causando muchos retrasos, que de rebote retrasan vuelos en el resto del país? El sistema aereo de los US es como el fútbol un weak-link: si no mejoras los peores aeropuertos, en los modernos igualmente tendrás retrasos.

Ejemplo 3: La Revolución Industrial
Por qué la revolucion industrial ocurrió en el UK y no en otras partes?  Gladwell postula que no fue porque hubiera un James Watts en solitario inventando la máquina de vapor, sino porque era el país que más artesanos y mecánicos tenía, trabajando a pie de taller. Fue la relativa fuerza de sus miembros más débiles, no los más fuetrtes (o sea, una sociedad que generaba innovación desde abajo) lo que dio lugar a que existiera un Watts.  Otro fenómeno weak-link.

Qué ilustran estos ejemplos? Gladwell ve la educación universitaria como un weak-link: hay que mejorar las universidades mediocres como un paso para mejorar la sociedad. Lo que hizo Hank Rowan, donando a una universidad pequenia, fue favorecer el weak-link: la escuela de ingenieria a la que apoyó no es la mejor, pero da oportunidades a chavales inteligentes, con objetivos claros, de familias trabajadoras, que formarán la base "artesanal" de un país, aquella que hizo posible en el Reino Unido que de ellos saliera un James Watts y su máquina de vapor. 

Apoyar este concepto no es glamuroso, no venden camisetas los jugagores que dan los pases a la estrella, no se llevan los documentales de diseño los pequeños aeropuertos funcionales, ni el Nobel los científicos que trabajan en los miles de laboratorios silenciosos. Pero ese caldo de cultivo genera, no solo más posibilidades de éxito de un país, sino también lógicamente más posibilidades de una sociedad más justa. Se crea "clase media", eso que está estrepitosamente despareciendo.


 

17 octubre 2016

Mini: Once upon a time in Vetusta tocó Mark Knopfller


Mini, estás ya en Vetusta, donde se están acabando lo que los ingleses llamarían "el festival". Bien, pues hace exactamente 24 años (arghh), en aquel mismo "festival", tu madre fue con una amiga a ver a los Dire Straits. Creo que nos costó la entrada 3 mil pelas, mucho en 1992, el año que se acababa el mundo en Ejpein. 

Del concierto recuerdo cantar y bailar sobre el césped. Knopffler no fue en absoluto el típico enrollado que saludaba con "Good night Vetusta!". Nos sabíamos todas las canciones de memoria (me preparaba? algo me decía que iba  tener una hija guiri?) y mirábamos por encima del hombro a los que habían ido allá solo porque era el "concierto de la fiestas". Así son los Connoisseurs.

La razón por la que cuelgo esta versión del año pasado de "Telegraph Road" es, no solo el vértigo que me ha dado la cifra VEINTICUATRO, sino porque me he quedado colgada mirando a este señor mayor tocar su Pensa Custom. El otro día, hablando de Bob Dylan, bromeé un poco con el perfil del que toca la guitarra en su adolescencia-perfil que creo te va muy bien. Hace poco vimos la última peli de John Carney, "Sing Street", que lo explica todo, pero tendrás que esperar unos años para verla, y tal vez entender, mientras que los que crecisteis en los 80 y os gusta la música: ya.

Pero hablando de perfiles, algo vas leyendo entre líneas: el otro día nos reímos porque, tras ver aquella pobre niña tocando la trompa en aquel colegio (cual es el problema de los padres que hacen que una niña de primaria toque la trompa, en serio?), me dijiste: "mummy me gusta la guitarra porque así puedo también cantar". Claro, con la trompa puedes, supongo, demostrar que eres desperately middle class. 

Cada vez que te persigo para que practiques con tu Fender, te recordaré este video. "Telegraph Road" es una de esas canciones que te pongo en el coche cada mañana. Que escuchas pacientemente, yo creo que disfrutando, ya que solo si te pregunto dices que son un tostón. Y yo contesto: "es un clásico, Mini, y... sabes que estuvieron en Vetusta?" 



14 octubre 2016

Dylan: me llevaste al Lado Oscuro


Durante estos años de divagues, he colgado alguna canción de Bob Dylan: "Like a rolling stone", o "Masters of War", con motivos nostálgicos-aquellas cintas TDK- o seudoactivistas-Fallujah. No todas las que debería.
Hoy, con el motivo de su Nobel todavía calentito, voy a tener una idea innovadora en el mundo del bloguerío: voy a colgar una canción suya! Pero, divagantes, me siento justificada: Dylan es una de los culpables de la sección "tengo un pasado oscuro" de este blog. Porque aquellos maravillosos años sin una guitarra dando la brasa con "Blowing in the wind" no hubieran sido tanto el Dark Side. 


 
La decisión es dura: cual? Hay tantas! Una de las modernas que cantaba en dúo me gustaba mucho, pero no recuerdo el título. Sigo pensando. Por fin: lo veo claro. "Who killed Davey Moore", sobre un boxeador que muere tras una lucha. La razón es de peso y se lama "Verano del 2016":  estaba en el shuffle del iphone en nuestras vacaciones en el Jónico y de vez en cuando sonaba en el coche. Hasta Mini repetía el estribillo que es como una cantinela: "Who killed Davey Moore?"

La letra, para los que lean en inglés puede explicarlo todo. Me refiero al Nobel.  Dylan toma prestada la estructura de una canción infantil, Cock Robin y, mientras tras la muerte del boxeador el mundo se debatía sobre el sentido de este "deporte", Dylan abre el zoom y se pregunta por el sistema que ha creado a los Davey Moores, y que los mantienen: quién mató a Davey Moore? No fui yo, dicen el árbitro, el público, el manager, el apostador, el periodista de boxeo, el boxeador que lo tumbó. No fui yo.

Who killed Davey Moore
Who killed Davey Moore,
Why an' what's the reason for?


"Not I, " says the referee,
"Don't point your finger at me.
I could've stopped it in the eighth
An' maybe kept him from his fate,
But the crowd would've booed, I'm sure,
At not gettin' their money's worth.
It's too bad he had to go,
But there was a pressure on me too, you know.
It wasn't me that made him fall.
No, you can't blame me at all."

Who killed Davey Moore,
Why an' what's the reason for?

"Not us, " says the angry crowd,
Whose screams filled the arena loud.
"It's too bad he died that night
But we just like to see a fight.
We didn't mean for him t' meet his death,
We just meant to see some sweat,
There ain't nothing wrong in that.
It wasn't us that made him fall.
No, you can't blame us at all."

Who killed Davey Moore,
Why an' what's the reason for?

"Not me, " says his manager,
Puffing on a big cigar.
"It's hard to say, it's hard to tell,
I always thought that he was well.
It's too bad for his wife an' kids he's dead,
But if he was sick, he should've said.
It wasn't me that made him fall.
No, you can't blame me at all."

Who killed Davey Moore,
Why an' what's the reason for?

"Not me, " says the gambling man,
With his ticket stub still in his hand.
"It wasn't me that knocked him down,
My hands never touched him none.
I didn't commit no ugly sin,
Anyway, I put money on him to win.
It wasn't me that made him fall.
No, you can't blame me at all."

Who killed Davey Moore,
Why an' what's the reason for?

"Not me, " says the boxing writer,
Pounding print on his old typewriter,
Sayin', "Boxing ain't to blame,
There's just as much danger in a football game."
Sayin', "Fist fighting is here to stay,
It's just the old American way.
It wasn't me that made him fall.
No, you can't blame me at all."

Who killed Davey Moore,
Why an' what's the reason for?

"Not me, " says the man whose fists
Laid him low in a cloud of mist,
Who came here from Cuba's door
Where boxing ain't allowed no more.
"I hit him, yes, it's true,
But that's what I am paid to do.
Don't say 'murder, ' don't say 'kill.'
It was destiny, it was God's will."

Who killed Davey Moore,
Why an' what's the reason for?






10 octubre 2016

Dos tipos en un pub hablan de la reunión de ex-alumnos

Dos tipos de unos 50 en un pub. Cada uno se agarra a su pinta de cerveza bitter. El más alto es delgado y nervioso, de vez en cuando parpadea fuerte, y otras carraspea. El otro, más bajo y rechoncho, juega con el posavasos.

-Te perdiste una buena fiesta, tío

-Ya, van a hacer más de estas, tú crees?

-Buf, no sé si les quedarán ganas...

-Sí? Qué pasó?

-Buf ahora te cuento cómo acabó, pero estaba todo el mundo... buah, cómo han pasado los años desde aquella época, tío...

-Desde luego, y yo hay gente a la que no veo desde el colegio...

-Sí... lo mismo... aparte de nuestro grupo, yo es que había perdido la pista a tanta gente... algunos ni los reconocía... Brooke, te acuerdas de Brooke?

-El que se fue antes de acabar el curso?

-Sí, ese... está hecho una piltrafa... se fue del cole, ya sabes, tuvieron que volver a aquel pueblo de Gales de donde era su familia tras la muerte de la madre...

-Eran mineros, es cierto, pero su padre trabajaba aquí de fontanero, no?

-Sí... joer con Brooke, nos echamos unas risas hablando de nuestra bonita "grammar school", un colegio selectivo según los logros academicos... has oído a Theresa May con su vuelta de las "Grammar"? -Da un sorbo a su pinta- Tío, no te puedes imaginar cómo ha cambiado el colegio... 

-Buah! En nuestra época hijos de mineros o albañiles accedimos a las grammar, hoy lo veo impensable. De ahí salimos nosotros, con padres trabajadores que logramos ir a Oxford! eso sí, a un precio... nunca nos quitamos la inseguridad de la clase trabajadora...

-Sí, tío, nos huelen de lejos...-Nuevo trago a la pinta, y gesto al camarero- Ahora el colegio es un nido de niños de papá... bueno, como sabes la cena fue en el Refectory del colegio, ex-alumnos solo, no parejas, fuimos todos de pajarita...

-La etiqueta me tiraba un poco para atrás... 

-Ya, pero es que lo querían hacer así, muy formal, porque además estaban los chavales de último curso...

-Ah, ya entiendo, una ocasión para ver en lo que se van a convertir...

-Chavales, y chavalas... ya sabrás que en nuestro cole ahora van tías!-Brindan con las nuevas pintas

-Buf, no me lo puedo creer... chicas en esos pasillos!-ríen

-Sí, sí... pues lo que te quería contar: hicieron una presentación... y son TAN distintos de nosotros, -niega con al cabeza, se rasca en la entrepierna-muchos son hijos de gente de nuestro curso y aún así... pero vamos, la mayoría son snobs, la zona alrededor del colegio se ha puesto imposible para comprar casa, así que solo viven gente de mucha pasta que va y viene a la City... banqueros, ese rollo.


-Ya, viven en la campiña y tienen lo mejor de los dos mundos... -parpadea- De qué iba la presentación? -carraspea

-Bufff... resulta que tienen como un sistema político dentro del mismo colegio... y se montan partidos, y tienen líderes, y hay campañas electorales, votaciones...

-En serio? Y qué llevan en el programa? Qué comida debe servirse en la cantina escolar?

Pantalla del móvil 1
-No, qué va... política real tío, yo me asusté... y lo peor es que había un partido muy muy a la derecha, anti-inmigración y eso.. y ganó un montón de votos! En general los partidos de derechas ganaron las elecciones... Mira-saca el móvil para enseñarle un par de fotos-el JPA se definen como "ultra-conservadores" y les votaron el 52%!!! Al partido "Idealista", "socialistas, de izquierdas", el 9%!!

-Qué asco... eso es lo que hemos transmitido a nuestros hijos?

-Buf, yo que sé... Otras dos-le dice al camarero, señalando los vasos-tío, te acuerdas de Stone?

-El que tocaba en la banda aquella?

-Sí, ese mismo... era un chulo, siempre ligando... majo tío, no creas

-Joer,  y tanto, uno de los "boys", y anda que no se ha tirado a tías con la historia de la banda...

-Bueno, pues estaba allí. A que no le pega nada?

-No, joer... era un rebelde-aprieta los ojos.
Pantalla móvil 2

-Eso, vale, rebelde. Pues escucha, te acuerdas de Olver, aquel que jugaba al rugby? -Trago largo a su pinta- Ha hecho más pasta que el resto de la clase juntos, algo de propiedades, no me preguntes... tendrías que ver su historia.. resulta que tuvo una hija con su primera mujer... la hija está tremenda, y es alumna de último curso, estaba allí!!

-Pero cómo que está tremenda, cuántos anios tiene?-más carraspeo

-Err, no sé, 17 o así tienen todos estos...

-Y qué ha hecho Olver con tanta pasta?

-El cabrón no ha perdido el tiempo: se ha divorciado dos veces y ahora está con una tía de 23! Sí, me lo contaba emocionado, es que me enseñaba fotos del móvil como hacen los abuelos con sus nietos, tío. Y luego haciendo el ridículo diciendo cosas como "nunca me he sentido así antes"

-Madre mía... 23, no me jodas! Casi como su hija... que estaba ahí!
-Ahí viene lo bueno... y con varias copas de más, qué te crees que pasa? -deja la boca abierta tres segundos- La hija de Olver le entra a Stone, que aún tiene aires de viejo rockero, ya sabes... el que tuvo, retuvo...

-... y guardó para la vejez...-más tics

- ...y el rockero que pasa millas, te lo aseguro, tío, yo estaba con él... pero la hija de Olver dale que dale. Está buena, tío, pero joer, que era evidente que el rockero pasaba...

-El rockero es mucho rockero, con niñatas a él...

-Y la pequeña Olver, ya sabes, que con la confianza de la pasta de papá se cree Dios...

-... sí, la confianza que te decía de la "clase media"... esta actitud de "porque yo lo valgo" que no tendremos nunca los que, por muy bien que nos haya ido, hechos crecido en una familia sin pasta...

- Equilicuá! esa... bueno, pero ahí ya alcanza cotas subterráneas en el departamento dignidad, porque el rockero impertérrito. Total que de tan pesada, estaba pegada a nosotros, e igual parecía otra cosa de lejos... porque de repente veo venir a Olver dando zancadas, bastante pedo, la cara roja, a punto de explotar y...

-Qué?..

- Qué? Que le rompe un vaso en la cabeza al rockero...

-No! No me jodas!  Por qué?

-Gritando "aléjate de mi hija! Eres 30 años mayor que ella!"

-Pero...

-Tuvimos que llamar a seguridad...

-Pero...

-Sí, fue muy desagradable... el rockero terminó en urgencias con un par de puntos...

-Y llegó la policía?

-No, los organizadores intentaron aplacar la cosa... no quisieron montar jaleo... hubiera sido malo para el colegio... alguien llamó a la novia de Olver para que le viniera a buscar... llegó en 20 minutos...

-Y?

-Joer tío, está tremenda

-Pero cuántos anios dices que tiene?

-Pues unos 30 menos que Olver.

08 octubre 2016

Changes

Hoy, nadando, ha sonado en el shuffle una de mis canciones del verano del 85, cuando yo tenía 14: "I was born to love you" de Queen. Una pena no tener cronómetro, porque yo creo que he batido mi propia marca, de la energía que me da esa canción.

Esto me ha llevado a aquellos veranos, el del 83 fue "Moonlight shadow" o "Sweet dreams are made of these", el 84 "Wake me up before you go-go" o "I want to break free", el 85 "There must be an angel", "I'm your man", "Money for nothing" o "Dancing in the street". Toda esa música británica con la que aprendí inglés.

En 1972 yo aún ni andaba, pero de ese anio es "Changes", de Bowie. Una título muy apropiado para una sensación extrania de que algo se está rompiendo para siempre en esta isla.


06 octubre 2016

"A Manual for Cleaning Women" de Lucia Berlin. Así huele México, así sabe California

Estos ojos tenía Lucia Berlin
"A Manual for Cleaning women" (Manual para señoras de la limpieza") es un libro de relatos de Lucia Berlin, una autora hasta hace poco relativamente desconocida -aparte de para un pequeño grupo de seguidores de culto que, suertudos, supieron de ella antes. En 2015, una editorial publicó este libro, y de ahí al cielo. Me recuerda un poco lo que le ocurrió a John Williams, el de Stoner, del que divagamos aquí: "Stoner: lo trepidante de lo cotidiano".

Lucia Berlin escribe sobre lo que conoce, y a través de sus relatos, con personajes como el Guadiana, que de pronto reaparecen, podemos recomponer el puzzle de lo que debió ser su azarosa vida: hija de un ingeniero de minas, recorrió el contiente americano desde Alaska donde nació, hasta Chile-donde llevó una adolescecia glamourosa, entre la clase dominante de allá-, pasando por México. Berlin vivió en Oakland y Berkeley, en la zona de la Bahía (San Francisco), en el DF, Nueva York, y acabó su vida en Los Angeles.

Berlin hablaba por supuesto castellano, se casó tres o cuatro veces, y tuvo cuatro hijos. Durante toda su vida luchó con una addición implacable al alcohol y  trabajó de mil cosas: solo a los 58 años comenzó a trabajar como "escritora visitante" y luego de profesora en la Universidad de Colorado. Y de todo esto van sus relatos, enmarcados en localizaciónes para mi mágicas. 

Con estos relatos yo he viajado, no solo como nos transporta la literatura, sino que me han hecho volver casí físicamente al sur de California-donde no sabes si estás en los EEUU o en México-, las calles larguísimas con edificios bajos que tienen en el frente una Laundromat (lavandería), una casa de apuestas, un quisoco de periódicos que tambien vende pan, insecticida y ginebra. Estoy viendo una calle eterna de LA, tan en el polo opuesto de Hollywood, donde podría haberse paseado cualquier personaje de Berlin. O en el porche de la iglesia de El Paso donde comienza Kill Bill, haciendo círculos con un palito en la tierra, un hombre viejo cuya cara recuerda la tierra reseca del desierto de al lado. O la Ciudad de México, la ciudad de la eterna primavera, con sus tacos y choclos en carritos ambulantes, donde hace fila también incluso la propia Berlin. 

Cuando la narradora del relato es enfermera, o recepionista de médico, me llega particularmente. Se nota que Berlin habla desde su biografía en mil lugares, pero es con su sensibilidad con los enfermos, las madres solteras, los niños con malformaciones, donde más me llega. En "Mijito" cuenta la historia de una chica mexicana analfabeta que tiene un hijo mientras su amor va a la cárcel, y rompe el corazón: la dureza extrema en la que muchos hispanos viven en los EEUU. Y a Berlin no se lo han contado.

La soltura de esta autora para hablar de experiencias que no cuestan dinero: la prota de "Dear Conchi" le cuenta por carta a su hermana su historia de amor (prohibida, si la familia lo supiera...) con un mexicano, y de cómo unos limpiadores les dejan acceso al armario de las escobas en el tejado, "es como nuestra casa en el árbbol", dice, y van allí entre clases o después del trabajo

En un par de relatos, la protagonista bucea en México con un grupo de locales, para los que pescar buceando es su forma de vida. Me gustaría que este relato suponga para futuros lectores una experiencia similar a la mía: me he encontrado en un mundo que ya no existe, un pasado que todos hemos vivido, a otros niveles. Todos podemos decir a nuestros hijos cosas como "nos íbamos con las bicis a tal pueblo, a 8 kms de Vetustilla, sin teléfono ni manera de localizarnos". La libertad, que entonces tal vez no nos planteábamos, era bestial: podíamos estar en cualquier parte. Esa sensación he tenido con este relato: ahora todo el mundo bucea, esquia, corre maratones en lugares exóticos: en aquella época, había que bucear con pescadores. Magnífico. 

"La diferencia entre un entendido de vinos y un borrachín? El entendido saca la botella de la bolsa de papel". Esta es una de sus frases sobre el tema que más consistemente atraviesa todos los relatos: el alcohol. Describe como un libro de texto los DTs, y no hay otra que empatizar con la madre de familia que pasa la peor noche esperando a que abran el off-licence de la esquina para hacerse con una botella de lo que sea. 

El relato que da título al libro (y algún otro que hay de señoras de la limpieza) es de los mejores: la limpiadora cultivada que hace esto porque no le queda otro remedio, y que se ríe de las "señoras" que temen les robe calderilla: ella lo que trata de llevarse es sicotrópicos: valium, lo que pille. Excelso.  La humillación de las "señoras", que no aceptarían que no te quedes con algo viejo que te dan, que te ignoran/dan conversación, según lo que les haga sentir mejor. O menos mal. Los viajes en autobus, con muchas otras como ella. Esperan el bus. "La gente pobre espera mucho". Qué gran reflexión.

"Manual para Señoras de la Limpieza" me ha hecho pensar y reír. Pero sobre todo me ha hecho sentir: no solo dentro, detrás del esternón, sino que me ha hecho bañarme en sensaciones: oler, saborear, sudar, ver, oír... en una parte del mundo donde, mucho más tra leer a Berlin, quiero volver