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26 agosto 2022

John Barrie y Phileas Fogg. Absténganse de "expresiones románticas". Masaje de pies á la Pulp fiction. Culpemos al champán.

Yo en otra vida pude haber sido una versión de Hans Castorp, señorita decimonónica rica que languidecía en un balneario, por mi gusto desmedido por aquello de "tomar las aguas". Me debe venir de familia porque la Yaya siempre iba unos días con su padre a los "Baños de San Vicenc" al lado de Bellver y aunque yo nunca estuve, siempre nos hacía parar allí el coche para beber de una fuente de agua caliente maloliente (ya se sabe, las sales minerales) porque le tenía mucha fe - las fes de la Yaya eran curiosas, otra ya divagada era el "Agua del Carmen" -56 grados- de los monjes carmelitanos, que insistía en darnos para los nervios antes de los exámenes. Con el paso de los años he estado muchas veces en spas y diversas versiones de termas, algunas incluso han sido contadas en el divlog, en realidad como excusa de otra historia - una para demostrar mis habilidades como Sr. Lobo ("soluciono problemas"), otra diario de viaje,  otra para hacer una de mis arengas fáciles tipo proletarios-del-mundo-uníos. 

Hoy voy a contar solo la "experiencia" -así la llaman-, porque sí, porque yo lo valgo.  O así sales de este lugar en pleno centro de Londinium (ya había estado en The Sanctuary con Fashion casi al lado), unos "Baños Romanos" de una empresa española llamados Aire. Por lo que sea, teníamos unos vales de invitación- el par de horas que se pasan volando no es barato- y si yo fuera influencer de algún tipo por este divague me deberían dar otro. 

En los bajos fondos... están los baños romanos
Si le dijeran a John Barrie...

Aire tiene baños en distintas ciudades del mundo, y el chico de la puerta que inicia el tour nos comenta que "todos los edificios son elegidos por algo": en el que nos encontramos (en imagen) fue una antigua mansión donde vivieron varios artistas famosos y John Barrie, el autor de Peter Pan. Yo no he leído este libro -otra laguna, aunque sus frases sueltas me dan ganas- pero de peque tenía un comic con las imágenes de la peli de Disney, que me encantaba. Creo que esas imágenes -cuando los padres de Wendy están preparándose para ir a una fiesta, y cuando llega volando Peter-, tal vez sean mi primera imagen de Londinium. Cuando ahora pienso en ellas me doy cuenta de lo acertadas que son: esas calles son esta ciudad (aunque todo el mundo recuerde el vuelo por el Big Ben, St. Paul's, Tower Bridge). Breve nota confesional: otra de las razones por las que le tengo cariño a Peter Pan es porque fue la obra de San José de Calasanz -santo patrón- en 4EGB y tuve en ella un papel estelar: fui el Capitán Garfio. Me pega, lo sé: siempre quise ser la mala - y si no era posible, el malo.

Esto es  la casa de Wendy en Bloomsbury
según Disney: la ciudad sigue igual

Pero divago. Volviendo a este balneario urbano, se llaman "romano" supongo porque intentan reproducir lo que podría ser una catacumba romana. Has de bajar dos pisos y una vez en el subterráneo, todo son estancias bajo arcos de ladrillo cuidadosamente envejecido, con ángulos estudiadamente rotos y ánforas aparentemente recién sacadas de un yacimiento. Las luces están muy bajas, hay carteles iluminados que pone silencio y de fondo una música de esa que cierras los ojos y te lleva a un templo budista en las profundidades del Himalaya. Nota: No se permite ningún tipo de fotografía, así que las de hoy las he sacado de internet, aparte de las de la sala de espera. 

Sala de espera tipo
"The Reform Club" de Phileas Fogg


Chester, orquídeas:
sospechosos habituales

Si no tenemos todos ya pegada
la canción
"son 80 días son, 80 nada más",
he fallado

Al llegar te da la bienvenida una chica que enseguida te pasa a un chico guapo de pelo inmenso, que te invita a esperar bebiendo té verde en una sala que imita uno de esos clubs londinenses ("The Reform Club", entra Phileas Fogg) con sus chester y pared biblioteca donde todos los libros parecen antiguos y están en castellano -una enciclopedia Salvat, por ejemplo. Dentro de la chimenea también hay una montaña de libros a los que les han arrancado las cubiertas. Uno tiene el familiar dibujo de las espalda de unos niños corriendo con su perro y es "Los cinco y el tesoro de la isla", el primero de esa colección, que me leí varias veces.

Se han traído todo esto de la península...


Atención colección Salvat

Entonces comienza el baile del personal: el chico guapo nos recoge y nos baja unas escaleras explicando cosas (nos pone tres pulseras de colores). Cada uno nos metemos en una zona de cambio con un par de chicas que explican el procedimiento, las taquillas, el albornoz. Sales a esperar a otra estancia donde viene aún otro tipo cuya función es únicamente bajar contigo otro tramo de escaleras. Todos van vestidos de negro. Cuando por fin llegas a lo que son los baños, hay más de negro para darte un tour, para explicarte nosequé, para anotar tu nombre: en resumen, hay más personal que asistentes, se mueven sigilosos por ahí y te tratan de esa manera servil que les debe gustar a los ricos. 

Esto último es algo que vengo observando las escasas veces que me salgo de la vida normal. Tenía una amiga a la que le encantaba ese rollo, ese trato: que la llamasen "madam", que le moviesen la silla y que le hablasen como mayordomos sacados de una serie inglesa. Yo lo odio y tengo claro que es una "performance" para elevar el ego de los idiotas. Siempre me dan ganas de decirles, mira, háblame normal, soy una de vosotros, a las barricadas (cuando podemos estar en un contexto de "a las mariscadas"). Estos chavales se quitan los autendos negros (me he contenido lo de preadjetivar, aquí llamaba. De nada) y se van al pub, y hablan y se comportan como tú y yo. Qué tortazo tienen los ricos. 

Dejando la sección Agitación y Propaganda y volviendo a las aguas, hay distintas piscinas con nombre sugerentes: el "Tepidarium", a 36 grados, es una que recorre varias salas y que suele estar vacía. Por su simplicidad, creo que es mi favorita: me echo a hacer el muerto mirando las bóvedas y voy recorriéndola en esa posición. No hay nadie.

Tepidarium



Hay tres mini-piscinas iluminadas llamadas "Frigidarium", para frígidos. No hagas chistes fáciles, Di (nota: en las instrucciones pone algo así como "se abstengan de expresiones románticas en el balneario": a buen entendedor etc). Volvamos a los frigidarium, son de agua fría, dos a 14 grados y la otra a 10. Según el Peda "no habrá mucha diferencia en 4 grados": os aseguro que la hay. Mucha. Recuerdo cuando nadé en Whitby que decían que ese agua estaba a 14 y se me bloqueaban los bronquios del frío, y aquí no, así que tal vez Whitby estaba a -14. También recordamos los baños en el Salt del Molí en la Cerdanya, que deben estar a -24. Total que sí, que el agua está fría pero como me dice uno de los hombres de negro: "trabaja la respiración, haz meditación", y la verdad es que enseguida "no hay dolor". 

No soy mucho de saunas, me agobian. Siempre me queda la duda de cual odio menos, si la húmeda o la seca (creo que la húmeda) y aquí solo hay húmeda, con olor a menta y una niebla tan espesa que no se ve nada. Se llama "Vaporium" y tiene un frigidorium dentro, que con el calor ambiental es juego de niños. Aguanto muy poco en el vaporium. 

En una piscina grande que se llama el "Caldarium"  dicen que el agua está a 40 grados. De nuevo,  comparaciones: hace menos de un mes estuvimos en las termas naturales de Kos, donde decían que el agua salía a esta misma temperatura, y nos pareció mucho más caliente. Me pregunto si "en la vida real" todo parece más extremo y aquí está todo amortiguado por el entorno y los de negro. En esta no se aguanta mucho rato, y la alternamos con las frías. Al salir el alma está ya dejando el cuerpo, perdiendo esos 21 grs (entra, Iñárritu): lo noto mientras me tomo otro té verde. 

"Thermae" es una piscina jacuzzi, con esas típicas camas donde te echas y de nuevo miras la bóveda o piensas en la lista de la compra, que no es mi caso. 



Me encanta el "Flotarium", esta piscina con mucha sal en la que, como su nombre indica y como en el Mar Muerto, flotas. Si metes la cabeza, en esta se oye la música. Muy bien, Di, que te has lavado el pelo por la mañana: ale, peloplaya otra vez. 

Flotarium

Hablando del tortazo de los ricos, hay una experiencia que se llama "el baño de vino", en la que te bañas, literalmente, en tempranillo. Cuesta £900. 

Solo para ingleses
y sus problemas de alcoholemia 

Nos vienen a buscar para el masaje de 45 minutos, y nuevamente nos pasan de mano en mano, que para ello tienen al ejército de los de negro. En el ascensor está el misterioso hombre que antes nos ha bajado por las escaleras. Yo pensaba que tal vez era un error, pero no: la función de este empleado es únicamente subir y bajar a los bañistas de un nivel a otro. No doy crédito.  Creo que es el único que no es guapo y de mayor edad. Sonríe todo el rato: bueno, todos sonríen todo el rato. 

Una nunca sabe con esto de los masajes, pero este es "en pareja": quiere decir que estamos en la misma habitación. Al entrar hay dos camillas y una chica delgada de origen no sé, tal vez india o de oriente medio y un chico negro cuadrado. Miro al Peda y en un nanosegundo lo entiendo: no parece apropiado ponernos a elegir, y obviamente a él le toca el cuadrado. Nos dicen que nos quedemos en pelota picada menos una braga de usar y tirar que nos dan y que nos metamos entre las sábanas. Nos quitan una de las tres pulseras. 

Cuando vuelven a entrar, estamos ahí boca abajo y empieza el proceso: pierna derecha y así todo el cuerpo. Qué estoy pensando en todo ese rato? Primero decir que yo, que no tengo aptitudes para la mentalización, para dejar la mente en blanco, para centrarme en la respiración, esas cosas, soy menos mala en estas circunstancias. Puedo enfocarme bastante rato en lo que me están haciendo, imaginándolo, a veces incluso pensando en grupos musculares, tendones. A ratos, también pienso en lo que me aburriría a mí ese trabajo, o cualquiera que no supusiera una actividad mental. En qué pensarán todo el día? O en especial un trabajo que supusiera solo servir y hacer la vida más fácil a los ricos, pero tranquilidad que la sección agit-prop ya la he hecho. 


Al final puedes elegir que los últimos 15 minutos sean o de piernas o cuello y espalda. Elijo lo segundo y lo que más me gusta es cuando llega a la cabeza. No sé si he contado alguna vez que cuando me lavan el pelo en la peluquería me dan unos masajes tan espectaculares que tengo que contenerme para no gru
ñir (la sola imagen). No sé si es lo que le hace Robert a Meryl en "Memorias de Africa", pero  que te hagan eso en la cabeza es... descarto la metáfora "orgiástico" por si hay alguien literal entre los divagantes que ha llegado hasta aquí-improbable. De la cabeza paso a los pies, que me ha hecho hace un rato y también es la pera. Pienso en el masaje de pies de Mia Wallace en Pulp Fiction y la enmarcable conversación entre Travolta y Jackson (me sigue entrando la risa) sobre si Marcellus había sido poco razonable rompiendo las piernas o similar al que le hizo un foot massage a su mujer:  "Don't be tellin' me about foot massages - I'm the foot fuckin' master".

Bueno, que me voy de tema y ahora de vuelta a las piscinas nos lleva el hombre de sube-y-baja. Como estoy con la endorfina toda para arriba, debo ser demasiado efusiva sobre cuánto nos ha gustado el masaje. El sonríe asintiendo con los ojos cerrados: qué trabajo el de este hombre. 

El rato que nos queda en las piscinas intentamos aprovecharlo lo más posible: el jacuzzi, el flotar, un poquito de frigideces, y el muerto por los recovecos del Tepidarium. No quiero que se acabe pero entonces viene una de las de negro a decirme que tenemos una bebida en la sala de relajación, qué quiero, zumo orgánico o champán con chocolate? El Peda comenta: se cree que somos tontos? Yo sé que una copa de champán a esas horas, -no importan las dos trufas que lo acompania-, se me va a subir un poco, pero ellos lo han querido. Nos quitan la segunda pulsera. 


Zona de relajación,
champán y desfase (mental)

En esta sala de relajación con mármoles calientes (aún recuerdo otra vez que hablé de otro spa aquí en el divlog: causó furor el concepto "camas calientes") hay una persona que lleva ahí un montón de rato, sin hacer uso de las aguas (perdedor) y luego hay otra pareja. Observo bastante minoría étnica aquí:  le pregunto al Peda si cree que son extras puestos por el establecimiento y -ya tras tres cuartos de la copa- que ahora viene la sala de swinging couples (espero que mi suegra no haya llegado hasta aquí-saludos P, por si acaso). Ya con la copa vacía, dictamino: yo me pido a alguno de los de la minoría étnica. El Peda ya no me ríe estas gracias manidas (por eso tengo un blog) y yo sigo con la copla de Pulp Fiction:

Jules: Whoa, whoa, whoa. Stop right there. Eating a bitch out and giving a bitch a foot massage ain't even the same ****ing thing.

Vincent: It's not, it's the same ballpark.

Jules: It ain't no ****ing ball park neither! Now look, maybe your method of massage differs from mine, but you know touching his wife's feet and sticking your tongue in the holiest of holies ain't the same ****ing ball park. It ain't the same league. It ain't even the same ****ing sport! Look, foot massages don't mean shit!

Vincent: Have you ever given a foot massage?

Jules: Don't be telling me about foot massages, I'm the foot ****in' master.

Vincent: Given a lot of them?

Jules: Shit, yeah. I got my technique down and everything, I don't be tickling or nothing.

Vincent: Would you give a guy a foot massage?

Jules: **** you.

Así que si tocar los pies no es lo mismo que meter la lengua in the holiest of the holies, esto me lleva, full circle, al Gran Tema, siguiente debate: qué diferencia hay entre un masaje de cuerpo completo como este, o tener sexo con el masajista? Bueno, más que debate, es mi monólogo, en realidad son las burbujas hablando. ¿Será el champán/ será el color/ de tus ojos verdes/ de ciencia ficción? (ya nadie me sigue aquí, lo sé). Blame in on the boogie. 

Tristemente hay que irse, y es una pena que no den champán también a la entrada (tal vez se complicaría la prohibición de las "expresiones románticas"). En la ducha, todos los productos son de L'Occitane, una maravilla. Salimos como en el Flotarium, caminando no sobre las aguas, sino unos cms por encima del suelo. El chico guapo de la entrada nos pide la última pulsera multidiversión. Hasta la vista, babies. 

Al salir me tomo un smoothie de frutas tropicales en Pret. Me huele el pelo a acondicionador de Citrus Verbena y el cuerpo a Cherry Blosson con notas de almendra.  Llevo un moño bajo que parezco un anuncio de Armani. Solo me falta el turbante: emano paz. 

Ya de vuelta a casa -en las borisbikes se va sin casco-,  en un semáforo me suelto el pelo para que se me seque recordando aquel anuncio de la versión descapotable de cierto coche de pijos de mi juventud que como eslogan tenía: "el secador más caro del mundo". Porque yo lo valgo. 

Di saliendo del spa circa hace 30 años




21 agosto 2022

Vacaciones playeras: instrucciones de uso

 

Saul Steinberg
("The art of living")
Por casa está el clásico de Georges Perec "La vida: instrucciones de uso" que no he leído, pero es sabido que se desarrolla en un edificio de vecinos parisino en el que pasan cosas. Durante esta semana de vacaciones playeras familiares en un edificio con piscina comunitaria he corroborado que esas placas de Petri donde conviven un grupo de personas dan mucho juego para las historias y en el mejor de los casos, para la literatura (toda la "novela de campus" está basada en este principio). Estos días, escondida detrás de mi libro de relatos de John Cheever, he observado, imaginado y visto las infinitas posibilidades de novelar que da ese ecosistema de piscina, que está al lado del pasillo por el que se sale a la calle: quien sale, quien entra, se controla todo.

Con este introito en el fondo me estoy disculpando: un divague no va a hacer justicia a las posibilidades narrativas de esta semana -junto con las azarosas aventuras de las familia extensa de los Pedalistas, con sus particulares idiosincrasias y tal vez imanes personales para el sainete- pero una serie sería abusar. Las cabezas de la hidra -que ya salieron el otro día- se me pueden acabar comiendo a mí antes de darle a “publicar”.

Otro tipo de vacaciones

Lecturas de verano- una no es mía
Esta semana ha estado en las antípodas (aparte de lo de a-remojo-continuo) de los viajes que hago con Mini y el Peda, mis compas de piso londinense. Primero, no nos hemos movido - cuando estamos en medio de una crisis de viaje y les digo “ya vale de viajar, el año que viene alquilamos una cabaña en Grecia y quietos”, me comentan “no aguantarías”: pues mira. Luego, no he cambiado la hora insular por la peninsular: me quité el reloj y no me lo volví a poner hasta que se vio un avión que embarcar en el horizonte. Y para terminar, se han seguido ciertos rituales - pese a estar sin relojes-, casi todos relaciones con el comer, algo ya se sabe secundario en los viajes del grupo core-Pedalistas.

Anclar la memoria (disculpas: breve flashback)
Puestos a buscar culpables, la razón de tanto cambio ha sido el sobrinísimo Roc, que el día 8 cumplió 3 meses. Hay muchas cosas que quiero escribir de la estrella de las vacaciones, porque no puedo permitir que se me olviden. Cuando empecé el blog, Mini tenía un anio y medio, con lo cual, ese tiempo está dejado en manos de nuestra memoria: un error. 

Por ejemplo, el otro día dudábamos de cuándo empezamos a suplementar el pecho con biberón. Como suelo usar los viajes para orientarme en ese bosque espeso que es el pasado, me preguntaba si cuando estuvimos en Berlín (Mini tenía 3 meses, como Roc ahora) “ya llevábamos el sistema ese de esterilización de pastillas” (que es lo mismo que preguntarnos si ya llevábamos bibes, pero ninguno lo recordamos con exactitud).

Sebastiao Salgado: Ballenas
Me da mucha pena no haber escrito todo obsesivamente cuando Mini nació. Claro que algo escribía - debe estar por docus de word-, pero no un diario que habría hecho las veces de “guía cultural de Londinium” porque me pasé un año de baja maternal genial con una amiga francesa que me eché. Con Laeti comenzamos compartiendo habitación con las mejores vistas del mundo en hospital del NHS (ya lo querría la sanidad privada) porque su hijo nació un día antes que Mini, pero además compartíamos edad (37, algo alejadas de las razonables madres de veintitantos) e intereses (no pasábamos las 24 horas centradas en el bebé). Con los babies en los carritos íbamos a exposiciones (algunas que hasta recuerdo, como Sebastiao Salgado o Le Corbusier), cine matinal para padres-con-bebés (con Mini al pecho vi, por ejemplo, “Slumdog Millionaire” o “Vicky, Cristina, Barcelona”), descubríamos plazas y parques perdidos y pasábamos ratos por los cafés. Nota: estoy impresionada con este párrafo, cuántas cosas recuerdo.

Total que Roc va a tener sus entradas (me temo con sus inevitables flashbacks) pero irán dosificadas: la pesada de Fashion no quiere, de momento, venir a pasar temporadas conmigo y yo, se supone, trabajo.

Informe del neurodesarrollo
Al terminar los siguientes párrafos, releo y parece que esto es un informe pediátrico del neurodesarrollo (risas y disculpas). Se lo salten todos menos Fashion. 



Principios de reciprocidad. A ratos, cuando Roc está tranquilo y atento, te mira fijamente y comienza un proceso de clara reciprocidad. Las neuronas espejo ya trabajan: saca la lengua cuando se la sacas, mueve la boca cuando dices “agua” y, aún no está confirmado, pero me pareció ver ligero movimiento de los deditos cuando le cantaba y hacia los movimientos de “twinkle twinkle little star”. Este es un momento que recuerdo con claridad de Mini, la primera vez que la vi imitando el movimiento de abrir y cerrar la mano como una estrella: grandísima ilusión. Bueno, todos los momentos son una pasada, quien haya tenido niños a su alrededor lo sabe.

Risa. Hay cosas que le hacen reír a Roc, por ejemplo el “blow raspberries” (esos besos con ruido) en su tripa, o verte reír a ti, pero es todavía bastante aleatorio, a veces no entiendo qué le ha hecho gracia.

Vocalización. Estos son también de los mejores momentos, y solo ocurren de vez en cuando, cuando está tranquilo y concentrado (todo lo que se puede concetrar un bebé). En esos ratos, Roc comenzaba a “babble” (balbucear?) cosas con muchas “ges” (por eso sonaba a algo parecido a “agua”). Aquí también hay que esperar a que diga -haga el ruido- que sea y contestarle, y él luego vuelve con su jerga. Esto es pura comunicación de felicidad.

Motor. Ya que estamos, sobre el desarrollo motor decir que sujeta la cabeza perfectamente desde hace mucho y que, al igual que Mini, si pudiera echaría ya a andar. Le encanta ponerse así de pie y hacer fuerza con los pies. También su piscina del bebé: da muchas patadas, como que quisiera nadar. Eso sí: no le gustó la experiencia de meter sus piececitos al mar (agua fría? : finolis).

Y por terminar el informe con notas ligeras: le corté la cresta de punky con la que nació y que ahora ya era intolerable. Fue un proceso doloroso porque obviamente no paraba quieto. En la nuca tenía zonas sin pelo y mi objetivo era dejarlo todo igualado. El resultado no fue, digamos, profesional, pero se mejoró lo que había (el padre de la criatura difiere).

Yo nunca he tenido mucha mano con niños que lloran, pero con Roc, bastante. La que lo hace llorar seguro es Mini (la pobre: no sabe cómo cogerlo, recuerdo esa situación) y el favorito, cuando todos hemos fallado en lo de calmarlo es el Peda. Ya veis que hay un ránking.

No le gusta el chupete, pero le encanta chupar. El otro día de paseo era hora de su siesta y no había manera. Lo cogí en brazos y tengo un chupón como de novio adolescente (por algo se llaman lovebites) en mi bíceps: me succionó hasta que se durmió. O esa es la razón que he dado en casa.

Diversos percances: financieros, accidentados, nuevo ataque medusa
No hacía falta más contenido, simplemente con el informe de Roc y leve descripción de rutinas playeras (que dan para lo que dan) ya nos habría quedado un divague digno. Se hubiera podido terminar aquí y seguir con el diario griego, con dos o tres libros que ya llevo de retraso y con observaciones vitales de limitado interés. Sin embargo, esta semana de descanso ha sido todo menos descansada.

Para empezar, a mis padres les clonaron (aprendí este verbo el otro día) sendas tarjetas de crédito de distinto banco el mismo día. De esto nos enteramos porque el o los malhechores se dieron a eso de la compra online “en una página de Londinium” (Asos) y aunque se les paró los pies enseguida, lograron colar un par de compras. Esto trajo el consabido disgusto, cancelación de tarjetas y visitas a sucursales en busca de evidencia para la denuncia. Y por supuesto, inagotables hipótesis sobre en qué establecimiento podría haber ocurrido (supermercado? cafetería?) con consiguiente momento-detective de JAL en super “a ver si veía algo”. Unos vecinos en la piscina -más de esto luego- aportaron que podría tratarse de un nuevo robo que se hace con un dispositivo cuyo nombre no recuerdo  así que  dejemos investigar a los así llamados profesionales (también más de esto luego). 

La visita a la estación de policía no fue tan surrealista como suele en ese país (ya hablé de “pasen a los negricos a la cinco” de aquella vez en Vetusta, los negricos y yo renovando el DNI). Puesta la denuncia no podía faltar, por el azoro del momento, pérdida de cartera con toda la documentación en un taxi -que afortunadamente fue recuperada, eso sí, tras haber cancelado esta vez la única tarjeta activa que les quedaba, la de un conocido centro comercial. 

Como no se había estado a la altura en comisaría del "spain is different" (yo quiero resumir, pero es que esto es oro), atención a la llamada de la poli a la mañana siguiente:
- Seniora, me he puesto a investigar lo suyo y he de decirle que lo más común en estos casos es que el ladrón sea “un familiar”. Qué opina?
- Que no es posible, dice mi madre. 
- ¿No serán sus hijas? ¿Ah, y no dice que tiene nietos? Mire que esto lo vemos todo el tiempo. 
- Ni hablar. 
- No sabe hoy los adolescentes cómo están. Pero, ja!  lo destapamos al rastrear el pedido, seniora:  llega a la dirección de los hijos!!!
- Ya le he dicho que no es el caso. Espere que le paso a mi hija menor. 

La mayor está nadando y Fashion en la actividad que ocupa el 90% de su tiempo actualmente -dar pecho. El poli repite operación, esta vez intentandola persuadir para que confiese. ?Ha sido ella, o tal vez su hijo, o su marido? Hay yernos desalmados. Mire que esto es muy frecuente. En fin: que están investigando y ya nos dirán. Qué pasa? Que a veces llaman a alguien y confiesan?

Segunda medusita del verano
Sigamos con accidentes asociados a deportes de riesgo -para gente de cierta edad. El Peda se une a Mini en lo del esquí acuático y, al tirón estipulado de una de las salidas,  le da un otro en la espalda. Parece ser que no es como el esquí alpino, me dicen unos vascos en la plataforma. Aquello de "si sabes esquiar, sabes patinar sobre hielo" no se aplica. Hay que recurrir, aparte de farmacopea, a un fisio de urgencia que se presenta en casa con su camilla y su incontinencia verbal. No para en toda la hora: los problemas de su hermana separada, que el omega 3 no es suficiente (ha de ser 3-6-9), que se iba a un festival de música de tres días, que no tiene novia y que el Peda hace demasiado ejercicio (todos de acuerdo). Yo pagaría extra por fisios o peluqueros que se estén callados. Mi pelu tampoco para de hablar y eso que me ve con el libro abierto.

Ahota toca ataque durante el snorkling: me pica la segunda medusa del verano y de mi vida en la munieca (la primera en Fasélidas, repasemos). Puesto de seguridad, solución de bicarbonato con agua, recomendaciones. 

Y por fin: se esquivó potencial intoxicación alimentaria. El último día, Mini y yo cenamos restos que había en un tupperware y “que sabía un poco a vinagre”. Cuando terminamos y lo prueba JAL (recordemos, cuniado universal, voluntario de salvamento marítimo y prospectivo bombero) dictamina que eso probablemente está pasado. Mini y yo esperamos que la Escherichia Colli haga su aparición esa misma noche, pero falsa alarma. Solo faltaba terminar en urgencias.

Y creo que no me dejo nada. Si vacaciones no es necesariamente descansar físicamente, tal vez prueba conseguida. 

Logísticas espacio-temporales 
Lo que el lector se está preguntando a estas alturas: sí, convivir ocho personas en un apartamento de dos habitaciones y dos baños es un reto en sí mismo, pero nos hemos arreglado. Recordemos que el grupo ya ha estado en mi piso en Londinium en circunstancias peores (un solo baño) y si ha habido algún motín solo ha sido por la deplorable cocina de mis compas (no, es broma, las abuelas siempre toman el mando).

Sobre temporales: el Peda desaparecía pronto para correr, yo me ponía a leer mirando al mar, Mini seguía durmiendo (queda claro que los pobres que han cruzado océanos para estar aquí fueron relegados al salón). Cuando volvía el Peda nos íbamos a nadar y ver peces a primera hora (como es una playa que tiene muchos trozos de roca hay innumerables peces -y medusas, como sabemos- y les he hecho videos que os ahorro). Las rutinas de los padres del bebé son por definición lentas, así que cuando llegamos se está sirviendo el desayuno (llamémosle brunch, que es eso tan neoyorkino del desayuno-comida, pero en esta casa se hace esto Y LUEGO se come - en mi opinión, roza la gula). Por fin se baja a la piscina que es donde la joven Di (también conocida como Srta. Di en futuros aeropuertos con hombres con carteles, un día) toma notas costumbristas para su blog (siguiente apartado). Se tiene la decencia, por lo menos, de comer tarde, y seguir las rutinas del bebé en cuanto a siestas, gofres, helados (yogur), La Meji (ah no, eso era el aperitivo) y demás parafernalia playera de la tarde (nadie se ha pesado, vivamos en negación). Y el highlight: volver a la piscina cuando ya se va el personal y bañarse más allá del horario permitido (que son las 21:00 horas: con horarios a nosotros). Eso sí, entonces no nos tiramos e intentamos no ser martinavalentina. Pese a todo, la gente nos mira críticamente desde sus balcones y hay uno (“mira mummy, what a weirdo”) que nos filma (?para dar más arsenal en contra nuestra a la poli, o verdaderamente estamos colgados en una página oscura de internet?)

Vale, no videos pero ahí va una captura:
un vergel de pescaditos, o no?

Comunidad playera: instrucciones de uso

El weirdo que nos graba es solo un ejemplar más de La Comunidad Playera. Si alguien recuerda la peli de casi-el-mismo-título de Alex de La Iglesia, habrá fácilmente hecho la misma asociación que yo: el grabador es el que iba de Darth Vader. Que, al final (spolier alert) no era el malo.

Más ejemplos de habitantes del edificio, tipos humanos que no decepcionarán. Hay muchos vascos, una que sale a correr con su marido y que asegura que ya no baja a la piscina “porque hay demasiada gente que no son del edificio" (mi madre me contó que otro anio llamó la atención a una alquilada con burkini por intentar baniarse con él).  Un senior de Madrid de la edad de mi padre que nos pregunta en el ascensor si "jugamos al tenis" porque está buscando pareja. Cuando le decimos que ponga un cartel en recepción nos dice que no, que no quiere "según con quién" (claro que a qué altura está su rasero cuando ha puesto sus ojos en nosotros).  Luego está la que bautizamos como la “Pool Police”, una señora de Palencia afincada en Pamplona desde hace 11 años ( la llamo señora pero debe ser más joven que yo, a juzgar por la edad de su hijo) que reta a dos tardoaolescentes  franceses que se meten a la piscina sin duchar, uno de ellos hasta con gorra visera. Soy yo, o se nota aquí cierto tufillo xenófobo del no-propietario? Me siento casi personamente atacada, usuaria habitual de airbnb o apartamentos de alquiler breve (por no hablar de emigrante). Aquí los propietarios opinan que la Comunidad ya no es lo que era con toda esa gente de paso. Es esto un pequenio collage del país entero?

 Luego están los tres que se bajan sus propias sillas de playa y leen (uno el Quijote, ojalá esto representase a toda la piel de toro). Las dos señoras mayores francesas con sombrero de paja y churros que se meten en el agua a hablar a la hora del sol. Los niños pesados (versión valentinamartina) que se tiran todo el rato. Los adolescentes mirando sus pantallas a la sombra. Las ramonas no están permitidas y la Pool Police está al tanto: a ella le iban a colar una. El señor de Córdoba, Argentina, que vive en La Comunidad Playera todo el año pese a que sus nietos viven en Lasarte, y que pregunta si Roc será de La Real como su tío (evidente camiseta). Los vecinos de arriba, profesores de secundaria, que se pasan allí todo el verano y tal vez por eso no paran de hablar, sin dejarnos ir al agua o a comer, o a donde sea. Su mejor perla, para nuestro escándalo: descripción pormenorizada de ella en el concierto de Raphael. No eran más jóvenes que nosotros? Pero luego JAL nos explica que es lo último, que la gente va en plan irónico. Ni toda la ironía del mundo me arrastraría a ese concierto, pero aún así se me pega un rato la maldita “puede ser mi gran noche” (que, by the way, no lo es: salir a por ibuprofeno a farmacia de guardia aún no computa para eso). Y anotar la decepción porque solo hay una batalla por las tumbonas (dejar la toalla y no aparecer) que me cuenta el Peda: esto de haber sido regular me hubiera dado para mucho.

Y para terminar, la mascletá: el último día, estando con Fashion en el agua, le vemos: le han abierto la puerta principal y se encamina con paso seguro a recepción, con su gorra corporativa y su paquete bajo el brazo, en busca de una firma. Nos miramos y lo sabemos: es el pedido que han hecho con la tarjeta clonada! El ciber-delincuente se encuentra en el edificio!!! No podemos parar de reír: "atención todas las unidades", decimos, pretendiendo walkie-talkie. Ta-ta-ta-ta, imitando a helicóptero. Uiooo uiooo, sirenas. Nos están cercando. Qué creíamos, que la poli era tonta? 

Y de vuelta en la isla (Castilla miserable, ayer dominadora / envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora.)
En unas horas, estoy sobrevolando la isla. Al bajar el avión me pregunto si me he equivocado de vuelo y lo que estoy viendo son los Campos de Castilla machadianos. Acostumbrada al verde (que-te-quiero-verde, poética estoy), choca cómo está todo de amarillo. Probablemente vamos a tener restricciones de agua -quién lo iba a decir-, hay otra huelga de transportes y en septiembre igual una nueva primera ministra que va a hacer bueno a Johnson. De repente, la vida real, con problemas de verdad, irrumpe. Se acaban las vacaciones. 

Drama desde el avión:
es esto de verdad Inglaterra?


Este es mi parque
tras el verano





16 agosto 2022

Feliz Sant Roc!




Hoy, 16 de Agosto, es Sant Roc, San Roque, uno de los patrones del peregrino, (los otros, por si interesa, San Cristóbal y San Rafael) y claro, el santo del sobrinìsimo ♥ [atenciòn que he puesto emoji porque estoy escribiendo esto desde el telèfono (la indigencia digital es lo que tiene)]. Afortunadamente, por ese motivo no puedo expandirme sobre las bondades del santo, que tiene una historia bien chula. 

Pero un par de cosas de la wiki: Roc, como sospechàbamos, significa «fuerte como roca» (parece que el nombre de día de Mini significa "defensora del pueblo": primos con nombres consistentes). Nació en Montpellier (en aquella época parte de la Corona De Aragón) hacia 1295 (siglo arriba siglo abajo) y al quedar huérfano -era de buena familia- se despojó de todas sus posesiones y peregrinó a Roma. 

O sea, Roc fue uno de los primeros hippies, un frugal espartano, que se fue de mochilero.  Ya me cae bien. Justo entonces se desató una pandemia (entonces llamada peste) y Roc, en temprana versión de "Médicos sin fronteras", se dedicó a atender a los enfermos - claro que, me entiendan, es un santo católico y a veces con hacerles el signo de la cruz ya les curaba. Al final, el pobre Roc se nos contagió y su cuerpo quedó lleno de úlceras. Terminó en un bosque y allí un perrito le descubrió y le llevaba pan. 

Pero divago: total que, como resultado de todo esto de arriba, Roc es el patrón de los perros, de los peregrinos (y los mochileros), de los contagiados por epidemias (o sea, de todos nosotros que hemos pasado la covid), de los enfermeros (también Elle Driver), de los falsamente acusados (yo, por ejemplo, de clickbait), y de los solteros (ahí entramos muchos también).

Una última mención al perro de Roc: como Fashion no pronunciaba la erre de peque, la Yaya le hacía decir el poema:

El perro de San Roque
no tiene rabo
porque Ramón Ramiro
se lo ha cortado

Luego el proceso se repitió con Mini, y dio para un divague titulado "mummy existe el cerro?". - aquí no hizo falta recurrir al perro del santo. 

Muchas felicidades sobri Roc, en tu primer anio lo celebramos juntos, dentro de poco, lo celebraremos con la mochila por el mundo!

12 agosto 2022

Demasiado contenido

Todo el mundo - menos yo-, necesita un descanso de esto. Yo de vez en cuando necesito un respiro de mí misma (razones obvias), pero de meter una media de dos mil palabras al día sobre las vacaciones no me canso nunca. Por tanto, no es por empatía con alguna persona humana  (tal vez algoritmos, como alguno incluso se atreve a insinuar) potencialmente allá afuera que va a haber un break (recreo) de esta serie, es que me voy, de nuevo. Esta vez a ver a Roc.

El Pequod para principiantes!
El sobrinísimo me espera en algún punto del levante peninsular y mis objetivos son, aparte de ser la Primamaribel universal de la baba, monitorizar su progreso (con esos padres nunca se sabe aunque, atención, le compraron la versión del baño-del-bebé de Moby-Dick; cómo no lo descubrí yo antes???), cortarle la cresta de punki con la que ya nació, pero que ahora está impresentable (la Yaya siempre nos cortaba el pelo muy corto de peques porque pensaba que así “crecía for fuerza”-puedo atestiguar que funciona) y bañarme con él en la piscinita que le ha comprado mi madre (oj!! cabré?).

El problema es que esa semana generaré más contenido, más historias que escribirme a mí misma, a los bots y algoritmos que me tratan de vender cosas y al lector desconocido, al que nadie conoció (gracias sabina) al que tal vez, siguiendo con la canción, habría que elevar a nivel “soldado”, porque anda que no hay que luchar con hidras de siete cabezas para seguir esto mínimamente. Adivina, adivinanza.

Este receso no ha sido planeado pero tal vez vaya bien porque aquí se termina la parte turca del periplo y comienza la griega de la que no voy a adelantar nada, o se me acusa de clickbait. Cierto que una ya no sabe qué usar para convertirse en autora de bestsellers: ya que hasta pongo títulitos que facilitan la lectura, no me pidan que encima las haga más sucintas.

Me despido con la ruta completa que llevo describindo los últimos días y como siempre digo en estas circunstancias, volveré. Para qué engañarnos, no "más y mejor", solo más.

Love

Di