Todo el mundo sabe que en todo viaje que se precie, el diario no se termina nunca in situ. Los últimos días se desbocan, y una lo va dejando, confiando que la bendición de las fotos digitales le refresquen la memoria, para cuando se siente en casa a divagar el "diario para la posteridad".
Hoy hace exactamente un mes y un día que volvimos de "las Américas" y aún voy por Disneyland. Lo peor: se me está olvidando y para colmo he caído en las redes de las sirenas y he divagado fuera-de-diario (aunque admitamos que Franzen fue parte del viaje, y que lo del diente era una efermérides imposible de obviar).
Así que hoy solo uno breve para terminar de una vez por todas con Disneyland. Sé que interrumpo apasionantes conversaciones en los otros divagues y me siento medio culpable: es como cambiar la música que están todos bailando enloquecidos y poner... no sé... "It's a small world" otra vez. Pero no desesperar: hoy toca lo diver! Porque vale, el último día fui mala y puse en las mentes de los que aún no conocían Automóviles Torrehermosa su sintonía, pero hoy el divague va a ser como subir en una atracción de feria. Prometido!
La Princesas
Mini con las piernas cruzadas ante Aurora |
Elsa en la cabalgata |
Montañas rusas
La mina |
Splash mountain |
Al Peda y a Mini particularmente les apasionó "Splash Mountain"... esa que vas por un río dentro de un tronco, y no hace falta que explique de que va el "splash". Lo curioso es que tiene dos bajadas buenas (particularmente la segunda, casi vertical, en imagen), pero entre tanto, mientras vas por las cuevas, hay cocodrilos tocando el banjo... o sea, una versión más de "It's a small world" (siento sacarlo de nuevo, está aquí para quedarse). La segunda vez el Peda fue el primero del tronco y fue... muy divertido.
Una de las cosas que hacen de Disneyland el parque ideal para mí es que no tiene atracciones tipo "Revolution", que te ponen boca abajo. A mí estas no me gustan porque enseguida ya no sé dónde estoy, y no puedo divertirme porque toda mi concentración va a intentar no marearme (infructuosamente). Pero las montañas rusas me encantan.
Simulator e Indiana Jones
Hay un simulator de Star Wars que está muy chulo. Sobre todo si eres un alma impresionable como yo que me sumerjo en estos simuladores como si fuera
Chewbacca. Vamos, que lo vivo, que viene a ser como cuando conduzco mi Mini Cooper y cojo una curva (el cuerpo ayuda, no dicen que se pierde peso en los rallies: esa soy yo, pero sin el efecto adelgazante).
Pero lo de Indiana no me gustó, con lo que me apasionan las pelis. Viene a ser como hacer de extra en la primera, se sientas en un jeep con mil cinturones y te avisan que si sufres de la espalda, pases. Total que sales con dolor de cuello porque eso viene a ser como las carreteras de ripio de Bolivia. Eso sí, con serpientes, templos malditos y el mismo Indi haciéndose el chuleta al final. Se despide con su látigo, pero a esas alturas ya tienes tortícolis y sales como un egipcio. Yo pondría a Bananarama al final como sintonía.
Miscellaneous
Luego hay mil cosas que agradecereis que haya olvidado. Puedes hacerte fotos con el Pato Donald, con Minnie, fotos para la posteridad que le tirarás a tu hija a la cara cuando te ponga en una residencia de dos estrellas (baño compartido). Helados, piruletas, enormes pepinillos en vinagre (de escribirlo ya insalivo). Representaciones teatrales de Rapuntzel, La Bella. Musical a lo grande con todos los éxtios (y tristemente sin oportunidad para las madres del público a salir a bailar "Debajo del mar" con el ballet cubano). Atracciones menores como subir a un árbol (Peter Pan?) o a un látido de "Quien engañó a Roger Rabbit". La cabalgata (que Mini se tragó dos veces! Yo a la segunda estaba en el background leyendo "The corrections". Seguro que más de uno me diagnosticó como "la madre Asperger". Creo que debimos ser las únicas personas que se llevan libro a Disney).
El ambiente Disney
Yo de verdad pensaba que las regalaban, o al menos que hacían un barato. Luego ví que valían una media de $24 y aluciné pepinillos (hey, mola mi slang eh? sigo insalivando). Pues sí, queridos: mucha gente en Disney luce orejas de Micky Mouse (o será Minnie, porque casi todas son chicas), y dan cierto espíritu al lugar. Viene a ser como cuando son navidades y en el colegio la gente se ponía espumillón en el pelo (vale, sí, son los 80 de nuevo). Pues así, pero en Disney.
Por si os lo preguntáis, no nos pusimos orejas de ratón. Pero os aseguro que llego a encontrar estos cuernos de Maléfica en una de las múltiples tiendas de merchandising y HUBIERA CAIDO como que hay sol. Os dais cuenta del juego que pueden dar esos cuernos? Halloween, fiestas del curro, navidades, bodas, reuniones del colegio, obras teatrales, fotos para el blog en múltiples escenarios... en fin.
Luego hay mil cosas que agradecereis que haya olvidado. Puedes hacerte fotos con el Pato Donald, con Minnie, fotos para la posteridad que le tirarás a tu hija a la cara cuando te ponga en una residencia de dos estrellas (baño compartido). Helados, piruletas, enormes pepinillos en vinagre (de escribirlo ya insalivo). Representaciones teatrales de Rapuntzel, La Bella. Musical a lo grande con todos los éxtios (y tristemente sin oportunidad para las madres del público a salir a bailar "Debajo del mar" con el ballet cubano). Atracciones menores como subir a un árbol (Peter Pan?) o a un látido de "Quien engañó a Roger Rabbit". La cabalgata (que Mini se tragó dos veces! Yo a la segunda estaba en el background leyendo "The corrections". Seguro que más de uno me diagnosticó como "la madre Asperger". Creo que debimos ser las únicas personas que se llevan libro a Disney).
El ambiente Disney
Yo de verdad pensaba que las regalaban, o al menos que hacían un barato. Luego ví que valían una media de $24 y aluciné pepinillos (hey, mola mi slang eh? sigo insalivando). Pues sí, queridos: mucha gente en Disney luce orejas de Micky Mouse (o será Minnie, porque casi todas son chicas), y dan cierto espíritu al lugar. Viene a ser como cuando son navidades y en el colegio la gente se ponía espumillón en el pelo (vale, sí, son los 80 de nuevo). Pues así, pero en Disney.
Por si os lo preguntáis, no nos pusimos orejas de ratón. Pero os aseguro que llego a encontrar estos cuernos de Maléfica en una de las múltiples tiendas de merchandising y HUBIERA CAIDO como que hay sol. Os dais cuenta del juego que pueden dar esos cuernos? Halloween, fiestas del curro, navidades, bodas, reuniones del colegio, obras teatrales, fotos para el blog en múltiples escenarios... en fin.
A las 9 de la noche, que no decaiga, sigue el ambiente porque hay fuegos artificiales detrás del castillo de La Bella Durmiente. Viene a ser como el comienzo de las pelis Disney: superbonito. La foto es una patata pero sin toda esa gente y tirados en una pradera hubiera sido todo un puntazo. (Alguien ha visto fuegos tirado en una pradera? Yo sí, en la Dehesa de Soria, y es Otra experiencia).
Kazike (aka kamikake) lleva duracel
Ha caído la noche, y recordemos que llevamos en una "diversión constante" desde las 9 am. No estoy cansada: lo siguiente. Pero el pequeño conejito del tambor incombustible sigue pidiendo caña. Vamos al lago a ver un espectáculo de luz y sonido, y a los 5 minutos dice "enough". Vamos a Splash mountain!!! Otra vez. Yo digo: haced conmigo lo que queráis. No hay dolor.
Ya hay menos filas: las hordas han entendido que los fuegos son un amable "ábranse". Son más de las once de la noche. Mini, secando a su padre, entonces sugiere... vamos a "Space mountain".
Space Mountain
Como está en una esquina del parque no hemos tenido tiempo durante el día de visitar esto. Aparte, no queda claro lo que es, porque desde fuera parece un "dome" (cúpula, o un medio huevo). Pese a ser tarde, tiene mucha fila. A Mini no le importa esperar.
Antes de entrar entendemos que se trata de una montaña rusa en la oscuridad. Así que vas subiendo, con ese sonido tan maravilloso de los raíles que cada vez va más lento hasta que llegas a un punto en el que te paras por un larguísimo segundo y... en una momtaña normal vez que vas a caer, aquí... lo intuyes.
Cuando te despeñas ves estrellas: estás en el espacio y eso me sube al séptimo cielo. Realmente se sientes volar y no tienes ni idea de dónde va ser la siguiente vuelta, caída, impresión. Solo sabes que has subido durante MUCHO rato y que todo lo que sube... baja.
Al salir estamos los tres eufóricos. Es la caña, sin duda lo mejor de Disney. Mini, mil gracias por insistir! Yo que me quería ir a la cama! Imagina que llegamos a perdernos esto!!!! Ves, mummy? Ya te lo decía yo...
Tan sobreexcitados e histéricos abandonamos el parque. Pasa la medianoche, están cerrando... Y con toda esta emoción... a ver quién me duerme a mí...
Vamos a lo importante. Dos cosas:
ResponderEliminarLa emoción de Mini, que cruzaba las piernas como si se estuviera haciendo pis por no soportar estar junto a la Auténtica Hada.
Doy por supuesto que el pelo se te puso como a mi amada Angela Davis. ¿Cuánto tuviste que pagar por el posterior alisado?
Esta vez estoy de acuerdo con Nán, pobrecita Mini, o era la emoción o eran las cosas de esperar tanto tiempo. Seguro que estaba muy emocionada. Y que no os dejó dormir ni media hora XD.
ResponderEliminarNán, los alisados cuestan una barbaridad, si además eres de espléndida cabellera, son la ruina.
No tiene las piernas cruzadas: sólo tiene las rodillas juntas. Es un gesto muy típico de alguien alto que se encuentra con algo mucho más bajito de lo que esperaba. ¡Seguro que quería recuperar el punto de vista adecuado!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl empacho principesco es lo que menos mola de estos sitios. Mini parece estar porque hay que estar, pero esperando salir de allí a toda prisa. Y no me extraña nada, tanta princesa de pega tiene que cansar (y no te digo nada si fueran de verdad).
ResponderEliminarHola lovelies... un breve para aclarar q MIni tiene las piernas cruzadas.. no hizo genuflexión! (es mi hija,de qué vais!) pero al final le dio un abrazo.. patético. Lo que hemos de sufrir las madres!
ResponderEliminarx
di
Ya te digo. Menos mal que venimos genéticamente preparadas.
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