El domingo es un buen día para viajar, porque las ciudades suelen estar algo más paradas, así que no importa tanto perderse ciertos rincones para los que ha de ser un laborable. El ejemplo más claro es la City en Londinium que en finde es una ciudad fantasma. Pero de este domingo tengo un montón de pequenias historias que no quiero que se me olviden. Y quién va a pagar? Exacto: los pocos divagantes que quedan.
Mini redacta una disculpa
En la casa de Portland (cuando pueda dedicaré un divague a airbnb, el sistema con el que estamos viajando, estando en casas de gente en lugar de hoteles) tienen un trampoline (cama elástica) en el jardín que hace las delicias de Mini (y brevemente del Peda que lee que "soporta 200 libras", luego a él). Salimos a desayunar al jardín y Mini, desoyendo mis consejos, saca un jueguecito de té chino con el que había jugado con la hija de las duenias. Que resulta ser de barro. Esta es la carta que les escribió, merece la pena clicar... y se quedó sin batido de fresas con nata....
En el aeropuerto de Portland: Pilar, Agente de Seguridad
Antes de pasar seguridad, esperamos un rato en unos columpios, esta vez para que juegue Mini (el peso máximo no admite a su padre). El aeropuerto de esta ciudad de provincias es la pera. Todos los londinenses se quedan en antiguallas al lado de la funcionalidad y facilidad de todo en este aeropuerto. Está pensado para la gente que pasa por él. Cuando vamos a pasar seguridad, una de las mujeres, de unos 50 y muchos lleva una plaquita que dice que se llama PILAR. "Oh, Pilar, le digo... tales personas queridas de mi vida se llaman Pilar... y además soy de Vetusta, donde vino en carne mortal etc etc".
La mujer contesta, en castellano, tal vez con un deje mexicano: "Soy de San Sebastián".
Quéééééé? La interrogo... el caso esque lleva más de 40 anios en los USA. Increíble.
Soy una visionaria
Como he dicho, un aeropuerto amable. Pero lo que definitivamente roba mi corazón es esto:
Me explico. Esto está en una fuente y cada vez que llenas una botella, sube el número. Porque en este país te ANIMAN a que tires el agua de tu botella antes de pasar seguridad y la RELLENES después, para EVITAR LA LOCURA de las botellas de plástico tiradas en cada uno de los aeropuertos europeos, donde después hemos de comprar otra una vez pasada seguridad.
Y soy visionaria porque llevo anios diciendo esto. :) Bueno, y otras cosas que estoy encontrando en este país, por ejemplo: jabón de manos en la cocina. Yo siempre tengo en mi cocina un bote. Es algo obvio, pero no lo suelo ver en las casas (la gente se va al banio, y vuelve). En los USA lo he visto en todas las cocinas, e incluso venden alguno especial "Kitchen hand soap".
Lo de este país (o la Costa Oeste) con la ecología me ha sorprendido. Yo siempre pensaba: yankis, Kioto, pasan de todo. Nos dan mil vueltas. Hay mucha cultura de reciclaje, y el "compost" (orgánica) que acaba de llegar a Londinium, está aquí más que instaurada.
La bebida en el avión: venga, que no decaiga
Volamos con United, economía total. Pero, oh, al lado de la Ranier... luxury asiático. Vamos, que para un vuelo de ni dos horas pasan con el carrito para ofrecer una bebida GRATIS (alucino, es que tras la Ranier estamso muy traumatizados). Mini y yo pedimos bedidas ligeras razonables. El Peda, feliciano, pide birra. Y claro, la birra hay que pagarla... Pero la azafata (que ya le ha dicho algo positivo a tenor de su camiseta con motivos rojeras) le dice: "En Europa no pagáis por las bebidas, no?" (él titubea, cómo empezar a contarle que casi tenemos que pedalear para que despegue), "pues aquí tampoco te la voy a cobrar". En fin....
Aterrizaje en San Francisco: éxtasis y agonía
Impagable. Por una vez he desplazado a mi hija de la ventana (el que se fue al banio perdió su etc), y la llegada a la bahía de San Francisco es impresionante. No sé, hagan un gugel earth porque esta mala foto no hace justicia en absoluto a lo que es el tema. Eso sí, pelín confusing porque hay tropecientos puentes y yo todo el rato: "ei, ei, el Golden Gate"... y el Peda "ese no es, no ves que es naranja?". Y de nuevo, ei ei, tiene que ser este: "que noooo". Total que este de la foto NO es el Golden Gate, pero lo que hay abajo sí que es downtown San Francisco, con sus rascacielos.
El avión de va hasta el fondo de la bahía. Mucho rato. No entiendo por qué se va tan lejos... chica de provincias que soy esto me suenaa cuando en Vetusta hacen florituras por el viento. Y venga a avanzar (ya me veo en México), cuando de repente gira. Bien, las cosas mejoran... ey ey, pero qué pasa? Estamos entrando por el centro de la bahía. Pero tan tan tan centro que estamos encima del mar, qué bonito. Pero tan encima del mar que cuando estamos a esa altura en otros aeropuertos ya como que va a sacar el tren con las rueditas y... "Peda, esto es un hidroavión o qué piiiii".
Y, de repente, sale como por arte de magia una pista de aterrizaje, justo cuando tomábamos tierra.... ay ay ay virgencita (del Pilar).
El taxista vietnamita
Esto da para un divague en sí mismo. Para una serie diría yo, como aquella de hace anios de las brujas, la Regenta, o la neurociencia. En serio. El vietnamita (llamémosle Huang) lleva una "shared van", y no para de hablar literalmente en todo el camino. Yo le doy cuerda, porque me debo a los divagantes. Philia.
Su padre (vietnamita) murió en la guerra y él tenía solo 10 anios. Su madre se volvió a casar con un yanki, veterano del Vietnam. Aquí tengo una laguna porque había que entenderlo, pero a los 16 anios vino, esponsorizado por una familia sueca, a una granja a Minesotta. Allí le hacían trabajar la tierra y demás. 1978. Imagino fotos en sepia, prácticamente. No sé cómo,-más lagunas-acabó en San Diego, donde los mexicanos le llamaban "chino loco", pero luego "eran buena gente, te invitaban a comer etc". Gran parte de su historia eran ruminaciones sobre porqué su padrastro se había casado cuando estaba totalmente fucked-up por la guerra. Bebía, les pegaba, lloraba continuamente... todo porque no se podía quitar las imágenes que había visto en Vietnam. Algunos críticos opinan que el PTSD (Desorden de Stress Postraumático) no existe, que se lo inventaron las companias aseguradoras tras desastres como Vietnam. Que le digan a Huang. La última laguna es cómo acabó en San Francisco, donde vive con su mujer (una vietnamita con la qu ele arreglaron el matrimonio sin concocerla) y su hijo de 15 anios. Gracias, Huang, por la historia. Algún día la escribiremos (primera del plural, se coge el guante?) en condiciones en el divlog.... rellenando las lagunas como nos dé la gana (digo, como nos dicten los personajes). :)
NIght night, o Good morning allá!
Yo siempre relleno la botella!!!
ResponderEliminarme encanta la carta de Mini...pero ¿qué dijo la dueña?
Genial todas las historias, aunque se ve en la del Chino Loco que no acabas de desconectar del curro
ResponderEliminarLo de aterrizar en ciudades cerca del mar siempre tiene estos efectos curiosos: En Vigo pasas al lado de las bateas de mejillón, el puente colgante y cuando parece que te vas a comer una montaña aparece una especie de carril bici donde aterriza el avión ( a veces todo esto entre la niebla y con el avión dando bandazos)
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ResponderEliminarEste post es impagable. Tienes el deber moral de seguirnos contando todo así: ce por be. Me da que San francisco debe molar muchísimo. Es uno de los sitios por los que, quzá, me animaría a salir del pueblo. Claro que si me obligan a hacer todos esos trasiegos con el agua...igual me vale con tu crónica.
ResponderEliminar¿La obligaste a quedarse sin postre por romper una taza? ¡¿Y a redactar un pliego de disculpas?! ¡Eres una bruja! ¡Y encima eran fresas con nata! ...Si al menos hubieran sido doughnuts...
ResponderEliminarI love Mini forever....;)
ResponderEliminar(aunque no se acuerde de mi nombre nunca jajaja)
Como mola viajar...
Muaks a diestro y siniestra