an

18 julio 2018

Una angloespanis y un gringogriego: encuentro en Skiathos (ah! la luna la luna) (Sp5)

18.07.18 (Miércoles)

La noche en el Argos viene siendo lo esperado: manipulación regular del aire acondicionado (quita y pon entre sueños, tal vez pesadillas) y poco dormir. Nos levantamos a las 6:30, mejor dejar en el olvido la (cegadora) ducha y por fin nos lanzamos a las calles de Volos, hacia el puerto. 



A las 8:00 sale el ferry hacia Skiathos, la primera isla de las Spórades. Es la más turística y por ello solo vamos a pasar una noche. En cubierta duermo gran parte del trayecto, Mini hace deberes y el Peda lee. Sobre las 11 pasadas llegamos al puerto de Skiathos, con la jarana habitual de desembarco: camiones monstruosos (ha de entrar una cabina a buscar los cuerpos), furgonetas, pickups con sandías, coches, motos... tiene que haber gente ociosa que, igual que en otras ciudades observan obras, aquí van ver estas operaciones. 

La noche en Skiathos fue controvertida desde el principio, ya que el principio "una noche se pasa en cualquier sitio" me llevó a reservar un hotel "sencillo", con piscina de agua verde. Hubo muy cachondeo en casa con esta piscina, no yo veo porqué, igual hicieron al foto en otoño cuando caen las hojas etcétera. Sugerían que pertenecía a nuestra cadena amiga hotelesdemierda.com (la web la regenta el naúfrago Ro). Total que el Peda hizo de las suyas y tras cancelar reservó "Florecita View".

Florecita "view" está frente al mar, sí, pero. Al llegar el jardín da una impresión de gitanerío severo: mobiliario de jardín metálico oxidado, enanitos, molinillos decorativos que crujen. Afortunadamente nos dicen que no saben nada de nosotros, que debe ser en el de atrás, que sube hacia la montaña. Allí no encontramos más que a una niña que va a avisar a Katarina, que no habla inglés, pero que nos pone en contacto telefónico con "la oficina". Ah, que ya estamos ahí? No, no, que hay que ir a hacer el check-in al pueblo, de donde venimos. Señorrr. Y entonces Katarina nos enseña la habitación: señorr de nuevo. Una imagen del "arte" de la pared valdrá más que mil palabras:


Casitas en la montaña, sol... vale. Casitas SONRIENTES en la montaña? Por ahí no paso. Y tampoco por el hecho de que se llame "views". Vistas? Tenemos una pared delante y, muy muy al ladito de la terraza, se ve algo de azul que debe ser el mar. En fin: una (digo, otra) noche se pasa como sea (venimos de Argos). 


Tras volver a Skiathos al check-in, donde por lo menos el explican al Peda qué ver y, más importante -sabiendo que somos los Pedalistas-, qué carreteras NO coger si no se lleva 4x4 (recordemos infames momentos en atrapados en un camino rural en Malta o el pavor de los acantilados en Gozo). Compramos uno de esos paquetes con 6 botellones agua (esto ya no es Pelion, donde puedes beber en cualquier fuente) y algo de comida y nos lanzamos al norte. 

El Monasterio Evangelistrías es muy chulo, pero lo que me atrapa son de nuevo unos botellones, estos con fruta dentro, supongo que los monjes harán algún tipo de compota: manzana, pera, higo, nuez. Me parecen tan bonitas y fotogénicas: dan para una serie de colgar en la cocina (si la mía tuviera pared, claro).






En el monasterio nos hemos de poner unas túnicas negras que cubran los hombros y/o piernas, que hacen las delicias de Mini, que se siente Harry Potter. Yo paso gran parte del tiempo recolocándola, pero nadie dice nada: los griegos suelen ser muy relajados, incluso los monjes.  También tienen un café muy agradable arriba donde nos tomamos unos fredos, con buenas vistas al mar. 




Nuestro siguiente destino es Kastro, la ciudad antigua fortificada que fue la primitiva Skiathos, al noroeste. Hace  mucho calor, y hay que subir un rato. Las vistas son impresionantes, ya que están ahí al fondo las playas del norte de la isla, que son inaccesibles si no es por barco. 



En un punto llegamos a una pequeña iglesia, con un mini-merendero con fuente!!! Metemos ahí la cabeza y esto nos da fuerza para seguir la subida final...







Llegado a un punto, Mini se planta: paso. Así que hasta la bandera griega solo llegamos el Peda y yo. 

















Mini se planta

Venga, Mini, que ya vamos a buscar una playa. Tiramos hacia el sueoeste y en el camino cogemos a una pareja polaca haciendo autostop. No entienden qué hacen españoles en Grecia, "para nosotros es exótico, pero para vosotros?". Para nosotros también, en serio. 

Primera playa es Aselinos, playa de arena con mucho oleaje y casi nadie (de ahí el exotismo). Tras un baño (no son estas playas mis favoritas, como ya sabe el divagante) nos lanzamos a la siguiente, pero antes hemos de parar a comprar un "floaty", que lo llama Mini... o sea, algo que flote para hacer el minga en la playa. 

Por supuesto, este proceso es controvertido. Otros años habíamos comprado el típico donut que es lo más diver. Ya hemos tenido conversaciones de que no vamos a hacernos con un unicornio o flamenco, porque son peligrosos y pájaros y tal. Una colchoneta no nos cabe en el coche. Así que entramos en esa tienda y por supuesto Mini quiere todo lo no-razonable. La señora es amabilísima y de ofrece a hincharnos un donut que resulta ser gigante y que ocupará toda la parte de atrás del coche, dificultando los espejos. Mini tiene que aceptar que no es posible. Por fin, tiene uno ahí de exhibición, un donut que un día fue rojo con pepitas y verde por abajo, de sandía, hoy tiende a naranja, descolorido al sol. Nos dice que no tiene otro de estos, pero que "nos lo deja por 3 euros". A Mini no le gusta pero nos lo quedamos y de hecho, ha sido uno de nuestros símbolos de las vacaciones. Le compramos alguna cosa más, pobre mujer, que sospechamos ya deja la isla atemorizada con que volvamos. 

La siguiente, ya va siendo tarde, es Eleni beach. Al llegar un hombre sobrepesado con una riñonera nos dice que, adelante, podemos usar dos hamacas con sombrilla. Pensamos que es el cobrador de las hamacas y que, como es tarde, nos deja acampar. Genial. 

Este hombre vemos que está en la hamaca de al lado con una mujer resultona de treintaytantos, con uñas postizas naranja fosforito. Están claramente en los estadios iniciales de una relación -particularmente él, un pesao'-, y continuamente bebiendo y fumando. 

Nos metemos al agua y el floaty-sandía (al que acabamos bautizando "la ramona") es un éxito total. Siempre es una risa intentar sentarse, caerse y esas cosas. Nos reímos mucho y, en estas, observo que hay un niño de la edad de Mini que nos observa fijamente.  Le digo en inglés, quieres jugar? y me contesta, con acento yanki, "yo también tengo uno", y sale a donde está la pareja de enamorados y coge un cocodrilo flotador.

Nos cuenta que se llama Kostas, y que vive en unsitioquenorecuerdo, Illionis. Sus padres son griegos, están separados, esta aquí con su madre para ver a su familia, que vive en Atenas. Kostas tiene 10 años (cumplidos el 9 de Julio), es guapetón, está muy moreno y exuda esa confianza en tienen los yankis. Hace buenas migas con Mini, así que el Peda y yo nos retiramos a las hamacas a seguir con la lectura. Dentro de poco veremos el atardecer. 



Cuando nos vamos, quedamos en otra playa mañana por la tarde, porque Mini y Kostas lo han pasado muy bien. La madre, Yoana, y el novio están en el chiringuito y aman la vida. 

Tarde, volvemos a Skiathos Town a cenar. Aparcamos en un descampado llenísimo y en el proceso hemos visto el centro de esta trampa-para-turistas. Hay, por ejemplo, una calle llena de "chillouts" o bares de lugar de playa, con vendedores ambulantes de pulseras y otros demonios. Ruido, gente. Nos perdemos por las callejuelas en busca de "Alexandros", recomendado por la Rough Guide, en una placita muy agradable (si no fuera por un puro en medio, que nos hace movernos a un lateral). También hay música en directo, muy típico en Grecia: dos tipos con su guitarra cantando su cosa étnica. 

Cuando volvemos al coche, hay un hombre que deja mirar la luna -casi llena- por su telescopio (el satélite será importante unos días más adelante, en Alonisos) por un euro. Esta situación siempre me recuerda a aquel libro de Landero encantador, "Hoy, Júpiter", que al principio pensamos se titulaba "Oh, Júpier!".  Mini se muestra entusiasmada: "Oh, la luna la luna!".





5 comentarios:

  1. Lo de Florecita view tiene delito. Aunque puede que sea una pintura mural de Kiko Argüello cuando era pequeño y tenga un valor de mercado inmenso en las galerías de arte locales. ¡Quién sabe! La fascinación que ejerce Mini sobre los gringogriegos me parece digna de vigilancia: es el segundo que cae en sus redes en estas crónicas. Asegúrate de las intenciones, habitos y antecedentes del próximo gringogriego que os encontréis antes de permitir que se acerque a Mini. ¡Hay mucho sinvergüenza suelto por ahí!

    ResponderEliminar
  2. Cómo me gustan estos di-diarios de viaje!
    Mila esker!

    ResponderEliminar
  3. Hacer pandilla en la playa, nunca lo hubiera pensando de ti.

    Muy fan de esa competición vuestra por reservar los peores hoteles y de ir cancelando las reservas del otro. XD

    Sobre la luna, os recomiendo este video, son 3 minutos en el que Alex Grosh deja a la gente ver la luna por su telescopio y la gente alucina.

    https://www.youtube.com/watch?v=XCrJ3NflOpE

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué chulo el video, Mo! toda esa gente con la misma cara que uno pone cuando cumple 5 años y recibe los regalos...

    ResponderEliminar
  5. Mis queridas brasaseternas (aquí me refiero a MO y CESI): se peude saber qué he enlazado yo en la palabra "entusiamada"?? Pues precisamente lo de la luna que ya me envió MO hace unos meses y lo puse enun divague de Hawkins...

    Inspiro y sigo.

    CESI: no había pensado lo de los gringogriegos y MIni, me parto... spoiler: ya no hay más (el otro era el acento, seguro q la reina era su mito eróico).

    MO, yo no soy de hacer pandilla, pero teniendo hija única quiero que ELLA haga pandilla y yo irme a leer a la hamaca (y sí, me odia cada vez q le intento instigar para q vaya a hablar con esos niños).

    El hotel cancelado, aparte del baño, molaba... de quién te vas a fiar, del Peda o moi? con quién estás?

    Y ahora, last but not least, ANONIM@ DE LAS 8:56, HAS SIDO MI ALEGRIA DEL DÍA (no estas brujas, claro)... ya sabrás q spr pienso q son un rollo, así q me hace SUPERILU... a ver si logro escribir esta noche, q vengo tarde del centro.

    love

    di

    ResponderEliminar

Comenten bajo su propio riesgo, sin moderación. Puede ser divertido.