Martes, 23 de Octubre de 2017
Quiero que miréis esta foto, que tristemente no es mía. Podéis incluso ampliarla, para alucinar (sé que hemos hablado hasta la saciedad de azules, pero es que la combinación de mar y piedra caliza es bestial). Igual ya conocéis visto este enclave, incluso aunque- como yo- no hayáis visto "Juego de tronos".
Lo que veis en la foto es la mayor atracción de la bahía de Dwejra: "the Azure Window" ("la ventana azul"), ese arco de piedra perfecto al fondo, y en primer plano "the blue hole" ("el agujero azul") que es precisamente lo que su nombre indica: una chimenea marina que es... azul. Se trata de una "cueva vertical" como excavada en la roca caliza de unos 10 ms de diámetro y 25 de profundidad, que conecta con el mar abierto por un arco unos 8 ms para abajo. Como se puede ver, el azul oscuro de las profundidades contrasta con el claro de la superficie, logrando este espectáculo.
Pero no os voy a poder colgar ninguna foto mía que se pueda relacionar remotamente con esta, por varias razones: la primera, porque el día seguía ventoso, y el mar embravecido. La segunda porque...
Salimos del hotel, tras el desayuno (sandwiches de huevo frito con bacon en mi mochila de nuevo) con la intención de ir directamente a Dwejra, ya que ayer a última hora de la tarde aquello estaba de naufragio y cuadro de Turner. Ayer no comenté el fondo de este lugar, la sensación con la que te quedas, y tal vez se entienda algo con esta foto
.
El azul verdoso de la derecha es el "Inland Sea" (el mar interior), en cuya orilla hay unas medio chabolas-almacenes de pescadores muy auténticos, en las antípodas de la gentrificación (pienso en los italianos, ya habrían hecho cafés con encanto, con ladrillo expuesto, o los americanos, un parque temático). Un poco a la izquierda hay un restaurante y una tienda de regalos, ambos básicos, y más cerca del mar abierto una horrible ermita de reciente construcción. Hay un par de furgonetas que venden helados y, cómo no, un perdedor con su búho para que te hagas fotos (en serio? sí). Pero me gusta ese descampado medio desolado que, pese a ser una "atracción turística mundial", está todavía en sin "desarrollar" (y espero que siga así). El día ha salido soleado, pero como digo con mucho viento, así que cuando llegamos vuelve a ser el oleaje el principal objeto de observación turística. Evidentemente, el agujero azul es hoy un totumrevolutum de olas azul marino con crestas blancas, pero... la Ventana Azul?
Hay unos carteles que prohíben pasar de un determinado punto de la montania, alegando razones de protección del ecosistema. Dónde está la ventana azul? El Peda sugiere que debe estar al otro lado, pero que como no se puede pasar, nos vamos a quedar sin ver (y hoy en día, lo más dramático, sin selfie) la famosa ventana azul. El Peda y yo tenemos una aproximación opuesta en estas situaciones: yo siempre quiero preguntar. No sé si es un tema de género, porque me vienen imágenes de un libro de esos de fotos que miras en la librería una tarde de invierno titulado "Porno para mujeres", en las que salen tíos diciendo cosas que presumiblemente les gustan a las mujeres. Con la que más me identifiqué fue con una, en el coche, en la que el hombre dice: "Perdona que te interrumpa un segundo, voy a parar a preguntar".
No hay ningún punto de información ni nada, así que me voy directa a la ermita donde antes, cuando he entrado con Mini al llegar, he visto a dos o tres chavales uniformados. Entro y con mi mayor sonrisa les pregunto: "ermm, esto, disculpe, dónde está la Ventana Azul?" El tipo me mira un segundo perplejo. No sé si le ha dado un ictus o que no habla mi idioma. Entonces logra balbucear:
"La Ventana Azul colapsó en Marzo"
Quéééé? Ya dicen que nos perdemos millones de bits de información durante el día, de cosas que no están relacionadas con nosotros, y que nos pasan por encima de la cabeza. Luego, a toro pasado, es fácil guglear y ver cómo Malta estuvo casi de luto el pasado 8 de Marzo cuando una tormenta tiró abajo el mítico arco. Qué clase de tormenta debió ser, madre mía? Qué pena que nadie estuviera allí para grabarlo. Parece ser que le habían dado "unos 6 anios de vida". A la erosión le costó siglos obviamente formarla, pero también dicen que se creó en el Siglo XIX tras el colapso de una cueva marina. Tenía 28 metros de altura y desde hacía tiempo estaba prohibido caminar sobre él, o acercarse, pero la gente lo seguía haciendo. Para empezar cierta marca de ropa que hizo un anuncio: si no fuera tan fantástico no lo colgaría, pero merece la pena...
Lo que veis en la foto es la mayor atracción de la bahía de Dwejra: "the Azure Window" ("la ventana azul"), ese arco de piedra perfecto al fondo, y en primer plano "the blue hole" ("el agujero azul") que es precisamente lo que su nombre indica: una chimenea marina que es... azul. Se trata de una "cueva vertical" como excavada en la roca caliza de unos 10 ms de diámetro y 25 de profundidad, que conecta con el mar abierto por un arco unos 8 ms para abajo. Como se puede ver, el azul oscuro de las profundidades contrasta con el claro de la superficie, logrando este espectáculo.
Pero no os voy a poder colgar ninguna foto mía que se pueda relacionar remotamente con esta, por varias razones: la primera, porque el día seguía ventoso, y el mar embravecido. La segunda porque...
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Salimos del hotel, tras el desayuno (sandwiches de huevo frito con bacon en mi mochila de nuevo) con la intención de ir directamente a Dwejra, ya que ayer a última hora de la tarde aquello estaba de naufragio y cuadro de Turner. Ayer no comenté el fondo de este lugar, la sensación con la que te quedas, y tal vez se entienda algo con esta foto
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El azul verdoso de la derecha es el "Inland Sea" (el mar interior), en cuya orilla hay unas medio chabolas-almacenes de pescadores muy auténticos, en las antípodas de la gentrificación (pienso en los italianos, ya habrían hecho cafés con encanto, con ladrillo expuesto, o los americanos, un parque temático). Un poco a la izquierda hay un restaurante y una tienda de regalos, ambos básicos, y más cerca del mar abierto una horrible ermita de reciente construcción. Hay un par de furgonetas que venden helados y, cómo no, un perdedor con su búho para que te hagas fotos (en serio? sí). Pero me gusta ese descampado medio desolado que, pese a ser una "atracción turística mundial", está todavía en sin "desarrollar" (y espero que siga así). El día ha salido soleado, pero como digo con mucho viento, así que cuando llegamos vuelve a ser el oleaje el principal objeto de observación turística. Evidentemente, el agujero azul es hoy un totumrevolutum de olas azul marino con crestas blancas, pero... la Ventana Azul?
Hay unos carteles que prohíben pasar de un determinado punto de la montania, alegando razones de protección del ecosistema. Dónde está la ventana azul? El Peda sugiere que debe estar al otro lado, pero que como no se puede pasar, nos vamos a quedar sin ver (y hoy en día, lo más dramático, sin selfie) la famosa ventana azul. El Peda y yo tenemos una aproximación opuesta en estas situaciones: yo siempre quiero preguntar. No sé si es un tema de género, porque me vienen imágenes de un libro de esos de fotos que miras en la librería una tarde de invierno titulado "Porno para mujeres", en las que salen tíos diciendo cosas que presumiblemente les gustan a las mujeres. Con la que más me identifiqué fue con una, en el coche, en la que el hombre dice: "Perdona que te interrumpa un segundo, voy a parar a preguntar".
No hay ningún punto de información ni nada, así que me voy directa a la ermita donde antes, cuando he entrado con Mini al llegar, he visto a dos o tres chavales uniformados. Entro y con mi mayor sonrisa les pregunto: "ermm, esto, disculpe, dónde está la Ventana Azul?" El tipo me mira un segundo perplejo. No sé si le ha dado un ictus o que no habla mi idioma. Entonces logra balbucear:
"La Ventana Azul colapsó en Marzo"
Quéééé? Ya dicen que nos perdemos millones de bits de información durante el día, de cosas que no están relacionadas con nosotros, y que nos pasan por encima de la cabeza. Luego, a toro pasado, es fácil guglear y ver cómo Malta estuvo casi de luto el pasado 8 de Marzo cuando una tormenta tiró abajo el mítico arco. Qué clase de tormenta debió ser, madre mía? Qué pena que nadie estuviera allí para grabarlo. Parece ser que le habían dado "unos 6 anios de vida". A la erosión le costó siglos obviamente formarla, pero también dicen que se creó en el Siglo XIX tras el colapso de una cueva marina. Tenía 28 metros de altura y desde hacía tiempo estaba prohibido caminar sobre él, o acercarse, pero la gente lo seguía haciendo. Para empezar cierta marca de ropa que hizo un anuncio: si no fuera tan fantástico no lo colgaría, pero merece la pena...
Pero divago... tras este primer fracaso-o no-, nos dedicamos a explorar el resto de "atracciones geológicas" que no han tenido a bien ir a su bola como la ventana esta. Pero es chulo y da pánico a la vez: hay tantas cosas contra las que no podemos luchar. Suena a tópico, pero la naturaleza, el planeta... no vale el "pero esto no puede estar pasando". Da igual: es caótico y sí, está pasando.
Subimos a la bahía de Dwejra , que tiene en el centro la Fungus Rock ("roca fungus"). Me vuelve a recordar a la Concha en Donosti, con la isla de Santa Clara en el centro, donde la gente va nadando-algunos se quedan en el gabarrón. Pero aquí estamos en el fin del mundo, la sensación es casi de soledad, pese a haber gente, y de disfrute de la naturaleza, de momento opá. Nos sentamos un rato y, como todo momento opá que se precie, hay que gritar- eufemísticamente llamémosle cantar. Hacemos turnos, y a mí un sitio así me sugiere Nino Bravo, que Mini desconoce. Una que sabemos todos: "cuén-ta-me, como te ha ido, si has conocido la felicidad"...
Antes de dejar este lugar, pasamos por la torre un día militar que hoy es museo y aprendemos más cosas, además de ver videos gente saltando de la Ventana. Por ejemplo, que la "Fungus Rock" acabó teniendo guardia para que nadie pudiera acceder por lo que crecía en ella. Parece ser que los Caballeros de la Orden de Malta descubrieron aquí una planta, que pensaron era un hongo, pero en realidad es un alga parásito de olor apestoso que crece en la parte superior de la isleta. Los médicos pensaron que tenía propiedades curativas (si apesta, aumenta su efecto placebo, seguro) y la usaron para heridas, para la disentería, para todo... ah, las panaceas! En mi casa teníamos el Agua del Carmen...
Dejamos aquel lugar y nos metemos en una carretera que va hacia el norte. AL poco paramos a hacer fotos porque las vistas son impresionantes: incluso localizamos una pequenia ventana que tal vez dentro de cinco siglos será como la ventana Azure (segunda foto, a la izquierda):
Seguimos avanzando, y ya dejamos atrás estos acantilados (imágenes de arriba), aunque seguimos teniendo otros a nuestra izquierda. Esta vez son como aquellos de aquel día que hoy se antoja hace meses en Malta: había una primera fase a unos metros, y luego el gran acantilado. Vemos que hay un coche blanco bastante por delante y seguimos, aunque en un punto el camino se empieza a hacer más estrecho y, de repente, no hay vuelta atrás. El coche que llevábamos 200 ms delante está junto a una especie de dintel, y entonces giran y desaparecen. El Peda dice que si ellos han pasado, con un coche mayor, está todo controlado. Yo echo de menos cuando simplemente raspamos el coche en aquel camino con dos paredes de piedras a los lados, con los seniores gritando "aya! aya!". La verdad es que no he pasado más miedo en mi vida, pero el Peda permanece totalmente en calma y por fin llegamos a aquel dintel, donde pone "propiedad privada" y giramos para encontrarnos con el coche blanco y un par más ahí aparcados. Bajo y le pregunto a un hombre que trabajaba en su campo y me dice que la única salida de allí es por donde hemos venido, que no se puede tirar campo atraviesa a ningún pueblo, y me quiero morir... otra vez pasar por el borde el acantilado? Sí.
Fue horrible, y no tengo ninguna foto de las maravillosas vistas de lo petrificada que estaba. Por fin logramos meternos en una carretera normal para volver a uno de los puntos de ayer Wied il-Ghasri, donde hay salares, acantilados enloquecidos y euforia por estar vivos...
Aquí estaba la Ventana Azul... |
Subimos a la bahía de Dwejra , que tiene en el centro la Fungus Rock ("roca fungus"). Me vuelve a recordar a la Concha en Donosti, con la isla de Santa Clara en el centro, donde la gente va nadando-algunos se quedan en el gabarrón. Pero aquí estamos en el fin del mundo, la sensación es casi de soledad, pese a haber gente, y de disfrute de la naturaleza, de momento opá. Nos sentamos un rato y, como todo momento opá que se precie, hay que gritar- eufemísticamente llamémosle cantar. Hacemos turnos, y a mí un sitio así me sugiere Nino Bravo, que Mini desconoce. Una que sabemos todos: "cuén-ta-me, como te ha ido, si has conocido la felicidad"...
La Fungus Rock |
Antes de dejar este lugar, pasamos por la torre un día militar que hoy es museo y aprendemos más cosas, además de ver videos gente saltando de la Ventana. Por ejemplo, que la "Fungus Rock" acabó teniendo guardia para que nadie pudiera acceder por lo que crecía en ella. Parece ser que los Caballeros de la Orden de Malta descubrieron aquí una planta, que pensaron era un hongo, pero en realidad es un alga parásito de olor apestoso que crece en la parte superior de la isleta. Los médicos pensaron que tenía propiedades curativas (si apesta, aumenta su efecto placebo, seguro) y la usaron para heridas, para la disentería, para todo... ah, las panaceas! En mi casa teníamos el Agua del Carmen...
Dejamos aquel lugar y nos metemos en una carretera que va hacia el norte. AL poco paramos a hacer fotos porque las vistas son impresionantes: incluso localizamos una pequenia ventana que tal vez dentro de cinco siglos será como la ventana Azure (segunda foto, a la izquierda):
Futura Ventana Azul? |
Seguimos avanzando, y ya dejamos atrás estos acantilados (imágenes de arriba), aunque seguimos teniendo otros a nuestra izquierda. Esta vez son como aquellos de aquel día que hoy se antoja hace meses en Malta: había una primera fase a unos metros, y luego el gran acantilado. Vemos que hay un coche blanco bastante por delante y seguimos, aunque en un punto el camino se empieza a hacer más estrecho y, de repente, no hay vuelta atrás. El coche que llevábamos 200 ms delante está junto a una especie de dintel, y entonces giran y desaparecen. El Peda dice que si ellos han pasado, con un coche mayor, está todo controlado. Yo echo de menos cuando simplemente raspamos el coche en aquel camino con dos paredes de piedras a los lados, con los seniores gritando "aya! aya!". La verdad es que no he pasado más miedo en mi vida, pero el Peda permanece totalmente en calma y por fin llegamos a aquel dintel, donde pone "propiedad privada" y giramos para encontrarnos con el coche blanco y un par más ahí aparcados. Bajo y le pregunto a un hombre que trabajaba en su campo y me dice que la única salida de allí es por donde hemos venido, que no se puede tirar campo atraviesa a ningún pueblo, y me quiero morir... otra vez pasar por el borde el acantilado? Sí.
Fue horrible, y no tengo ninguna foto de las maravillosas vistas de lo petrificada que estaba. Por fin logramos meternos en una carretera normal para volver a uno de los puntos de ayer Wied il-Ghasri, donde hay salares, acantilados enloquecidos y euforia por estar vivos...
Mirad a esos dos en la esquinita... |
Es la última noche en Gozo, así que volvemos a casa hacia el final de la tarde, llenos de salitre, polvo, pelo estropajo. Hay que empacar y, estoy de suerte: mis compas acceden a cenar en casa a base de pastizzios típicos, restos de yogur con granola y pavía, y medio litro de helado que compran en contra de mi voluntad...
Preguntar es de mariconas; de mariconas en una mala tarde (va por ti Chiquito).
ResponderEliminarAclarado esto, de siempre se ha dicho que, geológicamente hablando, un millón de años es un parpadeo, o sea, ná. Pero entonces, ¿cuatro años cuánto será, acaso el parpadeo de un chino (ji, ji, ji)?
Lo digo por el sesudo estudio del año 2013 (estudio que duró ¡tres meses!) donde se concluía que la Azure Window de la que hoy se lamenta nuestra Di duraría «décadas», pues «si bien la erosión era inevitable, la estructura no está en peligro inminente de colapsar».
Recuerdo que, entonces, hace cuatro años, pensé: «¿Tres meses? En tres meses hasta me daría tiempo, creo, a entender a una mujer y de las corrientes ». Bah, cosas mías.
Total, que se descartó el refuerzo. En el ICOMOS, me dicen, aún andan conpungidos rascándose la cabeza.
En fin, como siempre tomaron las medidas antipáticas y baratas (prohibir los saltos; esto es activar el latente sentido de culpa que, quien más quien menos, todos llevamos dentro deseandito de salir: míralo, míralo) y aplazaron las “caras” o eficaces (reforzar la estructura). ¿Conclusión?: ¡¡A tomar pol culo la Azure Window, hombreya!!
Sí, sí, los saltitos habían hecho sus pequeños estragos, ya, ya. Pero el problema era otro.
Y entonces, con el desastre ya, me llamaron para urgentemente justificar aquello, para justificar lo injustificable. Y me empleé a fondo, ya me cococéis.
Podríamos decir, propuse en aquella atropellada reunión, que no somos nada frente a la Naturaleza; que el mar, desoyendo a santa Rita, quiso recuperar lo que desde hacía millones de años venía regalándonos; que ahora, por fin, el paisaje era más diáfano, más transeversal, participativo, democrático; o que… O que, sencillamente, era una pena, que fue el argumento que, cosa rara por su franqueza, finalmente se impuso.
En fin, que en Pisa, con el refuerzo de su campanile, se hizo mejor, no salió tan caro y, lo que es más importante, a tiempo. Y lo calculó, por cierto, una mujer (eso sí, con dos cojones; tranquilos pues, compañeros, que todo quedó y queda en casa).
Tienes razón "Pero aquí estamos en el fin del mundo". ¿Cómo no lo vamos a estar, con la ayuda de un saltito de uno y un segundo de otro?
ResponderEliminarY sobre todo, si cubrimos el aire del cielo de CO2 y, sobre todo porque mi garganta lo detecta, del NO2.
Pero los azules, magníficos. Tanto que de pena que se puedan quedar sin espectadores.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid (aunque con algo menos de agua), aprovecho para patrocinar este anuncio:
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2017/11/13/5a09cfa6268e3e2d378b4582.html
NáN, desde la rueda que no me creo lo del progreso (salvo en medicina, y poco). Me aclaran que no me entero, que me hago viejo y cascarrabias, que hoy, por ejemplo, se puede viajar a América sin enterarte ¡y a un precio, ojo, de ganga!
ResponderEliminarPero los tomates que de allí vinieron ya no saben sino a directrices, reducción de costes indirectos y poliespán. Y, además, ¿qué sentido tiene viajar sin enterarse, viajar sin viajar, llegar sin haber cambiado ni un poquito en el trayecto?
Eso, de los viajes y los tomates; de lo demás qué te voy a contar.
¿Nos hacemos viejos?
Y pienso en mi abuelo paterno que iba en bicicleta (pese a no ser ministra sueca), llevaba remendada la poca pero decentísima ropa que usaba (pese a que la voz reciclar aún no había sido concebida) y que detestaba tanto este anuncio de Tulipán (¡¿frente al aceite de oliva?!) como la cancioncilla o jingle de Tulipán Negro que aunque no lo encuentro en la Red iba de una gachí medio en cueros (Franco, como siempre estaba medio muerto) dándose con el desodorante por aquí y por allá mientras sonaba ♫ tu-li-pán ne-e-grooo ♪ (yo creo que, entre otras cosas, se ponía pelín palote y eso, tó pa ná, le daba con razón coraje o rabia).
Al respecto de esto último, años después (Franco, aunque muerto, seguía como siempre medio presente) leí, y estudié, eso de que «El desnudo es democrático». Es una idea bien curiosa. Creo que tiene mucha enjundia.
Hola babies, estáis ahí, aguantando el tirón.Yo os pongo las fotos por distraer pero lo verdaderamente importante es q los tíos no preguntáis aunque estéis perdidísimos o aunque tengáis q volver al gran almacén "ya repondrán, si no lo encunetro, es q no hay" o... no sé, parece q es prurito pero en el caso de mi pbjeto de estudio particular (El Peda), yo lo veo más tirando a Bryce: "su objetivo en la vida era no molestar". pero claro, varoncitos 9sic) sois y habéis decidio despistar cone l cambio climático y el Tulipán (graso o negro).
ResponderEliminarMe he reído con lo de "Franco estaba medio muerto", me ha recordado al peli q vi el sabado "La muerte de Stalin" de Armando Iannucci... una comedia de cosnpiraciones, politica, bambalinas,puñaladas, etc, donde les resultaba dificil declarar la muerte del camarada pq si no estaba muerto dle todo, se les acusaria de traición. Lo mismo...
Y por cierto, me he sentido joven pq no conocía el anuncio de Tulipán, pero sí q resuena el sonsoneta de Tulipan negro (gracias LUX, ahora lo tendré pegado toda la tarde noche) y el anuncio... no salía como el Zorro a caballo?, así con su antifaz y todo...
love
di
Me caigo de sueño, pero hay cosas que no se deben dejar de pasar.
ResponderEliminarUn hombre, un hombre-hombre (no un hombre de esos que ahora queréis vosotras que se lleve como si de verde-limón o verde lima —que no es lo mismo, de acuerdo que en los detalles está la cosa— se tratara) jamás pregunta. JAMÁS: eso es de ma-ri-co-nas.
Aclarado este punto (y el que tenga algo que reprocharme que se atenga a la visita de mis amigos gais que por mí matarían y mueren), me llama la atención que ni tú, Di, ni tú, NáN, os sorprenda lo del “estudio” geológico.
Un estudio de ¡tres meses! Y la ventana ésa ¡al carajo! ¿Es eso normal? Yo lo encuentro de chiste, la verdad.
Me los imagino con bata blanca aún con el precio puesto; aparatos con la pegatina de «Ojito: radiactivo»; escafandras y neoprenos; una vespa arrancá; difractores de rayos X; protones a dos manos; bisturí con hoja del nº 6 recién puesta; anemómetro… «Séqueme la frente, Rebolledo, que nos jugamos la vida, joderrr; que es por Malta: ¡Por Malta, joderrr!»… Y la ventana, pumba, ¡al carajo!
Y, sí, Franco siempre estuvo medio muerto (en eso coinciden, en concreto, todos los historiadores).
Y de las fotos, pero en serio, me gustaría hablar otro día.
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EliminarNada como socorrer a un compi.
ResponderEliminarEn verdad os digo que lo de socorrer es falso, cual billete para atravesar el Atlántico por treinta pavos, pero los hombretones nos socorremos mutuamente como excusa para quedar y tomar cervecitas y aceitunas.
No podíamos quedar en una Biblioteca Municipal y departir sobre lo divino y lo humano con gesto serio y ademán culto ?
No, no y mil veces no.
Quedamos en un bar, pedimos las cervezas a grito pelao, hablamos del campeonato mundial de motociclismo sin tener zorra idea, pedimos ensaladilla con un vozarrón de estibador en huelga, nos subimos los pantalones y nos apretamos el cinturón en público sin el más mínimo decoro, saludamos a cuanta dama nos rodea, incluso si la conocemos, carraspeamos en do bemol sostenido y damos cuantos consejos nadie nos ha pedido, incluyendo sesudas observaciones sobre política local, nacional e internacional ( no necesariamente por ese orden ), ya que a esa altura del aperitivo con las vergüenzas perdidas o inexistentes de origen, nos hemos venido arriba de forma natural.
Tiempo para preguntar ?
Imposible.
A esas alturas del aperitivo somos capaces de abordar la cuadratura del círculo, las influencias del romanticismo en la Primera Guerra Mundial y la explicación resumida del Bing Bang.
No es nada personal.
Simplemente ocurre.
Una vez, y otra vez, y otra más, significa siempre.
ResponderEliminarhttps://youtu.be/_k-oIhNLHxM
...
City of stars.
Eliminar«Podéis, sin mucha pega, aniquilarme y también a mi familia, cruel y parsimoniosamente si es vuestro gusto», éste es el mensaje que, en estructura profunda, emite el sedicente hombre que, estando de viaje en coche, pregunta por una dirección. ¿Os imagináis, en aquel salvaje Far West, a un colono bragado parando el carromato para preguntar por dónde queda Idaho? Pues lo mismo es.
ResponderEliminarUn “hombre” que se ha perdido no es un hombre; un “hombre” que no sepa interpretar dónde queda la venta El frenazo a partir de la corteza de los árboles, o que oído en tierra (mejor dicho, en plena autovía) no descubre al vuelo lo que busca, ni es hombre ni es nada. ¡Como un hombre así defendería a su familia!
Las mujeres en esto también son un desastre. Ellas van por la vida, siempre charloteando, como si ésta fuese segura. Ellas, por ejemplo, creen en el amor, o, peor aún, en las indicaciones que te dan en las oficinas de turismo o las señales de tránsito en caminos y carreteras, o el GPS, y así les va…
Pero hay un peligro mayor a que asesinen a tu familia y a ti como bonus extra o remate: exponerte a esos lugareños, que tanto abundan, que consideran que una dirección hay que darla, aferrándose como si fuese suya a la ventanilla de tu coche, cinco o seis veces, y sin variar ni un ápice el discurso, aunque el forastero )o sea: tú) se haya enterado a la primera y, desesperado, dé aceleroncitos con agujetas ya en la inicial cortés sonrisa; o, incluso más, aquellos que cuando les preguntas por dónde queda el ayuntamiento te responden que a la las espaldas del quiosco de la Juani: Vamos a ver, si no sé dónde está el ayuntamiento, ¡¿cómo voy a saber dónde el quiosco de la Juani?!
Hubo una edad de la que ahora me avergüenzo. En aquella edad (de la que sólo me consuela que queda lejana) nos tomábamos la justicia por nuestra mano. Éramos tres amigos dispuestos a todo (eso incluía cambiar el mundo). Pues bien, cuando salíamos de viaje y nos perdíamos preguntábamos. La fórmula siempre era la misma: «Disculpe, villano, buen hombre: ¿Dónde queda… (y decíamos aquello que andábamos buscando)?». Y si el tipo tardaba más de 0,2 segundos en comenzar a desembuchar (señal de que se iba a inventar la respuesta, pues no la tenía interiorizada), o empezaba a repetirse pensando que nos tenía en sus manos por haberse aferrardo a la ventanilla, arrancábamos de acelerón dejándole con la palabra en la boca. Qué caras se les ponían… Uno, una vez, nos tiró el garrote.
Hola darlings, he estado con fiebre, y aún no estoy muy catódica (me lo acabo de inventar eh? qué chulo)... por cierto, algo dijiste LUX sobre Chiquito el otro día y no comenté la pena q me dio q se muriera y cuánto me he reido con ese hombre... no importaba el contenido, era la forma... recuerdo q hubo un punto en el q todo el mundo hablaba como chiquito... yo daba clases de inglés a unos teenagers en pequenios grupos, y las clases eran... un kandemor constante... bueno, eso.
ResponderEliminarDRIVER, como LUX ha borrado no sé a lo que contestas (insisto catódica), pero me puedo apuntar a la juerga? Y al City of Stars... qué mona esa canción.
Y LUX.. los q se aferran a la ventanilla de tu coche dándote las direcciones son también en SEvilla? Yo pensaa q era rasgo vetustoide (falta de habilidades sociales + brutez)... qué me dices de, si eres viandante, los q te llevan al sitio? "total, voy para allá". Los q cuentas de tu pasado Wayne, yo es que esta frase la veía terminar así:
"Y si el tipo tardaba más de 0,2 segundos en comenzar a desembuchar (señal de que se iba a inventar la respuesta, pues no la tenía interiorizada), o empezaba a repetirse pensando que nos tenía en sus manos por haberse aferrado a la ventanilla, le dábamos un tiro"
Yo, os lo digo: no entiendo esta mania de no preguntar. A mí me gusta preguntar, luego tb da anecdotas para el blog... :)
besos postfebriles
di