Hace un tiempo, encontrándome yo en el estado mental conocido como "pelín estresada, agotada, odio-a-todo-el-mundo-estoy-llena-de-mezquindad", mis seres queridos sugirieron/animaron/empujaron a que hiciera eso tan saludable que es correr. Hay que hacer ejercicio. Pero si ya nado un día por semana. Hay que hacer más. Mira que parque tan lindo tienes ahí enfrente de casa: venga, a correr.
Una maestra escocesa, rodeada de niños obesos [inciso: la Yaya decía a veces: "no es gordo, es fati" y yo no sé de dónde sacó la expresión "fati", a no ser que exista algo similar en catalán: ya sabemos que hay una conexión inglés-catalán en la palabra carrot-carrota]. Vuelvo, estaba en la maestra escocesa a la que se le ocurrió que los pequenios piranias comenzaran caminando y terminaran, tras varios días, corriendo una milla diaria. La iniciativa fue un éxito y se extendió por muchos coles, incluso en el extranjero, donde no rebozan y fríen las barritas de Mars, como hacen en Escocia (tal vez mi próximo país de adopción, oh dear).
Así que, si una panda de fatis lo han conseguido, Di, tú también, ya vas a ver. Y así inicié mi carrera en el mundo del correr.
Confesión: ya era aversa, aunque de adolescente era bastante deportista-sin molestarme en desarrollar ninguna técnica en particular, pero daba el pego. Pero el deporte me aburre inmensamente, y desde luego necesito algo que hacer con mi cabeza que no sea dejarla sola a su aire. Quién se quiere quedar a solas con sus pensamientos? El lector del blog entenderá por qué yo no. Y además, qué deporte? Nadar ya que me encanta el agua y la bici porque es emocionante (a ratos). Pero correr?
Alguna vez ya he dicho que, antes de mudarme a Londinium, mientras buscábamos casa, mi primer recuerdo de mi barrio fue el triángulo invertid de parque que tenemos con gente corriendo por él. Estamos hablando del anio 2002: mucha gente corría, pero aún no existían los "runners". Así que ver a gente correr bordeando el Common hacia la puesta de sol era incluso bonito, podrían haber sido atrezzo del ayuntamiento local para atraer gente a la zona, o de las inmobiliarias, para atraer compradores.
Han pasado 14 anios y ahora, ese mismo parque está plagado de "runners". He dicho plagado, de plaga-plagae. Literalemente, no hay una hora del día -o la noche, lo aseguro- en la que mires por la ventana y no veas a alguien corriendo. Y efectivamente, el primer día que bajo a hacer mi milla ahí están todos: hordas de corredores superequipados venga a dar vueltas al triángulo escaleno.
Cinta de Moebius, divagantes. |
Yo lo intento, y el primer día, entre correr y andar consigo hacer la milla. Cuando termino, estoy tan gruniona o más que cuando he empezado. Porque claro, he bordeado el parque pero en mi cabeza ha ocurrido lo verdadaderamente terrorífico: he estado surfeando por la Cinta de Moebius en barrena sobre toda la gente a mi alrededor, como yo, escapando de un "stress" en lugar de encararlo.Todo ello sazonado con imágenes vívidas de la cantidad de "corredores" que me rodean (si estáis leyendo: os odio!).
Porque oiga, hoy quien no ha corrido una maratón no es nadie. Vamos, que una madre del cole que me dijo que había corrido media, me dieron ganas de hacerle un "pff" a la vez que agitaba una barra rebozada de Mars ante su careto. Tengo tantos conocidos cuya vida ha sido transformada por el virus del correr... Mi misma junior, una chica de veintitantos que se pasa toda la semana de guardia, el finde se va a correr la maratón de Ginebra, y el lunes está en el curro como una rosa (vale, esto es envidia: mi cuerpo fenecería ya solo con la semana de noches siendo primera en guardia, no metamos la maratón aquí). Eso sí, ya ha empezado a dudar: "hablé con gente en el avión que venían de la maratón, y están locos... han corrido ya 100 maratones, y no pueden parar, y solo hablan de eso... un aburrimiento".
Luego mi suegra, me habla de un amigo del Peda que "está tan delgado" porque no para de hacer triatlones y escaladas y mandangas. Y yo pienso: ah, es así como presentan hoy en día las crisis de mediana edad? O tal vez las de pareja? Porque mira que mola irte a "entrenar" cuando los ninios están haciendo los deberes, la cena y el banio.
Me meto en el Journal de Cardiología de Nueva Inglaterra, o similar, y me encuentro con dos estudios que dicen que si correr no es bueno, que si más de dos horas semanales, mal, por no hablar de las maratones que son directamente Lo Peor pal cuerpo. Yo esto ya lo sabía: solo hay que ver lo envejecidos que están (O es que son los cuarentones los que más corren?).
Sigo con mi milla unos días más: el existencialismo se hace insportable. Ya no es que me caigan mal los que corren, es que a ratos les desprecio (como si fueran votantes del PP todos-ajos! ajos!-, o del Leave-ristra!), e incluso siento flashes de odio. Fantaseo con la conversación en el avión que vuelve de Ginebra lleno de coleccionistas de maratones, a los que arengo a que rompan sus cadenas, o bien conmigo en el metro con uno de estos runners, que me ensenian sus apps del correr, y su botella ergonómica, y me hablan de lo que les desestresa correr, y yo les hablo del libro al que tengo ganas de volver.
"Aún sigues corriendo?", pregunta uno en el trabajo, preocupado.
"Mira,-le espeto- el otro día oí que el estar parado es el nuevo fumar, quien no hace ejercicio está estigmatizado. Pues yo digo: correr es la nueva religión, lo que hay que hacer. De repente, todo el mundo habla de eso. Todo el mundo, es exagerado. Me dan ganas de echar a correr".
El sábado voy a la piscina, con mi MP3, lleno de música que haría bailar a un vasco. Yo salgo del agua siempre lista para irme clubbing, tal es la energía. Y mientras nado, tengo una revelación: qué me gusta hacer a mí que envuelva ejericio? BAILAR! Así que me iré al parque por las tardes con mis cascos a hacer precisamente eso. Y cómo fastidiaré a los runners que pasen por alí, con su cara seria concentrada y virtuosa, desgranando su rosario de millas/pulsaciones/calorías/nivelesdeglucosa diarias.
Al día siguiente recibo un email. "Funky moves", la clase de baile que hace Mini, ofrece sesiones para senioras de una edad (dicen "mamás funky") en el quiosco de la música del parque durante el verano. Te darán unos cascos y... no sé que más... Mi primera clase es mañana.Wacth this space.
Siento disentir del origen britano-catalán que apuntas. Las ancianas de mi casa llamaban “fati” a los gorditos por Roscoe Conkling Arbuckle, de la pareja cómica El Gordo y el Flaco, conocido como Fatty Arbuckle, quien hizo furor en las películas cómicas que vieron, de jóvenes, nuestras ancianas respectivas.
ResponderEliminar“Ese está hecho un fati” es una frase que escuché muchas veces.
En aquella época en la que "delgadez" era una palabra íntimamente ligada a la situación de "hambre", lo "fati" resultaba "hermoso". Ahora, lo "ajamonáo" como situación deseable ha sido sustituido por lo "amojamao". Y no sé si es bueno para la salud y larga vida, porque conozco a varios maratoneros que llevan en la cosa más de 5 años y todos tienen problemas de salud.
Como aprendí en Ásterix, "están locos estos romanos".
Buenísimo lo de "fati", NáN. Me lo apunto. Pero no es el gordo de "El gordo y el flaco". Con quien hizo pareja Roscoe, el de los tristes destinos, fue con Buster Keaton en sus comienzos. Luego la carrera de Fatty se fue al carajo por un escándalo orgiástico que incluía señorita violada con botella de champán. La pobre se murió. Claro que la prensa sensacionalista de entonces dejaba al The Sun actual como un diario serio, poderado y sensato (que es lo pretende el sr. Burns, digo Rupert Murdoch)...
Eliminar¡Ostis, tú! ¿Ves cómo soy un burro para el cine, que no recuerdo los detalles y confundo las cosas?
EliminarEso es, "El Fati", grande del cine de humor, era compñero de Buster Keaton, no el del Gordo y el Flaco. Por eso leo tus artículos de cine pero me da vergüenza comentar.
Las ancianas de mi casa sí lo sabían. Y lo de llamar "fati" a los gorditos es auténtico.
NáN, te juro sobre siete biblias que habré tenido unos tres mil alumnos en mis excepcionales clases de Historia de cine o Análisis cinematográfico, y NINGUNO sabía quién era Buster Keaton. Así que imagina a Fatty... A esas ancianas tendría que haberles dado clase...
EliminarEs que todo se va convirtiendo en moda imprescindible para los que dicen que saben vivir.
ResponderEliminar¿Como, que nos has corrido tal o cual maratón?¿Cómo que no has leído tal o cual libro? Todos es culto a...
Yo como buen privilegiado puedo ir andando al trabajo y me hago cerca de ocho km diarios y sí tomo mucho ajo (alimento imprescindible para la salud) pero ni por asomo se lo voy recomendando al personal. Allá cada uno con su cada una.
Y ya que estamos con lo de fumar tras casi seis años de haberlo dejado no lo he echado de menos ni un segundo. Aunque ya sabemos que de poco sirve y si no que se lo pregunten a Cruiff.
Vamos a ver Di!
ResponderEliminarTras leerte unos meses y observar lo que realmente te gusta, te insto (de instinto, que no de instancia ) a que encares tu destino.
Tú has venido a este mundo a bucear en Grecia. Y punto.
Afróntalo.
Es lo que de verdad te va.
Yo te entiendo tannnto.... en una época nefasta de mi vida se me ocurrió ponerme a correr a ver si era verdad eso de lo bien que sienta. Odiaba a todo el mundo, a todos los runners que me encontraba y lo peor, me odiaba a mi misma, corriendo soy la peor versión de mi misma, la más peligrosa. Gracias a dios encontré el sentido común y como Forrest Gump un dia me paré y dije "hasta aquí" y nunca más.
ResponderEliminarTe recuerdo mi entrada Malditos runners.
http://www.cosasqmepasan.com/2012/06/malditos-runners.html
Viva la natación.
Correr es de cobardes, dicen.
ResponderEliminarCorrer, volverse un "runner" es cosa de la venta de championes= zapatillas deportivas, puro negocio. Hace mal a las articulaciones, en especial rodillas. Es mejor caminar a paso sostenido, nadarse unas cuantas piletas que correr. Hace años pasó lo mismo, a correr que se acaba el mundo y sufirmos una invasión de marcas y modelos varios de calzado y ropa deportiva, se acuerdan?, estamos en un revival...de tantos. Buen finde a todos.
ResponderEliminarLo de las clases de baile parece infinitamente más divertido. Y perfecto para tí: es la versión deportiva del Karaoke...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSí, Señor Luxy. La zanahoria, carlota. Y las judías verdes, bajocas.
EliminarNo éramos salvajes, lingüísticamente hablando, ni ná.
Hola darlings, solucionado el misterio de "fati" gracias a la colaboración de varias mentes preclaras divagantes!!! Love you loads! Fati sería el obeso, mientras q gordo el sobrepesado sin más.
ResponderEliminarAhora, la zanahoria carLota??? Yo creo q decía carrota, sin la ELE... a la hija de una familiar le pusieorn "Carlota" y a la Yaya no le gustó nunca pq le sonaba a el tubérculo...
Bajocas! MI suegra las llama "vainas" y así las llamamos en casa...
Cesuchi y DRiver... vosotros sí q me conocéis, rufianes... lo mío y el baile. Os cuento lo q me ha dicho MIni? Que maniana cuando aparezca en el curso y me registre diga q soy "Mrs Williams", pq le preocupa q gente concoida (sus profes) me vean bailar (con pegatinas ene l culo). Y lode Grecia está hecho... en una semana estaré en el Jónico, chatos...
JOta, yo es q ocn el ajo te imagino a lo Javier Bardem en Jamón Jamon, te acuerdas?
Y MO, ya sabes q te quiero toda, pero cuando más te quiero es cuando nos une el odio... grunionas de la red! Unios!
Y FIOReLLA, TIENES TODA LA RAZÓN CON la parafernalia comercial q hay alrededor del correr.. pq en teoria seria el deporte más barato, pero sabes q ahora hasta tienes unos kms a partir de los cuales has de renovar las deportivas incluso si no están rotas?
LOv
di
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarMi héroe deportivo de todos los tiempos, el afable y educado tenista John McEnroe, decía que "Correr es la actividad más estúpida que puede hacer un ser humano". Él se entrenaba jugando dobles con su eterno compañero Peter Fleming. Mi segundo tenista favorito, otro artista de la raqueta pero que no ganó nunca nada importante, el bizarro Vitas Gerulaitis, se entrenaba cerrando la célebre discoteca neoyorquina Studio 54. También se rumoreaba que en vez de talco espolvoreaba sus muñequeras con polvos colombianos. Si es que ve uno hoy día a un Nadal, el de Mapfre y el Banco de Sabadell, destrozado físicamente a los 29, inyectándose voltarén como un loco y es que dan ganas de prohibir el deporte profesional. Y después, el amateur...
ResponderEliminarJoé, no sabía nada de este tal Vitas. He mareado Google y casi me ha dado un soponcio*.
EliminarMe ha encantado esta frase suya:
"Vitas Gerulaitis, en la rueda de prensa post-partido del Masters de 1979, tras vencer a Jimmy Connors, con quien había perdido los 16 enfrentamientos anteriores:
'Y que sirva de lección para todos: ¡Nadie gana a Vitas Gerulaitis 17 veces seguidas!'."
*soponcio, por si no lo sabías, era un combinado del siglo XIX, hecho con cerveza y ginebra. Los bebedores tenían a veces unos "colapsos" muy suyos que dieron lugar a la frase (ya para señoritas que no habían trasegado unos soponcios): "Le dio un soponcio".
NáN, ¡estás que te sales! Deberías escribir un "Diccionario de argot histórico". Yo tengo uno sobre el slang inglés y es el único diccionario que hojeo de vez en cuando (porque, si el de la RAE lo patrocina La Caixa en Internet, ¿para qué consultar los dos tochazos?). Además, lo que hay en castellano o bien es del siglo XVII o bien es alguna mamonada escrita por los negros de Cela y similares...
EliminarAhora bien, esa mezcla de ginebra y cerveza debe ser asquerosa...
Te veo muy en la línea de Bolaño a sus 44 años, cuando publicó un decálogo de 12 puntos aconsejando a los que quieren escribir relatos.
EliminarEstos dos puntos son los que nos interesan:
4) Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.
5) Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.
El hombre sabía, qué duda cabe. Como dijo Cabrera Infante, "Cela es el autor de un par de libros repugnantes que nadie conoce fuera de España". Aunque a mí me fascina la historia de "La Catira", novela que le encargó el dictador venezolano de turno para que sustituyera a "Doña Bárbara", de Rómulo Gallegos, como libro nacional venezolano. No lo consiguió. Me sorprende que Bolaños no cite a José María Arguedas, que está bastante en su línea. Respecto a Umbral, es detestable, sí, pero sus libros (¿?) de "crítica e historia", tipo "Las palabras de la tribu" o "Los botines blancos de piqué" tienen cierta gracia. Dice lo que todos hemos pensado respecto a Azorín ("el chufero valenciano") o Baroja ("Hace sus novelas de cualquier manera"), pone bien al olvidadísimo Gabriel Miró, etc.
Eliminar