Al género de la "novelas de formación" (también conocido como "Bildungsroman" o, en inglés. "Coming of Age") pertenecen aquellas que hablan de los años de aprendizaje del personaje principal, en los que crece psicológicamente y, a través de ellos el autor nos lleva a entender cómo se ha convertido en el adulto que es. Ejemplos me vienen a la cabeza un montón leídos en la época pre-divlog (luego no hay hiperenlace, felicitémonos) como "El guardián entre el centeno", "El señor de las moscas", "The bell jar", "Diarios de motocicleta", "Lazarillo de Tormes", "La montaña mágica", y otros de estos últimos doce (ooops) años como "Matar a un ruiseñor", "Middlesex", "La amiga estupenda", "Oliver Twist", "La breve vida maravillosa de Oscar Wao" o "The falconer". Entre los primeros, los pre-blog, también está un libro del que hablaré luego titulado "Las edades de Lulú", de Almudena Grandes, que tristemente falleció ayer. En mis últimos años de adolescencia caí por casualidad en unas conversaciones radiofónicas entre tres personas. Ocurrían diariamente de 11 de la noche a 1 de la madrugada, y hablaban de lo divino y lo humano. Uno era un pintor e historiador de derechas, que aún así me caía muy bien; otro, un antropólogo comunista de la Universidad de Barcelona que era mi mito absoluto y luego estaba Almudena Grandes, una escritora que hacía poco había ganado "La sonrisa vertical" con Lulú. Yo no la había leído, y empecé con "Malena es un nombre de tango", porque es el libro que ella publicó cuando escuchaba ese programa. Sin ninguna referencia literaria, lo compré únicamente porque ella, la autora, me caía bien. Creo que no he vuelto a hacer esto ya más.
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Grandes y Matute |
Esas tres personas entraban en mi habitación cada noche, y eran un sueño para mí. Recuerdo perfectamente la situación: sentada en mi mesa de estudio -hacía primero de carrera-, la casa se empezaba a quedar en silencio y yo sintonizaba la radio, a ver de qué hablaban hoy. Me auto-engañaba pensando que "estudiaba con el programa de fondo", pero lo que hacía era empaparme con la sabiduría y la cosmovisión de los tres. Con ellos aprendí lo divertida y necesaria que era la provocación, muchos de los libros que leí fueron referencias de aquella conversaciones (la maravillosa "Los hijos muertos", de Ana María Matute por ejemplo, recomendado por Grandes), y mejoré en aquello de "pensar"-todavía estamos en ello. Todo el tiempo en el que no me estudié las mitocondrias fue el tiempo mejor empleado de mi vida, porque esos tres monstruos contribuyeron un poco a que yo sea quien soy: fueron un trocito de mi personal "novela de formación". Algunas veces he leído en redes sociales comentarios de otra gente que escuchaban ese programa en esa época y siempre parecen haber estado en un momento vital similar al mío. En aquella época obviamente nada de esto de conectar por internet existía, luego yo no podía comentar el remolino que habían dejado esas conversaciones en mí por la mañana con nadie. Mis compas de la facultad estaban, como Dios manda, memorizando las mitocondrias - no hay más que ver el resultado de una vida solo leyendo sobre las mitocondrias, a juzgar por algunos de sus comentarios en el grupo de whastapp de la promoción. Pero divago, lo que quería decir es que los comentarios de estos desconocidos me indican que nos creemos parte de un club que vivió aquellas noches, cuando teníamos 19 años, como algo especial y mágico, y parte de nuestro aprendizaje.
Como digo, comencé con "Malena", un libro del que no recuerdo mucho de la trama, pero sí el tema: ser cierto tipo de chica/mujer -no como las de mi cole de monjas o como mis amigas- en la España de la época. Como ejemplo, recuerdo un par de cosas. Una, en la adolescencia de Malena, su descripción de los movimientos de cadera del chico que le gusta, el guaperas de toda la vida, jugando al pinball. Dos, la última frase de la novela: ella decide darle una oportunidad a un tío basándose en su elección de adjetivo al piropear sus piernas. "Malena, tienes unas piernas cojonudas". Y ella piensa, "si me hubiera dicho bonitas, o preciosas, me habría dado igual, pero ha dicho cojonudas". Le entiendo perfectamente: el lenguaje hace la realidad, tu lenguaje te define: ante un tío que en lugar de "follar" me diga "hacer el amor", yo me visto y me voy. Pues eso. (Saludos a mi suegra :))
Luego leí "Lulú" (anécdota: la tenía en la mesilla cuando vino a visitarme el médico de toda la vida, no sé qué me pasaría. La cogió, miró la cubierta y me dijo: "¿Esto no es un poco fuerte?"), y enseguida vi bien claro por qué una desconocida había ganado "La sonrisa vertical". Quien se quede con que es solo una novela erótica -me descubro ante estos trozos, saber escribir de eso- no ha entedido nada. Es una Bildungsroman en toda regla en la que podemos llegar a entender su relación obsesiva y ante todo, de poder, con su pareja, desde su infancia (si hubiera sabido lo que es una Bildungsroman en esa época, se lo podría haber dicho al médico). A partir de ahí, iba leyendo casi todo lo que publicaba como quien escucha a una amiga mayor que te cuenta lo que es la vida de otras mujeres, en partes de las cuales podía verme reflejada a veces, o no. Aunque no volvió a la literatura erótica, la mayor parte de sus personajes eran mujeres de armas tomar, que hacían cosas, y que además eran pasionales y se enamoraban como bestias. Por esto, algún amigo con el que hablaba yo de libros la miraba por encima del hombro con aquello tan irritante de "literatura de mujeres", como si el amor y la pasión no fueran una parte de la vida. Hay literatura buena y mala: superadlo.
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Biblioteca del Paraninfo en Vetusta |
Hace unos años, en Febrero de 2013, vino Grandes a Vetusta a presentarle un libro a Julián Casanova, catedrático de historia de la Univetus, estudioso de la memoria histórica. Yo pasaba por Vetusta justamente y me presenté en el Aula Magna del Paraninfo, una sala preciosa, como todo el edificio -la biblioteca es para morir de Síndrome de Stendhal, y en ella pienso cuando Mariona Calleja va a la de Banderley. Al final, un grupito fuimos con nuestros libros a que nos firmara y fue una de esas ocasiones en las que una se plantea que igual es mejor no saludar a gente que no te conoce pero que ellos ha significado algo para ti. Supongo que estaría cansada, y aunque nos firmó, yo sentí que la habíamos molestado. Al final, eso no era la feria del libro .
Independientemente de lo anterior, lo cierto es que, a medida que iba creciendo, sus libros ya no suponían lo mismo para mí. Esto es un ejemplo claro de cómo ciertos libros, da igual cuando te encuentren que te van a trastocar de todas maneras -hablamos de los ocho miles que nos decía NáN-, pero hay muchos otros que te han tocado a los 20, pero a los 40 ya no. Dejé de leer a Grandes en el tercero de la saga de los "Episodios de una guerra interminable", e hice divagues de los dos primeros aquí: "Inés y la alegría" y "El lector de Julio Verne". Luego mi amiga Mónica me regaló "La madre de Frankenstein" por el tema de la salud mental, y me reafirmó en mi posición: ni siquiera hice divague, aunque anoté aquí mi pequeña pataleta por la pobre documentación sobre el tema psiquiátrico, en el que se dan datos no-científicos que equivocarán al lector sobre lo que es genético y lo que es adquirido.Grandes dice que todos los libros de esa saga terminan mal, obviamente, porque el fascismo ganó la guerra y se quedó 40 años. Todas son historias de gente que perdieron, pero lucharon, y eso es lo que importa. Por eso hace volver a los exiliados en los epílogos, para de alguna manera forzar un final feliz. Al final de esta entrevista que le hizo Pablo Iglesias en La Tuerka en 2018, le pide que brinde por algo y ella dice "ya que estamos en Abril, por la Tercera República, que espero verla antes de que me muera". Y aquí se me ha quedado el corazón helado, como el título de una de tus novelas, Almudena.
Pero aquí nos quedamos los que esperamos la Tercera República y tantas otras cosas con las que soñabas. Cosas que a día de hoy no prometen pero por las que, como hicieron tus personajes, merece la pena luchar. Gracias por tu parte de traerme hasta aquí.
Me leí Malena, me leí Lulu y en la época blog nada. No me dejaron huella ni para bien ni para mal.
ResponderEliminarYa sé que no queda políticamente correcto pero para mi lo más importante por lo que me atrae es que es la pareja de garcía montero y algo tendrá que ver en inspirar al mejor poeta vivo en español. Tu me llamas amor, yo cojo un taxi.
En españa habrá república cuando haya republicanos y no me refiero a los que quieren la república para otras cosas. Pasó en la primera, pasó en el 31 y sigue pasando ahora que repúblicanos hay pocos.
Si la república es un espacio de librepensamiento me apunto. Soy constitucionalista por encima de lo demás como modelo de pacto, si hubieran elegido república, yo al menos, la habría aceptado sin problema.
El paraninfo de nuestro pueblo es un edificio delicioso, apasionante, rico en cada rincon empezando por las escaleras. Hace poco tuve la ocasión de dar un par de charlas en el aula magna y no tengo empacho en decir que sufrí de una mezcla de emoción y acojone.
Libertad y republica compañera y descanse en paz almudena.
Bueno, tres cosas. Hace falta mucha energía, ganas reales, disciplina, y talento para llevar este blog.
ResponderEliminarEn los comentarios del enlace sobre M.Delgado aparecen varios largos de Nán, al que me ha gustado mucho releer.
No sé con exactitud lo que es "alta, baja cultura", pero este blog en sí mismo creo que está más cerca de la alta, y lo digo como elogio.
Un abrazo
Hola TXELOS, qué bien verte por aquí. En ese entrevista q cito Pablo Iglesias dice q Lulú le dejó flasheadísimo a él y a sus amigos (los de las quechuas y palestinos), q en esa época no se había nada igual y eso, pero ya veo q a ti... meh: en Vetusta esas cosas no nos impactan, jajaja, con novedades a nosotros. Que, por cierto, yo fui a ver la peli en los Buñuel (te acuerdas?) y sabes quién entró, con gran ruido de cadenas y cazadora de cuero a verla? Enrique Bunbury! Y no, no le pedí un autógrafo, soy de las q no me hago foto con los famosos... :)
ResponderEliminarAla, tengo un amigo q da charlas en la magna! Con este famoso sí q me haría una foto y posterior paseo por la biblio... hace un tiempo se la enseñé a Mini.
Y spr me acuerdo de lo fan q eres de Gcía Montero. Que te escriban cosas como "que no puede cansarse de esperar / aquel que no se cansa de mirarte", ya es para morirse tranquila. Aunque no haya llegado La Tercera. Que llegará-solo danos tiempo. :)
Abrazo
di
No da charlas dio dos charlas q realmente podría decirse una en dos actos.
EliminarNo sé si sabes q en esa misma aula impartió einstein.
Bss
Ps. No iras a comparar a los vetustianos con los coletas.
Oh ANDANDOS< nos hemos cruzado mientras contestaba a TXELOS! Qué activos estáis los vetústicos, tenéis frío o qué? Bueno, tras sonrojo en la distancia :) decir dos cosas: 1. q a mí me parece talento lo q tú haces con el piano y 2. q me alegro mucho q hayas llegado a los comentarios de NáN... yo también los he leído y, como todos, le echo mucho de menos...
ResponderEliminarPor consolaros, aquí tb un frío horroroso, 1 grado ["real feel -5" según mi teléfono] pero como hacía sol me he ido en bici a Hyde Park. Resultado: me he sentido Robert F Scott, q por cierto, vivió en una casa en una calle (Oakley St) por la q he pasado (hay placa azul), así q a la próxima os haré una foto, q para algo hay un distinttivo en el blog llamado "placa azul" ... y hay como 2 entradas :):):)
Besos
di
Bueno, no contaba con tus elogios del rebote, muchas gracias y que no se repita. Dicen, Dí, que todos tenemos talento regalado para algo, y también que tenemos todos "tendencias artísticas". No sé.
ResponderEliminarDe Almudena Grandes leí los primeros y en la última criba eliminamos todos sus libros, por espacio. Solía leer sus columnas y me caía bien. Estaría bien morir a tiempo, creo que ella se ha adelantado. En fin, un abrazo y ojo con la bici, aquí con la bici, los patines, el tranvía...
En el Paraninfo hay una exposición de, creo, caricaturas que queremos ir a ver tranquilamente. El semáforo que hay enfrente creo que ya no es el más corto de Vetusta. El depósito creo que ahora es una ludoteca o jardín de infancia, algo relacionado con niños. Notó que Txelos y tú lo conocéis bien, el Paraninfo.
NO, no, TXELOS, no comparo vetústicos de pro con melenas y maleantes, vade retro! (mi cv me avala jaja). Lo de Einstein no lo sabía, muchas gracias!!! He encontrado toda la historia aquí:
ResponderEliminarhttps://zaragozaguia.com/la-visita-a-zaragoza-de-albert-einstein-en-1923/
y ya ves q no conozco el Paraninfo tan bien, ANDANDOS, pq nunca me he fijado en la placa q lo conmemora. Y dió dos charlas, como tú TXELOS! Menudos dos días se pasó en Vetusta el tío: solo le falta "El Lince", lol
Para los no vestústicos, el Paraninfo era la antigua Facultad de Medicina (jaja, graciosos, tan antigua q ni yo estudié allí) y en un lateral estaba un edificio q toda mi vida me ha fascinado, "el depósito" q dices ANDANDOS (o Instituto Anatómico Forense). Me parece fatal q lo hayan remodelado como explicas a parque infantil o similar, qué falta de sensibilidad para los que nos quedábamos ahí mirando a través de las rejas, admirándolo todo gótico, terrorífico, con la hiedra comiéndoselo... hace tiempo q no paso por ahí, e igual no deba...
Por terminar con ALmudena, podríais hablar con vuestras guaifs o hermanas o amigas q la leyeron para ver lo q supusieron para ellas sus primeros libros a los 18-20 años. O escuchar (en mi caso en aquella radio nocturna) su visión del feminismo, de cómo el cuerpo de la mujer había vuelto a ser una cárcel, de la desconfianza de los seres asexuados o q usan el sexo para controlar/reprimir, del amor por la literatura, de su poder para salvarte si eres diferente... No había tanta gente hablando de esas cosas a finales de los 80, principios de los 90.
Queridos, salud
di
Mi mujer la leyó más que yo y le influyó, sí es cierto. Con nuestra hija es diferente, parece haber, entre ella y nosotros, veinte generaciones interpuestas. Los tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo
Mira, ANDANDOS, esta reflexión q haces me pasa a mí también. De eso va ser "otra generación"? Hablando de generaciones, piensa en la brecha entre mujeres de mi edad o tal vez algo mayores, q no tenían nada en común con sus madres -esas pobres mujeres de los anios 50 en ESpania-, y sin embargo compartían más con sus abuelas. Esas mujeres de los 50 iban mucho más atrasadas q sus propias madres: para q luego digan q la historia no retrocede. Yo tuve una yaya de esas... :)
ResponderEliminarBesos
di
Es cierto. La abuela de mi mujer era más moderna que su hija, y apenas había salido de su pueblo, de su zona, que debía ser 40 kms a la redonda, tirando mucho.
ResponderEliminar¿Sabes qué es hacerse mayor?
Un lento despedirse de todo lo que formaba parte de tu generación, de la identidad generacional, desde las personas importantes a los detalles más pequeños. Bueno, yo lo siento como un constante acercamiento a la soledad. Como es algo subjetivo no hablo apenas de esto.
Piglia: llevo leído aún poco pero bien. Me gusta cómo escribe y lo que escribe, todo lo hace interesante supongo que por la manera de contarlo.
Un abrazo
Bueno, parte del comentario anterior es demasiado sombrío. Si hay una esfera pública, otra privada y todavía otra íntima, parte de este es de la íntima, o sea, de la que se piensa pero no siempre se dice. En parte este tema es tabú, solo que cuando era joven no lo sabía ni me preocupaba.
ResponderEliminarEn este blog no hay tabúes, sin embargo.
Un abrazo
jajaja ANDANDOS: no creas, hay mucho tema-tabú en este blog, por ejemplo prueba a decir "Gran contribución la de Freud al SXX" o "soy femenina, no feminista" o "privaticemos la sanidad" y sale un monstruo peludo. Pero vamos, nadie dice eso pq solo estáis tres al otro lado y sois adorables, contando historias personales e íntimas como dices, q a otros nos ayudan a ver el mundo desde los zapatos de otro. Esto no es frecuente en la vida del día a día pq, aparte de en según qué trabajos, nos acabamos juntando con gente muy parecida y eso nos quita la perspectiva. Aquí te puedes salir de eso, solo un poco...
ResponderEliminar... solo un poco pq a todos nos gusta leer :)... Cómo me alegro q te estén gustando los diarios de Piglia. Yo acabo de empezar uno de Sally Rooney, una irlandesa joven... ya contaré...
Besos
di
Las novelas de Almudena Grandes no formaron parte de mi educación, llegué un poco tarde a ellas y me fui como tú a mitad de sus episodios, ella me parecía una buena escritora que no me emocionaba del todo, aunque algunos de sus libros los disfruté mucho. Pero decía verdades grandes como ella y hasta daba buenas recetas de cocina.
ResponderEliminarHabrá república cuando queramos, ni más ni menos. Si, como ahora, nos conformamos con la monarquía, pues ya ni preguntamos. No hace falta tener un país de librepensadores para tener una república, basta no querer un sistema que se mantiene por huevos, literalmente.
marisa
Muchas gracias por tu comprensión. Lo de "hacerse mayor" puede ser un tema tabú también, propongo. Es un rollo para quien no lo es, como para mí cuando era joven. Suele ocurrir con los hijos, de los que a veces se habla como si fuera el primero o primera que los tiene. Es normal, comprensible.
ResponderEliminarDejo definitivamente el tema pelma de la vejez y vamos a lo importante: ¿ya has encargado las borrajas o los cardos? Y otro no menos importante: ¿no había por aquí unas comentaristas habituales que se llamaban, creo, Cesita, Irene y creo que me estoy dejando a alguien más, aparte de Marisa y Anna? Recuerdo que una de ellas cantaba. Luego estaban también algunos varones, que quizás diría Nán.
Ayer hablaba con alguien sobre qué es ser rico, y no estábamos de acuerdo en si era tener tiempo o dinero. O ninguno de los dos.
Piglia: habla a menudo de temas literarios, qué es escribir, qué es un escritor, y desliza frases de esas definitivas. Estoy seguro de que te interesará.
Un abrazo
Hey darlings, qué tal.
ResponderEliminarMARISA, no recuerdo haberle leído a Almudena ninguna receta aparte de una frase de hacer rosquillas en "Inés y la alegría": "harina, la que admita". Esto me recuerda cuando le preguntas a alguien q sabe cocinar por las medidas exactas y te dicen "ya irás viendo" (ja!). Te acuerdas de aquella crema de calabacines? las iratis llorando en mi casa a los gritos de "no es como la de la amá!". Cabronas: esa se la guardo.
Y de rosquillas a república. Decía por arriba TXELOS q la masa (no de rosquillas) ejpaniola no es republicana y estoy segura q tiene datos, pero afortunadamente (y enlazando con lo del peq. mundo de cada uno), la mayoría de la gente a mi alrededor no son monárquicos. Antes aún había esa gente q decía "yo no soy monárquico, sino juancarlista"... dónde están esos, me parto...
jaja ANDANDOS, no es tema pelma el de la vejez... nos va a llegar a todos. Tus perplejidades, lo q describes, son temas muy arriba en "la pirámide de Maslow", temas filosóficos q uno se puede permitir cuando lo básico está cubierto, y me refiero a salud (y por supuesto, tener donde caerse muerto). Así q llegar ahí y poder hacer observaciones es una suerte. El otro día en una conversación nos planteamos cuál era la mejor década q habíamos vivido... yo decía q para mí la de los 30 [pq la de los 20 es de tal incertidumbre y trabajo bestial]... y ni nos planteamos que la mejor igual esté por venir... si el cuerpo aguanta :) jaja...
Sobre los cardos, es pregunta dolorosa: el otro día hicimos un pedido y contestaron diciendo q "nos devolvían el dinero pq pesaba demasiado y no les sale rentable". Es un drama (brexit? transporte?). En Vetusta habrá, pero aquí q tenía estos botes de "gourmet at home" y ya no...:(
Y los antiguos divagantes habituales... algun@s reaparecen como el Guadiana (cesita & snoid), de Ire supe para mi cumple, está bien. y los varones no pueden seguir mi ritmo :):). Spr digo q la gente viene y va, y es lo normal... al final spr contamos la misma historia y no somos precisamente Piglia, jajaja... que sí, tienes razón, hace mucha metaliteratura, por eso me gusta...
Muxus a los dos!!
di