Domingo, 22 de Octubre de 2017
El Blue Lagoon (El Lago Azul) no solo es una peli ochentera cursi sino también una de las mayores atracciones turísticas de Gozo (junto con las otras dos, que también son azules: "la ventana azul" y "el agujero azul" de los que hablaré maniana). Tanto azul podría saturar pero es que Gozo es azul.
El Blue Lagoon está entre la isla de Comino y la islita de Cominotto (enfrente de Gozo, cerca de Malta), y se accede con barquitos turísticos desde ambas islas. No hay coches y en Comino tienen por lo visto solo un hotel, que no vimos. Por ser una playa turística, decidimos ir en lunes o martes, para evitar los malteses domingueros, pero a medida que se acercaba la fecha veíamos en las predicciones que a partir del domingo salía nublado. Y los mares sin luz, particularmente estos azules de película, no son lo mismo. Así que nos lanzamos en domingo.
Dejamos el coche en Mgar y enseguida salió nuestro barquito, con otra gente. Ya habíamos visto de lejos en el ferry el azul espectacular de este trozo de mar y cuando llegamos no decepcionó: es verdaderamente como imaginas las Mauricio. Sin embargo, la cantidad de penia era también nivel leyenda. Barquitos y barquitos habían debido llegar de todo el Mediterráneo sur, porque aquello era un hervidero. Efecto domingo? No olvidemos que es finales de Octubre: qué debe ser eso en Agosto. Además, lo he llamado playa pero en realidad es todo roca: un monte como está mandado, y ahí tienes que acampar y bajar a la playa con tus cangrejeras (si las tienes, el Peda insiste en no coger las suyas) como puedas. Logramos localizar un sitio decente, pero a medida que avanzábamos con todo el equipo hasta allí, esquivando gente con pinias coladas, el Peda hizo una de sus lapidarias: "el día más feliz de mi vida". Realmente, playas con gente no es mi cosa... había hasta gente con pulsera de los resorts!!
El banio fue muy agradable, porque la gente que se remojaba (atención a la foto, había mucha más gente en rocas), se concentraba donde no cubre, pero por la zona de la izquierda con profundidad se podía estar muy bien. El snorkling no fue particularmente interesante porque todo lo que había en el fondo era arena blanca con las ondas de las olas.
Teníamos el barquito de vuelta a las 4:30, así que estuvimos un buen rato leyendo bajo una sombrilla verde lima chulífera que venía en el hotel-ni que decir tiene que no la pudimos clavar, así que había que sujetarla con lo que podíamos, pero así evitamos que la guiri se nos quemara. Cuando levantaba el viento hubo algún momento que podría haber terminado en cómico, pero afortunadamente, logramos controlarla. Al final subimos a la parte más elevada a explorar y la conclusión fue que el primer hombre que llegó aquí, debió ser feliz.
La vuelta en barca incluía un paseo por la parte de detrás de Comino para ver las cuevas y los acantilados.
De vuelta a Mgar, tiramos hacia el norte de la parte oriental de la isla, un pueblo llamado Nadur. El paseo por la plaza es familiar, y es que ya hemos estado en muchas plazas con gran iglesia y empedrado muy parecidas en estas islas. Por supuesto, los buzones y las cabinas que dejaron los ingleses siguen estando al lado de olivos y piedras mediterráneas: tan fuera de contexto. Pero tres hurras para el diseniador: atemporal.
En el pueblo hay un par de panaderías tradicionales, y terminamos en una comprando una pizza y demás para irnos a cenar a una playa. Hay un hombre que nos ensenia todo hincando su unia en la masa: yo me muero de asco pero el Peda me tranquiliza diciendo que esa unia ya no es fómite porque está en contacto con todo aquello. Hacemos muchas fotos porque tienen un horno de aquellos en los que metes las cosas con un palo enorme.
Decidimos bajar a cenar nuestra pizza a la playa de San Blas. Lo de "bajar" puede tomarse como sinónimo de "ir" pero no, es casi vertical: dejamos el coche y al final la pendiente se me antoja de más de 45 grados. Bajar es un dolor pero subir, ya con el sol puesto, creía que no llegaba. Pero cenamos solos en una playa desierta; parece otro planeta del que hemos estado esta maniana.
Tipica casa de Gozo |
«Azul»… ¡Pues yo no lo veo azul, ea, Di!
ResponderEliminarTurquesa, sí, cambiante según la luz, también; pero azul así tal cual y siempre, de esa forma tan vámonos que nos vamos, no. No sé, me da rabia que a la hora de nombrar lagos, tratar a niños y ancianos, conquistar a una mujer, o redactar las condiciones de un armisticio, no se sea más delicado. Es, siguiendo con el caso, como si le hubiesen bautizado el lago Mojado, ¡pues tampoco! O el lago Gran Masa Permanente de Agua Depositada en Depresiones del Terreno o lago GMPADDT, puaj.
Por otra parte, y dado que la empalagosa película El lago azul causó (hay estudios) tantísimo daño al turismo en esa zona y subió el precio de la insulia a nivel mundial irreversiblemente, ¿por qué no reconocer valientemente, o humildemente (que lo mismo es) aquella enorme metedura de pata de producción que tanto envalentó a las empederninas “románticas” y a los, perdón por la redundancia, varoncitos rijosos capaces de tragarse aquel bodrio con tal de pillar cacho y, digo, a modo de desagravio pasar a llamarlo el lago Empa*?
(*) Empa-lago, ji, ji, ji.
Ahora en serio, qué cosa más azul, por amor de dios. ¡Es azulísimo, coño!
Porque, ahora en serio, ¿de noche también lo llaman Azul? ¿Negro? ¿Según la Luna? Es que la gente es muy poco delicada, ¡¿o no?!
EliminarLUX, es cierto, es azul turquesa, y esa es la razón por la q fuimos de domingueros, pq sin luz es... GRIS. lUEGO ocurrió q el lunes y martes hubo sol (pero eso os lo contaré otro día).... hy tengo q hacer un webminar, q es asistir a una conferencia online... zzzz
Eliminarmuxus magenta
di
el lago mojado...:) me parto
Eliminary a mí de jovencita me gustó esa peli!!! por diosss cuánto danio...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarLux, te veo muy perdido.
ResponderEliminarAfortunadamente cuentas con mi apoyo no cndicIonal, osea incondicional, más claro no pienso cobrarte un pavo.
Veamos los azules.
Tenemos uno muy clarito, ni fú, ni fá, vamos un blanco manchado con una pizquilla de azul claro. Exacto, es el blanco roto con un imperceptible toque de azul claro. Hace falta un receptor de hondas alfa adaptado a las frecuencias del azul. Imperceptible. Le llamaremos blanco por falta de presupuesto para el receptor de hondas.
Luego viene el blanco azulado. Muy propio para pintar el cuarto del chavalín neonato.
Luego el azulado con carácter. Dentro de la gama baja se impone el color azul, sin miedo ni vergüenza ajena. A quien diga que es blanco azulado se le condena a galeras. Injusto pero muy práctico. Nunca volverá a confundirse.
Azul marino. Es una gama tan variada que aquí entran más de mil quinientos matices. Esto es lo que me gusta del azul, es tan universal, variado y ámplio de miras que apenas somos media docenas en el Mundo capaces de distinguirlos y hablar durante horas sobre sus matices. Quede claro que cobraría por ello.
Azul tipo camiseta de la selección española. En realidad es morado, pero años de prejuicios monárquicos nos impiden reconocerlo en público. Ya le llegará su momento con el advenimiento de la República.
Azul oscuro, casi negro. Una forma muy elegante de vestir para salir triunfante de cualquier evento, excepto de las fiestas de mi pueblo donde nos divertimos tirándonos tomates. De donde no hay, nunca de pudo sacar.
Negro, negrísimo. Mi cuñado dice que es azul, pero todos los años terminamos discutiendo por lo mismo. No es un color, es ya una tradición familiar.
Azul Di. Es el azul de las instantáneas tomadas por aquí la anfitriona. Un punto griego, un reflejo de casas encaladas, un toque de cielo sobre el azul y la indiscutida incidencia en el color de amplios espacios abiertos, que tamizan los colores planos y les dan un carácter pictórico, como entre cuadro impresionista y sábana blanca secåndose al. Sol frente a un punto indeterminado de la costa mediterránea.
Espero haber aclarado vuestras dudas.
Driver, macho, no has dicho más que tonterías. Pero con lo de «como […] una sábana blanca secándose al Sol» me has llegado al alma. Que definas el azul ciñéndote al blanco es, lo admito, de una capacidad evocadora de la que carezco, agradezco, admiro ¡y que da rabia también!
EliminarPoetas… Poetas, no valeis para nada (digo para consolarme mientras paladeo «como una sábana blanca secándose al Sol»).
Las palabras a veces son evocadoras.
ResponderEliminarA tí no te ha llegado al alma la frase, sino lo que te ha recordado.
Supongo que como yo has sido niño en el sur, así que de chico has visto cómo tu madre colgaba las sábanas en la azotea.
Todo un espectáculo de luz y colores reflejados.
Y ese espectáculo estaba en tu mente, guardado, hasta que una frase te lo ha sacado.
Y entonces has disfrutado.
¡Chapó!
EliminarJo DRIVER qué chulo... a mí me ha pasado como a LUX, es q esa visión de las azoteas con las sábanas tendidas, volando, con ese olor a Mimosín... mmmm Gracias por traérnosla...
ResponderEliminarLO del "azul di" excesivo, pero igual tienes razón... es el azul con el q os doy la matraca con las fotos de las vacaciones una vez al anio... :) y yo q pensaba q mi color favorito era el rojo!!
nice weekend babies :)
di
PS. No pregunto por las chicas pq en estas series de viajes entiendo q la gente hiberna (aparte de los muy cafeteros, res hurrahs por vusaltres) pero espero q estén bien...
más muxus