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17 septiembre 2024

De cómo acabamos en un crucero y de lo que allí aconteció (Parte II). Entrada en Hanoi (V16)

Viernes, 26.07.24: De la bahía de Ha Long a Hanoi

... como decíamos ayer, a tope con la experiencia, cortinas abiertas y nos despertamos con el amanecer a las 5:30. 
 

A las 6:15 había Tai Chi en cubierta y yo, que estoy en esas edades que a veces pienso "esto tal vez sea mi última oportunidad" (sin dramas, claro que puedo apuntarme a Tai Chi en un gimnasio, pero sé que esto jamás va a ocurrir -más después de haberlo probado-, así que esta sesión puede ser mi última -y primera- oportunidad al Tai Chi fácil), subo. 


En casa ya lo llaman "dispraxia", pero aquí en el blog podéis seguir usando el nombre científico ("pato mareado"): esa soy yo en esas movidas, dados mis problemas con la propiocepción en las plantitas de los pies, luego el equilibrio. El caso es que debo hacer el pazguato como siempre, pero aseguro que subir a esa hora ahí es lo mejor del crucero. Vais a pensar que me contagio de la música esa que sale de bambús, pero el estar ahí enmedio es La Paz (que está en Bolivia, gracias Les Luthiers). El Peda sube también, claro que él se queda mirando al infinito sin problemas, a él no le lían. 


Pero a las 7:00 hay que bajar a desayunar porque a las 8:00 hay una excursión opcional a un lago entre karsts con pescadores. Donde se cogen las barcas hay tiburones pequeñitos en una especie de piscinas. Subimos de los últimos y ya lo dice el poeta: los últimos serán los primeros, porque vamos los tres solos con el pescador en lugar de compartir con otros 5, superbien. 




Esta vez sí que pasamos por cuevas para llegar al lago aquel...


Este es nuestro remero. Nos deja sombreros cónicos que no son solo para turrar a los seguidores en las redes sociales, sino que protegen un montón del sol (tienen aislante como el que se pone en los coches en la playa por dentro).


Sé que todo el mundo odia ya oficialmente a los karsts, pero esto no es motivo para que no cuelgue el último. Todo porque tengo una foto con uno similar hace 25 años en Phuket, Tailandia,  en un sitio que llamaban "la isla de James Bond". Cuando llegamos, el Peda le dijo al guía, "pero dónde está James Bond?", y el pobre, aunque cortocircuitó unos segundos, terminó riéndose (nota: el "vascohumor" no se entiende fácil fuera de sus fronteras; es mi análisis, yo que lo llevo estudiando unos años).


A las 9:30, de vuelta a la habitación, hay que duchar, recoger, y el Peda anota: "aún me da tiempo a tomarme una cerveza en el balcón" (la foto también es suya). 

Pero la de abajo es mía y es nada menos que la prometida foto de colada para las divagantas Rius y Mo. En realidad, falsa colada: los pantalones estaban secándose porque se mojaron con la lluvia, y el resto está de relleno. Un ejemplo más de mi dedicación a este blog y sus seguidores...


Ahora fanfarria y sale de nuevo Raphael: "es-can-da-ló", porque a las 10:15 hay que dejar la habitación y ... SUBIR A COMER! Me entienden? Yo creo que esto fue "abuso del mayor". Y miren que llevo un cuarto de siglo en esta isla y he visto comer muy pronto. Incluso, no sé, los bebés comen a las 12:00 pero... a las 10:15??? Hacemos lo que podemos y a las 11 y pico salimos rodando hacia la barca. Desde allí, nos despedimos de la tripulación, que de nuevo posan en popa sonrientes diciendo adiós mientras nos alejamos. 


Desembarcamos y ya tenemos otro bus de lujo, gentileza de Phuong Vu esperando, que nos lleva a Hanoi, la capital. Paramos a tomar smoothies hacia la mitad y el Peda escribe: "voy hablando con Mini, muy bien, de viajes futuros, renta per cápita de países y qué querría hacer de mayor".  Como Mini hizo económicas para GCSEs, a veces les oigo hablar de conceptos como "coste de oportunidad": es terrible pero yo no he estudiado nunca economía y debería ser obligatoria en los colegios. 


Hay algunas ciudades de las que recuerdo la entrada con mucha fuerza. La obvia que compartirá todo el que haya estado es Nueva York, que además llegamos en la "evening" y era de noche, con lo cual aún más espectacular. Pero luego tengo dos ejemplos en Latinoamérica menos típicos: uno es llegar a Belém en el nordeste brasile
ño a las 6 am y ver la ciudad despertar, con los colegiales bajo esos árboles que eran pura jungla en la ciudad, y otra fue el bus urbano hacia el hotel en el DF. Ahora voy a añadir a esa lista Hanoi: llegar por la autopista y atravesarla hasta el Old Quarter (Barrio Antiguo) es espectacular. Desde el primer momento esta ciudad me cautiva y con la distancia puedo decir que probablemente sea mi lugar favorito de Vietnam. 


Si veis la arquitectura de esas casas tradicionales delante de las moles de edificios, así es todo el Old Quarter: ahora entendemos por qué era difícil encontrar un hotel con piscina y por qué en muchos ofrecían habitaciones sin ventanas (dada la estrechez pero gran profundidad de los edificios). Esto último nos escandalizó reservando, y terminamos pagando más por ventana, pero al entrar a nuestra habitación -está bien, aunque nada que ver con anteriores excesos, tirando a monacal- descubrimos que hay un par de ventanas pequeñas, de cristal traslúcido, y que dan a los laterales. Sobre la piscina, la mayoría de los hoteles se las han arreglado para contruirlas en los tejados: una maravilla. Así que cuando nos dejan en el hotel, lo primero es subir a tirarnos a la piscina, que está en una especie de mezzanine en el piso 11, con toda Hanoi ahí abajo.

Al rato salimos a hacer a recados y dar una vuelta, pero como ha habido un rollo con Mini que no recuerdo  (quién sabe, podría ser un desacuerdo sobre la renta per cápita de Suazilandia), está ofendidísima y pasa de venir. El Peda y yo vamos a una lavandería a dejar la ropa, al cajero, entro en una farmacia a intentar encontrar algo para la congestión (leo los principios activos y no compro) y esas tareas periódicas del turista.  


Vamos recorriendo las calles cercanas al hotel en el Old Quarter y nos encanta. Tiene una actividad, una vida, una vibración dificiles de olvidar...






Uno de los platos típicos de Hanoi es la Bún chả Ta, que es una sopa de noodles, con una especie de albóndiga de cerdo al grill y al que se añaden hierbas aromáticas. O sea, te ponen un plato con hojas verdes (en imagen) y tú lo vas metiendo en la sopa. Vamos a cenar a un sitio recomendado por Annapetons que está a cuatro minutos del hotel (Mini, pese a los whastapps, no quiere bajar) y está fenomenal. Hay un grupo de españoles con una señora que podría ser mi madre-en-este-país: no digo que yo me mimetice con la población, pero esta señora es una alienígena. Es en Hanoi donde vemos más españoles.  




De vuelta a la habitación, casi me alegro de ese ventanuco que no da directamente a la algarabía tan chula cuando estás enmedio de ella, pero seguro que no tanto para dormir. Cierro los ojos y recuerdo que, en lo que parece lejanísimo pero era solo esta mañana, estaba yo en la cubierta de un barco haciendo como que hacía Tai Chi, las antípodas del caos que ruge en la calle de abajo. Me encanta Vietnam. 

3 comentarios:

  1. Yo me quedaría a vivir en Hanoi. Para mi, lo mejor de Vietnam con diferencia.

    Así me gusta, que me hagas caso y pal Bun Cha Ta. Tonta Mini que se lo perdió.

    El año que viene a SLK que te vas.

    Petons,
    Anna

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    Respuestas
    1. Me pareció Hanoi una ciudad donde podría vivir, con su cultura de los cafés y su arquitectura y la vida en sus calles. Nos montamos una agencia de viajes q compita con Phuong Vu en una rooftop pool? Tú eres la mentora de viajeros y yo escribo ("Petons y Di, sus necesidades de viaje medio cubiertas")

      jajaj con SLK... con el portfolio q tú tienes el Peda está más interesado en Namibia.. a mí dejadme volver a Grecia! Uno de mi curro acaba de venir de navegar (su hermano sabe) por Itaca... arghhh

      más petons

      di

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  2. En Europa somos Grandes Hipócritas, porque metimos a los pensadores grecolatinos en las bibliotecas y luego empezamos a masacrar a diestro y siniestro. Realmente fue seguir...

    La cultura oriental está muy mitificada, pero curiosamente no es el Tai Chi lo que más se rentabilizó en las peleas entre ellos. Y por lago es mucho más famosa la katana que el libro del Tao. Aunque puede que mucha gente (como con la Biblia) lo tenga arrumbado en su biblioteca.

    Bicos confucianos...

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