an

01 septiembre 2024

Día y noche de aventuras: Semi-secuestrada en moto, Mini casi cae al río y el "Lotus Express", mágico tren nocturno (V11)

 Domingo, 21.07.24: Alrededores de Hue (mausoleos)-Tren nocturno a Ninh Binh

Mi última mañana madrugadora en la piscina (suspiro). El de las toallas ya me conoce; pronto podría ser una de esas viejas excéntricas con turbante, institución del hotel decadente en el que vive en Saigón, desde el que triunfa en su faceta de escritora de novelas de romance y misterio. Espero que no haga falta anotar que Mini no se ha unido nunca a estos rituales piscineros matinales y hoy ni siquiera el Peda que "tiene el estómago mal". Esto no le impide unirse al desayuno olímpico aunque "se modera" y luego se va a la habitación, mientras Mini y la que firma volvemos a la piscina. Hoy vamos a salir a las 12:00 del hotel (hora del check-out, o sea, cuando nos echen) porque nos espera un día duro trajinando por ahí sin receso a mediodía: la noche la pasaremos en un tren nocturno - que con lo que me gustan, estoy emocionada! 

Hacia el oeste del río Perfume (es un nombre que me parece tontísimo, pero se lo debe al "aroma de las resinas y flores de árbol que lleva") hay templos y mausoleos que ver. Es un buen plan ir en barquito por el río en un día sin techo como hoy pero claro, los princhipescos ya dijeron que no más excursiones con el populacho y vamos a intentar encontrar uno "con chófer" para nosotros. [Nota: ante todo, tranquilidad, ya estoy de vuelta en la isla y toda la tontería esta se ha pasado -aquí los tés siguen valiendo más de £4 y un taxi a la esquina medio riñón]. Nos quedamos con el primero que se nos acerca, no tiene sentido regatear: £30 por cinco horas los tres. Eso sí, esto es un barco que en temporada alta debe llevar como 15 personas , así que la desagradable sensación de Tía Gilita es aún mayor. Aquí se aprecia la proa, con su bonsai y el puente es el ilumiado de anoche.



Thien Mu Pagoda
La primera parada es en la "Thien Mu Pagoda" (Pagoda de la Dama Celestial, qué fantasía de nombres), que tiene siete pisos, fundada en 1601, la mas antigua de Hue. 


Durante los años 30-40 era un centro budista famoso por su oposición al colonialismo, pero en 1963 se hizo muy famosa porque el monje venerable Thich Quang Duc de 66 años se quemó a lo bonzo para protestar por el tratamiento del gobierno de Vietnam del Sur a los budistas (el presidente, Diem, era católico). Cuentan que se sentó en la posición del loto a meditar y los otros monjes le echaron gasolina y tal. Las imágenes del acto fueron captadas por la prensa internacional (la foto se puede ver aquí al lado de su cocheque se expone, un Austin azul) y tuvieron mucha repercusión, Más gente se autoinmoló de esa manera (y en el museo de la guerra el último día vimos que en EE.UU. hubo americanos que siguieron esta técnica para protestar por la Guerra de Vietnam), Diem aumentó su represión contra los monjes budistas, arrestó a 400, lo que ocasionó una revuelta popular, golpe de estado y Diem fue asesinado. 


Tiene también jardines bonitos, bonsais y dos campanas enormes (lo sé, cambio brusco de tema). 



Volvemos a la barca  y esta foto es para que se entienda la cantidad de gente que cabe aquí, en esas sillas de terraza de bar de pueblo. Lo mejor es que la conductora es una señora ya de edad y en un punto sube su hija y se turnan, mientras que ella duerme la siesta. Parece que llevar estas embarcaciones es cosa de mujeres.



Mausoleo de Tu Duc
Los emperadores de la dinastía Nguyen se construyeron siete magníficos mausolos reales en el valle del río perfume entre colinas con bosques. Cada uno, dice la guía, "es la expresión de la personalidad del monarca que los planeaba" y nosotros nos vamos a meter de lleno en la cabeza del tal Tu Duc (1847-1883). Según la guía (poque no creeréis que yo he escrito esto): "son lugares intoxicantes, ocasionalmente grandiosos pero generalmente tienen una simplicidad elegante en la que es fácil perderse paseando por los jardines tranquilos".

El mausoleo no está sin embargo a pie de río, como las visitas anteriores y para llegar a él (2 kms), nos tienen ahí esperando a tres motoristas. Mini no puede creer su suerte: aventura! A mí me toca la mujer, una señora de unos 60 que se desvía del camino principal por el que se van ellos y me lleva a una casa, donde coge una bolsa de plástico llena -parece que lleva pescado- , se la pone entre las piernas, y tira millas. Lo primero es salir de su calle subiendo una cuesta de tierra prácticamente vertical, mientras coge el teléfono. Seguimos por camino estrechos, nos adentramos en un bosque. Yo, porque es una mujer y siempre damos menos miedo (qué le decías a tus hijos de peques? si te pierdes, dile a una señora), pero llega a ser un tipo y vamos.... Entonces para junto a una casa donde hay un chico joven, le da la bolsa, y seguimos hasta el mausoleo. Mis compas "que dónde he estado". En fin: mi conclusión -como la de Mini- es que me gusta ir en moto, incluso en estas circunstancias. Otro de mis sueños viajeros es hacerme latinoamérica en moto cuando me jubile, á la Che Guevara. 

Compramos las entradas, aunque pone que hay nosequé edificio de obras, pero no hacen descuento. Ahora, a analizar al megalómano de turno...



Tu Duc debía ser todo un personaje, tirando a tirano (planeó su palacio de muerto en vida y metió tanta prisa a los pobres trabajadores -lo terminaron en 3 años- q se rebelaron en 1866). A Tu Duc "le gustaban las mujeres, le gustaba el vino" (tarara-tá), y además, era poeta!!! (son los peores) Según la guía "un poeta romántico que intentaba gobernar Vietnam en una época cuando el mundo occidental estaba retando la independencia del país", pero qué puedes esperar de un poeta, "fue un dominador débil que prefería esconderse del mundo en los jardines, pasearse por el lago en barquito, pescando, meditando, bebiendo té de flor de loto y componiendo algunos de los 4000 poemas que dicen que escribió aparte de bastantes trabajos históricos y filosóficos". Y no acaba ahí la cosa, Tu Duc también encontró tiempo para comidas de 50 platos, más de 104 esposas y un pueblo entero de concubinas ("era un truhán, era un señor". Ya estoy agotada con su programa. Afortunadamente no tuvo descendencia por la viruela. Nota: con todo este mogollón, en cada edificio está inscrita la palabra "Khiem", que significa "modesto". Como diría otro poeta, "hay que joderse".


Fotos post-boda en el lago del mausoleo, como las del Parque Grande de Vetusta. El fotógrafo muy profesional, con asistente con ese plato iluminador. Para esa performance de los bodorrios hay que valer...


Este edificio no sé qué es pero está lleno de columnas con ese patrón que me encanta. No sé para qué, porque no soy de ropa estampada, ni de cortinas, ni de... bueno, está bien para columna de mausoleo, pero tampoco me voy a hacer uno. 


Se admire la belleza de nuestro corcel, que nos espera tras la segunda carrera en moto, que esta vez la hago con un tipo ya por la carretera normal. La única excitación consiste en esquivar gallinas que van sueltas por la calle. 



Nos tomamos un café helado , refresco de cola, y vuelta a la barca.

El Templo de Hon Chen ("Templo del bol de jade") está en el lado derecho del río y, según el Peda "un templito sin mucha historia", pero está chulo, hay que subir un montón de escaleras desde el río y no hay casi nadie. En muchos momentos del viaje nos hemos dado cuenta que es temporada baja y eso siempre está guay.  Esta es la única feligresa que nos encontramos, que te ama cada minuto...


El templo está entre árboles y cada vez me gustan más esos salientes de los tejados (no sé cómo llamarlos, como gárgolas) 


Vemos mucha ofrendas en cada uno de los templetes. Me pregunto si se comerán las galletas cuando alcancen caducidad y sustituirán por nuevas?


Al lado de nuestro barco hay otro muy grande con un show para vietnamitas. La música a base de tambores es muy pegadiza... mis compas me hacen un video bailando que se agradece blogger no admita ...
 


De nuevo a nuestro navío, y se pone a llover como llueve aquí: mucho, pero para en media hora. Aparte del diluvio de Hoi An, estamos teniendo suerte con la lluvia, porque suele caer en situaciones como esta, que estamos justo dentro. Es una lluvia chula por dramática, tipo "se hunde el mundo". Pero no. 



Pagoda Van Mieu 
Este es el Templo de la Literatura, dedicado a Confucio, que se mandó construír en 1808 para sustituir al de Hanoi (que visitaremos en breve). No queda mucho de él (sí las 32 piedras que parecen lápidas con los nombres de los que obtuvieron sus doctorados aquí durante una época), pero al estar solos y ser tan verde hay una gran sensación de paz...








Paz hasta que volvemos al barco por el caminito muy embarrado tras la lluvia de la tarde. Subo la primera y cuando estoy ya dentro oigo un ruido enorme y al darme la vuelta veo las manos de Mini que se ha caído al subir, entre el barco y el barrizal. Se agarra bien y logra subir, pero está a un tris de caer al agua. Susto.  Llueve otra vez, pero al llegar a Hue a las 17:00 ya ha parado. Vamos andando al hotel recapitulando toda la acción de hoy. 

Nos han guardado las maletas y nos dejan acampar en unos sofás en una esquina del lobby. Yo voy al baño a hacer mis rituales nocturnos (una no puede confiar en los de la renfe, aunque no sea la renfe), cargamos móviles y nuestras baterías personales y llamamos un grab para la estación. 



Cenando cerca de la estación
La estación de Hue es muy básica -no parece de una ciudad de 600.000 habitantes. Enfrente tiene una explanada sin asfaltar y una hilera de restaurantes "auténticos", donde nos disponemos a cenar. 

La foto de abajo puede parecer un lugar de esos bo-ho, en los que ensucian/envejecen la cosa en busca de una pretendida autenticidad. No es el caso: el sitio es así, no hablan inglés y la carta está en vietnamita. El camarero sin embargo, tiene muchísimo interés. Usamos el traductor de google que hace una foto a cualquier alfabeto y lo traduce pero la cosa se vuelve entonces preocupante: hay intestinos, lengua, útero (alguien ha visto útero antes en una carta?) y ranas en el menú. Casi nos vamos pero nos dan pena y los restaurantes al lado parecían iguales. Pero se trata de elegir sin riesgos porque te desvías una línea y te traen tiroides. La única que lo tenía clarísimo era Mini: arroz. No te líes, nena, ella esa noche quería arroz blanco. 


Por fin pido lo que creo que es una berenjena, por pedir, ya se me habían quitado las ganas de cenar. El Peda también dice que no tiene hambre y pide una cerveza, atención a su diario: "la más barata del mundo, VND 13,000, unos 41 peniques. Luego sacan la berenjena y aunque está buena, pica de la hostia". Vamos a ver, para que el Peda, al que encanta el picante diga que algo pica "de la hostia" es que voy a acabar con "my ass on fire", como dicen los ingleses. Ahí la tenéis, con sus cacahuetes y todo:


En estas estamos (llorando, no solo metafórica, también físicamente) cuando aparece otra camarera a decir que "lo sienten, que se han quedado sin arroz". Qué???? En Vietnam, en un restaurante vacío, no hay arroz? No lloramos porque ya estábamos llorando.
 
Miramos la hora y aún estamos a tiempo: cogemos nuestras maletas y nos encaminamos a otras calles, que desconocíamos estaban relativamente cerca y con varios sitios con clientela occidental. Esto siempre da fialibilidad a Mini, a estas alturas, que pide patatas fritas y arroz con huevo… Terminamos rápido y vuelta a la estación, por el camino vemos tres caracoles gigantes. Esperamos en una sala abarrotada de turistas occidentales como nosotros. De dónde han salido? Por la ciudad nunca les vimos antes. 

Nos dejan salir al andén, que reactiva el mantra "Vietnam, el país que la seguridad e higiene olvidó".  La vía está a ras de suelo y no hay ninguna barrera. A un lado hay tiendas con comida no-perecedera para el viaje. 


Mini y yo recordamos la última vez que viajamos en tren nocturno las dos, cruzando la península desde Vigo hasta Vetusta, hace seis años. Es un viaje que tenemos mitificado, una experiencia iniciática, yo-qué-sé. El listón está muy alto, claro. Nuestro tren viene con un poco de retraso, pero por fin, les presento al "Lotus Express":



A las 2100ish ya estamos en nuestro compartimento, que son dos literas y la cuarta pasajera es una suiza que lleva cinco años enseñando alemán en Tailandia y va a Hanoi. El Peda escribe: "está muy bien, hay enchufes para cargar móviles, wifi y una cestita con algo de comida y botellines de agua". Claro, él no venía en aquel tren peninsular que, vamos, he mirados las fotos en el divague y solo le falta Hércules Poirot. Hablamos un poco con la suiza, chateamos por whatsapp y leo algo de mi libro. Me gustaría no dormirme, porque además del tren, me encanta, como dije ayer cuando el viaje en sí mismo -no solo el destino- es también chulo. 




Pero... me duermo... y mañana al despertar casi estaremos en Ninh Binh.



2 comentarios:

  1. Interesante paisaje... y se nota que no eres turista fodechincha, porque, si lo fueras, ya estarías despotricando contra las las pobres gallinas viet, que osan atravesar las calles por donde circulan los pobres motoristas... en fin... aquí ya se está montando una Asociación de Gallos Cantores, para reivindicar que no le retrasen la hora del canto.

    Bicos nocturnos... pero de playa griega.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajaj no soy fodechincha pero... no me gustan las gallinas en ninguna localización :) Cuando era peque un vecino de otra calle tenía en su jardín un gallinero y el gallo "cantaba" (era como afónico, llamar a esto canto no es apropriado, pero aún así se oía de lejos...) de noche! a las 4 am o así. Me despertaba... imagina qué cabreo, de adolescente. Entiendo q tengan un tortazo los turistas q se quejan cuando van al campo de este tema... pero es q yo lo tenía a diario! Ah y ahora q lo recuerdo, fui una de ellos en mi 1er viaje a Marruecos, pq me fastidió mucho lo del muezín y sus oraciones tb de madrugada.... llevo muy mal el q no me dejen dormir... ahora como soy yo el gallo q despierta al resto, ya en paz con el mundo :)

      bicos matinales...

      Eliminar

Comenten bajo su propio riesgo, sin moderación. Puede ser divertido.