Pollito sabe que si le va bien el curso, se pegará un verano de escándalo. No sé si es muy pedagógico, pero está claro que sí es necesario para todos un poco de paz. Así que ese es el trato. Yo odiaba los deberes de verano y jamás los hice. Fui libre. Así que intento que los polluelos aprovechen el curso y pasen un verano de pistón.
Pollito está en quinto de primaria. La verdad es que hay diferencia con respecto a otros años en cuanto a los deberes. Este año estudian cosas "de mayores" que hay que ver la culturilla general que me están dando, sobre todo en materias que tenía totalmente olvidadas.
Pollito tiene en su contra que (por ahora) no le gusta leer. El verbo leer no soporta el imperativo (Daniel Pennac dixit). Así que por más que lo intento él prefiere jugar a tenis o ir en bici. Por otro lado está aprendiendo a estudiar, a separar lo importante de la paja, a hacer esquemas y algún truquillo para acordarse de cosas (juegos de palabras, dibujos...). Todo ello implica una dedicación por mi parte en la ardua tarea de enseñar a estudiar. Que sí, que sí, que los hay que hacen los deberes ellos solos y apuntan toooodo en la agenda y no se olvidan de nada, dejan margen y se comen siempre el bocadillo y además son guapos.
Pues bien, Pollito es.... guapísimo y digamos que... está en proceso de autonomía absoluta en cuanto a tarea escolar se refiere. Cada uno lleva su ritmo.
Todo esto viene a cuento de que hoy teníamos control de Cono... cimiento del Medio Natural, con temas tan apasionantes como los cambios de estado de la materia o las reacciones químicas. Preguntad, preguntad.... que vais a flipar lo puesta que estoy. Así que ayer, cuando llegué a casa, Pollito me esperaba haciendo un esquema. Hay que decir que sus esquemas son un tanto extensos, pero no me importa pues aprende ortografía y creo que algo se le quedará.
Llegó un momento en que Pollito, cansado de copiar recurrió a mi:
- Mamá, quiero que estudies conmigo....
- De acuerdo, pero acaba el esquema.
- Es que es muy largo, estoy harto de escribir.
- Pues resume, léelo y pones sólo lo importante.
- Es que no quiero leerlo, yo quiero que tu estudies conmigo, no quiero hacerlo yo solo!!
- Pero... ¿te has leído el tema?
- ¿¿¿¿Para qué tengo que leerlo???? yo quiero ESTUDIARLO CON-TI- GO, no me sirve de nada leerlo.
(Aquí hubo un discurso por mi parte sobe la importancia de leerlo todo y subrayar lo importante y observar las palabras en negrita pues son síntoma claro de que lo que las circunda puede ser relevante y leer antes los recuadros resumen etc)
- ¿Ves mamá?, Ya lo he subrayadoooooo.... sigh....
- Sí, pero lo has subrayado todo y no todo es importante.
- Es que yo no sé lo que es importanteeeeeee....!!!
- Pues léelo antes y así lo sabrás.
- Jooooooo..... ¡¡¡No me entiendes!!! YO QUIERO QUE LO ESTUDIES CONMIGO Y TU SÓLO QUIERES QUE LO LEA.
¡¡¡¡HAY QUE VER COMO TE APROVECHAS DE MI!!!!!! *
Llegados a este punto en el que no sabes si reír o llorar, me salvó la paciencia que durante estos años voy cultivando y se se me escapó una risotada.
Acabamos a las 11:00 de la noche leyendo y después estudiando. **
* Cabe destacar que en el escrito no se aprecian los matices de la voz y el comportamiento no verbal, las caras de fastidio, de asco, los suspiros, los ojos entornados mirando al cielo, las subidas de tono etc sin las que esta entrada pierde parte de su gracia.
** La verdad es que intento que a las 10 estén en la cama pero los tira y afloja duran a veces más de lo que una desearía.
Oh que alegría!!!! Tu también tienes que pelear para que subrayen, hagan esquemas y demás !!!
ResponderEliminarNo estoy solo en el mundo!!!!!!!!!!!!!!!
Buff, Diva, no sé muy bien qué decirte, porque en las relaciones padres-hijos cada caso es un mundo.
ResponderEliminarNosotros, con cuatro años, ya le habíamos enseñado que los padres tienen su vida, su trabajo, sus tareas en casa y su tiempo para estar con ellos. Ese tiempo era sagrado, pero estaba limitado siempre: "jugamos una hora y luego tengo que hacer la cena, leer un libro, terminar una traducción que me pagan y con ese dinero compramos lo necesario”. Jamás incumplimos el pacto (esto es importantísimo, que tengan una confianza ciega en nuestra palabra).
Así que cuando empezó a estudiar, le dejamos bien claro que “ese era su trabajo”. Hasta que terminó COU, solo le ayudé dos veces. El resto, cuando me planteaba algo, consistía (no había Internet) en que le abría una serie de diccionarios y manuales donde podía encontrar la solución, superficialmente o ahondando. Y por supuesto, le decía que con tanto por hacer no perdiera el tiempo buscando en el diccionario las palabras que no sabía, que me las preguntara.
Creo que tal como están las cosas, podías hacer con él un pacto: esto es cosa tuya, pero cada día te ayudaré un poco, digamos media hora, a que leas conmigo y vayas diferenciando lo que es más importante de lo que es menos. Después de esa media hora, sigues tú, intentando practicar lo aprendido. Vamos a hacer un mes, media hora al día incluyendo sábado y domingo, vamos a señalar en el calendario los 30 días del Proyecto.
Seguro que avanzará un montón. Y si no ha llegado a la meta, en octubre repites tres semanas, dejas pasar un tiempo y dos semanas...
Pero nunca, nunca, nunca jamás un niño debe pensar que uno de sus padres tiene la obligación de ayudarle a hacer lo que es su único trabajo en el mundo mientras sea niño.
Ya sé que me he pasado, para ya conoces mi incontinencia verbal.
Yo, como Diva y Gonzalo. He vuelto a hacer el cole dos veces. Tengo una en cuarto de esa cosa que ya no necesita mi ayuda y lo hecho de menos.Por culpa de su desdén no me sé las inecuaciones ni la trigonometría. Menos mal que el enano tadavía quiere que le pregunte... Pero hasta segundo, ¡soy una crack!
ResponderEliminarEs verdad, cada hijo es un mundo, con características y necesidades particulares.
ResponderEliminarLo que me parece fundamental es que el trabajo de los deberes, de estudiar, con o sin compañía forme parte de la rutina diaria familiar, como los desayunos, la cena, el baño, el ratito de lectura de la madre o lo que sea. Que no sean trabajos puntuales o coyunturales.
Nán, me encuentro en una encrucijada respecto de mi hijo mayor (no por temas académicos pero sí por reclamar atención por otros) y me gusta lo que dices, voy a ver cómo adaptarlo. Gracias.
ResponderEliminarEs difícil el equilibrio y más cuando, como yo, no estás por las tardes (ni muchas noches). Trabajan solos (los mayores) pero siempre buscan refuerzo al llegar o los fines de semana. Mi ventaja es que al mayor y a la pequeña les encanta leer (ella no sabe pero lo intenta incansablemente) y al mediano, como él dice "le está empezando a gustar". Pero sí reclaman esa especie de "presencia", saben que no vas a hacerles el resumen pero andan esperando algo de ti. A ver qué hago cuando estén los tres ahí...
Mmmmmhh interesante. En la teoría estoy con Nán. Mis padres jamás de los jamases me ayudaron con los deberes, ni creo que tuvieran que hacerlo. Pero me temo que con Little Princess (tal como pinta la cosa ahora que todavía tiene 6 años) en la práctica me va a tocar pringar cuando llegue el momento ...
ResponderEliminarY me resisssssto mucho ...
Hola Gonzalo, sí, no estás solo. Semos muchos...
ResponderEliminarNáN, comparto tu teoría y en cierto modo la aplico. Pollito va poco a poco soltando lastre. Desde el año pasado a este ha realizado un cambio impresionante en ese sentido. Como digo en la entrada, cada uno lleva su ritmo. Me gusta tu incontinencia verbal aunque no siempre la comparta.
C.S. No va mal un repasito eh? La de cosas que se me habían olvidado...
Anónimo, lo más importante es lo que dices, crear esa rutina. Luego las cosas se van sucediendo.
Carmen, supongo que esa presencia les da seguridad, les ayuda a corroborar que lo están haciendo bien. Es como cuando te dicen: Mamá mira como me tiro de cabeza!! Quieren que lo veas, pues lo mismo. Después se trata de ir sustituyéndola por otras técnicas.
Salamandra, a mi tampoco me ayudaron aunque sí les decía que me preguntaran a ver si me lo sabía. Ya te darás cuenta si te necesita o no o de como encauzarlo.
Otra vez anónimo, bueno anónima.
ResponderEliminarCreo que, en general, a nosotros no nos ayudaron, a mí al menos no. Pero,aunque suene a perogrullo, eran otros tiempos.
La insttución escolar era sobre todo académica, de instrucción, aprender contenidos sobre todo y nuestros profesores nos hacían trabajar y estudiar, nuestros padres delegaban en ellos. Si no estudiabas sacabas malas notas y se suspendías.
Hoy es diferente (LODE; LOGSE; LOE... y demás reformas sufridas tienen la culpa) y desgraciadamente la escuela es sobre todo asistencial; el lugar donde los niños y jóvenes pasan el tiempo, juegan, comen, socializan ... Donde tienen derecho y obligación a estar hasta cumplidos 16 años, sí o sí.
Ahora el objetivo no es aprender sino desarrollarse como ciudadanos competentes,capaces, bla, bla, bla. Y los profesores delegan en las familias: "Debería mejorar en su lectoescritura.", "Le conviene profundizar en los contenidos", "No acaba de saberse las tablas de multiplicar". Y así nos va.
Las familias y el seguimiento que les hagan a sus hijos, las ayudas que les den son las que marcan la diferencia entre éxito o fracaso escolar.
Hola Anónima, no puedo estar más de acuerdo contigo. También influye la falta de autoridad del profesorado y el hecho de que han aprendido a sacar balones fuera tipo: "Miguelito no se porta bien en mates" y que quiere usted que yo le haga, que vaya a clase con él???? No esta usted en clase??? Pues manifiéstese, o le deja sin patio, o le castiga a copiar o lo que sea...
ResponderEliminarEl problema viene cuando algunos padres se quejan porque han castigado a Miguelito sin salir al patio... entonces ya es el descojone....
Hola a tod@s, voy muy tarde, lo sé. No he tenido acceso a pantallas ni teclados en los últimos días.
ResponderEliminarSobre este tema decir que qué pereza. Mini tiene 4 y realm no me apetece nada hacer de nuevo la primaria, claro q igual aprendo algo nuevo pq por lo menos en historia veremos "los saxons, los Tudor, los victorianos, etc".
Plantear el porqué del enorme "fracaso escolar" espaniol. Es la gente más idiota? No creo. Pero es q hay mucha srazones por las q ninios no van bien ene l colegio: una muy frecunente es el Trastorno de Hiperactividad e inatencion (TDHA), pero luego es q hay muchos dificultades del aprendizaje q no se identifican. Yo he visto aquí el impacto q tiene el q se identifiquen estos problemas y se aplique tratamiento. En Espania esto está en mantillas y desde luego nadie va a invertir ahora en un tema q es mayoritariamente preventivo: ahora estamos apagando fuegos. Los fuegos para los q no hubo prevención anios atrás.
Muxus
di
Había odído lo de estar en pañales, pero en mantillas? Eso es estar de fiesta... de luto.... aún así, very folkloric dear....
ResponderEliminarUno breve Diva... "estar en mantillas" existe, ahi va la RAE:
ResponderEliminarmantilla.
(Del dim. de manto).
estar en ~s.
1. loc. verb. coloq. Dicho de un negocio o de un trabajo: Estar muy a los principios o poco adelantado.
2. loc. verb. coloq. Dicho de una persona: Ignorar gran parte de lo concerniente a un asunto.
No te acostarás... :)
muxu
di
Ok, ok, ok, de acuerdo, exiiiiiste... pero no lo había oído nunca. Promise.
ResponderEliminar"Estaba en mantilla"