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27 noviembre 2013

Curious little chicks

Por salud mental y por evitarnos problemas varios que el lector audaz puede intuir, los pollitos no están autorizados a ver TV entre semana, ni tocar el ordenador o la tablet. Diré que fue una medida impopular que tomamos oportunamente hace ya mucho tiempo y que ha sido de lo más acertado que hemos hecho como padres de las criaturas.

Eso es entre semana. El fin de semana se abre la veda y están autorizados a ver lo que quieran, siempre y cuando hayan hecho deberes y no estemos de parranda. Es fácil adivinar que las horas que destinan a estar delante de la caja tonta no son muchas y que comparativamente hablando se encuentran por debajo de la media con respecto a algunos de sus compis de clase que tienen (flipo!) TV en su habitación. En palabras de su madre: "Manolito se pone la TV para quedarse dormido y él sólo se la apaga. Más monooo..."

También diré que soy de las madres que suele mirar la clasificación de las películas e intento que vean aquellas para las que tienen edad. Hay una edad para cada cosa. No siempre lo consigo.

Desde mi punto de vista y hasta el momento no veo que les haya creado mucho trauma en sus cabecitas. Diría incluso que están bien.

Pero los niños hablan y comentan cosas y la curiosidad es algo innato en los pollitos.

Eso me retrotrae a mi tierna infancia. Yo también era curiosa y recuerdo en clase de Lengua, cuando nos hacían buscar en el diccionario "loma: montículo o altura pequeña y prolongada" o "pretina: correa o cinta con hebilla para sujetar en la cintura ciertas prendas de ropa", nosotras, llenas de expectativas ampliábamos conocimientos buscando palabras como: mierda, cabrón, puta, polla, maricón, follar, coño... etc, lo normal. ¡Qué risas!

Eran palabras que conocíamos a la perfección, pero nos hacía gracias ver la definición que daba la RAE. Yo creo que alguna vez nos llevamos una sorpresa. No quiero imaginar lo que hubiera sido aquella época con una conexión a internet de banda ancha... Gracias a Dios en mi época no había internet, ni instagram, ni facebook. Ahora no tenemos nada de lo que arrepentirnos.

En nuestra rigidez educativa, los pollitos no tienen perfil de facebook, instagram, mail o twitter, y por ahora tampoco tienen teléfono móvil. No sé lo que durará, pero intentamos alargarlo lo máximo posible. Sin embargo tienen un pc y una tablet a compartir y por ahora menos conocimientos que yo de informática. Tampoco sé lo que durará eso...

El caso es que el otro día que polluela pasó un día de chicas a solas con la abuela. Llego a casa y mi madre me dice:

- Le ha salido una cosa de follar a tu hija en la tablet, pobre.

- ¿Cómo? ¿qué?, pero si está capada. Yo tengo la contraseña y tiene un navegador especial.

- No sé echa un vistazo.

Miro la tablet y descubro una búsqueda: "Videos de criadas follando". Tal cual. Me parece que me quedé sin sangre. Todavía lo pienso y no me lo creo. Follar, puede ser, vale, pero ¡¡criadas!! 

Le digo a la abuela que de salir nada, que lo ha buscado ella. La abuela aún está en shock.

Menos mal que el programa funcionó y no le devolvió ningún resultado. Haced la prueba y ved que instructivo y explícito puede ser todo.

Cojo por banda a Polluela y la confieso. Me dice que en su clase hay niños ven una serie "Criadas y Malvadas", donde además de pasar la mopa por la casa, alguna de estas pornochachas se dedican a limpiar bajos y lo que haga falta, sin ningún tipo de pudor. Todo sea por conseguir su objetivo, que es fácil de adivinar limpiando en Beverly Hills.  No he visto un sólo capítulo pero imagino que no debe de ser un derroche de materia gris.

Polluela es igual de curiosa que lo era yo. Quiere estar al día. La misma curiosidad pero con distintas herramientas. Tras una conversación sobre lo que hay que preguntar y a quién, sobre lo que hay que saber a cada edad etc. zanjamos el tema.

A continuación me fui a buscar mierdaputa y mecagüentoloquesemenea en el diccionario.


4 comentarios:

  1. Vaya semanita llevas... Nosotros no tenemos ni toma de antena en otro sitio que no sea el salón y no veas la discusión con el electricista que nos hizo la instalación. No lo entendía.

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  2. El problema es que con el wifi y la tablet pueden estar en cualquier habitación. De todas formas el sitio de internet por excelencia en casa es el salón también, así están más controlados.

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  3. También es que teneis la suerte de que podeis implementar lo de "sin tele, sin ordenador", que trabajando los dos no es tan fácil (yayos en la ecuación?).
    Supongo que las pornochachas serán de fuera de horarios infantiles, pero lo que se hace dentro del dichosos horario es lamentable, y me repatea que la gente no se de cuenta de que hay que mirar por los críos. Esto lo pienso de toda mi puñetera vida, incluso cuando les tenía alergia y no tenía ninguna intencion de tenerlos, yo también fui una niña con llave en su día y la mierda que llueve desde la tele es demencial.

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  4. ¡Qué envidia de organización! Nosotros no tenemos restricción alguna, quizá porque en casa sólo hay un ordenador y una tele y tienes que pactar los tiempos de uso con los otros tres. (te puedes pedir el ordenador un rato, pero si abusas de tu tiempo alguien se pone detrás de tí a fisgar y a repetir como una letanía: ¿te falta mucho? ¿te falta mucho...?) Así que la censura se ejerce de forma natural debido a lo coñazo que somos todos. En cosas de tele solemos estar de acuerdo en lo que nos gusta salvo en el futbol. En cuanto Lemuel y Enano se apalancan delante de la tele, M y yo nos frotamos las manos y nos repartimos unos larguísimos turnos de ordenata. A veces hasta me da pena que toda esta promiscuidad espacial les impida tener oportunidad de portarse mal. ¡Yo a su edad no hubiera podido soportarlo!

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