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20 septiembre 2011

Lo que no amé de "Lo que amé", de Siri Hustvedt

"Lo que amé" ("What I loved") llegó a mí vía recomendación bloguera (Molinos y NáN). Este dato es importante porque sin ella, probablemente no lo habría leído: no sólo su presentación-al menos mi versión parece un best-seller de esos escritos para sólo satisfacer la cuenta de unos cuantos y “evadir o ser pasatiempo” de otros al borde de una piscina-, sino algunos de sus comentarios en la contratapa: “un thriller urbano, con violencia, duplicidad, asesinato y erótica”.

Odié la primera parte con pasión. Las reacciones tan fuertes a cualquier cosa siempre son interesantes: lo más frecuente es que un libro sólo te aburra, consideres que no esté bien escrito o no te importe un pepino lo que les pase a sus protagonistas. Y, en mi caso, lo acabas dejando. Punto y final: sin ningún remordimiento. Pero para mí el principio del libro fue todo eso, y algo más: me irritaban sobremanera esos cuatro o cinco personajillos en sus vidas de artistas neoyorquinos tan alejadas de cualquier realidad, y me hacía subir por las paredes sus entrelíneas psicológicas-analíticas.

Un día quedé a comer con un amigo que es precisamente psicoanalista. Había estado hace poco en Berlín en un congreso de neuropsicoanálisis y, casualmente mencionó a Siri Hustvedt, que asistía como público al congreso, y que en un momento se dirigió al grupo, según mi amigo, impresionando a muchos (él entre ellos). No me quedó claro el contenido de su exposición porque entonces estaba demasiado ocupada en encontrar precisamente el libro que ns ocupa en algún punto de mi bolso. Cuando lo dejé encima de la mesa con un “mira lo que estoy leyendo”, seguro que los dos pensamos en las casualidades. Que no existen.
Pero cuando lo abrí al separarnos, seguro que la magia personal que me transmitió mi amigo sobre la autora se dispersó pronto, porque aún estaba en el primer tercio del libro. Muchos detalles, aunque la autora usaba una voz masculina, me dejaban más que claro que era una mujer la que escribía (apreciaciones sobre los bebés, la infancia), y me enfadaba con esto. Otros puntos delataban que era aficionada (si no profesional, luego supe que era su hermana) al “mundo P” (psico-y terminen con el sufijo a gusto del consumidor). De repente, párrafos y más párrafos sobre desórdenes alimentarios actuales y la histeria decimonónica (y su relación) en boca de uno de los personajes que, convenientemente, escribe una tesis sobre el tema. Y metáforas, y más metáforas “She turned her own body into a cave where she can hide”, que muchos sicoterapeutas usan en serio, y que hasta hace poco yo decía “están bien en la literatura, pero no en la clínica”. Ahora hasta empiezo a dudar que estén bien en al literatura. Pero igual el problema está en mí.

Uno de los personajes principales es artista, y sus reflexiones sobre el arte directamente me gustaban más: no hay misterio, simplemente leía negro sobre blanco algo bastante similar a lo que yo pienso. A todos nos gusta, como vengo diciendo, lque nos corroboren:

In order to grow in value, a work of art requires a particular psychologicla climate. At that moment, SoHo provided exactly the right amount of mental heat for art to thrive and for prices to soar. Expensive work from every period must be impregnated by the intangible-an idea of worth. This idea has the paradoxical effect of detaching the name of the artist from the thing, and the name becomes the commodity that is bought and sold. The object merely trails after the name as its solid proof. Of course, the artist himself or herself has little to do with any of it”.
Pero en la pagina 129 pensé que, incluso con aquella pequenia subversión artística, ya estaba bien: iba a buscar alguna crítica seria en, no sé, por ejemplo The Guardian, y terminar la agonía. Abro Mr Google, y encuentro lo que busco, en el Observer. Leo atentamente aunque medio lateral, porque no quiero saber nada que me desvele trama, en caso de seguir. Pero si ya sabes que cuando has leído un tercio de un libro, y no te has enamorado de su voz, poco hay que hacer, Di-me digo. Entonces leo: “What I Loved is a ferociously clever book that, for the first third, I thought I disliked (…) For the first 130 pages bla bla bla”. O sea, no soy la única, y hay un turning point en la página 130, seguiré leyendo.

Y vaya si lo hay. En la página 132 comienza la segunda parte del libro donde mucho de lo que Hustvedt ha ido sembrando en al primera comienza a tener sentido. El dolor, en su expresión más atroz, cruel y devastadora, es descrito y analizado hasta la extenuación. El vacío, la fragilidad tan completa de nuestras vidas se nos hace evidente en cada página-no que no lo haga en la vida que arrastramos por las calles. Inevitable las autorreferencias, Dios mío, qué haría yo. Y supongo que en la pérdida, en la brújula que da vueltas 360 grados sin pararse en ningún sitio, el lector por fin puede empezar a identificarse con esos personajes remilgados, que en la primera parte solo te parecían un grupo de privilegiados mirándose patológicamente al ombligo.

Pero Hustvedt no se queda aquí: lo que parecía una charla de folk-sicología que nadie le había pedido, lo que dejaba la impresión de un corta-pega barato de la tesis de anoréxicas de su hermana se transforma, a partir de entonces en un caso clínico. En mi opinión, Hustvedt se arriesga, sale de su zona cómoda y nos lleva de la manita a conocer una de las realidades más terroríficas con la que convivimos sin darnos cuenta: la sicopatía. Sin nombrarlo, pero describiendo las pulsiones, los hechos objetivos, la empatía inexistente, la manera de mirar, el encanto superficial, Hustvedt hace una descripción muy acertada de algo que, a veces, no tiene explicación social (en este caso, apunta al origen genético) y que por ello lo hace mas incómodo: nos deja impotentes. Hustvedt juega con el lector. O por lo menos así me sentía yo cuando, de alguna manera, me descubría casi alegrándome de la maldad, para que la pérdida de unas paginas antes-que es sin duda la pérdida del lector-se hiciera más soportable.

“…examples of an indifference many regard as monstruous and unnatural: but in fact they were not unique and their actions were recognizable human. Equating horror with the inhuman has always struck me as convenient but fallacious, if only because I was born into a century that should have ended such talk for good”.
Esta última frase, en la que hace alusión a los horrores del siglo XX nos recuerda, como tantas otras veces en el libro (sus protagonistas intelectuales en loft neoyorquinos, su pasión por el sicoanálisis y el arte), el origen judío de Hustvedt. Precisamente leo mientras escribo esto a otro judío, Saúl Bellow: literatura con mayúsculas. Y tal vez injustamente la enormidad de Bellow, su manera de escribir pone a Hustvedt en su sitio: una autora con pretensiones que, con suerte, nos acerca a una realidad que, por desconocida, a muchos apasiona, y que puede hacernos pasar unos cuantos buenos ratos. Pero ya está. Hudsvedt no entrará en mi “gran literatura” por la belleza de su prosa. Tal vez, al final, aquí tampoco iba tan desencaminado lo de que se puede juzgar un libro por su tapa.

16 comentarios:

  1. Según lo que cuentas me pareció que no valía la pena, luego que sí y al final que no...

    Vaya lío! ¿Será de esos libros "fáciles" que me compro en inglés porque si me pierdo algo no pasa nada?

    Todavía tengo pendings por eso.

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  2. A mi ya sabes que me gustó mucho..a ella la he visto en un par de charlas y es tan etérea que dan ganas de matarla ( iba a hacer una referencia élfica pero sé que el mundo de Tolkien tampoco es tu fuerte).

    Bellow es otra cosa...pero ya discutiremos sobre él....

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  3. Yo empecé el libro por Molinos y me desesperé de una manera tan excesiva que lo dejé. Estoy completamente de acuerdo con tu crítica de las primeras 130 páginas; lástima que no llegara a lo demás para saber si también coincidimos ahí.

    Leí el libro hace ya año y pico y no recuerdo bien qué fue lo que me disgustó tanto. Lo que sé es que era de esos libros que te ponen triste, que hacen que la vida te disguste y te resultan muy antipáticos. Y también recuerdo haber pensado que los nombres de los personajes no estaban bien puestos.

    Un abrazo.

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  4. Hola guapas! Gracia spor vuestros comentarios. DIVA, en el fondo me alegro de haberte dejado algo confusa, pq no es el libro d emi vida, pero tiene cosas interesantes. No sé si lo he sabido explicar bien, pero todo depend d elo q se busque en un libro.

    MO, no he enocntrado en tu blog tu análisis (creo q leí q te impactó a posteriori) asi q no recuerdo qué es lo que te gustó en concreto (dime, o mándame el enlace a tus cronica please). Diciendo q "Bellow es otra cosa" creo q indicas q formalmente no hay color. Mi hipótesis es q te gustó mucho por el tema principal q toca (del q hablo en mi divague). Creo q esta bien tratado. A ella no la conozco de vista, le acabo de hacer un gugel imag. Sin ser fan del "mundo enanitos", entiendo perfectamente la combinación letal del éter con tanto psicobabble.

    Hola MARINA! Qué curioso lo del comienzo de este libro... por lo emnos que no deje INDIFERENTE lo veo com algo positivo. De nuevo, depende de lo q busques en un libro hubiera merecido la pena seguir o no: en la 2 y 3 parte pasan muchas cosas. A mí es q no me importa q no pase nada pero tiene q estar bien escrito.

    Hugs

    di

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  5. Marina,yo también lo compre por la adorada molinos...pero me parecieron las 200 páginas primeras una soberana tabarra y lo dejé.
    Tengo que decir en contra del opinar popular que el marido de la sujeta también me parece un tabarras.

    Cuando digo sujeta dijo Siri por si habia dudas!!

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  6. ¿Me estoy perdiendo cosas en mi dieta hipobits? Parece que sí.

    Me "chiflan" las descripciones de artistas ¿inexistentes?, de su obra inexistente. Y ahí el esfuerzo de Siri me parece recompensado. Así que me lo pasé muy bien leyendo esa primera parte (esto son cosas personales).

    Nos cuenta un "horror": la vida tiende al horror y este empieza con sonrisas y empatías en la época de adulto joven, que se suelen ir a la mierda. LA nostalgia que eso me produce, ahora que soy recolector de nostalgias, me compensa. O sea, disfruté como un ochino con la primera parte. Pero esto también son cosas mías: no transferibles.

    Pero todo ese "horror", que sí es transferible, no tendría sentido sin esas primeras 130 páginas (podríamos discutir si hubiera sido mejor con 60). Y aquí, no ya personalmente, las defiendo.

    Claro que una persona que ha escrito un gran libro (me han desaconsejado que lea otras cosas de ella) no se puede poner al lado de Bellow. Esto es como una comida con varios platos: están las "crudités" del principio y está el chuletón de buey.

    Dada la situación, NO RECOMIENDO el libro que más me ha gustado de los últimos meses (porque trata de artistas que triunfan, porque solo salen triunfadores): "El plano y el territorio". De Michel Houellebecq. Junto, claro está, con la obra exigua completa de Berta Vías Mahou.

    Había leído dos o tres libros de él, que me resultaron distraídos pero de los que no recuerdo nada. Este sí lo recordaré: obra de madurez-vejez. Describe el siglo XXI, con la globalización neoliberal implantada, con la exactitud de un excelente redactor técnico describiendo un coche y todas sus prestaciones. Casi "sin literatura".

    Lo humano queda casi siempre fuera, salvo en muy raras ocasiones.

    Además, sale como personaje y se da una buena tunda: la ironía del que ha vivido mucho. Y físicamente se va pareciendo cada vez más a Celine

    Pero recuerda que NO lo recomiendo.

    Besos a todos tipo aspersor de césped de calidad.

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  7. NAN! No sabía que stabas en dieta de hipobits! No puede ser: todos la sufrimos.

    Por supuesto, a todos nos tocan los libros desde nuestra circunstancia y dependiendo de la carga de nuestra mochila, así q esas "cosas tuyas" por las q te gustó la novela las entiendo perfectamente. Yo ya dije q tb había "cosas mías" por las q algunas cosas me cabreaban.

    Tambien dije q para explicar el horror se necesita el principio, pero q a mí personalkmente, no me llegó a enganchar, creo q por su manía de la psicología de bolsillo.

    No es q la ponga al lado de Bellow, la ponía como ejemplo para argumentar lo q yo pienso q es un libro bien escrito (y casualm leo a Bellow) y lo q es un libro q está bien, pero q no deja de ser, para mí, un poco sainete. Pero q, lee mi crónica: está bien, se lo he recomendado al Peda (quieor hace run experimento con él). Pero no va a cambiar mi manera de ver la vida.

    El libro q no reocmiendas, es ensayo?

    Besitos

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  8. No, es una novela, la Gran Obra de ese ser repugnante que responde (cuando le da la gana de responder) al nombre de Michel Houellebecq. Es el premio Goncourt del año pasado y el viejo mimado de la cultura francesa.

    En realidad, siempre da qaue hablar: sus libros te "los bebes", pero son superficiales y los olvidas. No es este el caso. Este te lo bebes, pero no lo olvidas.

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  9. Por cierto, he perdido mi capacidad de beber. Cuando nos conocimos, ya de pruebas de mal bebedor (claro que no cené nada).

    Ahora es peor: dos whiskis bien servidos me tumban.

    No es por señalar, porque esas cosas sabes que me las refanfinflan. Pero en este caso concreto, estoy esperando que hagas un comentario a la canción de Juan Perro que he puesto en mi blog principal.

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  10. Bueno, pues teniendo en cuenta q NO lo recomiendas y ejerciendo de los rescoldos q me quedan de un pasado oposicional, tal vez lo lea... :)

    Ya era hora de q no coincidiéramos en algún libro! Muy saludable. Con otros diré.. "ya era hora de q coincidamos en alguno!"

    Te mando hugs

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  11. que bonita pareja y que bonitointercambio..y llego yo a molestar.

    Di, lei "Todo cuanto amé" antes de empezar el blog, en el año 2004..no encontrarás reseña alguna sobre él en el blog, más alla de la primera página dedicada por Siri. No he querido releerlo por ahora...

    Yo sigo bebiendo como si lo fueran a prohibir...lo digo por si hay que hacer que la media salga buena, Nán.

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  12. Ay NAN, qué desastre... como se q estas cosas te imprtan un pepino, te cuento... desde el sabado tengo la música por mi cabeza "Malasania, 2 de Mayo..." y no encunetro el momento para comentarte (ni a ti ni en nigún sitio). Fue el Peda, q por alguna razón q se me escapa anda mejor d etimepo q yo el q me la puso...te cuenot sobrevolando berlin...

    Yo creo q tu evolución alcoholica es muy positiva: sale mas barato y el hígado sufre menos. Yo una vez escribí un divague sobre mi (inmadura) relación cone l alcohol q no llegue a publicar (quedo enterrado en los borradores) pero igual algún día lo rescato para demostrarte mi teoría. La próxima creo q nos deberíamos limitar a Malasania. Empezar en e l bar d ebohemios con los mojitos (poco cargados is quermeos hablar un rato) y el mezcal ya para el final. Pq lo d eproponerte q salgas del centro del universo no cuela no?

    Hugs

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  13. Jei MO, q no te había visto... es terrible la vida antes del blog. Yo me escribía alguna resneia, pero no de todos, desde luego, y ahora me da rabia no haber escrito de tal o cual libro q me cambio la vida. De todas formas, como habrás notado yo suelo divagar principalmente d elos q me gustan. Creo q te lei en algún punto recientemente algo de q sospechabas de quien no hacía malas resenias. Claro q leo cosas q no me gustan, pero personalmente me parece una pérdida de timepo dedicarles un divague completo-claro q se pued ehacer "una labor social" con ello... ;)

    Lo de beber, MO, te venimos diciendo q hay que dejarlo: me río mucho cuando hablas de tus conversaciones alcohólicas ocn tu madre. Yo tengo un rollo muy raro con el alcohol (he de terminar ese divague): a mí no me gusta el sabor de ninguna bebida, me gusta el efecto cuanod estoy de juerga, pero nunca bebería sola en casa, pongamos. Es una muestra más d emi perfecta integración en la cultura en el UK: aqui socialmente no sobrevives. Que razon tenia el q decia q bebemos para hacer interesantes a los demás! (O a nosotros mismos)

    NAN, saldrías del centr del universo para una quedada-recuperación-de-prevoius niveles etílicos en Vetusta en xmas? (Mo ya sé q sí) Pq lo de londinium ya ni lo sgiero...

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  14. Uuuuyyy, ké difísil lo veo, ké difísil.

    (A ver, una excusa ¡ya!, que los he conocido más rápidos).

    ¡Yastá!

    A Luichico le han dado una grant de 12 meses en el mismo sitio de París. Realquila su habitación de Madrid y esos 5 o 6 días de Xmas los pasará en mi casa, como en el anuncio de turrones El Almendro.

    Ya me gustaría, ya, pero no creo que pueda.

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  15. Jo NAN, de qué vas? yo soy tan naive q, a medida q iba leyendo ya nos hacía a todos en Paris divagando entre vinos en el barrio latino. Eres Lo peor.

    Pero dale un abrachico a Luichico por la grant. El me cae bien.

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  16. Lo de París sería la leche. Le he prometido que en febrero o marzo voy.

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