an

07 septiembre 2010

Nina

Muchas veces me he referido a mis hijos como mis polluelos o pollitos, en plural, sin hacer mucha distinción entre ellos porque muchas cosas las hacían a la par y no pensaba ahondar más acerca de ellos, no quería agobiar a nuestros seguidores con la "típica historia de madre plasta". Pues bien, no se porqué motivo, pero he decidido cambiar eso, voy a  hacerlo, voy a profundizar en mis polluelos y diferenciarlos, contar algo más sobre cómo son y sus caracteres. Es una tarea difícil y seguro que me dejaré muchas cosas en el tintero. Pero me apetece.

Aviso. Desde este momento me pongo en modo clueca y empiezo un divague sobre ella, mi polluela Nina.

Nina llegó a nuestras vidas con 14 meses aunque aterrizó en nuestra casa dos meses después. La primera vez que la vi fue de refilón, en una foto en blanco y negro, con chupete y me pareció preciosa. La foto no mentía y cuando la vimos al natural era aún mucho más guapa. Siempre recuerdo nuestros primeros instantes juntos con esta canción. Era menudita pero con una vitalidad desbordante y una alegría contagiosa. Nos costó poco congeniar. Rápidamente se hizo un hueco en nuestras vidas, incluyendo la de su hermano que fue con nosotros a buscarla. Ella nos adoptó enseguida y desde el primer momento se mostró muy cariñosa, besucona (cosa que me encanta) y con las ideas muy claras (eso a veces no me gusta tanto).

Tiene muchas virtudes. Es tenaz, alegre, muy tierna, diligente, constante, tiene mucha iniciativa y amor propio. Es muy espabilada y hay veces que no hay por dónde cogerla. Es muy ágil y desde siempre ha tenido mucho tono muscular. Le encanta el agua y nadar y se pirra por las chuches, los fussilli y los helados. Es curioso como en muchos aspectos es clavada a mí. Siempre gana en el juego de a ver quien se ríe antes. Es capaz de adoptar una pose seria que impresiona, imperturbable. No le ha gustado nunca ser pequeña y siempre ha querido hacer ella todo sola. Está encantada con su hermano y quiere lo mismo que él, en todo (es curioso como los niños a esa edad llevan una báscula y una cinta métrica grabadas en el cerebro y saben si a uno le ha puesto dos crispis más o medio centímetro de turrón menos). Es muy trazosa, pinta bien y sabe combinar bien los colores.

Mi hermana la mayor cuando la vio, dijo de ella: "es un bellezón". Mi otra hermana dijo que "parecía una lucecita de Navidad" porque iluminaba la estancia y tenía, tiene luz propia. La abuela dice de ella que "no hay, es que como Nina no hay". Las tres tienen razón. Es también muy sentida y le da vueltas a las cosas. Puede preguntarte tranquilamente si tienes fé o cómo se murió el abuelo. Le gusta hacer las paces y que le hagan mimitos. Es muy presumida. Hasta hace poco le gustaba mucho el rosa, la purpurina, las princesas, el maquillaje y los zapatos de tacón aunque curiosamente casi nunca ha jugado con muñecas, Si le regalaban una muñeca la desnudaba y sanseacabó.

No le gusta el puré y le cuesta comer muchas veces (excepto lo que le encanta). No tiene miedo de nada, ha sido y es muy atrevida. Siempre hay que decirle so y nunca arre. Yo creo que es mejor así, pero a veces ha resultado peligroso. Nina es un poco desobediente y a veces desafiante. Suele ser desordenada (aunque vamos mejorando) y un pelín espeseta. No tiene manías. Lo mismo le quita una pulga a un perro que sabe darle tres mortales al huevo frito con los dedos y a continuación cogerse una coleta. No en vano mi hermana la mayor la llamó un tiempo la "princesa zaforillas". De pequeña cuando se enfadaba, se cruzaba de brazos, ponía morro y decía a media lengua: "me jado y punto" (me enfado y punto). Debido a eso se ganó el sobrenombre de la "fada fadada" (hada en catalán enfadada). Gracias a ella en casa al kiwi le llamamos "cuivi", a la libélula "belílula" y al helicóptero "helicóquiro". Le gusta cantar y desde hace poco cuando oye música se le van las piernas. Juntas en el coche hacemos hasta los coros, no se nos resiste ningún tema, pero en público es un poco vergonzosa.

Mañana empieza primero.

Os dejo con otro tema que me emociona y siempre me recuerda a ella:

22 comentarios:

  1. "a esta corporeidad, mortal y rosa, dónde el amor inventa su infinito"

    Preciosa canción.

    ResponderEliminar
  2. Si hace 6 años me dicen que me van a gustar estos artículos de mamas y niños no me lo creo... y ahora se me cae la baba. Será el instinto de papa oso.
    Pasion vega tiene algunas canciones preciosas adjunto mi favorita de pasion vega

    Perdona nan por no haberte dicho lo de los enlaces, no estaba mucho en lo que se celebraba, pero la ingeniera anijol ha estado rápida al quite.

    ResponderEliminar
  3. Me ha gustado mucho. Se me salta la lagrimilla.

    Mezclaba tus descripciones con pensamientos de mis hijos y... ¡no somos de piedra!

    ¡Qué bonito es querer y que te quieran!

    La canción de Pasión Vega la ponía mucho cuando nació C. Es preciosa.

    ResponderEliminar
  4. Leer cosas tan bonitas y con tanto sentimiento dentro gusta tengas o no tengas retoños. Qué bien lo has contado, Diva.

    Precioso.

    ResponderEliminar
  5. Te ha quedado perfecto. Mola cuando te pones a pensar en tus churumbeles y te das cuenta de las cosas que son y las que no son, las virtudes que tienen y las que no, sus defectos y sus manías. Te hace verlos más como "ellos" que como " tus hijos"...no sé si me explico.

    Se parece a C....la que nos espera en unos años.

    Besos

    ResponderEliminar
  6. Muy bonito. A mí también me ha hecho pensar en los míos. Y yo tampoco habría prestado atención a esto hace unos años y sin embargo ahora... estoy con la lágrima pendiente.

    ResponderEliminar
  7. Me encanta tu "fada fadada". Mañana se hace un poco más independiente. Suerte

    PS: no sé que quiere decir "trazosa" ni "espeseta", pero no le quita nada al retrato.

    ResponderEliminar
  8. No hay nio que mencionarlo, Chico: Anniehall fue más rápida.

    He tenido poco instinto maternal, aunque me quedaba semanas olo con el pequeño Hijo y lo atendía de maravilla, pero ni lo besaba (tampoco mi madre me besaba). Y aunque ahora nos estrechamos la mano cuando nos vemos, nos queremos un huevo.

    Pero me gusta percibir en vosotros es instinto (Lola lo ha tenido y lo tiene).

    Así que, gracias a Annie Hall, os paso esta canción de la maravillosa película Oci ciornie:

    Balla Ninna

    ResponderEliminar
  9. Amanita:

    Trazosa, que tiene traza, mañosa, diestra, hábil al hacer las cosas.

    Espeseta: Término muy casero Lo dice mi madre. Alguien espeso es broceras, marranote que por ejemplo puede comer tres cosas diferentes sin cambiar el plato (por dar un ejemplo o tocar todo lo que come...)

    ResponderEliminar
  10. No quería generar lagrimillas, pero veo que el tema nos toca a tod@s de una manera u otra...

    ResponderEliminar
  11. NáN,
    Muy bonita la canción. No la conocía.

    Nunca es tarde para besar.

    ResponderEliminar
  12. Hola ECDC,

    No está mal, pero me "toca" más la mía. Cada cancion tiene su momento.

    Plis, podrías explicqr de nuevo lo de los enlaces. Yo es que no acabo de hacerlo bien...

    ResponderEliminar
  13. Los enanos, cuánto trabajo pero es impensable la vida sin ellos. Precioso, espero el siguiente capitulo.

    ResponderEliminar
  14. qqqqnana en chesoqqqq

    quita las 4 q del principio y las del final y te quedará el enlace a una nana en cheso

    ResponderEliminar
  15. Olvida lo anterior que no me ha salido bien.
    Bueno no lo olvides escucha la nana que te pongo que me gusta y la puse en una entrada hace timepo,luego pon en google
    HREF
    y la primera busqueda te lo explica.
    besos

    ResponderEliminar
  16. Gracias ECDC por el href y por el enlace a la nana, muy bonita, muy aragonesa. Tiene el encanto de lo tradicional.

    ResponderEliminar
  17. Tengo que excusarme, porque mi comentario no estaba completo. Nada más poner el enlace una llamada de teléfono me hizo salir escopetao. Quería decir, a propósito de la canción, que no soy inmune a la infancia, pero en abstracto. Escucho una canción como esa y me emociono. Así que entiendo lo que decís; hasta lo comparto.
    Pero cada uno vale para lo que vale y hay cosas en las que no merece la pena luchar: no soy besucón, pero me expreso de otros modos. Y soy útil. Cuando Hijo empezó a ir al Instituto, su madre lo seguía considerando como el Principito (no solo Molinos es la Reina Madre). La verdad es que las madres tenéis un punto ciego en la visión; porque para mí, desde los 8 años, había ido perdiendo las características y era ya un representante bastante rijoso, y con acné, de un principado. Un día llegó a casa gritando “¡Qué hay de zampa!”. Lola me miró y me dijo: “En los próximos años, ocúpate tú de él”. Y el Notas y yo pasamos unos años maravillosos.

    También quería decir que ¡ya era hora, mangas verdes! de que empezarais a personalizar a los muchachos más allá de la pollitud compartida.

    ResponderEliminar
  18. Nán...siento desilusionarte..pero si algo no soy es La Reina Madre...estoy muchísimo más cerca de ser como tú que de ser como Lola...

    ResponderEliminar
  19. Lo decía por ser la madre de princezazz... Pero tienes razón, eso no cuenta; porque entonces yo sería el Rey por haber tenido Principito (aunque fuera rey-consorte) y entonces sí que me parto de risa.

    ResponderEliminar
  20. Super tierna descripción de la polluela, me emocioné y llamé ami hijo para saludarlo antes de seguir leyendo :-)

    ResponderEliminar
  21. Gracias Margarita.

    Sí, a mi a veces me dan venadas de ese tipo. He llegado hasta parar el coche sólo para darles un beso porque me apetecía...

    ResponderEliminar

Comenten bajo su propio riesgo, sin moderación. Puede ser divertido.