Domingo, 10 de Julio de 2022: Antalya-Cirali (CT & D3)
Autor de guía malhumorado (que me den el trabajo a mí)
El autor de la Rough Guide to Turkey no sé quién es, pero cómo serían el resto de los aspirantes a este proyecto, cuando él claramente odia su trabajo: todo el rato se está quejando. Si por él fuera, nadie visitaría Turquía (o por lo menos esta costa) y cada vez que descubrímos una nueva de sus frases apocalípsicas la leemos en alto por su valor cómico. La del principio de la costa oeste de Antalya es algo así como "no hay nada que te pueda tentar a salir de la carretera principal en ese tramo". Parece que esa zona es otra hilera de terribles resorts Disney como los de ayer, llenos de ingleses y alemanes. Estos "todo incluido" incidentalmente, parecen ser el destino vacacional soñado de mi hija, como ha dejado claro ya algunas veces.
Los placeres de viajar con adolescente (que busca su individualización vía oposición frontal a sus padres)
Sobre ser madre de adolescente tocapelotas de viaje: anotar que las tensiones con Mini han llegado a momentos de "no podemos seguir viajando juntos”. En pocas situaciones se muestra la filosofía de una vida más que viajando, y claramente Mini no coincide con la nuestra (se me pega el "incompatibilidad de caracteres" de Sabina). Eso, o es saludable rebelarse en la adolescencia, ya no sé.
Un día nos envió un Tiktok con una chica joven diciendo algo así como "yo de niña, siendo una malcriada cuando mis padres me llevaban a ver cosas y yo solo quería todo-incluido". Esto puede por un lado querer enviarnos el mensaje de "mira, no soy rara, no soy la única", pero yo me lo tomo como "mira, no somos raros, no somos los únicos padres enloquecidos que hacen ir a sus hijos a ver cosas". Un "no soy shó, sós vos". Como doble salto mortal, ahora Mini habla de “traerse a amigas de vacaciones” (que es lo que parece hace ahora la gente), pero ella misma concluye “a mis amigas no les gustaría esta manera de viajar”.
No sé, la duda sobre si estas eran las últimas vacaciones en las que Mini se quiera unir a nuestro trote (o la dejemos) sigue ahí. Nota: esto lo escribí todavía en el ferry o el avión. Ahora, de vuelta, las broncas se van diluyendo (viene a ser como un parto, que la gente se olvida del dolor) en la memoria, sobre todo en la de ella, que el otro día hablando vagamente de México, toda su pregunta fue "iremos en clase bussiness?". Watch this space.
Té, pastas, Ataturk el influencer: breves notas culturales
Ataturk, primer influencer |
En la panadería está colgada -como en múltiples establecimientos- una imagen de Ataturk (el padre de la moderna Turquía, al que tienen como héroe nacional, parece) posando como si supiera que un día iba a llegar instagram. Ataturk, el primer influencer? Atención a la pose mirando hacia arriba.
Breve nota, esta geográfica
De verdad que esto es imprescindible para entender lo que será mi éxtasis en los siguientes días. Los montes Tauro (en turco: Toros Dağları) son una cadena montañosa en esta zona del sur de Turquía que forma un arco paralelo al Mediterráneo, y constituye el límite sur de la meseta de Anatolia. Al este, se dividen en una rama (Antitauro) que sigue hacia el nordeste hasta el nacimiento del Éufrates, y otra rama (Tauro oriental) que pasa al sur del lago Van y al norte del Tigris, y que es atravesada por el Éufrates en su descenso hacia Siria. Imaginad: nada menos que el Tigris y el Eufrates, los míticos ríos de Mesopotamia.
Montes Tauro |
Lo más importante para nosotros es que la cordillera tiene varios picos de altura superior a los 3000 metros y en algunos puntos se puede pasar del mar a esta altitud en una distancia recta de 25 kms. Es para que nos hagamos una idea del desnivel (sin ir más lejos, en Antalya-oeste hay un teleférico de playa a monte).
Esto quiere decir que, nada más salir de Antalya nos quedamos boquiabiertos porque el pitufo gruñón de la guía no ha dicho nada de la carretera en la que nos metemo, que recorre toda la costa turquesa y que va a pasar ya a formar parte de los "scenic drives" de mi vida (un “scenic drive” o ruta panorámica es exactamente eso: carreteras que no solo te llevan de un sitio a otro -pero esa es también su gracia, no es un “parque natural” en el que te metes solo a ver belleza- sino en las que el paisaje mismo es un espectáculo (las cosas pueden empeorar: se me está ocurriendo hacer un divague separado sobre esto).
Uno de mis "scenic drives" favoritos y que más veces habré hecho es la autovía de Iruña a Donosti (?alguien se acuerda de lo que te mareabas en la carreterucha aquella del pasado, que serpentea por abajo?). Vas en lo alto del valle, y es todo tan verde y precioso… Bien, pues esta carretera es así, tienes una cadena montañosa impresionante a la derecha, con sus nubes negras en los picos, que luego desaparecen, y sol, y nubes o niebla allá arriba, y además a tu izquierda, el mar turquesa. Hay muchos túneles y es todo muy dramático, con mucho contraste y si fuera anunciante de coches, me vendría aquí a filmar.
Las “antiks” de Phaselis (Fasélidas)
No salimos de la carretera -haciendo caso al gruñón que dice que las playas están tomadas por el Capitalismo- porque además, como veremos cuando vayamos a Cirali, el pueblo donde dormimos hoy, todas las bajadas al mar están claro llenas de curvas y no es fácil. De manera improvisada, mirando la guía, decidimos parar a ver las ruinas de Phaselis, un rato antes de destino. Al salirnos de la autovía nos metemos en un "bosque de coníferas" (le he enseñado la palabra al Peda, que no conoce ningún árbol, y se cachondea) y hay una fila de coches esperando. No entendemos nada: al final hay una casita de madera donde cobran para entrar antes del aparcamiento. Me recuerda algo a los parques naturales en Sudáfrica, que entiendo han de ser mantenidos, pero el tema de tener que pasar por una casita de madera y te abran una barrera automática para entrar le quita para mí la magia "de la naturaleza" (Nota: tengo claro que eso era naturaleza para dummies y turistas no montañeros o senderistas, cosa que nunca he pretendido -aunque, atención y mención especial al "día que los Pedalistas fueron senderistas" con Mi Palo y todo), pero aún así.
En estos pensamientos estoy cuando llegamos a la casita de pago y oigo al Peda decir "para las antiks". Ha habido cachondeo con esta frase porque la palabra "antic" en inglés significa algo así como "manías o costumbres" y llamar "antigüedades" a unas ruinas me hace mucha gracia. Según él, así es como las llaman los turcos.
Fasélidas |
De nuevo, estas antiks son una combinación de ruinas y playas. Era una ciudad con tres pequeñas bahías (que fueron tres puertos), sus baños, calles y de todo, en un enclave de pinos: no tenían mal gusto. Podría explicar aquí su historia, que como en todo lo que hemos visto, es florida y convulsa. En concreto, del Antiguo Reino de Licia, que estaba situado en esta zona que hemos recorrido y que a lo largo del I milenio a. C. desarrolló una cultura particular, con lengua, escritura y cultos propios. Luego sufrió un proceso de helenización y conquistada sucesivamente por los persas, Alejandro Magno, los romanos y los turcos, y ocasionalmente formó confederaciones independientes o autónomas. Pero no lo haré porque o bien me ofrece alguien lo de escritura de viajes como posibilidad laboral (no iba de coña el primer párrafo, descúbranme!), o si sigo de bloguera personal (lo menos currado que existe), hay que escribir historias personales de limitado interés general. No, en serio, si hay alguien ahí, buscad en wiki los Licios, molan.
Una de las bahías de Fasélidas |
Algo me pica, muerde, tal vez besa en semejante parte
Paseamos por la calle principal, entramos a ver algún mosaico y al final, cuando llegamos a la tercera bahía, a bañarnos. El Peda, aprendiz, no lleva el bañador puesto, así que ha de volverse al coche y nosotras, las listas, en lugar de ir a la playa, que está a la derecha, nos metemos por las rocas, que siempre es más diver. Pero, oh destino, nada más entrar en el agua que está super-caliente, castigo de los dioses, algo me roza en la parte del culete que no está cubierta por el bikini. Al principio solo es levemente molesto, un pececito de esos que la gente mete los pies para que les muerdan. Cuando ya estamos dentro nadando, Mini me asegura que llevo ahí una marca exagerada. Pero la risa va por barrios: Mini también sale de ese baño tocada, a ella le ha picado algo en la cara y tiene como tres habones.
El Peda tal vez ha vuelto a Antalya a comprarse el bañador y, cuando por fin aparece ahí lejos, comenzamos a hacer gestos desde el agua. El sigue impasible, pero una persona en una hamaca colgada nos devuelve el saludo. Nos entra la risa floja. Se le une otro, y venga a saludar. Cuando nos alcanza el Peda en el agua nos encuentra en ese estado: riendo y lisiadas. Le llamamos la atención de la maravilla de paisaje: estamos en una bahía muy cerrada, con las montañas de fondo y una playa con gente (por algo había fila de coches), pero nada en comparación con la playa estándar.
Bahía accidentada |
Y otro anfiteatro
De vuelta hacia el coche entramos en el anfiteatro y nos quedamos de nuevo maravillados. Este es pequeño en comparación con el de Side (1500 espectadores) y está menos restaurado pero es monísimo. Qué debe ser, al atardecer y sin calor, ver aquí una representación o un concierto, con las tres bahías ahí al lado, y el olor de los pinos. Y, bueno, al amor de los bichos, que si nos han segado ya de día, no imaginemos la noche.
Fuego eterno, granadas
De vuelta a la carretera, otro ratito de monte-y-mar y ahora hemos de bajar de la montaña a Cirali, donde dormimos hoy. En teoría, antes de bajar hay que ver la Chimaera, un "fuego eterno" en la montaña. Parece ser que está ahí desde la antigüedad (dio lugar a la veneración local de Vulcano, dios del fuego), y no se conoce el fenómeno natural que lo causa. Claro, es mejor verlo de noche y como la carretera es muy en zigzag y además nos gusta Cirali, no subimos.
Según el gruñón de la guía, Cirali es una de las playas mejor preservadas desde Antalya (traducción= no hay resorts de alemanes). Es uno de esos lugares de playa hippies tolerables, tampoco la playa inexplorada universal. Tiene apartamentos y hoteles de dos plantas, tiendas en las que venden joyas de conchitas y muchos restaurantes.
Los de nuestro hotel no se han complicado con el nombre ("Cirali Hotel") y yo me enamoro inmediatamente: tiene un patio lleno de mesas bajo los árboles (me recuerda a las plazas de los pueblos de Pelion), hamacas colgadas y una piscina genial, con la montaña al fondo, a la que se llega por una pasillo del jardín, lleno de limoneros y granados. Observo que las granadas están chiquitas: ni idea de cuándo es su temporada, porque en Londres aún las estoy comprando. En esta cultura, la granada es la “fruta prohibida”, o de la pasión (por supuesto siempre hay quien dice que el zumo es afrodisiaco). Hades engañó a Persephone, la diosa de la inocencia, a que comiera granada, lo que la forzó a vivir en el inframundo durante todos los inviernos. La habitación es tirando a anacoreta: toda blanca y sin nada aparte de baldas de obra (para mí genial, ya se sabe que fui en otra vida o espartana o monje franciscano). Y es tal vez la única que hemos encontrado sin televisión (por fin, para qué?).
El concepto "Martina, Valentina"
Cuando una decide hotel en estos viajes suele estar dividida entre tener terraza con vistas al mar o tener piscina. Sí, se puede ambas, pero cuando vamos nosotros a reservar (siempre los últimos de Filipinas), ya no suelen estar ahí. Nota: pese a mi citada austeridad secular a mí también me gustan esos hoteles boutique en Santorini con vistas a la caldera y piscina infinity, claro que si un día pillo uno de esos, no saldré de mi infinity y no habrá diario - lo cual todos agradeceréis, lo sé- pero tampoco videos míos tirándome a la piscina llena de pétalos de rosa o aplaudiendo cuando me llega navegando una bandeja de desayuno. Sé que tengo una carrera brillante como influencer de la tercera edad, pero aún no he llegado: dadme un par de años.
Total que cuando una reserva piscina, siempre ha de tener en cuenta el factor "Martina-Valentina" que fue introducido en nuestras vidas en el primer verano de la pandemia, cuando no se podía viajar, por Fashion. Los incautos Jekes alquilaron un apartamento en la Costa Brava que venía con piscina y sus obligados niños gritones, que siempre se llaman Martina y Valentina. Sus padres, unos pesa’os del diez, venga a llamarles a grito pelado, siendo Spain. Los pobres Jekes, aún Jóvenes que Estaban Empezando, aún pre-Roc, aunque tíos varias veces, no salían de su apoteosis: ellos se querían echar la siesta, pero esos energúmenos no paraban de tirarse a bomba y aullar como posesos. Al segundo día constataron que ese alquiler había sido un error, los críos no salían de ahí, y los padres a saber qué les tenían que decir constantemente.
Martinaaaaaaaaaaaaa!!! Valentinaaaaaaaaaaaaaa!!! (un arma) |
Hecho este inciso, tras dejarlo todo vamos a la piscina por el caminito de los granados y, oh, hay una familia en al agua. Nos miramos con cierta preocupación: ¿Es esto un martinavalentina en toda regla? Nah, al poco nos hacemos fuertes y los echamos. La piscina es genial, con agua super caliente.
Preparación playera: camping gas y Ramona
La playa de Cirali es enorme y de piedras (otro día por qué las prefiero). Termina en una desembocadura, que si la sigues, te encuentras en las ruinas de la ciudad de Olympia (tiene otra entrada, la oficial, a la que se accede por otra carretera en zigzag como la de Cirali desde la carretera de arriba). Como esta mañana en Fasélidas, ha habido gente que ha ido a pasar el día al combo ruinas-playa. Nosotros entramos ya muy tarde y por abajo claro, y nos los cruzamos, ellos ya van de retirada de la playa, suben hacia lo que debe ser el aparcamiento de Olympia armados de sus hinchables, neveras y camping gas. La preparación de los turcos para ir a la playa es otro nivel.
Vale, a nuestro lado todo es otro nivel: ir a playa si has tenido que pasar por el control de seguridad de un aeropuerto y limitaciones de equipaje siempre es un problema. No puedes hacer como en mi infancia, que íbamos un mes entero con coche y teníamos de todo, desde sombrilla hasta colchones y barcas hinchables que recuerdo enormes (no lo serían, la memoria infantil). Aquí los Pedalistas viajamos con un equipo ridículo: unos fulares para secarnos, gafas de bucear y solemos comprar una "ramona" (*).
(*)No recuerdo -hace tanto- si hablé del concepto ramona -siempre una gran fuente de diversión- y en concreto de Ramona (con mayúsculas) en nuestras últimas vacaciones de playa. Se trata de un donut hinchable con colores de sandía descolorida (creo que nos dieron la de muestra rebajada, no había más modelo-sandía o algo así). Al terminar las vacaciones, le teníamos tanto cariño que la deshinchamos y la llevamos a Londinium con nosotros (no era una una ramona más). Cosas pasaron con Ramona en este viaje, pero no adelantemos. De momento, había que encontrar un establecimiento que la hinchara.
Más cosas: sombrilla no compramos porque no somos de asentarnos nunca en una playa (salvo un día, en hamaca y parasol alquilado, véase historia más adelante). Nosotros llegamos a la playa con lo mínimo, nos tiramos al agua, y cuando salimos, nos secamos, y a lo siguiente. Ese es el plan: no hay plan, todo es improvisado.
Más amabilidad turca: mano en el corazón
Tras unas vueltas por Olympia, que tiene un riachuelo y tumbas y sarcófagos, salimos al mar de nuevo y ya ha atardecido. Tenemos mucha sed y solo hay en una esquina un chiringuito muy básico. Al ir a pagar, oh, no llevamos efectivo. En general, en Turquía se puede pagar casi todo con tarjeta, pero una botella grande de agua aquí no. Debemos seguir en el estado zombie adoptado en este país porque el hombre se queda fatal de no poder vendernos el agua. Ya en retirada viene y nos dice que ya se la pagaremos mañana, le decimos que no estaremos ya. Da igual, que nos la llevemos. Es un ejemplo más de la amabilidad turca: le doy las gracias y que no, de verdad, y tanto insiste -se pone la mano en el corazón, gesto muy de aquí- que al final le digo que esa no, la más pequeña. Y así quedamos. Recuerdo cuando en Itaca nos perdimos buscando la “escuela homérica” y no había bar en el pueblo y una familia nos abrió su casa. En fin, somos unos sedientos y no solo mal preparados para la playa.
Playa de Cirali |
Bañarse en bolas y acabar en comisaría daría para una buena entrada
Ya es casi de noche y nos damos un baño en la playa, casi solos, qué maravilla. Me pongo el bikini de gorro una vez dentro del agua. Esto es por consideración: mi teoría es que solo el 5% -igual estoy siendo generosa- de la población mejora desnudo sobre vestido, y no soy uno de ellos. No voy a exponer a las retinas de la humanidad a mi cuerpo en bolas, pero me gusta nadar en bolas. En este contexto me causa una emocionante sensación de infracción: en este país las mujeres se bañan vestidas. Me llevarían a comisaría? Solo hay un grupo sentado en círculo bien lejos y no los veo denunciándome. Mi fantasía de crear contenido para el blog se va al traste.
Turismo cuki
No nos engañemos con que el turismo de Cirali es mejor que el de los hoteles Disney de Antalya: todo es destructivo, solo que este es estéticamente menos desagradable para mí. Los restaurantes se llaman "lemon tree" y no voy a aburrir a las moscas con las comidas a menos que haya algo que anotar culturalmente. Venga, solo hoy: yo pido una "pizza turca" que tiene forma como de hoja de árbol y bordes gruesos y se lalma "pide". Es algo socorrido cuando no te apetece lo que viene siendo un estofado que es lo que se pide el Peda. La cerveza local se llama no-sé pero no está mal (si me gusta, será de menú infantil).
Consultoría Kuñada
Al llegar al hotel, tardísimo, me conecto con la consultoría Jeques -siempre despiertos, gentileza Roc, pero además son dos horas menos. Tras varias fotos tituladas “humillación” (cuando sea influencer geriátrica tendréis todo ese material), ambos, especialistas en mil materias concluyen que ese beso de marciano que tengo en el glúteo era una medusa. Venida a menos, pero medusa. Protesto: no puede ser una medusa, la gente cuenta horrores y esto, no siendo agradable, no es el fin del mundo. ?Pero, acaso quiero saber más que JAL, que tiene un cursillo de fin de semana en medusas? Aseguran que eso es "un tentáculo de medusa que se les sueltan pero aún tiene cierto poder irritante" (claro que no como el bicho a-full). Que no le ponga agua dulce, que no se qué de unas pinzas o rasque con tarjeta de crédito.
Cuando me dan estos consejos ya me bañado en piscina de agua dulce, donde no solo no he visto las estrellas, sino que he reducido a las Martinas y Valentinas del mundo. Go girl!
Me gusta el concepto playas-con-ruinas. Yo también soy de las que van a la playa, se bañan, se secan y ya, así que lo de tener ruinas para ver en lugar de torrarse al sol suena estupendo. (Nota botánica: las granadas, al menos aquí en el Mediterráneo, son una fruta de otoño. Lógico que ahora estuviesen pequeñitas.)
ResponderEliminarTú sabrás esto, ELENA: Ampuria Brava, es tal vez ese concepto? (ruinas en playa, aunque creo q fuera de recinto). Estuve ahí de peque de viaje de estudios y lo q es la memoria: mi pral recuerdo es la monja bañándose con un gorro de ducha.
EliminarO sea, las granadas q compro son de congelador... :( están buenas igualmente....
No confundir Ampuribrava (urbanización bastante horrible con canales para que la gente amarre sus barcos) con Empúries. Cierto, las ruinas están aparte, pero casi al lado hay una playa, hoteles e incluso un pueblo (Sant Martí d'Empúries). Lugar precioso, vale la pena una visita (tanto las ruinas como lo otro, menos Ampuriabrava). ¡Pero no en agosto, saturado de hordas turísticas!
Eliminarah no no, Elena, yo hablo de las ruinas romanas! No sabía lo de la Venecia de la Costa Brava :):):) Necesito un amigo con barco para ver esto desde dentor y poder hacer una entrada!
EliminarA ver. Yo viajo con adolescentes y siempre han viajado bien, la verdad. Es más, este año las amenazamos con que el año que viene solo ibamos a alquilar una casa en el sur de Francia y nos íbamos a dedicar a descansar y han dicho que entonces ellas no viene, que a ellas les gusta ver y hacer cosas. ¡Bien por mi!
ResponderEliminarMuy a favor de las scenics drive. En USA casi todas las que hemos cogido eran scenic. Yo creo que conviene intercalar dias de scenic con días de no, porque sino puedes sufrir una sobresaturación de belleza que te lleva luego a llorar amargamente cuando vuelves a tu casa y haces tu ruta habitual.
estoy con JAL, eso era una medusa o un trozo de medusa muerta.... claramente.
En la foto de la piscina, ¿el flotador que se ve es el vuestro? ¿La Ramona?
jajaja hijas q se descuelgan voluntariamente... algo has hecho bien. Sospecho q a MIni no nos la vamos a poder quitar ni con agua caliente pq aunque en ciertos momentos es gran plasta (no entro en tema comida pq le daréis la razón, pero ella estaría todo el día comiendo) luego lo idealiza y recuerda con gusto las cosas q hemos visto... reguiremos retransmitiendo.
EliminarPero no se pueden intercalar los scenic drives, el día q toca, toca, con el nivel de planificación q llevamos nosotros q llamaré "medio" pq tenemos reservados los primeros hoteles... paradójicaente, viajando sin reservas, como hacíamos antes, es mejor para eso: si te gusta un sitio te quedas más (como era el caso esta noche vs. carnicería en Antalya), de esta manera has de moverte.
Por alla abajo tenéis todos un grado en malditas medusas. En Whitby no existían esos riesgos :)
No no, esa es una ramona genérica del hotel, la nuestra todavía no estaba hinchada y ya saldrá... su motivo gráfico es de sandía naranja :)
Observo yo cierto ejercicio de ombliguismo con lo de los montes tauro xq ,si la memoria no me falla, lo que es habitual, ud tiene ese signo zodiacal que , como es sabido, no sirven para nada más que para avanzar por la vida con certezas escritas en las páginas del Hola y para hacerse una la interesante: "...sí, tía, las tauros ya somos un poco asín"
ResponderEliminarTambién veo tendencia a pontificar, ud que dice estar en las antípodas del vaticano. ¿Qué es eso de que sólo un 5% gana desnuda?, queremos confirmar esa máxima pretenciosa que no nos va a dejar pegar ojo todo el verano imaginando a la cajera del super en bolas o al conductor de autobus idem sentado en ese asiento que sube y baja. Así pues, ruego adjunte a su último escrito fotos de ud en bolas, pelotas, cueros,...., no olvide dejarse el bikini en la cabeza. Nosotros juzgaremos entonces su máxima. (si quiere puede poner una tira negra en los ojos para mantener su anonimato)
Hola Anónimo de las 11:42: tienes razón, cómo podían ya estar pensando los licios o romanos o quien nombrara esa cordillera en moi? Tengo entendido q los tauros somos los más pacientes, tranquilos y agradables del zodiaco no?
EliminarA ver, a ver, lo del 5%, admitiré q no está basado en datos q yo haya recogido personalmente, sino q me he tirado un poco a la piscina con la población general...Claro q igual tú (digo, usted) baraja otras cifras, basadas en estudios personales (cual es el n de su muestra? solo así podemos empezar a hablar).
Sobre la parte dos, se cachondea usted de la influencer geriátrica, q no es q se esté mal en bolas... es q vestida es tan dificil de superar! :)..
hug
di
Dos previos, para ir haciendo mano… y un aviso "pornográfico"…
ResponderEliminarCaray con el ritmo agosteño (si fuera en Twitter pondría carallo y así me pilla el algoritmo del “Carallo 29”)... no eres de términos medios evidentemente… pero este divague tiene exceso de chicha, y eso que estás de vacances…
Otro previo es el asunto de máxima importancia, se llama adolescencia y la mayoría de la gente (incluida, claro es, los porpios adolescentes) tratan esta etapa como si fuera una simple fase previa del Tour de Francia… y así les va, suelen dejar parte de esa adolescencia por el camino… no se preparan para las brutale escaladas que presenta el recorrido… y suelen perder la carrera (“su” carrera, o “la” que le marcaron hacer).
MI hijo con 14 años decidió que los Pirineos le sobraban (llevaba subiendo desde los dos añitos y disfrutando como un enano, con perdón)... ese julio se los pasó viajando por las Fundaciones del Asimov y, eso sí, solo fue impertinente un mínimo de veces… lógicamente se “acabaron” los Pirineos… y no tenía nada en Galicia que lo atara, lo llevaba todito con él!
Hay cosas que cuesta mucho asumir, y la muerte no deja de ser una de la peores previstas, pero al final (si te calmas) de las más llevaderas… por ejemplo a mi, me aterraría más la imagen de un pinchazo en la pierna (que parece se lleva mucho ahora), cuando mi hija era adolescente… llamadme atapuerqueño!!!
Soltar lastre en un globo siempre parece una medida temeraria, pero mantenerlo contra el sentido natural y libre de la evolución es mucho peor… pero, sí, como duele!!!!
Se me fue liando, pero dejo el aviso “por si”... y va de la Venus de Milo con o sin túnica…
Bicos desde una segunda adolescencia…
Jajaj con el ritmo agostenio, MV! Se nota q he estado en abstinencia de teclado? Plus, si no escribo pronto, se me olvida. Aquí está todo tranquilo, la ciudad duerme la siesta, vuelan los "fuera-de-oficina": me encanta Londinium así, y además puedo escribir. Nota: no estoy de vacaciones...
EliminarAgradezco tus ideas sobre adolescencia y otros demonios, sobre la tuya (primera y segunda) y la de tus hijos... ahí estamos, en esa travesía del desierto, pero disfrutando también: cuando no estamos luchando, nos reímos mucho.
bicos y tienes nueva entrega agostenia y espero q estés bien...
di
Ya no pensaba colgar esto, pero después de contactar con el Driver (otro algoritmo?), ya noté que lo de dejar divagar es una norma de la casa, más verdad que las de la caas de la sidra... así que va este "cacho" de copia/pega...
EliminarComo previo decir que “siento” tu claro desapego por el universo Tolkien (incluída su versión visual Jacksoniana), pero es lo que hay. En el caso de las pelis, aunque solo sea por la tremendas paisajes que Nueva Zelanda esconde para los europeos. Y las elfas, ¡también las elfas! (con sus venusinas túnicas). Son ideales, por cierto, para fragantes simbiosis blogueras.
Peeero, vamos al meollo… la insoportable pesadez del desnudo humano… por qué no? Además parece que un comentarista echa leña, tal que incendio veraniego en la Península Ibérica.
Los que maduramos con las turgentes pieles del Penhouse (el Play Boy andaba más escaso), sabemos de como unos globos demasiado hinchados, te pueden excitar hasta el paroxismo, solo si desechas tu capacidad de percibir los matices de la piel humana, por ejemplo.
En mi adolescencia tardía aprendí a valorar mucho más las arrugas de las Gracias del Rubens, que cualquier playmate del tres al cuarto (aunque se vendieran por millones de votos libidinosos)... después, claro, de pasar pola fase intermedia de la Venus renacentista… peeero siempre fui de una Venus de Milo, con túnica casi transparente (imaginación habemus).. era la cima, donde se podía tomar algo del licor olímpico…
Y es que el cuerpo femenino (lo siento por los machos) solo tiene riqueza erótica si cumple la sacra condición de tener un mínimo de misterio… porque, ¿dónde está la gracia de saber de antemano que el Odiseo llega a su ciudad y se pasa el fin de semana follando incansable con su amada Penélope… eso eran, en esencia, las revistas pornográficas de nuestra oscura y dura infancia/adolescencia, el homero californiano de beach y mágicos polvos en el sudoroso atardecer!
Peeero, como siempre, me lío… porque tengo algo de típico chino de chiste durante el franquismo… que no daba para mucha finuras intelectuales, antes de que Mao asentara su Olimpo particular en Beijing (o como se diga ahora)...
Prepárate, porque puede que vuelva (soon)... mientras tanto biquiños misteriosos…