Lunes, 8 de Abril de 2019: Fez-Cruzar el Atlas-Desierto (Marruecos 3)
El concepto de "scenic route" (ruta escénica) no sé si se usa mucho en castellano, pero se explica solo: se trata de una carretera que recorres, bien en coche alquilado (Big Sur, entre San Francisco y LA; cualquiera en la costa de Grecia), bien en un bus renqueante (Copacabana-La Paz), o bien en un bus lleno de italianos histéricos (de Sorrento a Salerno). Un amigo marroquí del Peda le había dicho vagamente que "la carretera del desierto a Marrakesh (de este a oeste) está muy chula", pero nunca, nadie, nos había preparado para lo que íbamos a vivir hoy, en laperpendicular a aquella, del norte al desierto.
Nuestro plan era salir de Fez (oh, adiós riad-por-encima-de-nuestras-posibilidades, nuevo desayuno fastuoso y así todo), y coger la carretera hacia el sur, llegando tal vez a dormir a Midelt. Todo esto eran cálculos mirando el mapa y contando kms. Pero en una de las conversaciones con el naufrago Ro, aconsejó tirar directos hasta el desierto, porque no hay mucho que hacer en las poblaciones de en medio. Bien, así que teníamos ante nosotros unas 7 horas de coche, con niña y música enlatada del móvil. Siete horas que fueron una montaña rusa, porque cada dos había un cambio radical de paisaje, y mi cámara simplemente no podía parar de disparar.
Dejamos Fez a las 10:30, a la salida encontramos un supermercado enorme (Marjane), en el que entran a comprar provisiones para el día el Peda y Mini. A la salida, cargados con zumo de naranja, botellones de agua, galletas, frutos secos y demás, me intentan hacer creer que es otro "Greens", el mejor super del mundo que se encuentra en Malta. Quién les cree. Yo mientras tanto observo que pese a que a su lado hay un Decatlon, y otras megatiendas, ello no impide que pasten por ahí las ovejas (o son abejas? esta es una broma interna-la pobre Mini aún lía estos dos conceptos y siempre es gracioso cuando se cuela).
Una de las primeras sorpresas-o no tanto, mi becaria me lo había advertido- es encontrarnos con un pueblo tirolés. Casitas de madera con los tejados inclinados, todo muy ordenado y, sinceramente, un universo aparte de Fez, de donde venimos. El caso es que estamos subiendo y el paisaje se torna Suiza: abetos, pinos... pues igual es que aquí suele nevar, nos planteamos. Paramos un momento en un área de servicio, hacemos fotos en plan "salimos a la aventura" y nos tomamos un té a la menta, como se hace en estos casos, para acceder al baño. Pero en Marruecos da igual, descubrimos, porque en todos los baños que vayas habrán una pobre mujer ahí sentada esperando casi una limosna por haberlo limpiado, o algo. Esta vez, aún sin preparar, me voy al baño con Mini y, como siempre, sin dinero (Nota: no sé si he contado que el Peda me compara con la realeza, nunca que voy con ellos llevo dinero). Lo primero es que voy con las gafas de sol (graduadas) que no me quito (por esta razón) al entrar y voy directa a caballeros. A la pobre señora casi le da un síncope (y a Mini, que ya avanzaba por el de señoras). Bien, en ese establecimiento había baños para mujeres, en oposición a otros muchos y Mini ha descubierto aquellos baños que ocasionalmente se sufrían aún en mi juventud de "poner los pies en dos peldaños-mear de pie". Por terminar este párrafo levemente escatológico, tengo que gesticular ante la mujer, que tranquila, que ahora traía la pasta, y entonces el Peda aparece y es de nuevo el "Héroe de Bank".
Reanudamos el camino y, qué nos encontramos en medio de la carretera? Macacos!! Mini no puede creer su suerte. A ver, hasta yo, que no soy fan de los bichos, me ilusiono. No me gusta ver animales en jaulas, e ir al zoo me supondría autolesiones por aburrimiento (no se me recuerde que tengo que ir a Sudáfrica algún día no muy lejano), pero encontrarnos a este grupo de monos que pasaban por allí, y hacen monadas colgándose de los árboles es uno de los momentos del día.
Reanudamos el camino y, qué nos encontramos en medio de la carretera? Macacos!! Mini no puede creer su suerte. A ver, hasta yo, que no soy fan de los bichos, me ilusiono. No me gusta ver animales en jaulas, e ir al zoo me supondría autolesiones por aburrimiento (no se me recuerde que tengo que ir a Sudáfrica algún día no muy lejano), pero encontrarnos a este grupo de monos que pasaban por allí, y hacen monadas colgándose de los árboles es uno de los momentos del día.
Seguimos subiendo y el paisaje cada vez es más bonito y...
nuestras sospechas se confirman: hay nieve a los lados de la carretera!!! A qué altitud estaremos? Arzou, 89 kms al sur de Fez, está a 1250 ms
Tristemente, no puedo localizar en el mapa el siguiente shock del viaje. Esta es una de las imágenes más inesperadas y preciosas que he visto nunca. De repente, tuerces una curva y te encuentras con esto, como un decorado de una peli, que a medida que avanzas, va creciendo, y te vas metiendo en el decorado:
Qué es eso blanco entre las montañas? |
Madre mía, será posible??!!! |
...que eso sea nada menos que... |
En este pueblo, cuyo nombre tristemente no recuerdo , siguen la vida como si nada, como si no tuvieran esa majestuosidad nevada, el cielo, de fondo:
Parece un pueblo de frontera del Tibet |
En tractor hacia la eternidad... y les da igual |
Abejas... ovejas |
De repente, ala! Un pantano (Al-Hassan Addakhil) de colores surrealistas, que te hace sentir en Marte...
El pantano está cerca de Errachidia, uno de los centros neurálgicos de la zona, donde paramos a tomar un té a la menta en uno de esos bares en los que solo hay hombres y cuya decoración, casi inexistente, recuerdan a los mejores "bares de viejos" de los 70 en España. El camarero es un senior mayor muy agradable que me indica donde está el baño e incluso me enciende la luz, y no hay señora de la limpieza. En la terraza, nos sirve uno de los mejores tés, y nos logramos entender, en mi patético francés para que me explique cómo se hace, ya que con menta sola no funciona, lo he probado muchas veces en casa. Ah! es que hay que añadir té negro, y me saca una caja donde me lo muestra (en otro lugar me dirán más adelante que es con té verde-al volver a casa he probado con ambos, y los dos están buenos, claro que ninguno como en Marruecos).
De vuelta al coche, lo siguiente que nos tiene preparado el equipo de decorados es "el oasis que hará caer tu mandíbula al suelo": vamos a ver, imaginen un río enorme, el Ebro, el Támesis, el Danubio... pues en lugar de agua hay un río de palmeras... así es...
Y torres con cigüeñas!
De repente, desierto... ruta 66...
Mi primera Kashba!!! Maravilla |
Va atardeciendo...
|
Y cuando llegamos a Merzouga, al desierto ya es tan de noche que no podemos ver nada... pero mejor dosificar estas cosas, después del día maravilloso que hemos pasado.
África es un continente enorme y en consecuencia te encuentras con grandes cosas.
ResponderEliminarEl pequeño oasis donde pasó la noche Lawance de Arabia era un decorado en Los Ángeles. En la realidad es conjunto de tres mil palmeras sobre un terreno arcilloso donde descansa el agua para mil caravanas.
El Atlas no es una montaña que sirve de fondo para que un actor francés le de un beso de tornillo a una joven y prometedora actriz.
Em realidad es una región donde vivió el león más corpulento de los últimos tres mil años.
Los bereberes no son unos simpáticos comparsas en una pelis de guerra con violines de fondo. En realidad es el pueblo más libre que conozco. Practican el antimilitarismo natural. Cuando los intentan colonizar (franceses .españples o marroquíes), ellos se adentran en su desierto y evitan las absurdas confrontaciones con resultado de fallecimiento de la población.
Chicos listos.
...
Los bereberes son pobres y analfabetos funcionales según el criterio europeo (no saben leer ni escribir)_ pero hablan cuatro idiomas y por la noche en vez de ver la televisión cuentan cuentos maravillosos alrededor den fuego.
...
Había una vez una mujer que iba a tener un hijo.
Cuando le llegaron los dolores de parto se fue al río a parir.
Y allí, en compañ8a del agua vino al mundo una criatura a la que llamó Asura.
La mujer, para agradecer que todo había ido bien, arropó a Asura en un paño blanco y se metió con ella em el río.
Cuando el agua le llegaba a la cintura .la mujer elevó a Asura y la puso de frente a la Luna Llena que esa noche iluminaba tenuamente el territorio que ná bosta alcanzaba .y el territorio que la vista no podía alcanzar
La niña, con apenas tres horas de vida, pudo sentir un disco blanco que de forma contundente abarcaba la mayor parte de su recién estrenado campo de visión.
...
África es un gran continente.
Y allí cuentan los mejores cuentos jamás imaginados.
No intentes comprar una antología escrita.
Deberás sentarte alrededor del fuego y esperar pacientemente tu turno.
Si amanece y no has podido contar nada, no te preocupes
Mañana tendrás otra oportunidad.
Y tal vez puedas hablar del león del Atlas o de un fósil marino encontrado a tres mil metros sobre el nivel del mar.
Me troncho con lo urbanita que eres. :) pero te quiero igual. Se nota que no sales de Londres durante meses. Yo conduzco todos los días y me cruzo con ovejas, cabras y mogollón de conejos en la autopista. Y ¡sorpresa! En Madrid, todavía hoy seis de mayo se ven las montañas al fondo y tienen nieve. ¿El pueblo de frotnera del tibet? Parece San Rafael :))))
ResponderEliminarSobre el oasis no tengo nada comparable. Pregunta ¿en esas 7 horas ya llevabáis el tendedero en la bandeja?
L. dijo:
ResponderEliminarDi, estaba yo leyendo con gusto y sin cuido alguno tu crónica de hoy hasta que me he topado con tus tres fotografías de monos… Y, uf, he recaído.
Los simiiformes (exceptuando siempre a HombreRevenido y a la Mona Lisa no del tal Leonardo da Vinci sino de Nat King Kong) me han inquietando de siempre, aunque a día de hoy aún no sé si es por lo mucho que, sin duda, se nos parecen o por, al contrario, se nos, evidentemente, diferencian. Hablo de los macacos de Berbería, sean del Atlas o de Gibraltar (¡¡Gibraltar, español!!).
Esos macacos son unos monos feos, no tan monos por tanto. No tan monos porque son feos de cojones y no tan monos porque parecen tíos (señores humanos) descarados pero con bula de vosotras (vosotras, culpables de todo, siempre). Porque imaginad una peña de tíos que, sin recriminación alguna por vuestra parte, incluso con vuestra entusiasta aprobación —os divierten— viven en pelotas, chingan por aquí y por allá sin escrúpulos y a los que unos tontainas que nos llamamos turistas dan a diario de comer a cambio de unas —no muchas— fotografías… ¿Para qué necesitarían aprender a hablar o, mucho menos, sacarse un título así sea de FP? Bah. Malcriados. Consentidos.
Pues bien, por lo que ahora os contaré, estáis equivocados: ¡sí hablan —hablan sólo que como Aznar con el catalán: en la intimitat—!
No sé en el macizo del Atlas, pero en Gibraltar (¡¡Gibraltar, español!!) desde ya hace tiempo están causando problemas graves. Sin ir más lejos, este año pasado, en el puente de la Inmaculada, visité Gibraltar y uno de estos monos no tan monos, aprovechando un aparte mío —andaba yo quedamente eufórico y ensimismado con las vistas—, se me encaró con lo siguiente: «Échame algo, rubio; mira que es mijor pidil que robal» —obsérvese la ladina coacción: ¿Si no te doy me robarás? Repugnante—. Díchome esto me esquinó aún más en el risco donde solos estábamos y, sabiéndome él reducido, me obligó a escuchar un montón de chistes de mariquitas que se sabía… Fue muy desagradable y casi eterno.
Casi digo porque providencialmente —aunque, como siempre, un poquito tarde— apareció mi mujer para pedirme unas monedas para ir al servicio. Y, al notar algo raro, miró al mono. Y el mono se supo perdido.
Afortunadamente también (para el mono), al poco llegó una dotación de la Royal Gibraltar Police y separó a mi mujer que, hecha un imparable y despiadado basilisco, araña que te araña, de mono feo ya lo tenía en gato feísimo (adjunto prueba gráfica).
El caso es que todo esto me ha removido inesperadamente lo que creía —o quería— superado.
He pedido hora en terapia. Me ha citado a las 20:00 en la calle Jesulín de Ubrique, 32, del Real (es que aquí, pese a la fecha, ¡estamos en plena Feria de Abril!).
¿Sabes? Hace mil años (creo que yo tenía como 17, imagina) hice esta misma ruta (o muy parecida). Leyéndote he recordado de repente la sorpresa de la nieve y de empezar a subir hacia el Atlas y que pareciera Suiza. Creo que el guía que llevábamos -era un viaje organizado, nada de recorridos de aventura al estilo Di, figúrate que iba con mi abuela- nos dijo que incluso había una estación de esquí. Pero imagino que el calentamiento global se la habrá llevado ya por delante.
ResponderEliminarComo Moli, me pregunto si llevaríais aún la ropa interior secándose en la bandeja. Imagen que tardará en borrarse de mi imaginación.
Hola darlings,
ResponderEliminarMadre mía, es q yo le doy a "publicar" y no me doy cuenta de lo HORROROSAS q quedan las fotos... blogger es un desastre para esto, insisto q tendría q haber una opción mosaico o algo así... disculpad, pues, el horor estético.
DRIVER! Pues yo pensanba q Lawrence de Arabia (y Gladiator, y muchas otras pelis) habían sido filmadfas en Ait Ben Haddou, lugar encantador del q os hablaré en unos días. Me ha gustado el reyleón q nos cuentas a partir de la ninia africana, y tb lo de contar historias (y tocar los bongos) alreadedor del fuego.... tb os contaré mi noche ene l desierto.... q lo de los bongos podría para sido turístico, pero tengo al sensaciond e q no, q lo hacían por ellos mismos... (lo cuento)
ja ja ja ja MO con San Rafael!!! Cierto q soy urbanita total y q ene ste país, donde todo el paisaje es tan poco "dramático", yo me emociono enseguida, pero te aseguro q esas montañas nevadas impactaban (no sé si se ve la magnitud en las fotos), pqr venir hacía un rato de odnde veníamos. O seré una grama queen... lo acepto. Pero es el equivalente de cuando nieva un poquito en la ciudad y te emocionas, y cuando subes a una pista de esqui.. ah, bueno, pues nieve, sí... no es el mismo... :)
Sobre el tendedero en la bandeja, graciositas (incluye RIUS), todavía no lo llevaba pq, ya q noto os inetresa, llevamso unas 5 piezas, así q si contáis, aún quedaba algo en la recámara.. pero, no os preocupéis, yo os ire contando en cada divague cada vez q hagamos colada y dónde la tendemos... :):):)
di
L. dijo:
ResponderEliminarDi, estaba yo leyendo con gusto y sin cuido alguno tu crónica de hoy hasta que me he topado con tus tres fotografías de monos… Y, uf, he recaído.
Los simiiformes (exceptuando siempre a HombreRevenido y a la Mona Lisa no del tal Leonardo da Vinci sino de Nat King Kong) me han inquietando de siempre, aunque a día de hoy aún no sé si es por lo mucho que, sin duda, se nos parecen o por, al contrario, se nos, evidentemente, diferencian. Hablo de los macacos de Berbería, sean del Atlas o de Gibraltar (¡¡Gibraltar, español!!).
Esos macacos son unos monos feos, no tan monos por tanto. No tan monos porque son feos de cojones y no tan monos porque parecen tíos (señores humanos) descarados pero con bula de vosotras (vosotras, culpables de todo, siempre). Porque imaginad una peña de tíos que, sin recriminación alguna por vuestra parte, incluso con vuestra entusiasta aprobación —os divierten— viven en pelotas, chingan por aquí y por allá sin escrúpulos y a los que unos tontainas que nos llamamos turistas dan a diario de comer a cambio de unas —no muchas— fotografías… ¿Para qué necesitarían aprender a hablar o, mucho menos, sacarse un título así sea de FP? Bah. Malcriados. Consentidos.
Pues bien, por lo que ahora os contaré, estáis equivocados: ¡sí hablan —hablan sólo que como Aznar con el catalán: en la intimitat—!
No sé en el macizo del Atlas, pero en Gibraltar (¡¡Gibraltar, español!!) desde ya hace tiempo están causando problemas graves. Sin ir más lejos, este año pasado, en el puente de la Inmaculada, visité Gibraltar y uno de estos monos no tan monos, aprovechando un aparte mío —andaba yo quedamente eufórico y ensimismado con las vistas—, se me encaró con lo siguiente: «Échame algo, rubio; mira que es mijor pidil que robal» —obsérvese la ladina coacción: ¿Si no te doy me robarás? Repugnante—. Díchome esto me esquinó aún más en el risco donde solos estábamos y, sabiéndome él reducido, me obligó a escuchar un montón de chistes de mariquitas que se sabía… Fue muy desagradable y casi eterno.
Casi digo porque providencialmente —aunque, como siempre, un poquito tarde— apareció mi mujer para pedirme unas monedas para ir al servicio. Y, al notar algo raro, miró al mono. Y el mono se supo perdido.
Afortunadamente también (para el mono), al poco llegó una dotación de la Royal Gibraltar Police y separó a mi mujer que, hecha un imparable y despiadado basilisco, araña que te araña, de mono feo ya lo tenía en gato feísimo (adjunto prueba gráfica).
El caso es que todo esto me ha removido inesperadamente lo que creía —o quería— superado.
He pedido hora en terapia. Me ha citado a las 20:00 en la calle Jesulín de Ubrique, 32, del Real (es que aquí, pese a la fecha, ¡estamos en plena Feria de Abril!).
Di contestó:
Querido L, tu historia no me sorprende nada pq conozco a alguien a quien mordió uno de esos monos en el brazo, y se montó un lío enorme con vacunas y cosas así. Seguro q ese no habló antes, el tuyo en el fondo lo intentaba... Lo mejor de tu historia es q tu mujer "se acercara a pedirte monedas para el banio". me llena de orgullo y satisfaccion tu guiño... no estoy sola!!! :) Espero q tu terapeuta sea del equipo de nuestro admirado Batablanc...
love
di
ELENA!!! De viaje por Marruecos con tu abuela!! Qué envidia. Os imagino con ropa blanca de lino y sombreros Panamá... y mucha ropa interior, odiosas, q os lavaba el guía ese q llevabais!!!
ResponderEliminarAlgún día os contaré otra historia q envuelve ropa interior tendida, esta vez en mi tendedor interior casero (ya sabes q en UK no se puede tender en las ventanas), y un arreglador de ordenadores...:)
hugs
di
¡Ja,ja! Me temo que la estética del viaje con mi abuela no fue tan Memorias de África como crees. Pero sí, creo que no lavé nada de ropa, supongo que llevábamos un maletón (no, no había porteadores, que te veo imaginando una fila de africanos acarreando bultos). Aunque la verdad es que hace tanto tiempo que mis recuerdos son un poco vagos. Tú sigue informando sobre la colada, promete ser un tema con muchas posibilidades :). ¡Y en UK, donde seguro que la ropa no se seca ni a tiros!
ResponderEliminarNo he viajado ni las décima parte que vosotros. Pero detodos los viajes que he hecho, el que hice a Marruecos, hace más de 25 años, es el que está más arraigado, incluyendo los diversos colores.
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