A los que vivimos en la isla, a veces la gente nos pregunta (cada vez menos, supongo que pasmados ante el surrealismo) que qué está pasando con esto del Brexit. La respuesta es la de Warren Sánchez, cuando le preguntaron por el sentido de la vida (Grandes hitos, Les Luthiers): se la diré en tres palabras, "yo qué sé".
Casi todo esto ya se sabía, pero aún así, masocas, el otro día vimos el documental "Brexit: The uncivil war", con Benedict Cumberbach, un actor con mucho carisma, interpretando al ideólogo de la campania del Leave (del irse de Europa), Dominic Cummings. Yo conocí a un Cummings que era autista, y me pregunto si son familia. Porque este Cummings es un tipo raro, que no cae bien a casi nadie, pero que es un genio de esos que contratan los políticos como asesores, consultores, en este caso directores de campaña. Un visionario con capacidad para identificar el descontento de la gente y usar esa vulnerabilidad para venderles lo que sea-en este caso la salida del Reino Unido de la UE. Hay un problema con poner a Cumberbach haciendo de este tipo: es imposible olvidarle como Alan Turing (The imitation game), o tantos otros papeles y hace a Cumming menos villano de lo que es. Aunque los que interpretan a los otros dos mamporreros del Leave, el emético Nigel Farage y el impresentable millonario que soltó pasta Arron Banks, estos son reflejados a la perfección: una quiere partirles la cara desde la primera escena en que aparecen.
Cummings no quiere volver a Westminster, pero por fin le persuaden, y en contra de estos dos catetos, él diseña una campaña partiendo de unas ideas claras: hay 1/3 de la población que van a votar Remain (quedarse en la UE) de todas todas. Son los internacionalistas, las profesiones liberales, los progres, siempre los mismos. Hay 1/3 de la población que van a votar Leave pase lo que pase. Estos son aquel grupo que sueña con el pasado glorioso del Reino Unido, dominando por los mares medio mundo. Este es un grupo de gente mayor, o que conducen una furgoneta blanca (en la que se ponen la bandera), muchos de ellos que no les ha ido mal en la vida, y que por ello piensan que esta isla seguirá flotando sola, aunque sea basado en lo que hacen mejor: vender humo. De estos grupos ya habló Mailer en "Los ejércitos de la noche". Nada nuevo bajo el sol.
Y luego queda el otro 1/3. Ese misterio. Al que hay que ganar. Y para hacerlo, monta sus "grupos focus", donde escucha hablar a la gente, baja al pub (me imagino que esto le costaría hacerlo, un tipo famoso por escribir posts de 8.000 palabras en su blog) y dibuja y dibuja en la pared-pizarra hasta que llega al lema: "Take control" (toma el control), y lo refina añadiendo el adverbio back: "Take BACK control" (Retoma el control), implicando no solo liberémonos de esos europeos sin cara que nos mandan derechos humanos, normas de seguridad laboral y otras inconveniencias, sino que volvamos a tener lo que un día fue nuestro. La gloria aquella del imperio. Entra "Land of Hope and Glory" y el Omeprazol, gracias.
Ah una cosa, pequeño detalle. Que... esto... toda esta información sobre este tercio no la sacó solo del pub y de sus grupitos multiculturales. No, claro, ahí entra Facebook, y Twiter y Blogger si no estuviéramos aquí ya solo cuatro gatos, y los mercenarios canadienses AggregateIQ que le van a meter toda la social media en la coctelera y ... ta-dá. Ya tienes la indentación para meter el taladro.
En uno de los focus groups, una persona pierde el control (hablando de "take back control") en una escena emocional, llorando, gritando, "que está harta de no tener nada". Claro, la respuesta es esa, convertir a la isla en un paraíso fiscal, donde todo será mucho más caro para lo que aquí vivan, y donde no habrá personal en sectores críticos porque los británicos, simplemente no quieren hacer ciertos trabajos. Da igual lo que digan los expertos, como famosamente dijo Michael Gove "este país ya ha tenido bastante de expertos". Claro, ahora es el momento de dejarnos llevar por el sentimiento, no la razón y los datos. Porque, como dicen los brexiteros, "bueno, ahora tiremos para adelante, ya veremos por dónde salimos". Tirar para adelante hacia el precipio. Lo que pasa es que este país no ha estado, como otros, en el abismo, y no tienen ni idea de lo que es caer.
Todo esto que escribo son referencias de segunda mano, como pueda tener cualquiera. Afortunadamente, me he cruzado con pocos brexiteros ultimamente, porque vivo en Londinium y trabajo en lo público ("un nido de labour", como dice el Peda), y los que haya no se lo van a contar a una española. Pero sí que hay una sensación de que, hasta este drama del Brexit, Europa era pintada como una madre pesada que te obliga a tomar aceite de ricino. "Normativa europea", y algunos miraban arriba-abajo, cuando yo siempre solo le veía ventajas: cual era el problema de que los médicos tuvieran que dormir un determinado número de horas? Porque he llegado a oír a los cirujanos que "así no se podía hacer la residencia" (con el vicio del dormir, parece, cuando está demostradísimo que no se rinde, y se comenten muchos más errores sin dormir, obviamente). Los políticos, cuando querían quitarse responsabilidad de algo, "era Europa", ese familiar incómodo que no ha venido hoy a la cena, por lo tanto lo podemos poner a caldo. Los periodistas, lo mismo. Han sido décadas de irresponsabilidad así, y ha calado.
Luego está Corbyn, que me gusta en su izquierdismo verdadero, pero que me parece un ingenuo con su tibieza sobre este tema... para Corbyn, las razones para no estar en la UE son las antípodas de los de la banderita, pero me temo que el paraíso socialista no lo va a conseguir así, más bien al contrario.
Así que sí... es un MESS. Un poco como este divague que quiero terminar ya, no vaya a ser que me salga algo cumminesco, tirando a las 8000 palabras. Haría esto yo, en este blog haiku?
No sé si nos servirá de mucho, pero querría pensar que siempre nos quedará Londinium...
Desde lejos se ve un despelote tremendo. ¡Mucha suerte!
ResponderEliminarAuténtico "mess", desde luego. La situación podría resumirse como "nadie sabe nada". Vi en algún sitio que hay quien aprovecha la incertidumbre para vender (por una suma sustanciosa, creo que eran como 300 libras) kits de supervivencia por si llega el Brexit duro...
ResponderEliminarBueno, yo creo que hay dos cosas en el universo que son inconmensurables: el amor de Dios...y la estupidez humana. Los Cummings de este mundo se ganan la vida detectando y aprovechando lo segundo. ¡No puedes imaginar la cantidad de estupideces que uno puede llegar a oír inspiradas en este tipo de frases sentimentales "afortunadas"! El otro día fue Enano con su profe de física de visita a la academia de artillería a ver cómo funcionaban los proyectiles, todas esas parábolas y dibujitos que hacen antes de caer y a hacer las ecuaciones que sirven para adivinar la trayectoria. Parte de la excursión fue una visita guiada en la que un oficial les contaba los grandes momentos del glorioso cuerpo de artilleros del ejército español. Y allí estuvieron viendo mosquetones y cañones de los tiempos de los Tercios narrados con toda la epicidad posible. Y me contaba Enano con toda maldad que uno de su clase sufrió una especie de síndrome de Stendhal bélico. El pobre, apoyado en la barandilla suspiraba entre lágrimas: "¡Joder...qué grandes hemos sido!" ¿Qué posibilidades tiene ese chaval de conservar el buen juicio si le ataca el Cummings de vox?
ResponderEliminarNo tiene que atacarle, C.S., ya ha sido abducido.
ResponderEliminarEste asunto pinta, como otros que "nos han sucedido", pinta mal, muy mal.
Temo demasiadas cosas. Últimamente pensaba que el horror llegaría a la siguiente escala de edad los míos. Ahora empiezo a temer que lo voy a conocer... aunque es esa escala la que de verdad me preocupa.
Hola darlings, qué bien veros por aquí. Hablando de despelote tremendo (REVE), y de los kits de supervivencia (ELENA), os tengo q contar la última de Rose (alguien se acuerda? la enloquecida vecina de abajo). Oi, me he puesto a escribiros la anécdota y me he alargado, así q maniana os la cuelgo como divague... :)
ResponderEliminarCESI, aquí tienen el "Imperial War MUseum", q es para echarse a llorar. A la entrada hay dos caniones q apuntan al visitante, como dos falos enfadados y amenazantes, o así los veo yo, q es puramente eso, gloria gloria gloria a los mayores piratas del planeta (aunque la última vez q estuve había una exposición de la historia de los movimientos pacifistas... en serio).
NAN, comparto tu pesimismo... aquí me siento como q realmente todo me está empujando hacia... la verdad es q eso es lo malo: no hay donde huir.
LOve
di