Hay unos anuncios de relojes incrustados en una revista gratuita, de esas que dan en el metro, que sacan lo mejor de mí. A ver si os pasa lo mismo a vosotr@s:
"This watch. This watch was on your daddy’s wrist when he was shot down over Hanoi. He was captured, put in a Vietnamese prison camp. He knew if the gooks ever saw the watch it’d be confiscated, taken away. The way your dad looked at it, that watch was your birthright. He’d be damned if any slopes were gonna put their greasy yellow hands on his boy’s birthright. So he hid it in the one place he knew he could hide something. His ass. Five long years, he wore this watch up his ass. Then he died of dysentery, he gave me the watch. I hid this uncomfortable hunk of metal up my ass two years. Then, after seven years, I was sent home to my family. And now, little man, I give the watch to you".
Me fascina su eslogan: "Nunca eres del todo el dueño de un -inserte marca del reloj. Simplemente lo cuidas hasta la siguiente generación".
Tres hurras para el publicista: con este eslogan mata varios pájaros de un tiro. De entrada, ya hay un aviso para navegantes sobre el precio: no te andas comprando uno cada par de meses. Luego, vendes su calidad y durabilidad. Y además, la cosa sentimentaloide, "la familia", "el legado", todo eso mola mucho a gente como los de la foto, a los que les han cuidado a los hijos las nannies. Miro la foto: han logrado que el niño con el corte de pelo de £150 parezca otro objeto de consumo, como el reloj; cada vez admiro más al publicista.
Está bien claro que si te gastas £135,000 en un (puto) reloj es porque no te han costado mucho de ganar, que igual te da 4 que 40. Pero el caso es que también tienen modelos baratuchos por meras £6,000, que seguro que hay algún cretino con una nómina tirando a normal, que mientras escribo está ahorrando mes a mes, tacita a tacita, para poderse comprar uno de esta marca. Para ellos es algo "aspiracional". Y así se lo podrá pasar a su retoño, que para eso lo dicen en el anuncio: "inicia tu propia tradición".
Pero yo, sin embargo, cuando veo esta campaña no solo no-aspiro, sino que corro en la dirección opuesta. Y además, no puedo evitar pensar en la escena de Pulp Fiction en la que Christopher Walken le entrega lo que queda del reloj de su padre a un niño que luego será Butch (el personaje de Bruce Willis). Tenéis que ver el video y entenderéis: si yo lograra una asociación pavloviana de esta escena con los anuncios de Patek en la mente de los que viajan en el metro de Londinium, enfrentados cada maniana al anuncio... Eso sí que sería guerrilla urbana, antídoto contra la marca de relojes y todo lo que representa. Up your arse.
"This watch. This watch was on your daddy’s wrist when he was shot down over Hanoi. He was captured, put in a Vietnamese prison camp. He knew if the gooks ever saw the watch it’d be confiscated, taken away. The way your dad looked at it, that watch was your birthright. He’d be damned if any slopes were gonna put their greasy yellow hands on his boy’s birthright. So he hid it in the one place he knew he could hide something. His ass. Five long years, he wore this watch up his ass. Then he died of dysentery, he gave me the watch. I hid this uncomfortable hunk of metal up my ass two years. Then, after seven years, I was sent home to my family. And now, little man, I give the watch to you".
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Apéndice: La divaganta Elena Rius me recuerda (cómo he podido olvidarlo, el Gran Cronopio!) este gran capítulo de "Historias de Cronopios y famas", uno de mis libros favoritos, que va perfecto para terminar el divague. Gracias Elena!
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Instrucciones para dar cuerda al reloj Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan. ¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa. |
Estupendo. Un director menos sabio que Tarantino quizás habría dedicado una pequeña frase del tipo "un relojero lo desmontó y limpió pieza a pieza durante una semana. Todo es poco por tu reloj". Pero eso ya lo imaginamos.
ResponderEliminarAhora solo tenemos que dar un salto para imaginar que quien tiene un reloj de 130.000 libras seguro que tiene acciones en compañías del tercer mundo en las que los trabajadores tienen que apretar el culo algunas veces, porque si abanadonan la cadena de montaje porque su caca está empujando, pierden el empleo.
Y me pregunto, ¿quién es más héroe en estas dos historias, el que lo lleva años oculto en el culo para que si muere su hijo reciba "su" reloj? ¿O el que aprieta el culo para no perder un trabajo de mierda con el que su familia pueda comer lo necesario para sobrevivir?
El chavalín de la foto de la derecha, de ser moreno, sería como Rafa Nadal; es decir, tagalo.
ResponderEliminarLos relojes son feos con avaricia e indignos hasta de Teletienda.
Y creo que aquí sí encaja el célebre sintagma de Lux: "totalmente gays".
La realidad siempre supera a la ficción, Di. Peor que lo que cuenta Tarantito lo pasó la gente en nuestra guerra civil española cuando por edad no iban al frente pero al tener reloj heredado, y para evitar que se lo confiscaran los ávidos rojos como NáN, tuvieron que hacer lo mismo que con tanto detalle cuenta el capitán Koons (Christopher Walken) para librarse de los codiciosos amarillos.
ResponderEliminarFue el caso de mi abuelo paterno. Y lo pasó peor que en aquel infiernito de Hanoi porque hablamos de un reloj de pared con péndulo y gong, y lo que es peor de cucú.
Y qué decir de mi abuelo materno, coleccionista de bólidos automóviles…
Patek Philippe hace bien, muy bien, yendo a la contraria. Llegó IKEA y nos despatrimonializó los muebles; llegó Inditex e hizo lo mismo con la ropa… Ya nada de eso se hereda, ni se remienda, repara, restaura, ni cuida… ya todo es, como mucho, como los contratos laborales: de temporada.
De temporada y (por fin: allá voy) ¡completamente gais! (no sé si aquí está bien aplicado, Sr. Snoid, pero es que estaba deseandito).
Por cierto, las fotos no las entiendo: ¿Qué hace un reloj en esas fotos de familias alternativas?
ResponderEliminarEs un símbolo del lujo y del enorme poder adquisitivo de personas humanas totalmente gays... Parece mentira que un semiólogo de la imagen de tus alcances no se haya dado cuenta...
EliminarNo sé...en Londres hay mucho pijo, mucho aspirante a pijo, y luego tenemos a este (http://www.elmundo.es/motor/2016/04/11/570bc915ca47413e638b460a.html) aspirante a que lo encarcele un príncipe saudí. Al lado de los coches, las fotos de los niños repeinados (no son los dos el mismo, con la raya cambiada de lado?. Ah, no. Pero ojito con que el muchacho tenga la cara redonda y mofletuda, eso sí que no lo vamos a ver) lo de los relojes parece de simple aspirante.
ResponderEliminarVeamos un anuncio alternativo, Di.
ResponderEliminarImagen en azul.
Isla desierta.
Un hombre adulto y un niño.
Náufragos.
...
El hombre coge una navaja de Albacete, la abre y corta una rama.
El niño mira.
El papá pela el palo y lo deja limpio.
Lo clava en la arena y mira hacia Levante.
El niño mira y comprende que hacia Levante es por donde sale el Sol.
El hombre se rasca la cocorota pensativo.
El niño le imita.
Nuestro naufrago pone piedras en un semicírculo alrededor del palo.
Cuando la sombra es mas corta decide que son las doce del mediodía y le pone un 12 a la piedra donde da la sombra.
Luego va repartiendo las otras piedras a capón, pero con cierto sentido.
El niño observa con atención.
...
Fundido en negro.
...
Letras blancas sobre fondo negro.
YA ES HORA DE LA HERENCIA.
CONSTRUYE UNA.
REGALA CONOCIMIENTO.
...
Imagen azul.
Isla desierta.
(No se sabe qué es lo que se anuncia, pero da igual )
NáN, no hay duda de quienes son los héroes en tu dicotomía. Lo de Tarantino me pareció ya en su día, un descojono totoal.. esa habialidad para reirse de los "valores más elevados". Aqui acabamos de pasar Rememberance Day, donde no hay fisuras.
ResponderEliminarSr SNOID, los relojes igual da q sean bonitos o feos.. son una semiótica entre cierta egente. NO me había dado cuenta de lo de Nadal... seguro q este tb juega al tenis (mediocremente) en sus findes.
LUX, te ha quedado bien lo de rojos y amarillos, olé tú. Lo de tu abuelo y el reloj de cuco es tb de morirse. Estoy conitgo en contra dle tirar, y tirar, q el mundo se va acabar. Pero una cosa es una cosa, y otra lo del senior Patek!
IRE!!!! Cuánto timepo! BOnito verte por aquí.. pero qué asco de enlace! No solo feos, sino obsceno.. realm no tengo palabras para esa gente y (bueno, las tengo, solo no las voy a escribir no vaya a ser qno sean legales...)
DRIVER, esta panda regala conexiones, no conocimiento.. no salió hace poco un estudio q mostraba q las relaciones personales de tu familia era el mejor factor de predicción de tu "éxito"?
Estuve por titular el divague "Métanse su PP por el culo" (los acrónimos... Patek Philippe, que coincidencia)
hugs
di
Qué dentera dan. No se si sólo los ingleses son capaces de imágenes tan pijas, pero seguro que son los mejores. Lo de los relojes es algo a estudiar en las facultades de medicina (especialidad psiquiatría). Los que mueven el mundo a su antojo, los que presumen de tener eso tan preciado llamado tiempo son quienes más necesitan controlarlo en cajitas de miles de libras-euros-dolares-reales de vellón.
ResponderEliminarPero no notáis que de un tiempo a esta parte el tema reloj-apariencia está muy presente? Todo el mundo que es alguien lleva unos pelucos enormes (de PP o del chino de la esquina, pero grandes)ya sea una novia del colorín o un deportista que no sabe ni la hora si no se la canta el cuco. A este paso terminarán cargando a las espaldas las campanas de la catedral de Burgos para oir la hora de priemra mano.
¡Así que ese es el aspecto que tienen! Una comocida me contó que había quedado muy decepcionada con su marido porque le había regalado por un aniversario una pulsera, cuando lo que ella deseaba era un Patek Philippe. Yo puse cara de saber lo que era (creí que era un cuadro de algún pintor flamenco o un coche. No quise demostrar mi ignorancia por si era un cuadro. Ya sabeís que finjo saber de estas cosas) ¡Y resulta que era un reloj! ¡Qué disparate! ¡Si tiene un móvil carísimo que no para de mirar en el que viene la hora con unos números enooormes!
ResponderEliminarPor eso, por eso es una cómo-cida y no una conocida :).
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDe buena mañana, poco antes del almuerzo, me ha telefoneado Thierry Stern, Director ejecutivo de Patek Philippe. Y aunque me ha pillado completamente semidesnudo practicando mi tabla diaria de gimnasia sueca, practicando también mi grandeza habitual le he atendido como si no me importunara.
ResponderEliminar—¿Thierry…? Escocío hasta decir basta, lamioso, superferolítico, que eres más cursi que «Ahorro para comprarte el mundo, chochi»… ¡¿Qué quieres ahora y a estas horas, so pelukero?!
—Luxindex, qué alegría que hayas descolgado. Necesito tu consejo.
—Pues, desembucha, babucha, que me enfrío.
—Verás, ¿conoces los carteles de nuestros pelukos con los que hemos forrado el metro de Londres?
—¿Los que aparecen unos padres e hijos completamente gais de los que no se sabe quiénes son más viejos si los altos o los bajos, los canosos o los tagalos como decía el Sr. Snoid? Sí, los conozco, nos tiene al corriente Di, la anfitriona de esta misma página donde ahora estoy escribiendo lo que tú estás leyendo.
—…Perdona, me he perdido un poco con esta ruptura espacio-temporal: ¿No estábamos hablando por teléfono?
—Ya, ya. Pero mira, para que lo compruebes: Yo escribo peluko y tú qué lees, ¡pues peluko! ¿Ves cómo por mi boca habla la verdad?
—Bueno… Sí.
—Da igual, Thierry, sigue. Que tienes menos fantasía que un reloj en hora…
—Pues eso, Luxindex, que quería decirte que tras veinte años de vida del exitoso eslogan «Nunca eres del todo el dueño de un Patek Philippe. Simplemente lo cuidas hasta la siguiente generación», creo que igual ha llegado el momento de perfeccionar la idea… Y no se me ocurre nada. Por favor, ayúdame pidiendo ayuda en lo de Di; a ver qué nuevos eslóganes se les ocurren a los divagantes.
—Así lo haré, así fuese por dejar de oírte, descuida. Pero, de momento: ¿Por qué no transustancias el objeto al sujeto y anidas la nueva idea resultante en la región subliminal de los gilipollas que os compran esos carísimos pelukos tan catetos?
—No entiendo tu propuesta.
—Toma nota, Thierry: «Nunca eres dueño del todo de un hijo. Simplemente lo generas y crías hasta que puedes confiarle tu Patek Philippe».
Hola darlings! Estaba por aquí, feliz de haber evitado una fiesta prenavidenia q daban los padres de uno de los ninios de las manualidades, y la companía q encuentro por aquí es entonces doblemente placentera. Pero, al lío:
ResponderEliminarMARISA, yo observé q la gente llevaba relojes enormes pero además de cadena DORADA. Me parecieron tan feos! Son como de Trump. No puedo entender la moda... a la gente le gusta eso, o lo compran pq es moda? Os he contado q quiero hacerme ocn un libro sobre el tema gusto y clase social... me apasiona. Y con gusto me refiero a todas esas cosas de clase media q tienen q gustar a todos, incuyo ópera, arte y tal... bueno, cuando lo lea lo cuento.
CESIIII! lo de Patek P como pintor flamenco me parece insuperable... Por cierto, a mí me suena a indio pq Patel es el apellido más común indio aquí...
LUX, saluditos a Thierre, con el q ya veo tienes una estrecha amistad y, otra cosa, tu gimnasia matinal, me gustaríá q la llamaras Fiskulturnik
https://de.wikipedia.org/wiki/Fiskultura
Ya os contaré lo q es en el siguiente divague, pq lo vi ayer en la Tate... pero te veo mucho haciendo eso en el banio.
MI aportación al nuevo eslogan de PP:
"Nunca eres duenio del todo de un PP. También lo son los empleados a los que explotas en tu compañía"
Vale, vale, es aburrida... tengo una más oposicional:
"Métete tu PP por el culo -para la próxima generación"
love
di
Tienes una muñeca para que todos van que te puedes permitir un PP.
ResponderEliminarY un culo para ocultarlo de posibles ladrones.
Si tienes varias veces 130.000 libras... es un reloj pensado y heho para ti.
Veamos, un slogan.
ResponderEliminarSi necesitas gastarte un pastizal para demostrar que la tuya es la más grande, es porque la tienes pequeña.
No des pistas.
Sobre relojes de pulsera habló muy bien Cortázar en su pequeño texto "Instrucciones para dar cuerda a un reloj". Me limito a reproducir las últimas líneas, creo que son muy instructivas. Tal vez esos señores de Patek Philippe deberían leerlo antes de ponerse a hacer anuncios: "Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj."
ResponderEliminarNán y DRIVER, chulos eslogans... estamos a un paso de hundir a PP.. :)
ResponderEliminarELENA, me ha ENCANTADO tu comentario y me maldigo por no haberlo recordado yo!!!! si no me equivoco es parte de uno de mis librs favoritos "Historias de Cronopios y famas"... ENORME!!! pero.. qué dice de mí q al ver estos anuncios me acuerde del reloj ene l culo de Tarantino en lugar de en el GRan Cronopio!?? (si no te importa aniadiré la referencia al final del divague...). Gracias!
xx
di
En efecto, Di, es parte de las maravillosas "Historias de cronopios y de famas". Añádelo, por supuesto, siempre es buen momento de citar a Cortázar.
EliminarMuy fino todo, desde el publicista anónimo a Tarantino.
ResponderEliminarEn mi caso, desde que no llevo reloj, no lo pierdo. Y eso es un gran avance. Y visto lo visto, un ahorro.