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17 octubre 2016

Mini: Once upon a time in Vetusta tocó Mark Knopfller


Mini, estás ya en Vetusta, donde se están acabando lo que los ingleses llamarían "el festival". Bien, pues hace exactamente 24 años (arghh), en aquel mismo "festival", tu madre fue con una amiga a ver a los Dire Straits. Creo que nos costó la entrada 3 mil pelas, mucho en 1992, el año que se acababa el mundo en Ejpein. 

Del concierto recuerdo cantar y bailar sobre el césped. Knopffler no fue en absoluto el típico enrollado que saludaba con "Good night Vetusta!". Nos sabíamos todas las canciones de memoria (me preparaba? algo me decía que iba  tener una hija guiri?) y mirábamos por encima del hombro a los que habían ido allá solo porque era el "concierto de la fiestas". Así son los Connoisseurs.

La razón por la que cuelgo esta versión del año pasado de "Telegraph Road" es, no solo el vértigo que me ha dado la cifra VEINTICUATRO, sino porque me he quedado colgada mirando a este señor mayor tocar su Pensa Custom. El otro día, hablando de Bob Dylan, bromeé un poco con el perfil del que toca la guitarra en su adolescencia-perfil que creo te va muy bien. Hace poco vimos la última peli de John Carney, "Sing Street", que lo explica todo, pero tendrás que esperar unos años para verla, y tal vez entender, mientras que los que crecisteis en los 80 y os gusta la música: ya.

Pero hablando de perfiles, algo vas leyendo entre líneas: el otro día nos reímos porque, tras ver aquella pobre niña tocando la trompa en aquel colegio (cual es el problema de los padres que hacen que una niña de primaria toque la trompa, en serio?), me dijiste: "mummy me gusta la guitarra porque así puedo también cantar". Claro, con la trompa puedes, supongo, demostrar que eres desperately middle class. 

Cada vez que te persigo para que practiques con tu Fender, te recordaré este video. "Telegraph Road" es una de esas canciones que te pongo en el coche cada mañana. Que escuchas pacientemente, yo creo que disfrutando, ya que solo si te pregunto dices que son un tostón. Y yo contesto: "es un clásico, Mini, y... sabes que estuvieron en Vetusta?" 



11 comentarios:

  1. Ainsss... como te entiendo. C anda tocando la guitarra, Let it be es la canción que anda tocando ahora. La primera vez que se la puse dijo "menudo rollo" pero ahora se está aficionando.
    telegraph road es fabulosa.

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  2. Local hero.
    pufffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff

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  3. Menos mal que todavía andan estos señores y señoras mayores por los escenarios por el bien de la música. La última vez que lo vi fue en Barcelona con Emmylou Harris y con el Palau en familia. Grandes.

    Ahora, tampoco me extraña que los Minis del mundo digan que vaya tostón. Ya llegarán.

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    1. Regalaría mi patito de goma y mis discos de hombres G por ver a emmylou.
      Pasión tengo yo por esta señora.

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  4. (Escribo esto mientras me suena Why Worry Now por Labordeta con los Sex Pistols).

    Estas entradas aparentemente sencillas, supuestamente bienintencionadas, son las que más me irritan y asquean de la blogosfera y, en general, de los tiempos que corren. ¿Por qué la responsable de este blog, la Sra. Di, nos oculta el principal dato? ¿Acaso es por casualidad? ¿Es por una comprensible discreción (en la Internet hay mucha gente rarita) o, como me temo, para sacarnos una cuca ventaja manteniéndonos mal informados?

    Pues allá vosotros, almas de cántaro, ¡conmigo ha dado en hueso!

    Yo, fue leer el post (así en diagonal o estilo Laura) y tener un pálpito: Aquí hay tomate (ése ha sido el pálpito, repito: A-quí hay to-ma-te).

    Efectivamente, no habrá que gastar más que catorce horas de nuestro tiempo que es oro para comprobar al instante que ése fue el ÚLTIMO concierto que Dire Straits dio en el mundo en tanti contri que Dire Straits.

    Ése es el dato; ¿lo demás? ¡Agua de borrajas, maniobras de distracción!

    ¿Queréis pruebas, santos tomases? Pues, aquí, la crónica de aquel mismísimo día en el Heraldo de Aragón de aquella fecha que he encontrado:

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  5. «Hoy, nueve de octubre de 1992 a las 21:30, ya es de noche. Es de noche pero puede seguir lloviendo, que dijo Wittgenstein.

    Aunque me haga mucho duelo, he de decirles que hoy, esta noche, se despide de los escenarios una mítica banda de R & R, Dire Straits. Y dice adiós en el estadio de La Romareda, en un concierto con motivo de las Fiestas del Pilar (que en un futuro se llamarán FIZ –Festival de Música Independiente; ¿Independiente de La Pilarica ¡so bastardos!?-).

    La banda de Mark Knopfler, según las ventas, hará las delicias de 40 000 gargantas que, sin duda, vibrarán más que una gelatina electrocutada durante un terremoto asín japonés sobre un agitador magnético Remover Calefacción Magnetic Stirrer Lab Laboratorio Licuadora Laboratorio mezclador 2 L., en concreto.

    La visita, según nos informa Matías Prats (abuelo), está envuelta en magia desde el primer momento que los Dire Straits han pisado suelo maño. Lejos de hacerlo con tiempo, han aterrizado en el aeropuerto de Zaragoza, Adolfo Bunbury Suárez Madrid Barajas, a las 21.00 horas, siendo que su concierto comenzará (si comienza) a las 22.00 horas.

    Pero, para tranquilidad de las 40 000 gargantas nos informan también que, ahora mismo, el grupo de Glasgow está siendo escoltado (sirenaca gorda-gorda) hasta el estadio de La Romareda. ¿El objetivo? Llegar al escenario situado en Gol Sur a tiempo.

    Quedan doce minutos. Rechinar de nalgas. Sólo un milagro…

    ¡¡Y en este momento, ñoras, ñores, a las 21:54 horas, se produce el milagro, el éxtasisss!! Suena Calling Elvis a dueto con un jovencísimo Belloch semidesnudo.

    (Dos horas más tarde, hora Zulú)

    Han sido 16 canciones, 16.

    A las 21:53 horas la muerte quiso poner huevos en la herida, pero no. No. No pudo. En cada una de esas 16 canciones el grupo de Glasgow lo dejó todo sobre el gran escenario en el que actuaron. Un escenario enorme pero sobrio.

    El concierto ha desgranado las canciones de su disco On every Street, aunque también han tenido tiempo para deleitar al entregado personal con clásicos como Walk of Live, Heavy Fuel o la archiconocida Sultan of Swing. O Telegraph Road, un broche final a su carrera que ha dejado recuerdos inolvidables a los asistentes que han abarrotado tanto las gradas como el césped, cubierto con una lona.

    Nadie se ha querido perder la actuación. Y menos los personajes públicos del momento. Por eso, no han faltado al concierto la concejal de Cultura, Carmen Solano; el edil de urbanismo, García Nieto; el delegado de Gobierno en Aragón, Carlos Pérez Anadón; el candidato al premio Nobel de los cojones, Javier Marías; el prócer de la patria, Landelino Lavilla (semidesnudo); el cuentista de Driver con Tomae en comandita; un Peda aún no ennoviaó; Ire (no me ha gustado La Cava, y eso que me habían dicho); C. S. y el Sr. Snoid que, aunque cueste entenderlo, aún no están (entonces, entiéndaseme) tan enamorados; o NáN, que nunca contestará a un anónimo por mucho que le duela al capullo del anónimo.

    A todos, a las 40 000 almas, ha conquistado esta noche, que dentro de un cuarto de siglo hará 24 años menos un año, Mark Knopfler. Así sea, así fuese, por su inconfundible cinta en el pelo.

    Esta gira de Dire Straits ha comenzado el 23 de agosto de 1991 en Dublín (Alemania). Ha recorrido multitud de lugares y rincones, como Berlín (Irlanda). El destino ha querido Zaragoza sea el último de ellos. Después de 15 años, 208 conciertos y de haber recorrido 30 países, Dire Straits ha decidido poner punto y final a sus actuaciones en directo en la capital del Ebro. Zaragoza ha visto como Mark Knopfler y los suyos se despiden del mundo musical desde sus dominios. Sus seguidores, desde los que vestían cazadora de cuero hasta los yuppies de americana y corbata, han entonado un triste adiós en este final. Ah, ellos, y una chavala que llevaba un flequillo no sé, un flequillo ¿raro?, que, a juzgar por su simpático entusiasmo promete y mucho. El tiempo dirá. Tiempo, Di».

    ¿Más claro? Agua.

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  6. Darlings! Cómo me gusta encontrar a otros fans...

    A Mo, q le gusta Telegraph Road, una de sus canciones más largas (q ya es decir). C va muy avanzada si ya toca Let it be!

    A Txelos, q me confunde: yo cuando te leo puffff te leo pufff.... ah, o sea, perdiste la virginidad con "Local hero"? Cuéntanos...

    A Jota, fan de los señores mayores... pero algo q te guste habra ahora, por ejemplo... Taylor Swift!!! :) (vale, ya lod ejo)

    A Anónimo, cronista sin par, q, grrrr... me ha descubierto: el césped estaba cubierto por lona!!! Vale, pero es q no me quedaba tan bonito... licencias del bloguerío. Y vale, nombras a Landelino así de pasada y no mencionas si hubo feeling con Mari Cruz Soriano. Y, por fin: el flequillo de Di (ya difunto, snif) NUNCA fue raro!

    love

    di

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    1. Local Hero vagó por mi coche durante muchos años para enternecer
      el final no se cuenta, soy un caballero.
      Pufffffffffff

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  7. Sí, lo confieso, soy culpable.
    También tuve una vieja cinta TDK de gránulado férrico con música de los Dire y sonó en mi viejísimo coche automotor durante mis viajes por la península torera. Iba dirección Cuenca cuando los sultanes se pusieron muy en serio a darlo todo, y claro, tuve que darle la vuelta a la cinta varias veces.
    La noche fue memorable, pues hipnotizado por la raya discontínua y los sonidos del silencio, amanecí en donde el viento da la vuelta a orillas del mar Cantábrico.
    ¿ cómo explicar mi presencia en Cabo Peñas ?
    ¿ en qué momento de la noche perdí el sentido de la orientación y me dejé llevar por la música ?
    Y sobre todo..., ¿ dønde estás querida cinta, tú y yo que tanto nos amamos ?
    ...
    Sí, lo confieso, soy culpable.
    Yo también fui feliz una noche, quemando gasofa bajo unas estrellas que jamás han brillado tan intensamente.
    Jodida música arrebatadora.

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  8. Este post me trajo tantos recuerdos...En este lado del mapa y en particular en mi paìs, se promocionò vìa radio fm "el sonido laser" (siglo pasado) y era con el punteo de nuestro querìdìsimo y virtuosìsimo Mark de Dire Straits en ese pròlogo de la canciòn que colgaste. Era tan puro el sonido que me conformé con grabarlo en una cinta tdk de las mejores, solo eran los primeros minutos del tema en cuestiòn. Asì estuvimos meses hasta que llegaron los cd laser y los reproductores, increìble. Temazo por los cuatro costados. Un beso

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