an

18 febrero 2011

Viajando con baby: descartando China, entra Andalucía-oeste

Creo que algunos de los que no me veían con ninio era porque lo suponían incompatible con viajar. Tanto es así, que casi me lo lograron vender: la mayor parte de los amigos con hijos que me rodeaba hacían el tipo de "viaje familiar" que me causa convulsiones sólo de pensarlo. Con el tiempo,  me di cuenta que toda esta gente ya hacía vacaciones así antes de niños, y momentaneamente me tranquilicé.

El primer impacto viajeril de la llegada de Mini a nuestra vida fue el del viaje a China. Como ya he explicado otras veces, nuestra pasión por los trenes nos llevó a prácticamente casi tener comprados los billetes del Transiberiano para hacerlo hacia finales de Septiembre, de Pekín a Shangai, y hop, vuelta desde Hong-Kong. Pero el 31 de Agosto-cumple de mi madre-del 2007, al test aquel le salió una cruz azul, y China fue un "hasta luego".

La primera parte de mi embarazo, como le suele pasar a mucha gente, fue todo menos divertida. La famosa "naúsea matinal" pasó a ser "naúsea continua" (sin vómitos, que una es muy limpia). Con ese estado de cosas, las vacaciones tenían que ser en un sitio "seguro". Y qué sitio hay más seguro que la península? (piensan nuestros padres).

Volamos a Cádiz en Noviembre (no exactamente el "lugar seguro" que piensan nuestros padres), y nos quedamos colgados de los azules, los blancos, las enormes playas desiertas y, que original, la luz. Hicimos toda la costa hasta Tarifa, que para mí siempre sera equivalente a cebolletas y pepinillos en vinagre. En castellano se le llama "antojo", pero la palabra inglesa "craving" es más acertada, porque no está tan específicamente asociada al embarazo. Cuando tienes un "craving" simplemente estás en síndrome de abstinencia de azúcar, chocolate, morcilla, lo que quieras. El cuerpo es muy sabio y parece que cuando te pide salado es que necesita sodio. Pues bien, yo estaba loca por las vinagretas, y las buscábamos infatigablemente, como si se acabara el mundo. Hasta que en Tarifa pasamos por un mercado ambulante en el que vendían desde chaquetas de chándal de táctel hasta utensilios de cocina, pasando por ese glorioso tenderete de olivas (el Peda las llama "aceitunas", que a mí me suena muy finolis), guindillas y todo tipo de asuntos en vinagre. Aj, lo recuerdo y comienzo a insalivar, es mi campanilla pauloviana.

En Tarifa también compramos la primera pieza de ropa para Mini, de la que aún no conocíamos el sexo, y que en aquella época se llamaba "Pakito". Fue en una tienda de kukuxumuxu (ya se sabe, Tarifa es surfera) y es una camiseta rosa con unos dibujitos y, por supuesto "Tarifa". Mini, no te sientas presionada con esto a ser surfista: no tienes elección.

Fuimos a comer las bolsas de banderillas, pepinos, y cebolletas, respectivamente, a la playa y, vetustianos, tenemos mucho que aprender en esto del viento.  Pobre cierzo, queda en un pobre aspirante a estrella invitada en comparación con lo que corre por allí. Degustamos las "cebolleta a la arena", que tal vez pueda parecer solo relativamente apetecible, pero según me contaron en el "Fat duck" (uno de esos restaurantes con muchos michelines aquí) dan un plato cuya textura es como la arena. Somos pioneros en la nouvelle cuisine (y no solo por las legendarias "lentejas a la piña" del Peda, admiradas por los más exigentes paladares).

El viaje siguió por la ruta de los pueblos blancos. Si abro la página de picassa donde tengo colgadas las fotos, me emociono. Dormíamos, como siempre, sin reservar, en el lugar donde caíamos al atardecer: un antiguo convento bajo los arcos, una casa rural regentada por un inglés, un hotel en la plaza mayor... Recuerdo marearme mucho en el coche por aquellas carreteruchas, recuerdo ver Africa desde un mirador, impresionante, recuerdo mi tripa que se quería empezar a notar, recuerdo que la siguiente fijación alimentaria fue en Ubrique, lasaña.

Volamos a Londinium desde Sevilla, que ya conocía, pero que siempre merece la  pena. Esta vez, Sevilla fue la paella. Es terrible, ya somos como ingleses: vamos Espania y exigimos el plato típico (cómo me gustaría saber hacerla, bueno, seamos realistas, saber hacer cualquier cosa). En el avión seguro que nos felicitamos por haber pasado aquella prueba: hemos logrado hacer un viaje, de los nuestros, sin reservar ningún hotel con antelación, sin planear demasiado, y solos, embarazados. Luego vendría navidades, que es fácil:  ir a casa (por fin, un lugar seguro!-dicen padres). Pero... que pasaría tras Mayo del 2008? Podríamos seguir viajando sin hotel, sin plan, sin conocimiento?

Próxima entrega: ~~Viajando con baby: Espania y Berlín.



7 comentarios:

  1. Que bonito Di!!
    Yo sin antojos, tambien tengo antojos vinagreros jejeje ;)

    La verdad Di, es que entiendo tu pánico preparto ante un posible cambio radical de vida; yo (que no soy madre) me di cuenta de lo terrible que puede ser tener hijos (tengo amigas y conocidas muchas, que los tienen..) cuando quieres que tu vida sea terrible (solo puedo entender las quejas de algunas de este modo).
    Luego me di cuenta, analizando situaciones personales de amigas y conocidas, que se quejaban de ufff...tres niños, dos.., uno... no podemos esto, no podemos aquello...y les preguntas.. y luego empiezas a pensar...coño, si no quieres dejar tus hijos a nadie y te quejas de que tu vida es aburrida es que realmente pones de excusa a tus hijos para no leer, no viajar, no hacer cosas.. y pienso..¿sera que aun no has cambiado el chip? o sera que te crees aquello de que con hijos no se puede hacer nada...

    Yo creo que se pueden hacer las mismas cosas (con menos tiempo, evidente) pero de otra manera.
    Si no quieres un hijo para ser feliz, no lo tengas; y si lo tienes y te cuesta adaptarte...no te quejes, y haz un esfuerzo por adaptar tu vida sin cambiarla demasiado (te seguira gustando lo que te gustaba antes no?).

    Recuerdo aquella amiga que tenia que se llamaba Myriam...que cuando tuvo el tercero...me mando un telegrama diciendo...no tengo vida, lo siento. Me enfadé, tráete a los niños o déjalos con tus padres, que para mas narices viven a tu lado.
    Será que todo es cuestión de prioridades.. y la gente cree que para tener unas cosas tienes que enterrar otras.
    También recuerdo aquella amiga que tuvo dos y que siguió haciendo exactamente lo mismo que hacia antes de ser madre, disfrutando de ello mas de sus hijos (que por cierto, son para comerselos); se los lleva de conciertos al aire libre, les enseña a bailar para bailar con ellos, les pone a leer cuando quiere leer ella (y ellos leen), se los lleva de viaje y se lo pasan genial etc.. (salvo momentos de posible tortazo al crio..que supongo que todos los niños tienen..)
    Y ella sigue trabajando en el macdonalds como una china para darles de comer.

    Supongo que ni todo es blanco ni todo en negro, que hay múltiples grises; al final todo en la vida es como te lo tomes y como te lo quieras tomar; igual va mucho con el carácter de cada uno.

    Di, me alegro oir que para ti, la maternidad haya valido tantas experiencias buenas ;).

    Besis

    ResponderEliminar
  2. Me gustan las fotos. no puedo comentaaaaaarrr aaaaghhhhh!

    busy, busy, busy...

    ResponderEliminar
  3. Hola guapas, en primer lugar sacar de dentro q ODIO a blogger. Por qué no puedo colgar fotos normalemtne, una al lado de otra... en fin. BUeno, ya está. Diva, si tuvieras tiempo te mandaba todo el picassa... y Ani, sí, tengo mucha sganas de volver.

    NO, tienes razón, todo va con tu manera de ver la vida, el vaso medio lleno y esas cosas. No puedes ir a China pq recien embarazada no es plan, pero te vas a Cádiz y lo disfrutas muchísimo, y ya habra timepo para el Transi. Asi q tener hijos te limita a ciertas cosas, pero solo a ciertas. Quiero decir q yo no concoería cádiz si no me hbuera quedado embarazada, asi q simeplremnte es cuestion de decir, "ahora voy a cononcer europa o países sin dengue" por ej. Tener hijos no viene con lobotomía.. simplemente magnifica cosas, y la gente q ya era boba antes, se le nota más, o mejor dicho, a los q eran interesante antes y lo siguen siendo, se les nota más.

    muxus

    ResponderEliminar
  4. Estoy en ese momento de cambio. El año pasado nos la jugamos (en contra de la opinión de la familia) y viajamos con un embarazo de 5 meses 14 días por Escocia , que era el plan original.

    Este año no sé como nos lo vamos a montar, pero de momento estamos de parón (el nene tiene solo 2 meses ), pero mim intención es retomar en abril casas rurales y capitales de provincia en fines de semana y el veano irnos a la costa brava (mañana de playa y tarde de ver cosas)

    POr cierto el nuestro antes de saber sexo le llamábamos "Frijolito", me ha hecho gracia lo de Pakito

    ResponderEliminar
  5. Di, la gente es idiota y se desliza enseguida al lado oscuro de la maternidad.

    Yo viajé de 8 meses a Paris en tren tan ricamente y la gente en plan: ¿ te vas a ir estando de 8 meses? y yo, joder..que no me voy a Camerún. Claro que a toda esa gente les parecia increible que condujera todos los dias 180 km para ir a trabajar embarazada.

    Yo viajo con laz princezaz a todos lados y no viajo más porque la alimentación de M. es tan complicada que hay que planear todos los movimientos y llevar una intendencia espectacular pero aún así nos movemos mucho.

    ResponderEliminar
  6. Animo PETER! Y lo de "Frijolito" me gusta.. alguun día blogueanos de dónde viene... lo de Pakito se nos fue de las manos.. mi tío aun llama a Mini "Pakita".

    MO, tú crees q es el lado oscuro d ela maternidad? Yo sostengo lo contrario: la gente era así ya, esto es solo una excusa para no hacer, no salir, no viajar etc... Ya lo ire contando, pero yo lo q no hago es viajar al "Corazón de las tinieblas", q hacía antes, pero aparte de eso...

    ResponderEliminar

Comenten bajo su propio riesgo, sin moderación. Puede ser divertido.