Miércoles, 5 de Agosto de 2020
Este es el día que los divagantes creían que nunca llegaría y, como estamos tonteando con la ficción, supondrán fabulado del todo, o por lo menos embellecido. Nada más lejos de la realidad: el día en el que los Pedalistas fueron senderistas (trekkers) ocurrió, y como no hay mucho anecdotario en la naturaleza salvo alabanzas al creador si eres de esa cuerda o cierto vértigo existencial si no (y ganas de hacer "opá" en un alto), el divague (oh loado!) será sucinto.
Aún jugándonos la mañana en la cuerda floja (una pregunta a Wicks puede suponer una presentación, no necesita audiovisuales), el Peda se lanza y Wicks le cuenta de una caminata local que termina en un pueblo llamado Levisham (que a nosotros nos hace mucha gracia porque en el sur de Londinium hay un barrio llamado Lewisham), al otro lado del valle. Hay que bajar, y evidente, luego subir (y vuelta). Luego descubro que ese valle, o tal vez una zona especialmente deprimida en él que me pierdo, es el "Hole of Horcum", "el agujero del héroe" llamado Wade (un jefe y viajero sajón) que en un punto se volvió gigante. El agujero se formó cuando cogió un poco (nivel gigante) de tierra para tirársela a su mujer. Parece que de esta leyenda habla Chaucer.
Salimos del cottage -yo con demasiada ropa. Claro, como el día anterior había pasado tanto frío, hoy me paso de rosca y hago el paseo con jersey, chubasquero, yo que sé, atados a la cintura, lo que en el fondo me integra con la fauna senderista que llevan de ahí colgada la brújula, la botella, mapa del ejército, linterna y tal vez un templo chino.
Al principio es un caminito en un bosque, cuesta abajo. Todo muy civilizado hasta que se hace evidente (por mi ejercicio de patinaje artístico) que si el día anterior llovió, hoy hay barro. Le hice hasta una foto (a la vuelta) a mi derrape. Un aplauso a Di, que no cayó.
Lo que más me gustó de esta caminata es que era muy variada: tras el bosque, había una pradera con muchas vacas. Aunque en teoría este paseo va a veces por prados privados, es un camino público, así que para pasar las vallas, existen unos escalones de madera (igual esto es algo que todo el mundo conoce, lo siento). Hay que anotar que con tema covid, intento no tocar la madera vertical de apoyo de estos escalones improvisados, con lo cual nuevo riesgo, y nueva prueba superada por Di, que de nuevo vence a los elementos (nuevo aplauso).
Mini se acerca a las vacas |
Entonces entramos en bosque de nuevo, y aquí es donde el barro casi nos echa para atrás: auténticos río de barro (que ayer serían de lluvia) y que debemos sortear como podemos. Aquí he de presentar el descubrimiento del día: me hago con un palo. Un palo enorme (más alto que yo), que me da un aire de Gandalf (lo he gugleado, no sé nada de ese universo, pero tenía su imagen en la cabeza) y que tuvimos que dejar en el cottage el último día porque no cabía en el Mini, con todo dolor de mi corazón. Ese palo me salvó la vida varias veces y quiero aquí hacerle un homenaje, con una foto, ya en el cottage. Cualquier entendido en palos os dirá que es un palo excepcional. Yo le echo de menos a diario. Tengo una foto con él y J. el de Nottingham, al verla dijo: "pensé que eras tú con el Peda". Se creerá que por el aspecto de mi compa, pero yo diría que se palpa mi conexión con El Palo (ya con mayúsculas).
Mi palo |
Al terminar esos ríos de lava-digo de barro-innumerables veces salvada por... os he hablado de mi Palo?, llegamos al fondo del valle, por donde pasa la famosa "línea ferroviaria de los páramos del norte de Yorkshire". Si hay alguien fan de los trenes, o alguien con síndrome de Asperger, pueden leer más en el enlace. Por resumirlo, hay una línea de tren de vapor que replica los de época que parte de Pickering y pasa por Levisham, Goathland (del que hablaré mañana) y no tengo claro dónde termina. Esta línea fue creada en 1832-1845, como un intento de salvar a Whitby que había sido un gran puerto ballenero y astilleros y estaba en declive, ya que era más fácil comunicarla por vía marítima que terrestre, por los altos páramos. Los trenes son de madera y toda una experiencia recorrer los páramos. Cada estación está ambientada de una época, la de Levisham es 1915. No hay nadie más que un par de guardas.
Ahora empezamos a subir, primero bosquecillo, luego pradera esta vez con ovejas (a la que se accede por ese sistema de escalones en vallas), luego caminito entre helechos monstruo
El Palo |
Gandalf lidera |
Ya arriba del valle nos encontramos campos de trigo, espectaculares. Una vez más, el lateral es paseo público. Por fin, llegamos a Levisham, 3.5 kms de lo más entretenidos desde que salimos
Según Wicks, el premio de la caminata es el pub de Levisham, "The horseshoe inn", que tienen un montón de mesas en el césped frontal, donde dejo a mis compas y al Palo y me voy a explorar. No hay mucho: este pueblo consiste en una sola calle, con grandes trozos de césped a los lados del mismo tamaño que la carretera central y casitas maravillosas. Las hortensias no pueden ser más magentas, la lavanda más azul (la mía murió en mi semana de ausencia, boouaa), la cabina ha sido reciclada a librería y desfibrilador... en fin, idílico. Seguro que Agatha Christie sacaría una buena historia aquí.
Al volver, mis compas están muy decepcionados: "la cocina cerraba a las 2", y eran las 2 y 6 minutos- esto es muy inglés. Jolín, no llevan 4 meses cerrados, la cocina y todo? Pues nada, así que en instantánea tenéis la pinta del Peda, Mini pide un sticky toffee pudding, que es lo más empalagoso que hay, y yo la consabida taza de té.
A la vuelta, el cielo está un rato enfurecido, pero no llueve. No describiré el camino desandado, aparte del momento en el que nos encontramos con este cartel, que nos pillaba de espaldas a la venida: "toro en campo". A ver, que yo ya les había dicho a estos indocumentados: "no habrá un toro entre esas vacas" y ellos... alaaa. Cuando, ahora informados, hemos de pasar por las vacas, yo lo hago con más agilidad.
Al llegar al cottage es media tarde y vamos a leer un rato al jardín japonés de Wicks. O más bien a una zona de césped que tiene antes de los establos (Wicks tiene un caballo de carreras, que justo le habían dicho que estaba "lame", lo cual gran pena, claro) con bancos y mesas llamados como los cottages, y sí, me siento en "Mallard". Pero al lado, tiene una nueva fantasía típica de Wicks, a la que no puede acceder el públicos, porque ríete del templo de las puertas rojas aquel de Kyoto: lago con peces, nenúfares y su puente de bambú, y toda serie de accesorios y fantasías. Una semana más con Wicks y no sé qué habríamos descubierto: un tarado en el sótano, como el de casa?
Por la tarde-noche bajamos a Pickering a comprar y a hacer unas fotos. Lo mejor, el cementerio de la iglesia en el que crecen moras decorativas en las lápidas y la valla de la casa de la entrada, que han tenido el humor de decorar con murciélagos...
Un día épico, el día que los Pedalistas fueron senderistas...
Pickering-fan de HP |
Me ha encantado tu Palo de Gandalf, y aún más pensar que has tenido que googlear el nombre. Debes de ser la única persona del mundo que no conoce a Gandalf. Por supuesto, cualquier senderista avezado sabe que no se puede salir de excursión sin Palo, es parte del equipamiento básico. Pero bueno, quedas disculpada, ya sabemos que vuestras aficiones no van por ahí. Muy fan de las zarzamoras que crecen sobre las lápidas del cementerio, ¿te imaginas hacer mermelada con las moras cogidas allí? Supongo que la sugerencia te llega un poco tarde, pero ahí queda para otra vez. (Aunque sospecho que no eres de hacer mermelada, jaja)
ResponderEliminarPerdona, pero se me ha quedado una duda.. Y la comida? Tras esa caminata no hay un buen avituallamiento?
ResponderEliminarAy darlings, me parto...
ResponderEliminarPrimero con ELENA... sí, Gandalf, no me gustan esos mundos de enanitos, pero fíjate q tenía la imagen, cuánto mal hace la media! Lo del p alo, mi hna tiene por ejemplo unos "bastones" y, sinceramente, nada q ver con mi Palo.. creo q su extremo bífido hasta daría para colgar cosas. Una pena q lo tuve que abandonar y esto no sera explorado. Y no, tampoco soy de mermeladas, como bien has adivinado... e hacer, vamos, por supuesto, de comer la única naranjas amargas...
Ay ESTHER, la comida... pues sí, nos tuvimos que ir sin comer, un drama! Debimos picar algo al llegar al cottage, pero vamos, nada con cara y ojos. Lo de nocomer en vacaciones siempre ha sido motivo de escándalo en el blog :)
Muxusss
di
Llego tarde pero ayer yo también estuve de senderista...20 km trepando por El Valle de Estos para llegar a una zona que era como star en Canada o en Montana, preciosismo y un sol de justicia. Arriba llegamos y nos comimos un bocadillo de jamón ibérico que me supo a gloria. Por supuesto, yo llevaba dos bastones de caminar... estoy más preparada que tú pero sí, ese palo tuyo era totalmente de Gandalf. Veo que al final le vais a coger el gusto a salir de Londinium de vez en cuando. Yo te veo viviendo en un cottage.
ResponderEliminarDi, necesitáis urgentemente un equipo de apoyo para temas de exterior. Sin bastones, sin botas que agarren en el barro, sin avituallamiento...no estáis hechos para la vida en la naturaleza. Aún así, si habéis sido capaces de encontrar un palo adecuado, no os habéis partido una pierna patinando en el barro y el toro no se dio por aludido cuando pasasteis por su territorio merecéis un premio o un programa propio en un canal raruno sobre supervivencia en condiciones extremas.
ResponderEliminarNo se si mandar un beso, apoyo emocional para las siguientes vacaciones campestres o un paquete con instrucciones básicas...
20 kms es ya nivel-pro, MO.... nosotros hemos hecho hoy 11, caminando de casa a Kings Road y ahora estoy que, en horizontal, me elevo. Igual me hacen santa como me vea alguien y me postule.
ResponderEliminarYo siempre les digo en este país, donde todo es tan "suave", q no hay aquí paisajes dramáticos (en la penin q ya solo el Pamplona a Donosti es espectacular, lo mismo q los Pirineos). De todas formas, Yorkshire me ha gustado mucho y es algo más q esta zona del sur.
Sobre bastones (aquí incluyo a MARISA tb, q la veo negando así con la cabeza) yo me atrevo a decir q, en mi breve experiencia gandalfera, uno de los puntos claves del palo fue q fuera tan alto, pq en algún tramo de particular pendiente, lo usaba así como para impulsarme hacia arriba... así q no creo q los bastones me hubieran hecho el mismo papel. Habla la voz de la física, tal vez no la sabiduría.
Sobre el cottage, a mí ya me gustaría una cabina de madera solitaria frente al mar para irme los findes a leer, pero el PEDA es muy anti: en este país lo de solitario frente al mar no debe ser posible, hay demasiada gente.
AY MARISA, es q claro, Wicks nos habló de ese pub así q íbamos sin nada, ni unas nueces! No recuerdo ni si llevábamos agua, pero podríá ser posible, alguna vez lo he hecho. Recordemos q no hace el calor de allá abajo, por si a alguien le está dando un yuyu. Y lo del toro... muy fuerte, yo no vi ningún cuerno, pero vamos, dónde hay q firmar para ese programa de supervivencia con deportivas y chaleco de Jack Wills? Idea de negocio!
Como otra q me ha dado ELENA RIUS< porfa mirad la respuesta en el anterior divague, esp MO pq hago preguntas del podcast gótico.
Love
di
Pena de palo no plegable. Como dijo una mujer sabia, no es fácil encontrar todo eso... y cuesta dejarlo atrás. Además, creo que ese serviría hasta para zarandear una higuera griega, puestos a trasplantarlo...
ResponderEliminarUn beso, Di, sigo con el resto de días, que voy con retrasísimo.
Palo plegable! Qué gran concepto... ya me veo con él, jubilada, zarandeando cualquier cosa en Grecia... ainsss
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