Supongo que no estoy sola en esto: a la mayoría de la gente atrapada por lo del escribir le apasiona hablar del proceso. Por algo hay tantos escritores metaliterarios- Vila-Matas, Bolaño, el recién descubierto Piglia- supongo que les viene de esa misma pulsión. Y por eso me gustarán tanto, y por eso, de cuando en cuando, leo libros del tema. Hace poco he terminado dos: "El camino a la publicación", de la divaganta Elena Rius y "Sobre escribir" de Stephen King. Pensaba hacer un divague conjunto porque se complementan muy bien pero, una vez más, ellos tenían otros planes, y empezaré con Elena. Que podría parecer que es empezar la casa por el tejado -bien habrá que escribir antes de intentar publicar-, pero para qué están las reglas...
Elena Rius es una de nuestras divagantas fetiches, que hace creer al mundo que se llama "María Antonia De Miquel", o por lo menos así publica sus libros. Es una de las pocas personas que, cuando está frente a mí me llama Di, lo cual me sigue chocando, después de tantos años. No es cuestión de identidad: claro que soy Di, pero por lo que sea, la gente del bloguerío que he acabado conociendo me llaman por el nombre de impostora de día, y cuando Elena me llama Di tomándonos un zumo en una librería, me hace mucha gracia. Yo a ella también la llamo Elena y cuando la tengo que presentar me lío un poco. No ayuda en el desdoblamiento que la voz de Elena la del blog y María Antonia la de los libros es la misma.
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El libro de Elena y el Albert Bridge (de Battersea a Chelsea) |
Elena también me dedica sus libros con un "para Di" (qué ilusión tener libros dedicados por una autora que conoces!!). Ya me regaló una compilación de entradas de
su blog "
El síndrome del lector" y luego me compré y aquí divagué de su
"Leer mejor para escribir mejor". Lo ha vuelto a hacer con su "
El camino a la publicación", un libro que va de lo que dice en el envoltorio, y está basado en su enorme experiencia en el mundo editorial y con el que he aprendido muchísimo.
Nota: Antes de empezar, como no puedo corresponder regalándole uno de mis (inexistentes) libros y se aproxima esta época de paz y amor, un amago de presente que sé le gustará: las fotos de hoy son del libro -que llevaba el otro día en la mochila en mi paseo en bici- por algún rincón bonito (o literario) de la ciudad. A la izquierda con el maravilloso Albert Bridge (que hay que ver también por la noche) y las otras dos, en una de esas calles de Londinium que hay que visitar si amas la literatura: Cheyne Walk. Las placas azules se ven muy pequeñas, pero una es la casa de Dante Rossetti y la otra -levantemos el corazón- la de George Elliott. Palabras mayores.
Elena tiene un estilo muy simpático: te está hablando esa amiga con la que tienes mucha confianza que ha pasado antes por [añada la situación vital que sea] y que te pone los pies en el suelo: "no se te ocurrirá hacer X o Y, no?" (y tú: ups, ya lo he hecho, pero tal vez aún estemos a tiempo). Está dirigido a gente que ha escrito su primera novela y no tiene ni remota idea del mundo editorial, de cómo funciona, ni de navegar en él. Vamos, yo. Solo que yo no he escrito aún mi primera novela, aunque ella en la dedicatoria no tira del todo la toalla. Es demasido amable.
La edición tradicional
En la primera parte, Rius nos habla de algunos básicos, que yo no conocía: qué hace exactamente un editor, o un agente, y cómo funciona una editorial-un mundo. Ante todo, enfatiza la importancia de enviar tu libro a la editorial adecuada: lo que pase con tu libro no es nada personal, nunca (aunque imposible no tomarlo así, claro, es tu baby!). Hay editoriales en las que, si hubieras mirado su catálogo, entenderías porqué tu novela no encaja. Pero además, hay que recordar que una editorial es una empresa y lo suyo es ganar -y si eso, no perder- pasta: aunque piensen que tu novela no es un horror, incluso aunque les guste, si ven no se la va a leer -mejor dicho, a comprar- la peña, pues no. Hay que recordar los múltiples rechazos a JK Rowling e inspirar. Rius, que ha conocido a muchos autores, concluye que, al final, los publicados no han sido necesariamente los que han escrito las novelas de mayor calidad, sino los perseverantes.
He aprendido que existe una modalidad en la que solo se imprimen los libros vendidos (esto es posible hoy en día tras la revolución informática) y Rius explica cómo ha evolucionado la impresión, los nuevo programas de maquetación, etc. Cuando viajábamos por latinoamérica compramos algunos libros que a saber quién los había editado, más bien parecían una revista de instituto: cualquiera que haya leído esos libros entenderá la importancia de hacer bien todo eso de la impresión, y que es algo profesional.
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En la casa de Dante Rossetti, Cheyne Walk |
Publicar por tu cuenta
Me he quedado a cuadros: el 25% de los autores se autopublica. Yo tengo un amigo que lo hizo, y hace poco estuvo en casa y nos contó su experiencia. Yo le traté de explicar mi primera barrera para el tema: no hace mucho, en uno de estos libros sobre escritura ("The way to write"), los autores dijeron algo así como que "alguien que escribe nunca sabe si lo que escribe es bueno; solo sabe que sigue escribiendo". Me identifico plenamente con esa frase y por tanto, para mí sería fundamental que alguien que se supone entiende me dijera "mira, nena, tú vales mucho" (o lo que viene siendo, merece la pena talar un par de árboles para publicar esto). Ya me parece suficiente osadía darle al "publicar" de Blogger un par de veces por semana, como para lanzarme a la autopublicación.
No tenía ni idea de que una parte del proceso de la publicación es "la correción de estilo". Quiero decir, además del editor, alguien lee tu engendro y anota si un verbo está en plural y el sujeto en singular, erratas, giros gramaticales que no se entienden. Pero, a ver, a los grandes famosísimos escritores alguien les "limpia" el estilo? A mí esto me iría fenomenal, porque aunque obviamente releo lo que he regurgitado rápidamente cuando escribo un divague, soy consciente de que tienen muchos errores de ese tipo. Incluso en "Serial" que lo releo en voz alta (son los únicos que releo en voz alta), sé que debo dejar muchos errores. Pero supongo que debe haber cosas que una escribe así raras, porque te gustan, y que te lo corrijan si eres J Franzen debe ser complicado, porque seguramente el corrector tendrá razón, pero seguramente tú te habrás enganchado a una metáfora que te encanta pero no funciona, porque nadie más que tú la ve. Me ha pasado.
He sufrido con el tema de la cubierta de tu libro, que es elegida por la editorial: a veces te lo comentan, pero no vas a tener la última palabra. A mí esto me causaría un dolor inenarrable, si eligieran una cubierta que no me gustase, que yo pensara que no representase mi trabajo. "No se puede juzgar un libro por su cubierta", dice el refrán: vaya que si se puede. Y en muchos casos, el brilli-brilli exterior es como el algodón que no engaña sobre la carencia de brillantez interior.
El marketing del escritor
En el capítulo de marketing del escritor me he venido abajo: es más duro de lo que pensaba. No se trata de promocionar tu novela cuando sale en la presentación en la librería de un amigo en tu Vetusta de turno y un par de enlaces en redes sociales, es un trabajo continuo, y que ya no has de dejar -porque, obviamente, tras tu primera novela, has de ponerte a escribir otra. Rius lo llama "plan de marketing a largo plazo".
Yo tenía una granja en Africa digo, una cuenta de Instagram que antes usaba como álbum de fotos y para ver fotografía de otros. Y viajes. Cuando esta red "lo petó" pasé a seguir a editoriales y algún autor (y a dejar de usarlo como álbum de fotos, pero esa es otra historia). Cada vez que abro Instagram me encuentro con una autora que ha sido un bomba editorial este año, lo ha vendido todo y aún así, está siempre ahí, incansable. Antes no lo entendía, ahora veo por qué: hay que estar.
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También en Cheyne Walk vivió George Elliott |
Otra red, twitter, la de la gente cabreada. "Yo tenía una cuenta en twitter a pie de las colinas de Ngong" (qué más quisiera) digo, con el único objetivo de "promocionar el blog". Estos fueron mis intentos embrionarios de "marketing de la bloguera" que llegaron a ningún sitio porque enseguida me aburrí de colgar los enlaces. Rius recomienda "unos seis tuits al día!!!!" A su vez, nos dice que "la escritura exige concentración y disponibilidad de espíritu, algo por lo general incompatible con una intensa actividad social", y me planteo la dificultad de combinar a ese Jeckyll y a este Hyde que quiere que, esencialmente, le dejen en paz.
Dentro de la promoción están las entrevistas, lo que viene siendo "he venido aquí a hablar de mi libro". Como decía al principio, si hablar del proceso ya mola, supongo que hablar del producto final, tu novela, es el sueño dorado de cualquiera que escriba. Aunque hayas perdido totalmente la objetividad ante una cosas que acabas queriendo tanto, siempre puedes explicar cómo surgió la idea, que no tienes nada que ver con la protagonista, y por qué la has escrito. Esta última es la más dificil: alguien que quiera quedar ingenioso puede intentar la versión alpinista "porque estaba ahí", aunque yo creo que la verdadera es "porque me lo pasaba tan bien escribiendo". Rius aconseja pensar siempre en que al lector le interesa tu faceta como escritor, no tu vida personal y de hecho, ella misma me ha contado que ha conocido a muchos escritores buenos bien desagradables. Yo tengo que admitir que en entrevistas con mis escritores favoritos me gustaría saber de su vida personal -será deformación profesional-, aunque es arriesgado.
Sobre la imagen digital del escritor, la autora nos habla de los blogs. Aquí no puedo evitar un guau de admiración: habrá autores que no hayan escrito un blog, que han comenzado escribiendo seriamente en silencio en sus docus de word, sin brasear al personal. Para ellos el blog es una herramienta más de promoción. Luego cita a blogueros que han dado el salto a papel que se sentían seguros "porque tenían un grupo de lectores que iban a comprar su libro". Habla de distintos tipos: los "blogs de consejos a escritores", los "blogs de reseñas" y luego los "blogs personales" que son, en el fondo, un diario del autor. Yo añadiría otro tipo, un blog como el suyo "Notas para lectores curiosos", que es un blog puramente literario, y no se engloba en ninguno de los epígrafes anteriores. Entre los personales, mucha ilusión ver citada a "la experta bloguera" Mo - mi conexión con Elena- y su entrada de cómo el blog "es tu casa" y cómo planeas escribir una entrada en tu cabeza . Última nota sobre los blogs (en serio): no me había planteado esto que dice Rius, que un blog funciona "cuando es capaz de crear una comunidad", una comunidad porque sí. :)
Elena ha escrito un libro indispensable para el que aspire a publicar, y muy ilustrativo para cualquiera que le guste escribir o incluso leer. Yo he aprendido mucho , a medida que pasaba por diversas fases, desde el "Di: no hay nada que hacer", hasta venirme arriba al leer esto
porque creo que todos los que hemos intentado esto del escribir, mejor o peor, nos hemos sentido así , que "este es mi libro, con bastantes de mis neurosis, parte de mi razón y todo el corazón, y nadie más lo podría haber escrito".
Te agradezco profundamente este divague sobre mi libro, Di. (Me resulta imposible llamarte de otro modo, ya sea en el hiperespacio o en la vida real) ¡Y qué ilusión las fotos en lugares significativos de Londres! No podía desear nada mejor como regalo. Me alegro de que hayas podido sacar algunas enseñanzas, espero que útiles, de mi libro. Ahora, ya sabes, todo es cuestión de perseverar. El camino es largo, pero paso a paso, se llega. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarNo sé a qué estás esperando para empezar de verdad a escribir tu primer libro. Es lo que te gusta y lo haces bien. No hay que dejar para mañana lo que puedas empezar hoy, ¿no crees?.
ResponderEliminarÁnimo, muchos estaremos esperando con mucha ilusión tu primer libro, no lo dudes.
...dos veces a la semana darle al intro de blogger ?...., ejemmm
El libro de Elena, como todos los suyos, es estupendo. Y coincido contigo en su tono de amiga. Leerla es como cuando quedas con ella y te cuenta sus clases, aquello en lo que está enfrascada o lo que está leyendo. Lo cuenta siempre tan bien que dan ganas de que siga escribiendo libros de lo que sea.
ResponderEliminarY a mí también me hizco muchísima ilusión aparecer!
Mo
(Yo también soy MOlinos para un montón de gente)
Hola darlings, feliz sábado! :)
ResponderEliminarELENA, ya sabía q te iban a gustar las fotos... hubiera hecho más pq aquel día el recorrido fue muy chulo , por toda la zona de los museos en Kensington pero pararse era un dolor pq hacía un frío horrible (mucho más q hoy). Cheyne Walk llena de placas azules es genial, hoy he estado en Barnes y he visto un par, de directores del ballet nacional q no conocía. Cuando más ilu hace es cuando es un escritor o alguien tipo "Faraday vivió aquí"... y yo "Faradayyy!". En mi barrio vivió por ej Graham Greene, del q creo q solo he leído un libro y no me acuerdo. Bueno, q gracias por escribirlo...
Oh gracias ANONIM@, eres muy amable y a mí más ilusión me haría firmártelo, pero... 1. qué es eso de "a ver cuando empiezas a escribir tu novela"??? jajaja he de leer entre líneas? Y 2., lo de dos veces por semanas dudé, pero casi son dos no? 1.7? :)
Como dices MO, es q leyendo parecía q la teníá delante, y seguro q sus alumnos aún lo verán más, así q me uno a la moción de q escriba más! Propongo "Literatura vitoriana en los Moors de Yorkshire" (para lo cual necesitará estadía de meses por allá y podremos ir a visitarla ;)). Y sí, para mí tu eres MO (bueno, no, UR) pero yo soy "la de 2.0" para ti...
Abrazos
di