Leí este clásico del antimilitarismo de Erich Maria Remarque en la adolescencia. Los horrores de la guerra desde el punto de vista de un soldado, publicada en 1929. El otro día terminé otro libro muy antibelicista, "El día de las madres" (Graham Swift), que iba a ser mi siguiente divague, pero algo me urge en las yemas de los dedos, que me piden teclado.
Desde el anuncio del gobierno de este país de la "inmunidad de grupo", y "habrá que asumir que perderemos a seres queridos" ha habido cambios, tras un artículo de Imperial creo, que demostraba con modelos lo que podía pasar aquí con el experimento de la inmunidad. Maniana, parece, entramos en encierro, o lockdown, aquí.
Pero todavía no ha llegado a la gente, la gravedad del tema. Por mi relación con Espania, he vivido la situación, más bien la esquizofrenia, de lo que estaba pasando allí, y lo que veía que venía hacia aquí. Cuando les hablaba en el trabajo de "distancia social", me miraban raro. La semana pasada, lunes y martes, tuvimos clientes (ahora se les llama así) que venían de Devon. Les había llamado el viernes anterior, para tentativamente cancelar: pero no quisieron, "ya tenían billetes, y hotel". Los del lunes nos contaron encantados que llevaban desde el domingo, y "habían estado en el Museo de Historia Natural", viendo los dinosaurios. Hordas siempre en esos dinosaurios. Y perfecto, el lunes venían a vernos (a mí, que llevaba todo el finde metida en casa, solo salir para el Tesco). Cuando les dije que no dábamos las manos, les extranió.
El primer día de "compra para el sitio" (Los sitios de Zaragoza) gasto más de £60 en tema variado. Hay una oferta de las famosas baked beans inglesas que todos habréis visto en el desayuno inglés de los B&B. Inexplicablemente, tengo una hija (cambiada en maternidad) a la que le gustan. La oferta son 4 latas por una libra. Pillo 8. Al ir a pagar, me dicen que solo puedo llevar 3 (están racionando). Entonces por qué ponen 4 de oferta? Publicidad enganiosa! Pero no voy a liarla ahí parda con la penia impaciente en la fila.
Lo de los grupos de whatsapp ha sido curioso: tengo algún grupo que solo mandan chistes. En el de la facultad, tema profesional (para qué ver pelis de miedo, teniendo esto). Anoche me fui de otro, sin explicaciones: un miembro me estaba exasperando, y una gota colmó el vaso.
A veces no tengo paciencia. El otro día una de esas llamadas que dicen "sabemos que tuvo un accidente del que no tuvo la culpa". Salté: "CÓMO PUEDEN HACER ESTA MENTIRA CON LO QUE ESTÁ PASANDO?". Y contesta: "Qué día pasó su accidente?". Y yo: "FUCK OFF", y colgué, sintiéndome inmediatamente mejor, lo que libera mandar a tomar por ahí a veces. Pero luego en casa el Peda me dice: "sabes que eso es un robot, no?". Mi gozo en un pozo.
Tengo unas reuniones virtuales cada día a las 9 am, con todos mis colegas. El Big Brother ha estado en otra reunión y nos da las malas noticias. Cada día. Yo hace ya unos días que dejé de leer la prensa (y eso que los primeros días estaba literalmente adicta). Decidí dejarlo porque ya me llegan las noticias que no puedo evitar leer. Por ejemplo, la "Ley de covid-19" que tiene, entre sus múltiples apartados reconstituyentes "almacenamiento y disposición de cadáveres". Por ejemplo, el sindicato (BMA) que mandan beldades como "algunos de nosotros moriremos en servicio, es importante pensar en tu pensión que bla bla". O del General Medical Council (la policía del gremio): "tenemos en cuenta que muchos trabajareis fuera de vuestra área de experiencia, así que seremos luego menos duros al juzgaros" (o equivalente, recordemos que son ingleses, el eufemismo es su don). Gracias. Parece que vamos a estar todos intubando por los pasillos, y yo hace 25 anios que terminé la carrera (de ahí el grupo de whastapp). Lo siento por los surlondinenses.
Los supermercados abren una hora antes para personal de la Seguridad Social (NHS). Por una vez, tenemos privilegios. El domingo, además día de la madre, me lanzo con mi identificación colgada al cuello, fondo azul y NHS blanco, un símbolo que, por alguna razón oscura, nos da seguridad. Hay mucha fila, me siento como en el racionamiento. Pillo el mayor carro para que me haga él la distancia social, porque la penia sigue sin enterarse. Al pagar, la supervisora le dice a un senior delante mía que me deje pasar, que soy "personal esencial". Le digo al hombre que no hace falta, y él, un gentleman, "I insist".
No son tan amables al norte del río. Hoy nos avisan que han asaltado a punta de cuchillo a personal no por dinero, sino por sus identificaciones. Será por la hora del personal, o porque en algunos restaurantes y cafés había reducciones y café gratis? La gente está fatal. Pero hoy ya va a estar todo cerrado.
Pero hay gente maja: un restaurante tras mi casa se transforma en tienda para gente vulnerable. Otros se están organizando en voluntariados para llevar comida a los ancianos. He firmado ya unas cuantas peticiones para que el gobierno proteja a gente desfavorecida.
Salgo con una compra ridícula, si nos lo planteamos: 24 rollos de papel higiénico (había!), una hortensia, que siempre me recuerdan a Donosti, y la imagen representa estos días extranios: Bread and roses. Porque no solo de pan vive la mujer. El resto del surrealismo incluye palomitas (sal y azúcar, adictivas), unas gominolas alargadas de cocacola rebozadas de sidral (picapica para nos no vetústicos). Por lo menos no he comprado más chocolate, que el Peda lleva ya como 6 tabletas. Dice que se ha engordado 2 kgs: quién le cree a Alonso Quijano.
No sabemos nada de Rose, la ancianita de las Ladykillers, como la llamaba el Sr Snoid, de abajo. Le dejamos una nota ofreciendo ayuda (que seguro desinfecta), y nos devuelve otra apreciando. Pero sigue sin salir, y no veo que esté cultivando su jardín, como prometía que haría cuando el Brexit nos dejara sin hortalizas. El tarado hace meses que no se oye.
Hoy he ido a trabajar y aún había mucha gente por la calle. El Peda ha dicho que me pusieran "una bufanda", y me puesto un panuelo a modo de burka. Enseguida me lo he quitado. Como tardaba, me ha preguntado si me he vuelto musulmana. En el curro, aún me he cruzado con varios por los pasillos. La paranoia de lavarme las manos allí llega a límites psicopatológicos: este puto virus nos va a hacer desarrollar TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) a todos.
Mini está ya sin cole, y aprendiendo remotamente. Aprenderán remotamente algo? Está por ver. A partir de maniana estaremos los tres en casa, a jornada completa, y hic sunt dracones.
No puedo esperar a salir a hacer karaoke por las ventanas. Aquí también en eso van tarde.
No puedo esperar a salir a hacer karaoke por las ventanas. Aquí también en eso van tarde.
Se me ocurren tantas reflexiones sobre lo que cuentas.
ResponderEliminarYo también fui poco consciente de lo que se nos venía encima. Viajé, con bastantes precauciones, fui de manifestación...Pero no culpo a nadie por ello. Supongo que el gobierno manejaba los datos precisos para hacer lo que hizo, no sé...
En todo caso hay un sesgo muy preocupante en quien da bola a esas informaciones sobre que no se paró el país para permitir el 8M. Tampoco se prohibió el fútbol ni ir a misa, ni al teatro ni al cine, ni bodas ni comuniones ...pero ay amigas, el 8M escuece. Los que dijeron viva el vino y a mí no se me dice dónde fumar ahora son los adalides de las prohibiciones, ellos que solo veían hilillos de plastilina...
Tal vez hizo falta más cuidado desde el principio, pero reconozcamos cada una nuestra responsabilidad. Quien veía que esto era tan serio y no se quedó en casa tendrá que asumirlo y no echar balones fuera. Yo sinceramente no lo vi.
Por otro lado, el ejército toma nuestras calles y lo asumimos con la naturalidad de quien oye llover. Y acude a residencias de ancianos a contarnos lo que ya sabemos, que la situación no es buena y bla, bla, bla. Si en lugar de mantener un ejército con sus avioncitos y sus barquitos para evitar invasiones inexistentes equipáramos como debe ser los servicios públicos no estaríamos hablando de algunos horrores. Y eso sin hablar de quienes jalean a la policía apaleando paseantes o quien denuncia a vecinos que salen a la calle.
Y ahora resulta que ponen en el altar de los héroes al personal sanitario los mismos que los machacaron, que les bajaron el sueldo y recortaron en salud, los mismos que decían que los funcionarios son privilegiados. Echan ahora mano del estado quienes siempre han querido adelgazarlo. Cuando viene mal dadas cambiamos de bando sin problema, siempre que los platos rotos los pague otro.
Estoy muy harta. Espero que los que aplauden a diario salgan luego a las calles cuando vengan mal dadas y los nuevos recortes se lleven por delante tantas cosas.
Muy de acuerdo con tu comentario Marisa, lo suscribo por completo. Yo misma, dos días antes del confinamiento, estaba comiendo alegremente en un restaurante con amigos, intercambiando besos y abrazos. Una inconsciente, visto desde aquí. ¿Que se veía venir? Tal vez, pero yo tampoco fui capaz de darle toda su importancia, ni de prever el horror que iba a ser esto. Y no lo hemos visto todo aún... Pienso lo mismo menos aplaudir (que solo sirve para que la ciudadanía se sienta bien consigo misma) y más dotar de medios a la sanidad pública.
ResponderEliminarDi, seguramente hicisteis bien en ir al super. Aquí, como nadie quiere salir a la calle a jugársela, todos se han pasado a la compra por internet, y los supermercados que ofrecen ese servicio están desbordados. Llevo un par de días intentando a todas horas hacer un pedido y, o bien el servidor está saturado, o bien me dicen que no quedan horarios de entrega (¡para dentro de una semana!).
Hola darlings, MARISA, ELENA...
ResponderEliminarEs cierto q nadie lo vio venir, y aquí siguen sin verlo. Vivo delante de un parque y como dejan un rato al día a la gente para hacer deporte, no veáis cómo está. Además, tenemos unos días preciosos: solazo, cielo azul. Hay una zona de gimnasio público en el parque y me han dicho q estaba a tope desde q cerraron los gimnasios, y la han tenido q cerrar.
Bueno, me voy a poner una estrella... yo salía con aprensión ya desde Enero. Recuerdo un sábado tener q ir al centro para recados, y estaban de obras y un tramo de calle pasábamos en fila... recuerdo pensar "qué hacemos aquí". Salimos algún otro día, pero yo estaba ya algo nerviosa... tb es verdad q al principio no se sabía claro lo q era esto, y lo del colapso sanitario.
SE ven muchas cosas... yo he dejado de leer la prensa, como digo. Veo el grupo de whatsapp de compas, a ratos. TB ahí cuelan mentiras. Mentiras o simplemente q es todo prueba y error aún?
Sobre lo de la mani (q mi padre se encarga de recordarme cada noche), no sé, los de Vox no hicieron a la vez un congreso? Yo creo q hubiera sido mejor cancelarlo todo... creo q todas habréis visto ya esto, es evidente...
https://www.washingtonpost.com/graphics/2020/world/corona-simulator/
Lo q tira para atrás es q se esté usando esto como arma política. No he visto los horrores q contáis de la gente jaleando a la poli desde las ventanas... en fin, qué decir? que estas crisis sacan lo peor de cada uno? Q cada uno se muestra como es? En mi equipo del curro, el vago de spr ya reaccionó teniendo una pataleta por una directiva ilógica de dirección (hace unos días, aún querían q fuera uno por equipo, sin razón, solo pq sí), pero su pataleta fue "pues yo no voy a trabajar nada!". Y yo pensando, sí, tú una huelga a la japonesa no harás, no...
Los q no apoyaron al estado y a lo público, ahora lo ensalzan, q dices Marisa... me pregunto en qué quedará todo cuando esto pase. Veo algún vídeo de gente cantando jotas a la guardia civil, a los militares... en serio? Hay cosas q no entiendo, por ej, q la gente use banderas en esta crisis... en este grupo de médicos hay alguno q tras lo q sea pone banderas espaniolas. A mí me ofende. Qué tiene q ver la bandera con esto? NO somos todos personas sufrientes, en esta tesitura cruel, muchos teniendo q morir solos? Siempre pensé q uno se muere solo, pero esto es ya su apoteosis.
Como decís, a ver si esos aplausos a lo público se transforman en votos para los q defienden lo público de ahora en adelante. Me planteo qué pasará aquí, q el Brexit todos tememos q termine entre otras cosas con el descuartizamiento y venta de las piezas del NHS a los americanos... qué pasará?
Un abrazo grando guapas, aúpa vosotras
di
Sí. Está todo en modo "arma arrojadiza": tú más y tú peor como argumentario casi único. En fin.
ResponderEliminarYo pensé lo del 8M y decidí no ir. A mi hijo mayor, de 17 años, que me preguntó, se lo desaconsejé, también. Ya no hacía vida "totalmente" normal, pero ir al supermercado seguía, igualmente, siendo práctica de riesgo, con esa locura colectiva... Me alegro de que tu cartelito te dé esa relativa prebenda, guapa. Ánimos.
Carmen
PS: Tú lo sabrás mejor, claro, pero tendría guasa, como dices, que los gigantes USA de la medicina privada, que se van a caer con todo el equipo después de ver lo que pasaba en Italia - me imagino que con palomitas y tal - durante ¿más de un mes?, se hagan después con los cachitos del NHS. En fin. A medida que pasa el tiempo y, por tanto, se ven los precedentes clarísimos y gravísimos de otros países, se incrementa aún más el paso de lo inevitable/inesperado al dolo...
Acabo de ver que el ínclito PM ha dado positivo. En fin. Inmunidad de grupo, decían. Conoceréis mundo, decían...
ResponderEliminarCARMEN darling, circula ya una petición de re-nacionalizar el NHS... oh sería tan bonito q esto por lo menos llevara a darnos cuenta de q la Wicked Witch mentía y q la sociedad sí q existe... formada por individuos, pero q existe.
ResponderEliminarja ja con la "herd community", a ver que tallo lleva... se lo habrá pasado a nuestro "héroe" Cummings? Me he enterado por un whastapp, ya sabes q no leo nada...
Vosotros ya habréis pasado pro esto, pero a mí la uni q hice noseque me ha ofrecido un programa de deporte online... hoy me he puesto a "Baile Contemporáneo" y he durado 10 minutos. Que aburrimiento. Tb se nos ofrece gratis Mindfulness... igual lo intento, pero nunca he sido buena, mi mente va piunk-piunk :) Ahora voy a ver un serial recomendado por mi hermana,... cuánta actividad! No me da ni para el blog...
Muchos musxus, a ver si manana puedo escribir sobre un libro!
Love
di
Chocheas, cincuentona.
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