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30 diciembre 2024

"Esto es ridículo", una frase para casi todo últimamente [Ya lo dijo Vivian Gornick en "Apegos feroces"].

"Fierce attachments" ("Apegos feroces")
de Vivian Gornick es uno de esos libros que tiene todos los ingredientes para que me guste [autora judía neoyorquina, verbosa y feminista]. Sin embargo, me ha costado empezarlo: lo he tenido en casa tal vez un año, hasta me lo llevé de paseo a Vietnam (allí lo leyó el Peda, a mí no me dio tiempo) y al final, este mes de diciembre fue su San Martín. La principal razón de mi gato-y-ratón con este libro ha sido una de las palabras de su título: "attachments" (apegos). Este sustantivo me hace martillar el revólver al leerlo o escucharlo porque se suele usar mal: cuando lo constato, con dificultad contengo la urgencia de disparar. En estas memorias (porque este es el subtítulo de la novela, "a memoir"), "apego" está mal usada, por supuesto, pero por lo menos no la repite demasiadas veces, en contra de lo que yo predecía. Y en compensación, la otra palabra del título, "fierce" (feroz) es un adjetivo que me encanta: me lleva a la infancia (¿quién teme al lobo feroz?), a atroz (otra palabra que mola) y a Trasmoz (un pueblo con brujas, qué más se puede pedir a un pueblo?).

Este libro fue publicado en 1987, antes de que se usara el término “autoficción” para indicar despectivamente “algo que ha escrito una mujer tomando elementos biográficos” (como si no escribiéramos tod@s desde la biografía). Podría haber escrito más sobre política, Nueva York o el proceso de escritura, pero Gornick se centra en el tema “relaciones”. Divertida, feminista, socialista, a reventar de ideas… a ver si lo consigo explicar.

La madre
Cómo no, su madre es la típica mamma judía con todos sus estereotipos. Empecemos con el chiste clásico: qué le dice una madre católica y una judía a su hijo tarambana? La católica: "si haces X, te mato". La judía: "si haces X, me mato". En psiquiatría hasta hace poco se trabajaba mucho el concepto de "Alta Emoción Expresada" (High Expressed Emotions) como, si no causante, sí factor relevante para el desarrollo de enfermedades mentales severas como la esquizofrenia. Supongo que para los pobres anglosajones todas las familias de origen cultural católico o judío seríamos "alta emoción expresada", pero no por ello tenemos más incidencia de psicosis -aunque el concepto de judío neurótico nos lo ha machacado Woody Allen durante décadas. En fin, que la madre de Gornick es la sede de la Alta Emoción Expresada.


Y es un personaje de esos para hacer libro fórum: el Peda opinó que "es malísima" pero yo a ratos me reía con ella (el libro tiene bastante humor, ese factor tan bienvenido en la literatura). "Huérfana! ay, Dios, eres huérfana!", gritaba a intervalos regulares en el velatorio de su marido señalando a su hija, en el que la madre adoptó siempre el papel central. O cuando le intentan vender otra religión por la calle: "Joven: soy judía y socialista, creo que eso es ya suficiente para una vida, ¿no?"

Cuando habla con su hermana, la conversación es "agresión entretenida de observar". Con extraños puede ser seductora y encantadora de serpientes cuando quiere, pero este encanto es "peligroso y del que no se puede confiar". Es narcisista de alto nivel, y sin ningún tipo de auto-conocimiento: "¿haces esto para ponerme triste?" (no, mamá, el mundo no gira alrededor de ti, lo hago porque quiero).

Lo que hace cuando se queda viuda a los 50 también habla mucho de ella: toma la decisión activa de no recuperarse nunca de esa pérdida -simplemente, no le da la gana. Gornick se maravilla de que "nunca se cansase, inquietase o aburriese de esa seriedad" y pienso que es lo contrario de lo de un personaje de Isabel Allende que "no tenía paciencia para la tristeza". Siempre recuerdo esta frase leída hace 30 anios porque creo que te cae la lotería si eres así [algún beneficio tenía que tener la impaciencia]. Y no creo que esto implique que hayas querido menos que alguien que se mete en ese exceso performativo: la madre de Gornick llega a casa y se echa en el sofá con las luces apagadas, adopta una nueva manera de estar en el mundo tras ese evento. Y si alguna vez alguien le sugería que su actitud resultaba opresiva a los demás, se sorprendía: hay una metáfora fantástica cuando la madre abraza a la autora demasiado fuerte contra su pecho y Gornick dice: "tenía problemas para respirar, pero ahí estaba segura".


Eso sí, tiene claro que su hija va a tener educación, y cuando alguien le pregunta qué cree que va a sacar en claro su hija de ir a la universidad afirma "no lo sé, es lista y se merece una educación. Esto es América. Las chicas no son vacas en el campo esperando emparejarse con un toro". Claro que a cualquier pico le sigue su valle: cuando la autora vuelve de clase hablando con la jerga de los estudiantes de literatura, su madre no la entiende: "Habla inglés en esta casa!". Gornick queda estupefacta, porque no era tan complicado: todo lo que tenía que hacer su madre es "adorar en lo que yo me estaba convirtiendo, pero ahí estaba ella: rechazándolo".

Para mí la anécdota que mejor resume su narcisismo y egocentrismo es esta: Gornick da una charla ante una gran audiencia entre la que está su madre que es un éxito. Al día siguiente, cuando ve a su madre por primera vez tras el evento, Gornick la mira llena de expectación, esperando oír lo bien que estuvo en la charla pero su madre abre la boca, toda ilusionada y suelta: "¿Sabes con quién soñé anoche? Con Fulanita!" y comienza un largo monólogo sobre Fulanita en el que Gornick ya directamente disocia y supongo ve pasar su vida por delante. Esta divergencia de prioridades nos ha pasado a tod@s, en distinto grado y con distintos temas, algunos menores. Pero si cuando un libro te toca muchísimo y el recomendado te dice "meh, sin más", y ya casi físicamente te duele, no digamos en temas más personales, y venidos de tu propia madre.



Ah, y cómo no: su madre también destroza los libros que ella le recomienda. El patrón es siempre comenzar con un "escucha...", al que sigue un "¿Qué me puede enseñar este autor que yo no sepa? Nada". Gornick psicoanaliza el proceso y concluye que cuando su madre no entiende algo siente miedo y lo refleja siendo hipercrítica y desdeñosa.

Psicoanálisis y otras malas hierbas
Una bonita interpretación la de arriba, a saber si cierta. Para escribir no necesitas ser psiquiatra, ni siquiera psicólog@ [aunque con Franzen a veces me pregunto si ha hecho un curso de ccc], pero necesitas tener un mínimo de nociones sobre el alma humana, que Gornick desde luego tiene. Además, como buena persona dedicada a las “liberal arts” en Nueva York, Gornick ha estado en psicoanálisis (de ahí ha cogido prestado el concepto innombrable del título) y hace bastantes interpretaciones que se nota que vienen de ahí. 

Pero una cosa es una interpretación psicoanalítica sacada de tu kipá, y otra un concepto estudiado por la neurosicología. Por ejemplo, en un momento describe que de repente, se siente increíblemente triste (usa "miserable, desolated, defeated, speechless", todas en una misma frase-y decir que se queda sin palabras alguien con tantas como ella, es decir mucho). Esto que está describiendo es un NAT (Negative Automatic Thought o Pensamiento Negativo Automático). Los NAT son pensamientos que pasan rápido por nuestra mente, instigados por elementos que no nos damos ni cuenta, pero que te dejan con una sensación negativa. En terapia, te ayudan a intentar desentrañarlos, pero si tienes un mínimo de introspección sobre ti misma, lo puedes hacer tú. A mí es un concepto que me resulta muy útil y lo uso cuando Mini me dice que de repente está triste y no sabe por qué... entonces hacemos de investigadoras para ver qué ha pasado en el último rato que ha podido activar un NAT. El NAT es un concepto que viene de neuropsicología, una disciplina seria que nada tiene que ver con esoterismos como el psicoanálisis, pero entiendo que la población general se líe.  


Gornick según Gornick
Con la personalidad de Gornick me resulta a ratos muy fácil identificarme: ella no sueña "con amor o con dinero, sino con ella misma dando charlas elocuentes que llevarían a diez mil personas a sentir sus vidas, y a actuar". Aborrece cocinar: "no podía asumir su valor social" [creo que cocinar y comer está sobrevalorado - "dijo ella enmedio de Navidades"]. Y aprecia ir bien vestida, pero no soporta comprar y siempre lleva la misma ropa, en contraste con otras mujeres que planean lo que lucen- coincidimos también en ese tema.

Su expresión más habitual es "¡Eso es ridículo!", aplicable a casi todo [la entiendo: yo ya he tenido mi oportunidad de esoesridículo esta misma mañana leyendo un artículo de un "tren de lujo de Donosti a Santiago que dura 7 días comiendo tipo Michelín al módico 18.500 euros por pareja"-si vas sola, 16.000]. Necesito esa camiseta ya: “ESTO ES RIDÍCULO”.


Relaciones amorosas
Gornick tiene un ensayo titulado "El fin de la novela de amor" que leeré, y habla mucho de amor y sexo en estas memorias. El Amor con mayúsculas parece hacer sido el motto de la vida de su madre, que aunque "no odiaba el sexo, parecía que simplemente lo soportaba", como muchas mujeres de esa generación.

A los 16, la virginidad de la autora "estaba bajo cerco", o sitiada, ella en las trincheras. Al poco tiempo de casarse con un pintor, se da cuenta de que él era un ser sin palabras (qué sorpresa en un artista visual), mientras que a ella le sobran - para criticar, analizar, diseccionar. Ella adora la claridad de pensamiento y él, la revelación mística: ¿qué podía ir mal? Su madre no había aprobado que se casara con un "goy" (no judío): me parto cuando Gornick le dice: "pero mamá, no éramos comunistas?". Describe muy bien el proceso degenerativo de la relación, desde la "horrible amabilidad" (quién no dice más por favor y gracias cuando está enfadado?) hasta la "consideración forzosa". Y la mejor reflexión: lo que les mantuvo juntos más tiempo es que, lo que era en realidad "tensión", ellos lo llamaban "intensidad" [ah, la importancia de la narrativa, la historia que nos contamos a nosotros mism@s de lo que sea].

También describe otras dos relaciones intensas que tuvo con un par de tipos muy diferentes: uno se enloquece con la religión del psicoanálisis y me he reído porque durante unos párrafos he estado preguntándome si estaba psicótico o era solo jerga psicoanalítica. El psicoanálisis se convirtió en "el gran drama de su vida. Absorbió su lenguaje y sus verdades como leía Gran Literatura: se hizo sabio, pero al vacío". El otro era un sindicalista con el que, si no fuera por el pequeño detalle de que estaba casado, hubiera tenido una relación muy chula: "él nunca dejaba de llevarle la vida a la puerta de su casa" ("he never stopped delivering life to me, for me, at me"). Ah y olvidé el otro nimio detalle o nube en la relación: el sindicalista le entra a una amiga de Gornick y cuando ella le confronta el tipo sale con que el amor "es una relación adversaria. No hay amistad en el amor". Gornick se revuelve, "si el amor es solo apego romántico, que se joda", para llegar a la conclusión de que era inevitable que, al final, ella se convirtiese en la mujer engañada también.

Total que los hombres estaban "asustados de una mujer como ella". Ella buscaba hombres con “la combinación de vulnerabilidad y fuerza adecuada para poder generar aquello de la tensión sexual”. Resumiendo, un fracaso: “si eran listos, su apariencia era rara, si eran viriles, eran estúpidos”. Más introspección: si un hombre era "bajo o tonto o sin educación o extranjero, me sentía lo suficientemente superior como para arriesgarme a la ternura". Con potenciales parejas que crees tu inferior, tienes la libertad de mostrarte más como eres y de cometer errores. Es fascinante lo del balance de poderes en las parejas.



New York, NewYork
Ya he comentado que claro que el libro es Nueva York, pero podría haberlo sido mucho más. Gornick-niña va en bici por el Bronx Park East, o de adolescente se sienta en el borde de la ventana, con sus pies colgando en la escalera de incendios. El tráfico, el ruido, la urgencia de Delancey Street. Enfrentarse al "outpouring of lovely human bustle at noon, a density of human appetites and absorptions" en Lexington Avenue. Todas estas imágenes me han traído a la Nueva York de las pelis con el Rhapsody in Blue de George Gershwin del comienzo de "Manhattan" de Woody Allen y el puente de Williamsburg de fondo y me han puesto aún más expectante en el cuenta-atrás del super-regalo de Mini este año. En 46 días estaremos paseando por La Gran Manzana, y prometo buscar algunos de los lugares vibrantes, urgentes, confusos, llenos de palabras e ideas que son y que describe Gornick. Si me la encuentro le diré que no ha usado bien el concepto "apego" pero que, por favor, siga siendo tan feroz.

Lean “Apegos feroces”, no lo dejen tanto tiempo como yo.

9 comentarios:

  1. "de adolescente se sienta en el borde de la ventana, con sus pies colgando en la escalera de incendios. El tráfico, el ruido, la urgencia de" (DV).

    En cierto modo, esta frase nos ayuda a comprender la esencia del trumpismo USA... el ruido no les deja ver lo que miran... al hecho de ver la realidad (su intento) le llaman "ser intelectual"... y el ser intelectual aparente, es la apostura típica de quién no quiere ver más allá de sus narices... difícil lo tienen, aunque saldrán de ello (y mejor que nosotros)!!!

    Bicos de mejora...

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  2. Feliz 2025 MV!!! Pero no me digas q esa frase resume la esencia del trumpismo! Hay ciudades q son así, llenas de energía (en mi 2024 se llevó la palma de eso Hanoi, recuerda) y eso es algo chulo, aunque sea para conocer de turista!

    Gracias por tu comentario hoy y durante todo el anio, tienes una membresía de honor de La Resistencia Bloguera. Somos pocos y cada vez menos [comentaristas de blogs y bloguer@s], pero a ver si estamos aquí en un anio... yo espero q sí :)

    Por un 2025 lleno de divagues y comentarios!

    di

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  3. Hola Di, pues si desgraciadamente los que te seguimos poco comentamos, pero de mi parte admiro esa capacidad de relatar. Buen año, en lo que se pueda, desde Guanajuato, Mexico.

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    1. Cristina desde Guanajuato!!!!

      Qué bien que te has manifestado (aunque hoy me cuentan q se usa "manifestado" de manera diferente)... no tenía ni idea de q se pase por aquí nadie del otro lado del charco (aparte de, hace tiempo, Montevideana) y me hace muchísima ilusión, pq el centro y el sur de América es mi continente favorito y tengo muchas ganas de volver-particularmente a México, desde la lectura de Elena Garro hace un par de meses. [Nota: Estuve en Guanajuato hace... buff, la tira de anios y qué suerte vivir allí, es una ciudad maravillosa].

      Buen anio para ti también! Besos grandes

      di

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  4. Cómo que te vas a NYC?? que yo no sabía eso!!
    Maldita...
    Love u anyway.
    Petons,
    anna

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    1. Es q era el secreto mejor guardado, pero espero q esto haya sido el pistoletazo para q mi travel agent favorita se ponga a la acción!!! Ya sabes el briefing: una nueva versión de NYC "para teens"... [aunque cuento con horas en librerías, con teen o sin ella].

      Petons de Anio Nuevo my lovely

      di

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  5. Conforme leía me estaba resultando muy familiar todo lo que dices, imaginaba que lo había leído ya, pero consultada mi lista de lecturas veo que no...igual es que en una vida anterior fui una hija judía o peor aún una madre judía...
    Bueno, eso de que viajas a NY me lo tienes que contar a la cara y si es con una caña mejor que mejor.
    Muxus
    Marisa

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    1. Jajajaj marisa... somos hijas judìas verbosas y feministas, todo bien, pero me temo q tambièn madres judìas neuròticas y brasaeterna (tù menos pq te lo han puesto fàcil las iratis). Hoy he visto un libro titulado "parenting the strong-willed child"... jajajaj (risa nerviosa...)

      Hoy sì q sì!! Hoy te cuento todo en un rato frente a un chocolateeee

      Muxus

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    2. Strong-willed: cualquier cosa desde tenaz, de convicciones fèrreaa hasta terco, tozudo...

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