Lea Ypi es profesora de Teoría Política en la London School of Economics (LSE). La primera vez que oí hablar de ella fue en el podcast "Past, present, future" en el que colaboraba de vez en cuando, en concreto en una serie sobre la "Historia de la Libertad". Yo no sabía nada de su libro, que llevaba un tiempo en casa, y había sido leído por el Peda, que no consideró una prioridad recomendármelo (o sea, no dijo nada). Así, pasó a la estantería de leídos y se podía haber quedado ahí. Imperdonable.
Pasaron los meses y cuando decidimos ir de vacaciones a Albania, me puse a investigar sobre autores albaneses, y así es como encontré el libro que me estaba esperando en la estantería. Me había quedado claro que el autor albanés más recomendado era un tal Ismael Kadare, que murió hace un año, pero ya que tenía a Ypi aquí, decidí empezarlo. Poco me imaginaba que este iba a ser para mí uno de los mejores libros del año -y estamos en agosto.
El libro fue escrito en inglés en 2021, y su título completo es "Free. Coming of Age at the End of History", traducido al castellano como "Libre: El desafío de crecer en el fin de la historia" (ed. Anagrama), pero dejadme mi propia traducción: "Libre: una novela de crecimiento en el fin de la historia", porque una "coming-of-age" es lo que en alemán -y en teoría literaria- llaman un "bildungsroman", una novela que te cuenta precisamente eso, cómo ve el mundo una niña o adolescente mientras crece. Tengo que crear una etiqueta con ese concepto, pero de momento resumí unas cuantas leídas y divagadas en el primer párrafo de aquí.
En todas las críticas de este libro te van a contar este planteamiento: Lea Ypi nació en Tirana en 1979, en pleno comunismo. La voz narradora es la de Ypi con 11 años y hasta su adolescencia, y nos va a llevar a través de los acontecimientos históricos de su país en esa época.
Breve resumen de la historia de Albania
Estas memorias son, aparte de la mirada muy particular -y para mí, encantadora- de una niña, un libro de historia. Una historia que no se me había ocurrido contrastar nunca con los albaneses que he conocido hasta ahora: ni con Iris, una compañera de trabajo que tristemente falleció, ni con Sokol, un albañil que trabajó en casa. Nunca había leído un libro escrito por albaneses y hasta hace poco, interesado por el país. Mi única aproximación cultural a Albania era haber visto, cuando la estrenaron, "Lamerica", la peli de 1994 de Gianni Amellio (el sábado pasado la volví a ver). Esta es una de las mejores cosas de viajar: de repente, un país te coloniza. Así que voy a empezar con una breve intro histórica para quien, como yo hasta ahora, supiera casi nada de este país, porque me va a ayudar con el resto del diario de viaje para explicar cosas, y también en este divague.
- Pasado remoto: Como todos los países de los balcanes, este es un país por el que han pasado muchas civilizaciones, desde los Ilirios a los romanos, los bizantinos, los eslavos, y finalmente los otomanos
- Imperio otomano (desde finales del SXIV hasta principios del SXX): estos siglos explican que la mayor parte del país sea musulmana, aunque también hay ortodoxos y católicos. Tanto los nobles como gente corriente se fueron convirtiendo al islam, estos últimos para evitar impuestos a los cristianos. A finales del SXIX, el imperio otomano se iba debilitando a la vez que los sentimientos nacionalistas en Albania se hacían más fuertes. En las Guerras de los Balcanes de 1912-13, el Imperio otomano perdió la mayor parte de sus posesiones europeas.
- 1912: Declaración de independencia. La "Conferencia de Embajadores" en Londres delinea los límites de la nueva Albania independiente, dejando a muchos albaneses fuera. La siguiente década fue de gran inestabilidad, luchando por tierras en los límites. Todo esto también se vió afectado por la Primera Guerra Mundial.
- 1925: Autodeclarada monarquía. Ahmet Zogu venía de una familia noble y ascendió pronto en política, finalmente coronándose a sí mismo como rey: "Rey Zog I". Sin sopresas si digo que gobernó autoritariamente, buscando balancear fuerzas con Yugoslavia e Italia, pero para los años 30, Italia ya tenía una gran influencia en Albania.
- 1939: Mussolini invade Albania, así que Zog tiene que exiliarse.
- 1939-1943: Ocupación italiana
- 1943-1944: Ocupación de la Alemania nazi. Para noviembre de 1944, el Movimiento de Liberación Nacional (LANC), liderado por los comunistas, con su habilidad en guerra de guerrillas y conocimiento de lo rural y las montañas, poco a poco fueron tomando control y ya en 1944 habían liberado a casi toda Albania.
- 1946: Enver Hoxha y otros líderes comunistas tomaron el control y declararon la República del pueblo, un estado de partido único. Hoxha estableció una rígida dictadura estalinista hasta su muerte en 1985. Construyó miles de búnkers por todo el país, asustado de posible intervención extranjera. Nacionalizó las empresas y para finales de los 40 los albaneses no podían tener ninguna propiedad, desde coche hasta gallinas. Se enfocaron en industria pesada para ser autosuficientes, a expensas de cosas del día a día, incluyendo comida. Hubo un gran desarrollo de los sistemas de la salud y de la educación, transmitiendo ideología marxista-leninista a los niños desde peques [de esto habla mucho Ypi en su memoria].
- 1950-1960: Albania se va aislando de los países occidentales e incluso de anteriores aliados comunistas como la URSS, después de la muerte de Stalin. Hoxha criticó la de-estalinización de Khrushchev como "revisionista", y también se llevó mal con la Yugoslavia de Tito. Por supuesto, artistas e intelectuales sufrieron represión y la voz más clara en oposición al régimen fue el escritor Ismail Kadare.
- 1985: Hoxha muere, siempre un gran varapalo cuando hay mucho de "culto a la personalidad" y "amado líder" en un sistema. Miedo da el mundo de hoy. El Partido siguió cojeando un tiempo, pero con los cambios que se venían en Europa del Este en los siguientes años, estaba claro que el sistema iba a caer. En diciembre de 1990, Albania vio su primera manifestación anti-comunista
- 1991: El gobierno convocó las primeras elecciones con varios partidos que llevó a la formación de un gobierno democrático y la caída de los comunistas. El Partido Democrático de Albania ganó, pero pasar de una economia tan centralizada a un sistema de mercado es complejísimo. La privatización de las empresas estatales no se hizo sin corrupción, hubo mucho desempleo, hiperinflación. Los subsidios comunistas también se acabaron y la gente se tuvo que buscar la vida de mala manera, algunos como delincuentes. Los 90 fue una década caracterizada por el caos y la desilusión.
- 8 de agosto de 1991: si tienes cierta edad, recordarás esta imagen de abajo. El Vlora partió de Durres hacia Italia con miles de albaneses desesperados. Se puede leer toda la historia aquí. Ahí termina también "Lamerica".
- Hacia 1995 surgieron sistemas piramidales de estafas en los que cayeron más de dos tercios de la población, que perdieron todo su dinero.
- 1997: Revueltas muy severas, en las que grupos armados llegaron a tomar partes de zonas rurales y el gobierno declaró estado de emergencia. La comunidad internacional mandó tropas para restaurar la paz.
En fin, que no me ha quedado breve -sorpresa- pero es que este recorrido es fundamental para entender el libro, y también para dar contexto al resto de nuestro viaje por este país, desde por qué canta el muezín* igual que en Marruecos, hasta la arquitectura bizantina, pasando por gastronomía otomana. Cuando empecé a escribir el divague iba haciendo ideas sueltas y era complicado de entender, así que a medias decidí añadir la cronología de arriba y ordenar cosas que me han interesado de la memoria de Ypi históricamente. Así que eso me obliga a empezar con el pasado, son su abuela.
(*) Nota: En un momento del libro Ypi pregunta si el muezín realmente canta o es una grabación, que tienen una apuesta en el colegio. Me he visto en shock cuando he descubierto que es una grabación. Toda la vida imaginando a ese anciano vestido de blanco subiendo lentamente las escaleras de caracol de los horribles minaretes -parecen cabezas nucleares- al alba para cantar... y es una grabación!
Nini, la abuela
Para mí, el mejor personaje de estas memorias es la abuela paterna de Ypi, Nini, que le hablaba en francés y decía cosas como "no llores, haz algo!". Había nacido de Tesalónica y cuando se deshizo el imperio otomano y se creó el estado de Albania (recordemos, en 1912), muchas familias de la diáspora que se habían movido por todos los Balcanes volvieron a Albania. Ella pertenecía a la élite, y al llegar a Tirana fue de las pocas mujeres que trabajaron en la administración y fue invitada a la boda del Rey Zog. Allí conoció a su marido y abuelo de Ypi, que fue luego encarcelado durante 15 años cuando llegaron los comunistas, por haber pertenecido a la clase alta (hay en el libro fotos de ellos esquiando: quién esquiaba en Albania en esa época?).
Nini sabía del privilegio con el que había crecido, y sospechaba de la retórica que lo había justificado. No pensaba que "consciencia de clase" y "pertenencia a una clase" era lo mismo. Creía que no heredamos nuestras ideas políticas, pero que las elegimos libremente, las que suenan bien, no las que son más convenientes o van con nuestros intereses. "Perdimos todo, pero no nos perdimos a nosotros mismos, nuestra dignidad, que no tiene nada que ver con dinero, títulos, honores". O sea, esta es una mujer que ha crecido como aristócrata, luego llega el comunismo que despoja a su familia de todas esas cosas, y luego ve caer el comunismo y llegar el caos. Nunca tuvo fe en "recuperar sus propiedades" , pero aún así hacen un viaje a Tesalónica en el que la acompaña Ypi, que da para un capítulo agridulce.
Con todas las diferencias, ese capítulo me ha llevado a un viaje que hice con la yaya a Barcelona cuando tenía más o menos la edad de Ypi. En aquella visita creo que estuve en un hotel por primera vez, paseé por una gran ciudad por primera vez y fuí a un parque de atracciones -el Tibidabo- aunque esto no fue mi primera vez! Y en esto hay una similitud con Ypi, claro que para ella todo fue aún más salvajemente nuevo porque Albania había estado completamente aislada del mundo durante el comunismo, mucho más que otros países que habían vivido regimenes opresores- cuando llega allí los niños locales que no saben quién es Apolo y Afrodita, pero le hablan de un tal Micky Mouse. Es la primera vez que sube en avión [nota: mi primera vez en un avión fue a los 19] donde ve por primera vez una bolsa de plástico de colores y donde se sorprenden de que les den comida (ah! esa época) - en cajas de plástico, con sus cubiertos, que ellas no se comen porque ya llevan sus byreks envueltos en papel de periódico (esa abuela me representa) -claro que se las llevan "por si tienen hambre luego".
Sus descripciones de "primera vez" que anota en su diario -idea de Nini, viva Nini- son maravillosas para entender lo que era la vida en un país comunista, y la grieta comunista-capitalista:
(...) "fue la primera vez que sentí aire acondicionado en la palma de mi mano, que probé plátanos, que vi semáforos, que llevé vaqueros, que no tuve que hacer fila para entrar en una tienda, que crucé un control de fronteras, que vi una fila de coches en lugar de de humanos, que me senté en un baño en lugar de ponerme en cuclillas, que vi a gente siguiendo a perros con correa en lugar de perros vagabundos siguiendo a gente, la primera vez que me dieron un chicle en lugar de su envoltorio, que vi cruces encima de las tumbas, que vi paredes cubiertas por anuncios en lugar de propaganda anti-imperialista, la primera vez que vi la Acrópolis, pero solo desde fuera porque no teníamos dinero para pagar la entrada".
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Progaganda en la escuela
La vida colegial de Ypi en la albania comunista de los 80 no era muy diferente de la mía con las Madres del colegio del paseo de los pájaros que cantan bien en esa misma época, empezando con cosas prácticas como que se dividían en grupos de cuatro para limpiar la clase y siguiendo por las sesiones de propaganda ideológica. Ella tenía una profesora, Nora, que era la divulgadora de una ideología y de su amado líder, Hoxha, y nosotras teníamos a las monjas, un curso tras otro hablando de lo mismo: Jesús, María, Dios, el Demonio (personalificado, cuando éramos más mayores, por el PSOE, entonces en el gobierno). De todo esto ya habló Pilar Palomero en "Las niñas", basándose exactamente en MI colegio de Vetusta.
Voy a incluir unas citas de lo que les decía Nora, la profe fanática, que siempre tenía "respuestas claras, sin ambiguedades" a cualquier duda, porque espero que ilustren el contenido de unos principios -en este caso, marxistas-leninistas- y los contrasten con los que me dieron a mí:
"La profesora Nora nos explicó en el pasado la gente se congregaba en unos sitios llamados inglesias, sinagogas, mezquitas para cantar canciones o recitar poemas deidicados a algo o alguien llamado Dios. (...) Explicó que había habido disputas entre los grupos para ver cual de sus profetas tenía razón. (...) Entonces había llegado El Partido, y cuanta más gente había aprendido a leer y a escribir, y a entender cómo funcionaba el mundo, más se daban cuenta de que la religión era un ilusión que creaban los ricos y poderosos para dar falsas promesas a los pobres de que tendrían justicia y felicidad en otra vida. (...) No hay vida tras la muerte -explicaba Nora-, es una manera de hacer que la gente deje de luchar por sus derechos en la única vida que tienen, para que se beneficien los ricos".
"Nora explicó que el socialismo no es perfecto, es una dictadura, la del proletariado. Es diferente, y por supuesto mejor que la dictadura de los burgueses que opera en estados imperialistas occidentales. En el socialismo, el estado está controlado por los trabajadores, no por el capital, y la ley sirve a los intereses de los trabajadores, no aquellos que quieren incrementar sus beneficios. Pero la lucha de clases no había terminado: tenían enemigos externos, como la USSR, que había dejado atrás las ideas del comunismo y se había convertido en un estado imperialista represor, e internos, como la gente que había sido rica y había perdido sus propiedades y privilegios, que seguían intentando socavar el gobierno de los trabajadores".
"Fuera de Albania, la gente nunca sabía los nombres de las personas que manufacturaban las cosas, de los trabajadores. Solo se recordaba los nombres de las fábricas donde se hacían, y de sus duenios, y de sus hijos".
"En el colegio nos enseñaban a pensar en término evolutivos. Estudiábamos la naturaleza con los ojos de Darwin y la historia con los de Marx. Distinguíamos entre ciencia y mito, razón y prejuicio, duda saludable y superstición dogmática. Nos enseñaron a creer que las ideas buenas sobreviven como resultado de nuestros esfuerzos colectivos".
Estos son los principios que se machacaban a los escolares en un país último bastión del comunismo rabioso y, sinceramente, no puedo más que suscribir uno tras otro. Compara esto con el Cordero-de-Dios, el "hubo atrocidades por las dos partes" y la asignatura "Hogar" para chicas solo.
"No te metas en política"
En el cole de Ypi les preguntaban si tenían algún miembro de su familia que hubiera luchado en la resistencia al fascismo durante la ocupación. Por supuesto, estar relacionado con los terratenientes y ricos de siempre que habían abrazado el fascimo era vergonzante y los niños llevaban orgullosos ejemplos de familiares partisanos. Conociendo de dónde venían no es difícil imaginar que cuando Ypi preguntaba a sus padres, después de pensar mucho salían con "el tío abuelo del primo segundo de la esposa de mi marido", cosas así. También hablaban entre ellos de miembros de la familia que estaban "en distintas universidades".
O sea, en su casa ocurría aquello que pasaba en muchas casas españolas, incluida la mía, en las que "no se hablaba de política". Yo tenía solo cuatro años cuando se murió Franco, pero a medida que iba creciendo me di cuenta de que en mi casa no se hablaba de franquismo, ni para bien ni para mal. Fue solo cuando le empecé a preguntar a la yaya "preguntas cerradas" sobre el tema que me empezó a contar cosas, tanto del franquismo como de la guerra. Pero la consigna general era siempre por parte de la yaya "no te metas en política".
La niña Ypi se creía todo lo que les contaba la profe Nora a pies juntillas como la niña Di lo de Madre Celsa, Madre Antonia, Madre Petra: con la furia de la infancia queríamos ambas que nuestras familias fueran más papistas que el papa. Mi familia era creyente, pero relajada: la yaya siempre me contaba historias veladas con un trasfondo "cuida con el clero", por ejemplo que una de sus monjas les decía (hablamos de Barcelona en los años 20): "niñas, no os hagáis nunca monjas", o que el cura tal les decía "haced lo que digo, no lo que hago". A Ypi le hubiera gustado que sus padres (y su abuela, que también vivía en la casa) tuvieran la foto de Hoxha que la mayoría de los albaneses tenían en el salón. Pero no.
Los tumultuosos 90
Como he explicado en la sección histórica, no fue nada fácil esta transición a una economía de mercado cuando cayó el comunismo. Ya sabemos que el lenguaje es un arma poderosísima de cambiar el mundo, y Ypi nos cuenta cómo de repente todo el mundo comenzó a hablar de "la sociedad civil", más o menos sustituyendo a "El Partido" de antes. Otros nuevos términos: "liberalización" (que sustituyó a "centralismo democrático"), "privatización" (que sustituyó a "colectivización"), "transparencia" (que sustituyó a "autocrítica"), "luchar contra la corrupción" (que sustituyó a "lucha anti-imperialista"). Todas estas ideas eran sobre libertad, pero no la libertad del colectivo -que se había convertido en una palabra sucia-, sino la del individuo.
Y luego está el de "reformas estructurales". El padre de Ypi consigue un trabajo en esta nueva sociedad como director general del puerto de Durres, el mayor de Albania. Les pusieron teléfono en casa y al padre chófer. Pero claro, había que empezar a "cortar costes" en aras de la productividad y el primer objetivo eran los trabajadores menos cualificados que llevaban allí una vida, en su mayoría de origen gitano. Esperaban en la puerta de su casa: "buenos días, jefe, eres un buen hombre jefe, tengo tantos hijos, jefe, solo un par de años más, por favor, llevo aquí desde los 13, no he robado nada, de verdad, es por el alcohol, ya voy a beber menos". Pero hay que "modernizar" y el padre no puede verlos como máquinas: "míralos, son personas, tienen lágrimas en los ojos". En esta parte del libro a mí también me dan ganas de llorar.
La madre de Ypi -un personaje en contraposición al padre en el que no entro- dice en un punto que los países que fueron comunistas la gente no es de izquierdas o de derechas, sino que se dividen entre "comunistas nostálgicos" o "liberales esperanzados". Bueno, eso es lo que yo llamo izquierdas y derechas.
Al final, por qué fueron tan agitados los 90? La comunidad internacional se dedicó a repetir el mantra del "polvorín de los Balcanes", con tantas religiones, grupos étnicos y diferentes maneras de ver la vida. Sin embargo, Ypi tiene claro que es que el colapso del sistema económico (mírese arriba en historia el timo aquel de los sistemas piramidales que arruinó a tanta gente), las diferencias de clase, no el acento o la manera de vestir de la gente lo que causó el derrumbe de esta sociedad. Sí, es la economía, idiota que le dijo James Carville a Clinton en 1992.
Libertad
Este es el título de esta memoria y un concepto sobre el que la autora, profe de filosofía, vuelve una y otra vez. Quien esté preparado para un podcast de alto nivel -y en inglés, sorry-puedes escuchar la serie de "Past, present, future" en el que Ypi es la invitada titulada "Historia de la libertad". Voy a terminar con un par de ideas sobre este tema, que sobrevuela toda la memoria.
Volviendo a la infancia, cuando era peque, Ypi no se planteaba lo que era la libertad: en lo que a ella concernía, era libre. Un día en 1991 cuando vió una manifestación de jóvenes (a los que llamaban "hooligans") exigiendo "libertad", no entendió nada. Cuando tras la caída del Muro de Berlín oyó a sus padres decir que iba a haber "elecciones libres" en Alemania del Este, ella preguntó, perpleja: "qué se elige en elecciones no libres?" (esto también recuerda a las votaciones que organizaba Franco, que siempre ganaba su moción por el 99%). Sus padres parecieron incómodos y desviaron el tema: "No te alegras de que Mandela ha sido por fin liberado?" le dijeron.
Está claro que durante el comunismo no había libertad pero, cual es la libertad en el capitalismo?: "No es que a los pobres no se les dejen hacer todas las cosas que los ricos pueden hacer; es que no las pueden hacer, aunque les dejen", dice su padre.
Cual es la libertad que tienen los albaneses cuando cae el comunismo, les quitan las ayudas, la sanidad y la educación? Sí, pueden ahora emigrar -como de hecho hicieron muchísimos, la misma Ypi primero a Italia y ahora vive aquí en Londinium- pero, quién los quiere? Lo que ocurrió con los albaneses fue un piloto de la represión y el temor al inmigrante que vemos hoy en día.
"Antes, uno habría sido arrestado por querer irse. Ahora que nadie nos impedía emigrar, ya no éramos bienvenidos al otro lado. Lo único que había cambiado era el color de los uniformes policiales. Nos arriesgábamos a ser arrestados no en nombre de nuestro propio gobierno, sino en nombre de otros estados, los mismos gobiernos que nos habían instado a liberarnos. Occidente había pasado décadas criticando a Oriente por sus fronteras cerradas, financiando campañas para exigir libertad de movimiento y condenando la inmoralidad de los estados empeñados en restringir el derecho a salir. Nuestros exiliados solían ser recibidos como héroes. Ahora eran tratados como criminales.Quizás la libertad de movimiento nunca había importado realmente. Era fácil defenderla cuando alguien más se encargaba del trabajo sucio del encarcelamiento. Pero ¿qué valor tiene el derecho a salir si no hay derecho a entrar? ¿Eran las fronteras y los muros reprensibles solo cuando servían para mantener a la gente dentro, en lugar de mantenerla fuera? Los guardias fronterizos, las patrulleras, la detención y represión de inmigrantes que se implementaron por primera vez en el sur de Europa en aquellos años [1990] se convertirían en práctica habitual en las décadas siguientes. Occidente, inicialmente desprevenido para la llegada de miles de personas que ansiaban un futuro diferente, pronto perfeccionaría un sistema para excluir a los más vulnerables y atraer a los más cualificados, al tiempo que defendía las fronteras para "proteger nuestro modo de vida". Y, sin embargo, quienes buscaban emigrar lo hacían porque se sentían atraídos por ese modo de vida. Lejos de representar una amenaza para el sistema, eran sus más fervientes defensores"
Termino con esta reflexión, que dará una idea del tono y nivel del libro. Con él se aprende historia -Ypi describe acontecimientos locales como las primeras elecciones en Albania y acto seguido abre el zoom y te cuenta que hacía poco habían matado a Ceausescu en Rumanía cantando La Internacional, la guerra del golfo acababa de empezar y en las tiendas de souvenirs empezaban a vender trozos del Muro de Berlín-, y además se disfruta de una voz narrativa deliciosa, que a ratos te hace reír, otros llorar y siempre pensar. No puedo recomendar más este libro.
Caray, acabo de leer un artículo defendiendo la dignidad de las ratas y ahora me vienes tú, defendiendo la dignidad de los humanos... más pisada aún que la de las ratas... vaya mundo este!!!
ResponderEliminarBicos balkánicos...