Hace diez años, cuando murió Delibes, colgué un escrito de Julio Cortázar sobre cómo se siente una cuando sus ídolos de la literatura, cine, música van muriendo: se titulaba "Burla burlando, ya van seis delante". Cuando hace un par murió Philip Roth, simplemente le di las gracias por haber vivido más a través de él.
Hoy ha muerto Juan Marsé. La noticia me ha encontrado en la cama, leyendo. Lo primero que he hecho ha sido ponerme de pie (en la propia cama, porque detrás están las estanterías con la "narrativa en castellano") para ver qué tenemos de Marsé en casa (hay cosas que están en las Vetustas). Entre tres o cuatro libros, estaba "Teresa". He tenido que soplarle el polvo y a continuación, he pasado por uno de esos ratos chulos de volver a un libro leído y vivido, que me confirma la importancia de subrayar y anotarlos.
Parece que yo leí esta novela en un viaje a Egipto, en su última página en blanco hay tres emails de gente que no reconozco (quién será manolitoamigo?), entradas de cine (la peli, "Match point" de Woody Allen), billetes de tren de cercanías, papelito de fragancias de esos que te dan en los aeropuertos-que obviamente ya solo huele a papel viejo, mucho mejor. Todo esto me lleva a lo que estaba haciendo yo, quién era yo cuando leí ese libro (siempre digo que leer "La montaña mágica" cuando tienes 23 años como Hans Castorp o "La regenta" a los 30, como Ana Ozores, coincidencias mías, quiso decir algo, pero igual es solo literatura).
Parece que yo leí esta novela en un viaje a Egipto, en su última página en blanco hay tres emails de gente que no reconozco (quién será manolitoamigo?), entradas de cine (la peli, "Match point" de Woody Allen), billetes de tren de cercanías, papelito de fragancias de esos que te dan en los aeropuertos-que obviamente ya solo huele a papel viejo, mucho mejor. Todo esto me lleva a lo que estaba haciendo yo, quién era yo cuando leí ese libro (siempre digo que leer "La montaña mágica" cuando tienes 23 años como Hans Castorp o "La regenta" a los 30, como Ana Ozores, coincidencias mías, quiso decir algo, pero igual es solo literatura).
Lo mejor, claro, son los subrayados y anotaciones que hice, la conversación que yo entablé con Marsé. Tengo tantos subrayados que sería imposible leerlos todos y seleccionar uno, así que el que incluyo es uno más de un libro que hay que leer. Tod@s. Es una pena que no hubiera divlog por aquella época, porque aunque había crónicas para mí en docus de word, he encontrado una de "Rabos de Lagartija", pero no de "Teresa".
"Porque !qué se yo de los efectos rarísimos que ejerce al pobreza sobre la mente! Qué sé yo del frío, del hambre, de los verdaderos horrores de la opresión que debe sufrir un chico como él si aún ni siquiera le he preguntado qué jornal gana, si nos empeñamos siempre en no querer hablar del jornal de un hombre, solo de su conducta (pues bien, compañeros, yo afirmo que la conducta de un hombre depende de su jornal)".
Página 377 de mi edición de "Ultimas tardes con Teresa"
Ah, y la portada! Es que la primera portada de la novela, de 1965, tiene también su propia historia. La modelo (rubia, estilosa, cool, rica, como todos imaginamos a Teresa Serrat) era una danesa llamada Susan Holmquist. Sus padres vivían en "La Pedrera" y la foto fue tomada desde allí por Oriol Maspons, el coche aparcado en el paseo de Gracia. Una perspectiva muy chula, un contrapicado que me sugiere un "venga, baja, que vamos a la playa!" de la chica moderna e "independiente" -la independencia que da el dinero de papá- de la época, mientras el señorito de turno baja de la torre a toda prisa peleándose con el polo Lacoste. Ah y sí, se podía vivir en "La Pedrera" y aún se puede: yo sigo hipnotizada la cuenta de Instagram de Ana Viladomiu, y no sé qué daría yo por vivir allí, en un permanente cuento de hadas. Qué escribiría yo mirando el mundo a través de las ventanas, pasando por esas puertas? Oh, el modernismo. Pero divago: parece que la princesa Susan, que acabó casándose con un fotógrafo italiano, tuvo una historia con otro Serrat, Joan Manuel, que le compuso "Conillet de vellut", en el que acaba dando el teléfono de casa de sus padres (el iluso si cambias de opinión, "ya sabes donde me encontrarás, 203 82 82"-y los pobres padres se tuvieron que cambiar el número: es lo que tiene enviar mensajes cifrados en canciones, poemas o novelas de mil páginas).
Y eso es lo que pasa cuando lees una buena novela: que encuentras mensajes que podrían haber sido escrito especialmente para ti, en cada esquina. Así me he sentido yo con Marsé y por haberme permitido abarcar más vidas que la mía, escribo estas líneas.
Que chula la historia de la portada, y del libro y de tu reencuentro con él en la estantería de encima de tu cama. Y sí, tiene cara de "venga, baja, que vamos a vivir".
ResponderEliminar... exacto, con ese coche y talante me la imagino conduciendo por las carreteras de "Atrapa un ladrón"
ResponderEliminarAcabo de enterarme que ha muerto Marsé y para mí ha sido un mazazo. Últimas tardes con Teresa fue el primer libro suyo que leí, cuando a los 16 años salía casi de la literatura infantil. Y desde entonces lo he devorado todo. Hay algo en Marsé con lo que yo siempre me he identificado desde el alma, esas ausencias que en sus libros son tan importantes que convierten a los ausentes en los protagonistas de los libros y que con el tiempo conseguí entender cuando conocí que en su infancia fue dado en adopción.
ResponderEliminarEn sus libros Barcelona, sus calles y sus barrios de Horta y el Carmel son tan protagonistas como el Pijoaparte o Sarnita y sus aventis.
Una pena...
MARISA, siempre asocio a Marsé contigo, nuestras conversaciones... la prima Montse et al... y estoy de acuerdo con q Marsé es Barcelona, tanto como el "Cadillac Solitario" o "La verdad sobre el caso Savolta". Lo de la adopción es interesante: si ya es complicado cuando es la época de encontrar nuestra identidad, la adolescencia, para hijos de nacimiento, para muchos de los adoptivos lo es mucho más. Dice la wiki "q su madre murió en el parto y fue adoptado por una familia". No me queda clara la historia de su madre, ni la clase social de los adoptantes. Lo digo porque el otro día (no sé si lo escribí en un comentario, o solo lo hablé con alguien), vi que Sabina se había casado con su novia de muchos anios, q era "hija de fulanito" (gobernador de nosedónde de Perú), y q su primera mujer había sido hija de un ministro de la UCD. Había otro ejemplo, q ahora no recuerdo, pero lo q ilustraba era la fascinación de muchos hombres de origen obrero (o de izquierdas) por las mujeres de la alta sociedad. Yo conozco también casos reales. Es curioso. Igual algún día deberíamos divagar sobre "la fascinación por las teresas" como proceso sociológico... En el caso de Marsé es uno de sus "temas"...
ResponderEliminarmuxus darling
di
La historia m pareció muy triste. La madre murió de parto y el padre, taxista, quedo con el bebé y otros hijos q ya tenían. Conoció a una pareja en una carrera, les contó su historia y ellos, sin hijos, se quedaron al crío. Asi, sin mas. Tiempos duros.
ResponderEliminarNo se la clase social de los padres de adopción, algo mas desahogada quizas, pero sobre todo con más capacidad para cuidar a un bebé...
Así que esta chica es conillet de vellut???
ResponderEliminarQué pasada. Sabía que la historia era cierta pero me ha encantado ponerle cara.
203 82 82 conillet poregós...
Esa canción se la sigo cantando a mis hijos con diez añazos todas las noches antes de irse a dormir.
Petons,
Anna
"Últimas tardes con Teresa", me impactó. Lo demás que he leído de Marsé me ha gustado pero siempre me he quedado con la sensación de que era el mismo libro, personajes parecidos,....
ResponderEliminarTambién leí La montaña mágica con 23.
por cierto, que Molo no te engañe: no le gusta Marsé.
Hola darlings, lunes soleado en Londinium!
ResponderEliminarAy sí, MARISA, ahora recuerdo la historia del taxista. Cómo asumir esa historia, qué historias se contaría a él mismo para reconciliarse con ello. Es distinto de si tu madre es soltera y en aquella época era ya un estigma imposible.
Sí ANNA, escuché la historia hace un tiempo en la radio, ya q Susan la modelo murió hace poco. Qué mona cantando eso a tus hijos por la noche... siempre se acordarán, también del teléfono! :)
ah aNÓNIMO DE LAS 11:21, otro de la montaña mágica a los 23 !!! (MARISA, la divaganta de arriba me consta q tb lo leyó por esa época, y luego lo re-leyó, pero esa es otra historia). Y si te lo planteas, todos escribimos siempre sobre lo mismo, hay ciertos temas q "nos preocupan" y venga a darles vueltas (supongo q por eso, algunos blogueros sabios ya dejaron el blog hace años y otros inconscientes seguimos aquí, ja ja). A mí por eso me interesaba conocer su origen social, por su tema de las teresas... seguro q alguien ya ha hecho una tesis, será cuestión de buscarla :)
Hugs de lunes
di
- dejé mi blog hace muuuchos aNYos.
ResponderEliminar- recomiendas la relectura de La montaña ?...hay tanto que leer que me da sensación de pérdida de tiempo
- yo he vivido de rasquis el final de los tiempos de la Barcelona Marsé, mejor dicho; los he oído en mi familia de manera recurrente y me da la sensación de estancamiento nostálgico
- las diferencias sociales eran más notorias en esa época, creo.
-Ves? Tú eres sabi@.
ResponderEliminar-Sé q Marisa se quedó a 50 páginas de terminar la re-lectura y q no fue la misma experiencia. A mí me da miedo re-leer ciertos tótems del pasado, por ej Rayuela, pq hará 5 anios leí "62 modelo para armar" y muchas cosas me parecían de tortazo...
-has leído el artículo en el q Marsé dice q el Pijoaparte sería hoy un inmigrante del Magreb? Ahí estarán hoy las diferencias sociales...
https://elpais.com/diario/2005/12/04/domingo/1133671953_850215.html
Aunque Últimas tardes con Teresa es el primer libro de Marsé que leí, es de los pocos que no tengo en mi librería. Lo comenté con las Iratis el dia que murió Marsé y ayer aparecieron con un regalo, una edición de Últimas tardes con Teresa preciosa.
ResponderEliminarAprovecharé para releerlo estas vacaciones, espero q no m defraude...
Ay qué monas las iratis... ainnss.
ResponderEliminarHe encontrado esto, pero aún no lo he visto:
https://www.rtve.es/alacarta/videos/imprescindibles/imprescindibles-erase-vez-juan-marse/5628302/
muxus
di
UF. Tarde otra vez. Tantas cosas que resuenan: Marsé como salida del mundo infantil-juvenil. "Ronda de Guinardó", leída en COU y que debería releer, creo. Lo de los subrayados, lo de volver a lo que pensaste, quisiste, le contaste al autor. Normalmente, la coherencia (normalmente; otras veces te sorprendes de la cursilería o de qué coño estaba yo pensando en ese momento) y sí, volver a quien eras entonces... y lo del número de teléfono. Como en aquella canción de Sabina "y yo marcando el 3692230" del "Todos menos tú", que debía ser un número real, porque yo viví 7 años en su zona y el mío también empezaba por 369... en fin, que gracias, bella.
ResponderEliminarCARMEN, estoy contigo en la cursilería y el madremía esa era yo entonces... esto me hace ser más benévola con Mini.. creo q yo era mucho más imbécil a su edad.
ResponderEliminarLo del teléfono debía ser una movida... sabina nada menos! Yo daba clases de inglés y tenía carteles por tiendas con el teléfono de casa. Hubo una época q llamaban por lo q sea bastantes guarros de esos q respiraban o decían cosas "inapropriadas" ("sabes cómo estoy?").. y un amigo me dijo, tienes la zona llena de carteles q dicen "profesora de inglés titulada por la escuela oficial de idiomas", vamos q se imaginaban a Twiggy o así. Hasta la Yaya cogía ese teléfono, pero nadie notaba q era una señora mayor, tenía la voz joven... no me acuerdo si a ella le respiraron... :) qué viejuno suena todo.
Besos my lovely
di
A mí también me ha dolido, probablemente porque su obra es como muy cercana.
ResponderEliminarHola Ses! Muchas gracias por tu comentario... estoy contigo, cuando has pasado tantas horas con un autor, es como si fuera alguien cercano.
ResponderEliminarPetons
di