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15 mayo 2022

Y así era la vida el día que pasó todo

El sábado pasado era 7 de Mayo, y fue un día de whastapp intenso en el grupo "Jekes" (los jekes son los "jóvenes que están empezando", aka hermana Fashion, cuñado JAL, bautizados así hace mucho -lets face it: ya no son jóvenes- por el Peda, que también está en el grupo). Comenzamos la mañana riéndonos a propósito de las técnicas intimidatorias mafiosas de Fashion con el mundo del retail online. Resulta que la hermanísima, ociosa por baja maternal, se había erigido como compradora familiar de regalos para el cumple Mini (lo de la baja es anecdótico, siempre es la compradora oficial), pero todos habían fracasado, uno tras otro. Primero, el perfume, forever "en preparación". Hasta que Fashion se lo toma personal y, mujer ejecutiva, les pone un email con, no uno sino dos "es decir" ("es decir, hace una semana", "es decir, ya llega tarde para el cumpleaños"), y al día siguiente, voilá, anuncian que está en camino ["conozco este mundo, no hay como azularles un poco" (sic)]. Luego, el pijama: estos van un paso más allá "envío perdido, en 17 días tendrán la devolución en su cuenta, hagan un nuevo pedido". Yo ni siento ni padezco ante el potlach este de los regalos, pero ella sí, y me envía copia de su email, impagable, en el mejor "inglés macarrónico" (¿por qué sois tan agresivos en castellano?, el inglés nunca es tan abrupto), con una frase que directamente roba mi corazón [traduciría más o menos: "ya estamos lo suficientemente tristes por no haber tenido el regalo en el día señalado, no nos molesten/aburran con sus procesos"]. Lo fascinante: enseguida tenemos un email con muchas disculpas, que nos llegará el pijama al día siguiente, correo urgente. Yo estoy alucinada: para mí integrar el concepto sentimental (tristeza) con rudeness ("no-me-aburran") en una queja a un departamento de atención al cliente es enloquecido, pero qué sabré yo, que odio comprar, online o in situ (por razones que no vienen a cuento, hemos tenido que comprar dos lámparas y, maremía, hay que hacerse un máster para decidir por la apabullante oferta: maldito capitalismo). Pero volvamos a la familia de matones: Fashion me recuerda los grandes resultados cuando JAL le escribió al casero de Brixton con un "vamos a poner esto en manos de los abogados de la familia", al más puro Corleone. Y todo se solucionó,: ese es el problema, son continuamente reforzados.

Twiggy  y los swinging 60s
Ajena a lo que iba a pasar, ese día me consumía un email -que luego supe que era circular- del cole de Mini, en el que parecía que me decían muy personalmente "que le comprara otra falda, que esta le quedaba muy corta". Sobre mí cayó no la ira del Headmaster, sino la bronca que me caería de mi madre -si llegara a sus oídos- por no llevar a mi hija “conforme”. Cierto: no va conforme, pero ninguna niña de ese cole, que se enrollan la falda en la cintura para que les quede minifalda (según Mini "y yo no soy de las peores"). Las monjas de mi colegio ya debían estar al tanto de esto hace 40 años, porque nuestra falda era plisada, luego no había posibilidad de enrolle. Deberían haber asesorado a este cole neo-victoriano, que solo en 2022 se han caído del guindo: las niñas van a lo Twiggy y a partir de Septiembre han cambiado a un modelo tipo campana que no se puede enrollar. Que Mini asegura no se va a poner hasta entonces y nos conduce a una bronca de bajo nivel.

Oh qué bonita es la maternidad. En esas estamos cuando Fashion (que por unos meses ha sido la "embarazada universal") pone otro whastapp, esta vez “meaning bussiness”. Son las 17:22 y "tal vez" han empezado las contracciones, pero la comadrona les ha dicho que "es normal, aún pueden faltar 4-5 días". Decidimos no tomarlo muy en serio y que nos mantengan informados (el mundo ha avanzado mucho desde Mini, ahora tienen una app para medir las contracciones - yo aún tengo por ahí el cuadernito donde escribimos las mías). Eso sí, me pongo en alerta porque como a Fashion no le habían cogido aún una vía en su vida, se había autodiagnosticado de "tocofóbica", y con 7 años pegó a un médico cuando le quitaban unos puntos, todos pensábamos que este parto iba a terminar como el Rosario de la Aurora, si no en comisaría.

A las 20:20, nuevo mensaje: "hemos venido al hospital, que cada vez eran más frecuentes" (app dixit). Pero no hemos de preocuparnos todavía, igual le dan el alta. Mientras tanto, no digamos nada a nadie. Todos estos whastapp son escritos en el grupo “Jekes” por JAL, pero Fashion desaparece. Si está bien, estará mirando el móvil, luego ¿por qué no escribe? Intento presionar al cuñado universal, ¿todo bien?, y sí, ¿puedo llamar?, y no. Que le dice que me escriba que aún no ha pegado a ningún sanitario.

Me empiezo a poner muy nerviosa porque es inevitable no tener flashbacks de mi propio parto: como es un tema que combina salud y moi, todo lo que podía salir mal, lo hizo (menos la niña, como ha quedado claro en 12 años de blog). Resumen en este párrafo (se aconseja saltar si estás embarazada o hipocondrias): cuando llegó el Peda del trabajo, a las 5 y pico o 6, había empezado con alguna contracción, y le esperaba sentada en la ventana, mirando al infinito como una dama antigua. El no se lo creyó, cenamos carne con piña (desaconsejo), y me puse la "TENS" (Transcutaneous electrical nerve stimulation), una máquina que te animan a comprar en UK (vía sus electrodos te suelta unas pequeñas descargas eléctricas en la espalda, las vas elevando y en teoría eso libera endorfinas que te ayudan con el dolor. Me freí a descargas y JA: rien de rien). La midwife llegó a no sé qué hora y dijo "oh dear, este baby está aquí" y ambulancia y luces azules, pero al llegar a St. Thomas Hospital, ooops, era un error. Las contracciones seguían y esto no lo lean almas sensibles porque, digamos la verdad, el dolor es horrososo, una auténtica pesadilla y el sintagma "proceso fisiológico" que se lo metan los anatomistas por donde les quepa: yo me siento más bíblica en estos casos, no puede haber otra explicación que ese Dios justiciero, cabreado, heteropatriarcal, sentado en una nube, diciéndole a Eva "parirás a tus hijos con dolor".  El anestesista "está en una emergencia" (?qué se cree que es lo mío, hijo-de-puta?) y aparece a las 3 am (pese al paréntesis anterior, enseguida pelillos a la mar: dice el Peda que cuando me puso la epidural quería abrazarle. Las anestesias siempre sacan lo mejor de mí, otra vez parece que dije "dadme besitos" al personal). Total, que solo decir que Mini nació a la una de la tarde del día siguiente por cesárea de emergencia. No fue mágico, ni divertido, ni aún con las drogas. Con esto quiero explicar que me agobio muchísimo pensando en mi hermana en esa situación.

A las 21:00, ya han informado a padres y les ingresan “para hacernos la PCR”. Aún no hay nada confirmado, tal vez no se queden, y sea todo falsa alarma. Hay que esperar y yo no sé qué hacer con mi culo. Como al día siguiente tenemos gente a cenar, se me ocurre la gran idea de ponerme a hacer el ragú de la lasaña para "estar ocupada". Como cocinar es una actividad manual (¿a quién le relaja si estás preocupada? Obviamente, no saca tu cabeza de ningún remolino de malas ideas), me pongo de fondo un podcast. Creo que empiezo por "Hidden Brain", corto zanahorias, qué rollo, lo dejo, cambio, pruebo con uno de humor que nunca había escuchado, pelo ajos, un rollo, lo dejo, cambio, paso; y un tercero, ya no sé qué hago, un rollo, lo dejo. Da igual. Lo que tenía que haber hecho es ponerme a escribir: es lo que hice cuando murió la Yaya, escribir, escribir, escribir todo el rato y, si eso es posible en momentos en los que no hay consuelo posible, algo me ayudó. Por lo menos lo tengo conmigo.


A las 22:30, no sé si ya he terminado de perpetrar el ragú, pero empiezo a hacer la maleta. La conversación de whatsapp la voy a guardar: mis preguntas en pánico en metralleta al pobre JAL son épicas -pobre, aún me habla. A las 22:45 ya le han puesto la epidural. Aquí me tranquilizo algo, por lo menos no tiene dolor, no sé si JAL me está contando todo bien, vuelvo a preguntar. Os caigo mal, lo sé: yo a mí también.

A las 23:00 pregunto si puedo ya comprar el vuelo: un ya aborrecido JAL me da el OK. Acepta que le haga un mensaje de voz. Aún no ha roto aguas, pero (esto me lo cuentan luego) la matrona le dice que "se las va a romper ella en un rato", le enseña la aguja y, en cuanto sale por la puerta, splash. "No hay como amenazarme", dice (como a los de las compras online).

A la 1:00 am entran en sala de partos. Nosotros estamos comprando el vuelo y la app no funciona: hacemos el pago tres veces, y a la tercera entra. Termino la maleta. Mandan foto: están sonrientes, con gorros de quirófano. Fashion, la muy presumida, se ha quitado las gafas para la foto: buena señal. El vuelo sale a las 9:45 am. A la 1:40 nos vamos a intentar dormir. Ja. Melatonina, creo que me duermo un poco. A las 2:18 llega un mensaje que no veo con una foto, un video y un "ya está aquí".

2:56 me despierto al baño, miro el teléfono sin esperar nada y me lo encuentro: le veo la cara por fin a mi sobri Roc. No me lo puedo creer, tan rápido, me voy al salón a verlo todo, el video es precioso, es todo como un sueño. ¿Tal vez esté soñando? No despierto a Mini ni al Peda. Vuelvo a intentar dormir: Ja elevado a n. Otra búsqueda de melatonina que despierta al Peda. Ha nacido Roc, que ilusión, ahora duérmete. Pero veo pasar todas las horas por el reloj, las 3, las 4 y las 5, al poco me levanto.

JAL escribe, "que les han dicho que nadie puede entrar en el hospital por covid". Bueno, me da igual, yo voy. Son las 5:30. En algún punto de la noche le he dado a "publicar" a un divague que tenía en borradores desde hacía un mes: “Bienvenido Roc” y se lo mando a los padres. Entro a darle un beso y la noticia a Mini: "ha nacido tu primo Roc", y veo su cara dormida de felicidad. Le digo que se porte bien con su padre, asiente a todo y que le dé besos a Roc.

El Peda me acerca a Clapham Junction, cojo un tren a Gatwick a las 7:10 am. En seguridad, me olvido el portátil en la maleta y paso mucho rato esperando hasta que me la revisan. Hago una cola enorme en el Pret para un té y un croissant de almendras, y tengo tanto sueño que no recuerdo cómo se llama el té que siempre pido (Chai Latte), me sale Pad Chai, o Thai Pai. Me muevo por el aeropuerto en piloto automático, como alucinada, como si viniera de una rave en “Ministry of Sound”, como si estuviera en drogas, como si me hubiera tocado la lotería.

Estas son las 24 horas previas de conocer a Roc, y hoy, exactamente una semana después, lo estoy escribiendo en un avión de vuelta a la isla. Yo sé que todo esto solo es memorable para mí, que es una historia que se repetirá cada día. Pero no se trata de contar una historia, sino de tratar de transmitir una filosofía, una manera de estar en la vida, que no es la mía, sino en este caso la nuestra, porque es una historia coral. Si algún día Roc lee esta entrada, sabrá quién le esperaba y en qué estado mezcla de pánico y emoción. Luego, irá descubriendo otros detalles menos entrañables de su famiglia siciliana (“no nos aburra con sus procesos”) y por fin, lo entenderá todo.

Pisa fuerte Roc. Soy tu Tíadi, la Tía de América.

 

6 comentarios:

  1. Sabes que te queremos, pero tía, eres agónica. Hasta yo me he puesto en modo tengo que hacer algo, por dios, que salga ya la criatura. Las hermanas mayores somos así, pero algunas sois más aun. En todo caso, los jekes y Roc tienen una suerte inmensa de tenerte cerca.
    Y con todo lo que hemos pasado últimamente, conectar con algo tan elemental como una vida nueva da mucho gusto.
    Disfruta del sobri
    Muxus

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  2. Venía a decir lo mismo que Marisa. Te queremos pero ahora mismo a JAL hay que ponerle un monumento. El tio está ahí ayudando a Fashion, esperando la llegada de su hijo y tiene que star dándote el parto a ti y respondiendo a tus preguntas de histérica... REGULAR. MUY REGULAR.

    Espero que te abstengas de darles consejos de crianza....

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  3. Ah, y yo soy como fashion con mis respuestas cuando compro algo o a los servicios de atención al cliente. El tono pasivo/agresivo funciona siempre y si lo aderezas con algo de legal funciona siempre. "¿Me está ofreciendo pagarme porque reconoce que han incumplido el artículo 5 de la Ley General del Seguro?, ¿seguro que está diciendome eso? le recuerdo que esta conversación se está grabando".

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  4. Darlings, ya sabéis la máxima de "lo q va antes de una adversativa es bola" ("te queremos PERO..."). Menos mal q en este caso sé q no se cumple... LOL.

    Y si, lo sé, lo sé todo, soy un poco neurótica de libro pero en este caso solo me queda sentarme a esperar pasar el cadáver de mi enemigo, q tenéis en total cuatro hijas... ya hablaremos entonces, guapitas de cara.

    Y qué es eso de tono "pasivo-agresivo", dónde está la pasividad? Es "agresivo-agresivo", y sois lo peor en esa península. Aquí deberíais aprender de mi yo-zen. :)

    besis my lovelies, os quiero sin adversativas

    di

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  5. Con estes apuntes tan sisterianos, me has dejado algo abocado a caminar por el borde justo de un barranco, que podíamos llamar “del silencio”... y ya de paso, tal que sirena egeica, desprovista de parte no humana, demuestras tu carácter poco algorítmico, salvo que seas una versión futura con inteligencia emocional abundante y generosa…

    O sea, que nada impide que divague de cuando en vez, siempre que la seducción siga funcionando… lo que nos lleva a maldecir (por lo bajini) los excesos del MeToo… y al feminismo radical (por lo altini)... pero esa es otra historia, y la dejaremos para los momentos Circe…

    Ahora solo queda esperar que el paseo por los sótanos de las vivencias hospitalarias, sean ajenas o propias, tengan resultados altamente positivos… pues, en el caso de no ser algoritmos completos, bien los mereceis tanto tú como tu hermana…

    Bicos esperanzados…

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    1. Hey MV, qué tal? Sí, la maternidad (o tiedad en este caso) son más bien poco seductoras, estoy de acuerdo, pero no hay problema, no te pondré falta, no hay q estar a todo! Por ej, las crónicas de viajes solo las leen dos pq son malas. Hay q encontrar tu nicho, y q el tuyo (y el de Vi) sea "Serial" me llena de orgullo y satisfacción. Tengo q terminar París y me pongo, en serio...

      Mis bicos esperanzados de un sabático para poder terminar aquello..

      di

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