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Armamentarium para leer "Behave" |
"Compórtate. La biología que hay detrás de nuestros mejores y peores comportamientos" de Robert Sapolsky (2017) es un libro imprescindible. El problema: no me puedo embarcar en una recensión como merece para explicar el porqué - ya se sabe cómo terminan esos proyectos- así que intentaré algo sucinto y a ver dónde nos lleva.
Antes de nada, un par de avisos para nave(diva)gantes: el libro no se lee en un fin de semana. El Peda me regaló este ensayo para mi cumple en primavera tras escuchar una entrevista a Sapolsky, un catedrático de biología y neurología en Stanford, y lo he terminado ahora, finales de Septiembre. Hice una parada durante el verano porque pesaba mucho para llevármelo para un par de capítulos que me quedaban - son casi 800 páginas en inglés (en castellano serán bastantes más, vuestra manía de rizar el rizo). Luego: es un libro en teoría de "divulgación" pero si no tienes algún conocimiento de neuroanatomía o fisiología, igual has de imprimirte un "pinta y colorea" del cerebro para seguirlo y hacerte un par de mindmaps. Solventados estos dos pequenios temas ("enter at your own risk"), de los que os he avisado como el blog amigo que soy, ya todo sobre ruedas. Empiezo.
Recuerdo la primera página del "Sapiens" de Harari (uno de los ejemplos del arriba citado "ya se saben cómo terminan estas cosas") cuando leo la primera de Sapolsky y su planteamiento. Harari, historiador, se da un paseo cronológico por las ciencias: del Big Bang (esto es Física), a los átomos y moléculas (coalescencia de sustancia y energía, esto es Química); y a moléculas que se combinan para dar organismos (esto, Biología) y, por fin, organismos>especie>Homo Sapiens que forman culturas (esto lo estudia la Historia). Sapolsky nos hace un resumen que me ha recordado a esto, sobre cómo va a explicarnos el comportamiento humano, también cronológicamente. Veamos, un comportamiento ha ocurrido y la pregunta es:
- ¿Qué ocurrió en el segundo antes? La primera categoría explicativa va a ser la neurobiológica, el estudio del sistema nervioso.
- ¿Qué ocurrió en los segundos o minutos previos que provocó que el sistema nervioso produjera ese comportamiento? Este es el mundo de los estímulos sensoriales, muchos de ellos percibidos inconscientemente.
- ¿Qué hormonas actuaron de horas a días antes para alterar la sensibilidad de tu sistema nervioso a tales estímulos?
- Y sigues expandiendo: qué pasó en tu medio ambiente las semanas, los meses, los años antes, que cambió las estructuras de tu cerebro para que las hormonas respondieran así a esos estímulos sensoriales?
- Y qué pasó cuando eras un feto, qué influencias en tu neurodesarrollo sufriste en útero, y cuales estaban "escritas en tus genes"?
- Y por fin abres aún más el objetivo: cómo la cultura ha modelado el comportamiento de un individuo según el grupo en el que vive, desde hace cientos y miles de años?
Así está organizado el libro, empieza con lo más árido -Sapolsky no hace concesiones para engancharte: el primer capítulo es pura neuroanatomía- y a medida que va avanzando ya se va suavizando con las ciencias sociales, psicología, cultura, y es mucho más accesible. Pero él va a estar haciendo referencia continuamente a conceptos anatómicos y fisiológicos de los primeros capítulos, por tanto hay que ir en orden.
Neuroanatomía para divagantes
Ya vais a ver qué fácil os explico las tres partes del cerebro (pero tened en cuenta que lo del "cerebro triúnico" nos sirve como metáfora, pero como concepto científico ya está superado):
- una parte (en naranja) ancestral, llamémosla "reptiliana" (troncoencéfalo y cerebelo), donde se encuentra las funciones automáticas del cuerpo (control de la temperatura, músculos, esas cosas),
- el cerebro emocional (en verde), llamémoslo "mamífero", es es "sistema límbico" (y contiene la amígdala, el hipotálamo y el hipocampo) donde se originan las emociones, y
- por fin el neocórtex (en azul) que hace pensamiento abstracto y complejo.
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Tú, yo y mi sistema límbico |
Es mucho más complicado que esto, por favor no se tome literal. Pero una nota sobre la amígdala, ese interesante órgano con forma de dos almendritas que es crucial para entender nuestras respuestas de miedo y ansiedad. Si ves algo que te asusta (no sé, una paloma?), la amígdala va a hacer un respuesta "fight or flight" (lucha o huída) mediada, por supuesto por neurotransmisores (a alguien le suena cortisol? adrenalina? si no, ya tardan en leer Serial, esa amable y accesible divulgación) Ahora, si la amígdala está continuamente amenazada por estreses imaginarios (ejemplos de miedos justificados: serpientes y depredadores en la saban o las palomas en Trafalgar Square), como hipotecas y aviones cancelados, contra los que no podemos ni luchar ni de los que huir, acabamos histéricos y esto afecta a nuestra salud. Y no solo ansiedad, también agresión: estimúlame la amígdala y voilá: cabreo y cositas desagradables pasan-lo cual abre una caja de Pandora sobre el tema legal, en el que no entraré.
Como hemos dicho, la corteza cerebral (azul) es la responsable del pensamiento complejo, es "el adulto en la habitación", la parte del cerebro responsable de planear a largo plazo, de tomar decisiones estratégicas, de regular las emociones, resistir impulsos (recordemos el entrañable experimento de los marshmallows) y otras tareas abstractas y complejas, propias de humanos. Sapolsky dice que "te hace hacer lo difícil, cuando es lo que toca hacer". Este concepto está machacadísimo desde el Tío Sigmund (el "superego" que intenta dominar al pobre "ello" y sus bajos instintos animales) hasta Estopa ("hay un demonio que siempre me dice pruébalo / y un angelito que me dice quieto y reza, / a quién hago caso de los dos?). Pero básicamente, cuando está dañado el lóbulo prefrontal, esto nos va a hacer muy desinhibidos, nos va a quitar los frenos: por ejemplo, la agresión que se originó en la amígdala no va a ser filtrada y frenada.
Dopamina: Todos queremos más
Uno de nuestros neurotransmisores favoritos, porque nos hace sentir bien, es la dopamina, y tenemos en el cerebro cuatro "autovías" que forman el "sistema de recompensa de la dopamina". Comer y tener sexo libera dopamina- es más, PENSAR en tener sexo libera dopamina. Leer los divagues también, así que no os desviéis.
Curiosamente, la cantidad de dopamina liberada es directamente proporcional a nuestras expectativas, y si te dan el doble de lo que creías, wow, subidón de dopamina; si te dan la mitad de lo que esperabas, meh, un miserable aumento de dopamina y si te dan justo lo que esperabas? Pues no gran cosa, otro meh. Y esto explica por qué nos aburrimos de la rutina: "Lo que era un placer inesperado ayer es lo que creemos que es nuestro derecho hoy, y lo que no será suficiente mañana". Cuando aprendemos que un comportamiento va a dar una recompensa, empezamos a liberar dopamina antes del comportamiento, no después de la recompensa. Según Sapolsky (y la ciencia), somos más de la anticipación y la búsqueda del placer que de la experiencia de él. Quién no ha mirado mil veces su email esperando ese correo? O esa actualización de d&d? :)
De puntillas
Hay capítulos de hormonas (los sospechosos habituales, testosterona, oxitocina, glucocorticoides) interesantísimos (una vez más: las hormonas y otros factores biológicos no es que causen un comportamiento sino que modulan y alteran el límite para que un factor del ambiente lo cause) . Y recordemos: biológicamente, amor y odio intenso no son muy diferentes - lo que sí lo es, la indiferencia. Otros sobre las influencias tempranas del feto y el bebé (buenas noticias: el cerebro se recupera más de lo que se pensaba de adversidades como el abuso). De neuroplasticidad. Del cerebro adolescente -solo diré el título: "tío, dónde está mi lóbulo frontal?"- que igual te reconcilia momentáneamente con el bicho que tienes en casa (dije momentáneamente: aunque te enternezca un poquito ver que su lóbulo prefrontal no puede hacer eso de la regulación de los impulsos emocionales y el rechazo de sus pares, enseguida con la siguiente interacción se te olvida y quieres estrangularlos igual).
Epigenética
También fascinante el capítulo de la epigenética. Porque los genes no significan determinismo, como se cree ahí afuera. La mayor parte de nuestros rasgos no están causados por los genes sino influenciados por ellos. Nuestro ambiente juega un papel crucial en cómo esos genes se expresan. El mismo gen puede tener distintos efectos depende del ambiente, por ejemplo, el gen 5HHT quita serotonina de las sinapsis y aumente el riesgo de depresión solo si has tenido un trauma en la infancia (esto es el medio ambiente, que ha interaccionado con el 5HTT).
La evolución del comportamiento
Aquí he de ser honesta: este capítulo no es una lectura refrescante veraniega. Todos conocemos la teoría de la evolución (que no es teoría, joder, que simplemente Es) con ejemplos simpáticos como las jirafas y sus cuellos. Pero aquí estamos hablando de usar a Darwin para explicar cambios de conducta, por qué ciertos comportamientos prevalecen, porqué algunos se extinguen. Tela.
Lo primero, la evolución no es el famoso "survival of the fittest", sino pasar copias de genes, tema reproductivo ("pleiotrofia antagonística" son ragos que mejoran su músculo/fuerza reproductora, no tu longevidad). Los genes han sido moldeados tanto por selección natural (genes> rasgos que nos ayudaron a sobrevivir tenían más probabilidades de transmitirse) como por selección sexual (genes> rasgos favorecidos por el sexo opuesto).
Y hay tres principios sobre la evolución del comportamiento, a saber: la "selección individual", la "selección de parientes" y el "altruísmo recíproco". No insistan: no me voy a meter en el berenjenal de explicar esto porque es fkin complicado y Sapolsky se ha ayudado de Teoría de Juegos con el Dilema del Prisionero y bueno, not tonight, babies.
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Hagan sus apuestas: quién es torneo y quién es vínculo de pareja? |
Pero como ser superficial y frívolo, lo que sí os voy a contar es lo más curioso de este capítulo: cuando habla de los dos tipos de especies en animales, las de "vínculo de pareja" y las de "torneo". - En el primer grupo, "vínculo de pareja", los machos y las hembras no difieren entre sí demasiado físicamente. Hay bajos niveles de agresión entre los machos. Casi todos los machos se reproducen unas pocas veces y eligen a sus parejas. Y se involucran en el cuidado de las crías (luego las hembras les seleccionan por esto mismo). Son los gorditos, los Héctores del mundo animal?
- En el grupo "torneo", los machos y las hembras son muy diferentes físicamente entre sí (los machos han sido seleccionados evolutivamente por músculo). Hay altos niveles de agresión entre los machos. Solo unos pocos machos hacen casi toda la reproducción, con quien sea y como sea. Tienen mayores testículos y recuento de semen. Una vez que traca, se van y no se involucran en la crianza. Las hembras les seleccionan por genes, ya que nada más van a obtener de ellos. Son los malotes, los Aquiles del mundo animal?
- Y ahora lo mejor, qué somos los humanos? Estaría bien tener una respuesta para justificarnos unos y otros ("yo no quise, pero es que somos torneo"). Pues no: aunque en principio hay bastante diferencia física entre hombres y mujeres, somos menos similares entre nosotros que especies monógamas, pero más que los polígamos/torneo -miremos los monos esos de la foto. La civilización occidental alaba las relaciones estables, aunque los humanos somos tentados y sucumbimos hacia alternativas en porcentajes muy altos. La conclusión es que no somos clásicamente monógamos o polígamos sino, como dice Sapolsky "flotamos en algún sitio por enmedio del espectro, lo cual nos hace una especie más maleable y resiliente, a la vez que nuestras vidas profundamente confundidas y messy".
Más barrido
Como he dicho, los capítulos finales son más culturales y hablan de grupos, de cómo dividimos el mundo entre "ellos y nosotros" (y preferimos a los que englobamos en el "nosotros", y somos más prosociales con ellos). De jerarquías & obediencia ("cuando los humanos inventaron el estatus socioeconómico, crearon un sistema de subordinación entre la especie muy superior a lo que ha hecho nunca ningún primate"). De moralidad, de empatía & compasión (ni la capacidad de razonamiento moral ni sentir gran empatía necesariamente se traduce en hacer algo compasivo y valiente). De símbolos y "metáforas por las que matamos" (hay gente dispuesta a morir y matar por valores que consideran sagrados. Intentar entender y respetar esos valores sagrados puede ayudar a la paz-pensemos en Mandela). De guerra & paz y de libre albedrío (en casa, este capítulo nos ha dado para conversaciones y más en concreto, conias marineras que os ahorraré) & el sistema penal.
Sapolsky dice algo que yo me planteo frecuentemente: "la certeza con la que actuamos ahora les parecerá horrible a las generaciones futuras, y a nosotros mismos en el futuro". Es importante para entender que muchas de nuestras Verdades ahora serán desmontadas en unas décadas. Al final, nuestros peores comportamientos son producto de nuestra biología... pero no olvidemos, los mejores, también. :)
No puedo describir este libro mejor que como un "tour de force". No sé si os pasa, pero yo solo con el índice ya sentía que no podía estar ni un día más sin leerlo. Mi dopamina de anticipación. Espero haber activado la vuestra con el título del divague y al llegar hasta aquí, como ya se habrá acabado el chute tras la recompensa, podéis empezar a pensar en la próxima entrega...
A mí me da que o bien voy escasa de dopamina o bien mis sensaciones placenteras pasan por otros ejemplos.
ResponderEliminarHola SES... gracias por tu comentario, valiente! :)
ResponderEliminarLa gente con baja dopamina tiende a buscar experiencias de mayor intensidad para compensar este déficit, e.g. comportamientos tipo continua búsqueda de sensaciones, tomar riesgos, etc. Pero tb tienen problemas de atención (ocurre por ej en el TDHA) así q si has llegado al final, problemas de atención no tienes, LOL ... lo de conducta de riesgo igual sí ;)
Besos guapa
di
Has anunciado que ibas a ser sucinta en tu escrito, y sí, por una vez lo has sido.
ResponderEliminarSolo quería darte las gracias por la lección magistral. Muy interesante.
Gracias.
Ay ANóNIMO, agradezco que valores la brevedad: ha sido duro, las yemas de los dedos me pedían una serie... :):)
ResponderEliminarY la lección magistral hay que agradecérsela a Sapolsky y sus minions (a menudo ponía un asterisco y "gracias a Fulanita, q está haciendo su tesis y me hizo la revisión de la literatura del tema X"-así es la academia). Yo soy una vulgar amanuense, uno de esos monjes medievales doblada sobre el scriptorium, una mera transmisora del saber para este blog... Nam et ipsa scientia potestas est (se nota q le pregunto latín a Mini?)
Gracias a ti por leer y muxus
di