Finales de Septiembre, luego toca el tradicional divague sobre Open House, el fin de semana de arquitectura de Londinium, puertas abiertas para entrar en múltiples edificios que de otra manera o no son accesibles, o hay que pagar. Ya hemos contado otros años en los que hemos ido a antiguos urinarios, hoy sala de arte (2015), cines espectaculares de la época dorada venido a bingo (2016), coles, teatros, panaderías (2017), piscina de 91 ms de 1906 (2018), entre otras cosas.
Los edificios más populares entran en sorteo an Agosto. Todos los años se nos pasa la fecha y este año que lo recordé, estaba en Sudáfrica. Así que una vez más, me quedé sin entrar en la Trellick Tower de Erno Goldfinger, pero por lo menos nos llegamos a 2, Willow Road, las tres casas particulares que construyó en Hampstead en 1939. El vivió en la central, y esta es la que visitamos. De estilo modernista, fue una revolución arquitectónica en su época, e Ian Fleming, vecino de la zona, uno de sus principales detractores. Dicen que el malo de James Bond le debe el nombre al arquitecto húngaro.
Me encanta la casa, sobre todo porque realmente entras en otra época cuando pones tu pie en ella: el olor a papel antiguo, como de biblioteca o librería de viejo, tal vez mezclado con tabaco. La escalera de caracol que, de verdad es para quedarse allí toda la tarde. El escritorio (pasen a la segunda imagen con los cajones abiertos). Los radiadores. Los baños, con la grifería de la época, que el amigo G. diría que es la misma de su la casa de sus padres, que es la misma que la del palacio de Ceausescu (esto lo descubrió en un viaje, aún nos estamos riendo). Las vistas desde la parte frontald e la casa, a Hampstead Heath (mi parque favorito de la ciudad) son para morirse; pero las de atrás, que da a un jardín, y con todo el sol, lo mismo. Hay un montón de obras de arte, y el mobiliario es todo especial. Es una pena que no dejaran hacer fotos, y solo incluyo un par que hice con cuidado, como buena delincuente que soy.
Antes habíamos estado en la casa de John Keats, el poeta (Wentworth Place), ya que en Willow Road te dan hora. Se trata de una mansión victoriana sin particular interés arquitectónico para mí, pero sí como nerda de la literatura. No que yo haya leído mucho a Keats, pero siempre me interesa ver cómo vivían, y aquí se entiende muy bien su inspiración, ya que está a pocos pasos del famoso parque. Como todo buen romántico, Keats murió muy joven de tuberculosis en Italia. Creo haber visto alguna peli sobre él, pero no recuerdo... tal vez aparezca en la reciente "Mary Shelley" de Haifaa Al-Mansour (2017), o tal vez no. En su casa hay un diván verde (que necesito ya para un rincón de mi sala), un piano, una (sencilla) cama, y unas grandes vistas al otoño.
La siguiente visita es el Isokon Building, otro ejemplo de arquitectura art deco que me encanta, pero no entramos por las filas. Ya he estado alguna otra vez por fuera.. simplemente necesito más paciencia, pero mi religión me impide hacer colas, a menos que sea absolutamente necesario.
Pasábamos por aquí, por el viejo ayuntamiento de Hampstead, de camino a otro sitio, así que entramos. Y resulta que este sitio fue cuna de feministas, reclutaban a nuestros queridos brigadistas internacionales que vinieron a apoyar la República Española, de insumisos (Lytton Strachey fue el primer Objector de Conciencia, frente al Tribunal de Hampstead) y hasta tocaron Madness y The Pogues. Un centro de radicalismo en una de las zonas más ricas de la ciudad. El edifico es bonito, como tantos otros ayuntamientos de esta ciudad, pero para muestra, lo que pasó aquí...
Para concluir el sábado, la biblioteca de Swiss Cottage. Cualquier visita a biblioteca es ya de por sí chula. Esta, además, abierta en 1964, es un hito arquitectónico (Basil Spece) por algo. Las imágenes lo explican todo: no cometeré el mismo error de intentar explicarla que nuestro guía, un jubilado que hacía chistes malos, y que no nos dio absolutamente ningún contenido, pese a no parar de hablar. Bueno, por lo menos nos llevó a los archivos, en las tripas del lugar...
Hoy domingo nos hemos quedado en el sur de Londinium y visitado "Pullman Court" en Streatham, otro conjunto de pisos de la época (construido en 1936). El arquitecto, Frederick Gibberd tenía 23 años! Hemos estado en un piso que enseña su dueña, que lleva 33 años viviendo allí. Como la casa de ayer, de Goldfinger, parece que el tiempo se ha quedado para aquí, es como viajar al pasado. Por la simplicidad de los muebles, el minimalismo, la belleza de cosas tan simples como los interruptores, las líneas de simetría de los balcones.
Oh me encanta Open House. Yo creo que en otra vida debería haber sido arquitecta. Hasta el año que viene...
Te hubiera encantado mi visita todo lo de la Bauhaus en Weimar: el edificio de la propia Bauhaus (ahora Universidad), la Haus am Horn, una casa-modelo muy sencilla que diseñaron los propios alumnos en 1923 (como luego fue muy criticada -era tan avanzada- Walter Gropius, que era su profesor, dijo que no había sido cosa suya...) y que incluye la primera cocina modular, así como el primer mobiliario infantil modular (que luego todo el mundo ha copiado); por no hablar del Museo de la Bauhaus, lleno de objetos maravillosos de puro simples. Ceo que colgué algunas fotos, seguramente no suficientes, en IG, échales un vistazo si puedes.
ResponderEliminarOh sí, ELENA... me perdí tus instas de la Bauhaus, acabo de encontrarlas... qué sillassss. La escalera de la universidad!!! Me encanta... me tendré q apuntar ese viaje. Otro q tengo apuntado por la ruta Art Deco es Florida, pero me da mucha pereza el trozo turistongo playero.
ResponderEliminarMIl graches!!!
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