Algo marítimo, seguro |
Si no las escribo, las cosas no han llegado a término, solo las he vivido (A Ernaux) La vida real no está a la altura de escribir sobre ella (J Eugenides) Lo que me interesan son los errores, fruto de la pasión, los errores que se cometen arriesgando (G Steiner) En la calle, codo a codo, somos mucho más que dos (M Benedetti) Escribir es persuadir a un extraño de que se quede (R Cusk) El camino del exceso conduce a la sabiduría (W Blake)
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25 junio 2023
Sigue sin ser mindfulness
20 junio 2023
Trucos para motivarse los matados deportistas. Di no a las tentaciones: hazte con un mástil. Perdida en el cementerio de North Sheen
El pasado domingo fue la famosa (en la isla, el lector de fuera pensará "en su casa la conocerán") carrera ciclista Londinium-Brighton. Son 85 kms y al final hay una cuesta-monstruo, la Ditchling Beacon, de 1.5 kms con un gradiente medio de 9%. Total que el sábado me llama un amigo que la iba a hacer pero que hay "cambio de planes" y que si quiero su plaza. Sugiere que diga que me llamo Roberta o bien que soy un tío y a ver hoy en día quién me dice que no soy Rob en el check-in.
La ruta: parece fácil |
Vale, hay "elevaciones" pero los descensos prometen |
Por mera falta de entrenamiento no veo a la organización fletando una furgoneta para que la Princesita Di sea devuelta a su castillo (esto ya ocurrió en la isla de La Graciosa: se trataba de Mini con 6 anios y los de alquiler de bicis "La Molina" rescatadores tienen hasta un divague de gratitud aquí). Dice Rob que él no había contemplado esta eventualidad, pero que "puedo buscar una estación de tren y volverme en el susodicho". Claro, fácil: visualizate haciendo más kms buscando la estación fuera de ruta, y por fin colgadísima en un pueblo perdido con su bonita iglesia de torre cuadrada, tirada en un césped, comiendo las últimas nueces y constatando que, después de todo, esto no es Suecia, sino el UK, así que el tren está cancelado.
This is the life: té helado, Hammersmith y whatsapp grupal |
El caso es que gana la mala (o la razonable, o el "instinto de conservación"). Y la principal rabia que me da no es "ver si lo puedo hacer", sino lo bonita que debe ser la ruta (recordemos, soy yo= rutas escénicas, a mí!). Nota: si se clica en el enlace de Ditchling Beacon de arriba se puede apreciar el verde de esta isla que es de otro planeta, y qué debe ser ver el mar desde arriba (me daría para una serie poética aquí, oh capitán, mi capitán). En fin, que Rob y otros amigos han dicho que "otro anio lo haremos juntos" y yo he dicho sí, pero secretamente he pensado "mientras me divierta en la preparación", porque si tengo que salir a entrenar como una carga, paso. Cuando salgo con bici nunca me da pereza pero el resto de los deportes me aburren porque todos requieren para mí un esfuerzo, un qué-rollo inicial.
Siempre habrá matados a los que les guste hacer deporte (a los runners no puede ser, o sus caras mienten), pero hasta el Peda, adicto al correr, a veces ha confesado que salir le da un nanosegundo de pereza. Por ello, para motivarse, se usan un número de trucos psicológicos, que es de lo que yo, créanme, venía hoy a escribir antes de la breve introducción. Por ejemplo, el otro día en el parque vi una pegatina que rezaba: "Pushpartner, encuentra a tu pareja óptima de entrenamiento", alguien "que te motive, aumente tu rendimiento y compruebe que cumples tus objetivos". O sea, necesitan un compa que les empuje a hacer ese rolllo (que sí, que toda la teoría me la sé, que es necesario y positivo y lo de las endorfinas de luego y que te sientes bien y demás). Ahora: no me digan todos esos deportistas que necesitan de esos Pushpartners o lo que voy a contar ahora que les encanta ir a correr o al gimnasio.
Este principio psicológico para lograr objectivos consiste en involucrar a otra gente. (imaginemos que yo hubiera usado esta entrada para ponerme presión para ir a Brighton el anio que viene: "a los divagantes pongo por testigos!!", pero no). No solo se aplica al deporte, puede ser cualquier cosa, desde una dieta hasta leer el Ulysses: si lo has dicho, si tienes un grupo de presión ante el que "rendir cuentas" es más posible que sigas con tu objetivo. De hecho, incluso hay webs como stickk en las que la gente se apunta para eso: tener incentivos y a quien rendir cuentas si no lo consigues.
Puente de Barnes, marea baja, perros baniándose |
Otra estrategia motivadora es arriesgarte a perder pasta. En COU (mi primera experiencia de cole no-segregado, nos mezclaban con los chicos del cole de la misma orden), el cura que hacía de director decía que "la única manera de llegar a la gente es por el bolsillo", por tanto en lugar de castigar cobraba cien pelas al que llegaba tarde o decía un taco. Le llamaban "el simca", trillado "simpático pero cabrón") porque aplicaba eso de "todo es la economía, idiota" (ahora aunque parece que va bien en Ejpania eso no importa, hay otras cosas mucho más importantes como que esta se rompa). Pero volvamos al principio psicológico: dicen que hay gimnasios (dicen, yo aparte de hacer el ridículo veinte minutos en el de un hotel, no he pisado uno en mi vida) que te penalizan si no vas. Te cobran si no haces uso! Genial pero sigo estrujándome la cabeza sobre cómo aplicar este principio con Mini: ¿empezar a quitarle de su paga si no hace lo que sea? ¿Cuánto tiempo le costará quedar en números rojos?
Pero no tiremos la toalla, la propia Mini, sin saberlo, utilizó el principio "resitir la tentación ayudando a tu yo futuro ante esa tentación" para sus exámenes finales hace un par de semanas. Nota divagadora: si hay una cosa de esta fase de mi vida adulta que me gusta es que ya no hay exámenes (digo fase porque hubo una época en las que había, igual que hubo Máster del Universo y demás mandangas). Cuando la gente me habla de hacer un PhD (tesis doctoral) pienso, qué-me-estás-contando. A estas alturas de la vida no me motivan ya los laureles; sí aprender, pero de otra manera que la de los exámenes: oh aquellas tardes de domingo, la noche previa, los nervios. No: a los divagantes pongo por testigos y tal.
Y eso que en aquella época teníamos muchas menos tentaciones, en concreto solo tres: tele (si en un descanso la ponías solo había "Tarde de toros" -claro que vuelven, tengo entendido), frigorífico (casa de tu madre, palabras mayores) y teléfono (supletorio góndola verde glaciar) para hablar con alguna otra desdichada. ¿Qué debe ser estudiar hoy con teléfono móvil? Pues volviendo a Mini -una de las personas más relajadas que conozco- se desinstaló TikTok porque hasta una adolescente tranquilona se da cuenta de su poder adicctivo. Esta estrategia se puede combinar con la uno, la de presión social: hay chavales que les piden a sus amigos que les cambien la contrasenia, y viceversa, y bajo ningún concepto se la digan antes de que terminen los exámenes.
Esto es la otra Londinium en marea baja: unos kms abajo está turistaland |
Esto de prever la tentación futura es tan viejo como por lo menos la Grecia Clásica. Homero lo sabía muy bien: ¿qué hizo Ulises para resistirse al canto de las sirenas? Se ató al mástil para que en el momento futuro de debilidad, las cosas ya no dependieran de él, porque en esa situación, sabía que iba a caer en la tentación. Conócete a ti pispa. Creo que es el trozo que más me gusta de la Odisea. Que sí, que molaba mucho lo del Tío Oscar (Wilde) que "la mejor manera de vencer una tentación es caer en ella", pero hoy estoy razonable hablando de psicología y no voy a calentar las cabezas con "pisa el acelerador". La psicología lo que dictamina es "dile a esa chica que no llame más" (estoy muy Sabina, ya que no pude ir al concierto). La mejor (tal vez única) manera de intentar manejar algo irresistible es poner barreras al momento futuro en el que experimentes la tentación, haz algo en el presente que limite tu comportamiento futuro. Corolario: no tengas chocolate en casa.
Otra que me parece particularmente efectiva es la de establecer ese nuevo hábito como parte de tu identidad. Pongamos que hay alguien cuyo objetivo es comer menos dulce, y cuando sale a cenar con amigos puede ser "la persona que no come postre". Yo os cuento que he pasado sin darme cuenta a ser "la persona que no come pollo". Fue un proceso totalmente inconsciente que comenzó con un asco tremendo tras leer cierto artículo en The Guardian (ahora podría enlazarlo y todos acabaríais, como yo, "vegetarianos de pájaros"). Aunque otra técnica es apelar al sentimiento (e.g. gente que se quiera hacer vegana se puede poner fotos de corderitos o terneritos en la nevera) esta no fue necesaria en mi caso porque me caen mal los pollos (claro que no me gusta ver a ningún bicho sufrir, ni a ellos). Pero este anio usé lo de la identidad en la cena de Nochevieja: la anfitriona, una tía majísima del Peda que no sabía nada [claro, esto no es algo como "me gusta viajar" o "toco la guitarra"] puso pularda. Mi identidad "no-como-aves" salió a escena: no se discutió, ni resulté maleducada. Tal vez loca, pero qué podemos hacer.
Total que todas estas técnicas sirven para las "resoluciones de principio de anio", y yo estoy escribiendo esto en Junio, cuando estamos todos hasta el gorro y lo que necesitamos es una huida hacia adelante o un arma. No me acuerdo si hice una resolución este anio, solo que el finde completamos una tarea que empezamos con mis compas de piso en la pandemia (así de ejecutivos somos en esta casa). Se trataba de elegir un montón de fotos (en concreto 36) e imprimirlas (21x21) para poner en la subida de la escalera como mosaico. Esto nos ha costado una vida porque somos de izquierdas luego no nos poníamos de acuerdo. Matices. La selección ha sido traumática: tenían que ser fotos "emblemáticas", fotos de viajes en lugares que quisiéramos recordar y fotos que cuenten una historia y, fundamental, que yo saliera bien. Creo que no he usado ninguna técnica motivadora (los principios están basados en el podcast de neurociencia de David Eagleman "Inner Cosmos") porque lo fundamental es conocerte a ti misma y saber qué te hace click (en mi caso, "las vistas" vs. "he pedaleado a Brighton"). Creo que para mí, el empujón final lo ha dado en esta época bastante erial, tener en el pasillo que recorro tantas veces imágenes de lugares donde lo pasé bien. Personaliza y Objetivo Cumplido.
A la izquiera el cementerio de North Sheen -mi ruta por el río ya la sabéis |
Y tampoco era un objetivo, pero en mi ciclismo del domingo me llegué siguiendo el Támesis hasta un barrio llamado North Sheen donde yace el escritor Manuel Chaves Nogales, del que ya divagué sobre su libro "A sangre y fuego" . No había leído antes (viva la planificación, Di!) que no tiene ni lápida, así que según lo que dice "maps" y la foto de "images" debe de estar aquí: esta foto es mía. Tal vez otro día, suba al cementerio de Highgate, donde anda que no tienen bien localizadas las tumbas de ídolos del divlog como George Elliott, Faraday o el Tío Karl. Esto podrá ser uno de esos entrenamientos felices: a Highagte Hill se la conoce como la "Grande Dame" de las colinas del norte de Londinium, casi un kilómetro con un gradiente de más o menos el 7%. Quién teme a Ditchling Beacon? Espérame Brighton!
La no-tumba de Chaves Nogales en North Sheen |
15 junio 2023
"Publica o Perece" es hoy "Paga y Publica": Una investigación de la Dra Vagando
Estimada Doctora Vagando,
Le escribo este email tras haber leído con mucho interés su artículo titulado X publicado en Y. Creo que su trabajo merece admiración. He compartido los resultados de su estudio con mis colegas y otros académicos de nuestra comunidad científica, que también lo han elogiado. Para mí, su estudio muestra su gran potencial de influir e inspirar a tantos compañeros investigadores y académicos.
WTF? |
Además, soy la Editora Jefe de los Global Journals, y cordialmente le invito a que envíe su investigación futura para publicación en el Global Journal of Whatever.
Quedo a la espera de su respuesta favorable cuanto antes para reservar un espacio en el siguiente número del 15 del mes que viene.
Espero establecer una exitosa relación académica con usted. Estaré en Edimburgo la semana que viene para una reunión científica. Por favor, envíe su número de WhatsApp para hacer más fluída nuestra comunicación. Mi asistente de inmediato la añadirá a mis contactos, asegurando una comunicación continua.
Con los mejor deseos,
Dr. Fulanita de Cual
La Di-de-noche espera que algún productor la descubra (como le pasó a Maribel Verdú o a Kate Moss) y le diga "nena, tú vales mucho, aquí tienes el sueldo de Nescafé: deja la escritura luminosa y céntrate en lo oscuro". Por lo que sea, esto aún no ha ocurrido, pero la inasequible al desaliento Di-de-noche sigue publicando en este blog decadente con cierta regularidad hasta que suene la flauta.
Pero ay, hasta ahora nada: bueno, una vez me plagió la Cadena SER y logré que me citaran en su podcast: "como asegura Di Vagando en su blog divagandodivagando..." dijeron. No es cómico? alguien con ese nombre de calambur y avatar de mala de Disney citado en una sesudo podcast literario. Podría haber sido peor, con otros hombres, imaginemos: "como defiende la Abeja Maya en su reputado blog Nomejodasquemeincomodas"...
Para verlo entero (merece la pena) se clique aquí |
Si antiguamente querías leer un artículo tenías que suscribirte a la revista, o hacer una petición vía la biblioteca de tu universidad o centro. Desde que llegó el Open Access recién estrenado el milenio, muchos de los artículos están abiertos, son gratis. Pero recordemos la máxima que le repito a Mini: nada-es-gratis. Si algo lo parece, tú (tus datos específicamente) eres el producto (alguien más rechaza todas las cookies? Es un rollo, pero yo he empezado a hacerlo, aunque no creo que sirva de nada).
11 junio 2023
Calor y calor y surfear las orillas del Támesis
Marea baja |
A veces me olvido de ese calor: lo invoco recordando lo que era mi vida preparando "los junios", los últimos años que pasé allí . Hacía tanto calor que la única solución -en aquella época no había aire acondicionado en la mayoría de las casas- era poner la cabeza debajo del grifo de agua fría. Dejaba que me cayera el agua desde el cuello, zona occipital, hasta el resto de la cabeza. Esa sensación era maravillosa. Luego me escurría el pelo y me hacía un moño, y me ponía otra vez a estudiar frente al "Tropicano", un ventilador de suelo que subía a una silla. "Hazme el amor / frente al ventilador", decía aquella canción que nunca me gustó, igual que la expresión "hacer el amor". Horrrible. Al poco se secaba el pelo, repeat.
Este es "Capability Brown", padre de la jardinería paisajista de este país. La clase de preguntas que hacen en el examen de ciudadanía (grr) |
Un jardín |
Cómo se llaman los escalones que bajan al río |
Trainera o lo que sea. Lo de la dcha es el estadio del Fulham. Lo de la izda, culpemos a la fotógrafa |
Mi ruta de ayer |
En el Puente de Hammersmith me separo del río -por debajo del horrible escalextric que he pasado muchas veces en coche por arriba para ir hacia el norte de Inglaterra- para un nuevo Ice Chai Latte. Hammersmith es un barrio "arty" que no conozco: he de venir más. Cruzo sin embargo al sur por su puente, que está cerrado al tráfico por motivos de seguridad. Es de hierro, muy bonito. Hago fotos. Escucho un programa de radio en el que dicen que nadie en Barcelona lleva abrigos de piel, pero en Madrid y León sí. Ya decía la Yaya que "los catalanes van diez años por delante". Veo el pub del río donde estuvimos una vez con los Jekes- aún estaba abierto el puente para el tráfico. En el sur, sigo por el meandro de la Reserva Natural Wetland, un camino de tierra rodeado por árboles, pleno bosque. Es precioso pero la gravilla no me gusta, ni con bici de montaña como la mía. La última vez que me caí fue por tema superficie -aquella vez demasiado fina y mojada. Por fin, Barnes y de allí vuelta a casa.
07 junio 2023
¿Quién eras cuando leías a Martin Amis?
El otro día murió Martin Amis e hice dos cosas: Una, como suelo, fui a buscar mis subrayados en sus libros: para recordarle pero también para ver en qué estaba yo en esta época -ya dice Valeria Luiselli que su diario son lo que subraya en los libros que lee y me pasa igual, sobre todo en aquella época en la que no había divlog. Y dos: leí la entrevista que le hicieron en 1998 en "The Paris Review" [compré tres de los cuatro volúmenes el otro día de segunda mano: maravilla].
Qué será la vida sin subrayados y anotaciones
Antes de entrar al contenido de esos subrayados del pasado, constatar que subrayaba y anotaba menos que ahora [me pregunto, a dónde nos llevará esto, ¿voy a terminar escribiendo otro libro en paralelo con cada lectura?] Ha sido esta una evolución (involución, whatever) paralela a la longitud de lo que escribo.
Obligados y sufridos geranios con "The Paris Review" hoy |
Pero ah, no les aburriré con mis andanzas de día; de noche, o sea aquí ("me podrán robar tus días, tus noches no"), me adhiero a una frase de Amis en la entrevista que contaré luego "Give the reader hell. Stretch them". O sea, "dale caña al lector, rétale, que tenga que trabajar". Y sigue: "el lector eres tú. Al final, escribes cosas que te gustaría leer a ti". Así que por lo menos, gústate a ti - claro que concluye "dentro de cinco o diez años te releerás y te causará dolor ver quién eras". Esto es un deporte de riesgo, solo que sin deporte, yei!
Este es su primer libro y mi primer Amis, que leí al poco de llegar a este país -recomendación de un compa de trabajo llamado Neil- cuando aún vivía en Nottingham. Tenía Amis 24 ("nadie se atrevería a escribir esta novela hoy", dijo alguien en el Times) y lo escribió sobre el estudio de su padre, el famoso escritor Kingsley Amis.
Este es el único libro suyo que Kingsley terminó: parece que era bastante exigente y como detestaba también a grandes clásicos, Martin no se lo tomaba particularmente personal (si eso es posible, tu libro!). Justifica que no leía más de veinte páginas de sus libros con que él no podría hacer "lo de las mentiras piadosas" que se hacen los escritores entre ellos. [Nota: de Kingsley solo he leído "Lucky Jim", su novela de campus, ya en Territoria Divlog, pero nunca hice divague - esto entra en cierto modo en contradicción con el principio, pero es que en realidad no escribo sobre todos los libros que leo, en especial no suelo escribir sobre los que no me gustan y más en especial sobre los que meh, o bien no tengo nada que decir, que ya es decir. En este caso no es que no me gustara, tal vez solo meh.
No encuentro "The Rachel papers" en mi estantería y hay una explicación. Los primeros años que vivimos en la isla fueron un poco "de estudiantes", intentábamos acumular poco porque nos movimos bastante, así que los libros leídos los devolvíamos a las casas de nuestros padres. Un día, nos compramos una estantería "Billy" de Ikea que cubría toda una pared y podría usar esto como metáfora de "asentamiento", pero yo qué sé (abajo una cita de Amis sobre este concepto). Lo que sí sé es que si pienso en el lugar donde quiero acabar mis días, una de las cosas que querría en él es todos los libros conmigo. Sé que no es moderno ni nada, vivir con los puesto va más con otras partes mías de estar en el mundo, pero reivindico mi derecho a la incoherencia.
En fin, que "The Rachel" solo recuerdo una cosa: que el autor cuenta que todas las chicas dicen que saben bien sus besos, o más bien el olor dulce que viene de sus pulmones -o idea similar. En estos días en los que todo se puede encontrar a golpe de google, en el fondo me alegra decir que no he podido encontrar esta cita. Tendré que volver a mi libro la próxima vez que esté en Vetusta.
"Money" (1984)
En Noviembre de 2001 leí "Money", su libro más famoso, en el que se nos cuenta el vivir sin ataduras -y no en la manera poética que estás pensando, más bien sin las restricciones que te puede dar la falta de dinero o sentido común- de un tal John Self (el apellido da pistas). Kingsley Amis tiró el libro a la pared cuando leyó que había un personaje llamado Martin Amis, según él "había roto el contrato que dice no hagas el tonto con la realidad".
Ah, lo sé, no podéis esperar: mi vida en ese momento. Pues leí gran parte en Tailandia (un doloroso recuerdo cuando este verano iba a repetir lo de inspirarme en el sudeste asiástico para escribir mis crónicas y no va a ser). Es enternecedor encontrar nombres de estaciones [Surat Thani], o un ticket que era la entrada a un curso de cine que hice en la época. También hay un posavasos del "Siam Hotel Intercontinental Bangkok", sorpresa del Peda cuando aterrizamos con nuestras mochilas y sorpresa aún mayor imagino para recepción: no pegábamos ni con cola [por supuesto, había una oferta, pagamos £40 de la época] y uno de esos cartoncitos con olor a perfume que te dan en los aeropuertos del que llevaba yo por esa época "Aromatics Elixir" de Clinique que, oh, aún huele. Abro al azar, y algunos subrayados, que además traduzco, estoy que lo tiro:
"Te quieres sentir bien por la noche o por la mañana? Es lo mismo con la vida: te quieres sentir bien de joven o de viejo? Es uno o el otro, no los dos. Una tragedia".
"No asentarme y no crecer me están matando. Tengo que dejarlo, esto de ser joven, antes de que sea demasiado tarde".
"Cuando dejé mi trabajo me sentí como a final de curso, como un sábado por la mañana, me sentí genial, me sentí ilegal".
"Qué intrigante: la única manera con que consigo que Selina venga a la cama conmigo es cuando yo no quiero ir a la cama con ella"
"Ella tenía fácil acceso a su niña interior. La niña siempre estaba disponible. (...) Su sonrisa es juguetona, pero también inocente, porque el dinero te hace inocente cuando siempre lo has tenido".
"A veces creo que la vida me está pasando como un tren (...) Está pasando, pero soy yo el que se está moviendo. No soy la estación, no soy la parada: soy el tren. Soy el tren".
Soy Martin, qué pasa? |
Amis piensa que la trama solo importa en los thrillers. Habla de las "características secundarias" que, aparte de la trama, pueden ser la caracterización, la introspección psicológica... pero eso no es la prosa. Él escribe "novelas de voz". La voz es todo lo que tiene un autor: es un tono, es una manera de mirar las cosas, es un ritmo.
Amis escribe a mano, y luego lo pasa a máquina, con muchísimos cambios. Según él, nada se compara con la fluidez de escribir a mano. Cuando empecé a escribir, lo hacía a mano, y me resultaba increíble que los escritor@s lo hicieran usando esas cosas que solo existían en ciertas salas de la facultad: los ordenadores. Me parecía que no podrías inspirarte lo mismo. Pienso en Carmen Martín Gaite, escribiendo con su pluma y su boina tan chic (no, la de Baroja como dijimos en "Insolación, no lo era).
No lee en alto las frases, solo en su mente. Yo encuentro muchas cosas que cambiar cuando leo en alto. No siempre lo hago.
"Mi deseo de escribir es bastante físico", dice Amis. Y lo entiendo. Amis tenía una oficina a la que conducía cada manana para escribir: su habitación propia.
"La primera cosa que distingue a un escritor es que está más vivo cuando está solo. Las cosas más interesantes le pasan a uno cuando está solo". Pienso en viajar sol@ y esto me recuerda algo que escribió Geoff Dyer sobre el poder de los tríos: cuando hay dos, es un partido de tenis, la tercera persona da un "edge", un ángulo distinto a todo. Viajar solo o en trío es otra experiencia que viajar en pareja.
Y por último, piensa Amis que hay dos tipos de escritores en esto de hablar de uno mismo: los que son razonablemente modestos y más o menos generosos cuando se refieren a sus contemporáneos, y los que son unos egomaniacos que no entienden cómo no se está siempre y en todo lugar hablando de ellos. ¡Soy un genio! tienen ganas de gritar al final de aquel cocktail.
Tal vez Amis nos intenta decir que, pese a esa cara y esa actitud, él cuando está en el cocktail no está intentando marcar las distancias porque es un genio, que tal vez si no fuera por su padre no le habrían publicado la primera novela, que no es tan capullo como John Self y que todo lo que tiene es un deseo físico que duele por escribir. O por lo menos es lo que quería decir en esa entrevista en 1998. Ahora solo nos queda leerle un poco más para decidir si esa voz, que desapareció físicamente hace unos días, sigue estando viva.