31.07.18 (martes)
Hoy comienza la escalonada vuelta a casa (snif). Hacemos algo que ningún día hemos hecho, que es bajar a la playita de debajo de casa antes de desayunar. Ay! qué pena no haberlo hecho todos los días! Se está de maravilla, a las 10 de la mañana, solos (nunca hay nadie de todas formas, es simplemente una línea de piedras blancas al lado de la carretera que sube a Agios Dimitrios). Es uno de los baños más gloriosos de las vacaciones, tal vez el último, pienso...
El el desayuno terminamos la miel, dejamos el aceite en la casa, y nos despedimos de la terraza donde hemos pasado los últimos desayunos y tantas lecturas...
Es tarde pero nos vamos a bañar, las playas con algas pero se está muy bien. A la vuelta, haciendo honor a su papel de head girl, Mini ayuda a unos niños a los que se les ha caído un balón al agua. Pobrecitos: lo miraban desconsolados (sus padres no figuraban cerca). Mini se mete en el agua y lo rescata! Viva Mini!
Tras ducha solo nos queda fuerza para ir a cenar unos gyros en un chiringuito de la playa. Mañana será el último día de vacaciones....
Hoy comienza la escalonada vuelta a casa (snif). Hacemos algo que ningún día hemos hecho, que es bajar a la playita de debajo de casa antes de desayunar. Ay! qué pena no haberlo hecho todos los días! Se está de maravilla, a las 10 de la mañana, solos (nunca hay nadie de todas formas, es simplemente una línea de piedras blancas al lado de la carretera que sube a Agios Dimitrios). Es uno de los baños más gloriosos de las vacaciones, tal vez el último, pienso...
El el desayuno terminamos la miel, dejamos el aceite en la casa, y nos despedimos de la terraza donde hemos pasado los últimos desayunos y tantas lecturas...
Dejamos el lugar a las 12:00, parada en la panadería para hacernos con ingentes cantidades de coca de espinaca y demás y a las 1300 nos metemos en el ferry. Tenemos cinco horas por delante. Adios Alónissos...
Por supuesto, 5 horas en barco en Grecia es algo que se acerca al paraíso para los Pedalistas. Lectura, mar, coca de espinacas, algún fredo. No así para Mini que había prometido hacer algo de tarea y se queda dentro, en uno de los enormes salones con mesas y sofás alrededor en forma de "u". Esto del sofá tiene su importancia porque este ferry es la guagua municipal y va parando en todas las islas (en Skopelos dos veces, en la Hóra y en Glossa!), dándonos un dejá-vu de días anterior de vacaciones cruel. En todas esas paradas baja, pero mayoritariamente sube gente que vuelven al continente, y que van llenando los sofás alrededor de las mesas. Mini está acampada con sus deberes en uno, y cada vez que volvemos para estar un poco con ella, hay que molestar a las familias que se han ido sentando, así como en misa cuando entraba esa persona gorda y te habías de tirar para atrás. Soy esa señora gorda molesta. La mayor parte del viaje, sin embargo, la pasamos leyendo en la cubierta... una maravilla.
Llegamos a Volos con una hora de retraso (salir ese mogollón de gente es una risa). En el puerto hay una reproducción del barco en el que Jasón y los Argonautas viajaron (partiendo de Iolkos a 4 kms) en busca del Vellocino de Oro.
Esta última noche la vamos a pasar en un lugar al suroeste de Volos, Nees Pagases, con la idea de que está camino del aeropuerto. Es como un pequeño sitio de playa, desde el que hay vistas del maravilloso Pelion, a través del Golfo Pagasético.
Mini dirige con googlemaps y llegamos por unas carreteras raras a este sitio, que es aún más raro: quién puede pasar ahí sus vacaciones teniendo Pelion al lado? El hotel es la bomba: familiar y básico, pero eso que se nota que la pobre familia se lo toma muy en serio y ponen muchos detalles para intentar hacerlo parecer "boutique". Son simpatiquísimos y cuando entramos en la habitación y nos encontramos con esto:
me dan ganas de salir a abrazarles. Siempre es mala señal encontrarte un intento de cisne con las toallas, pero esto no es cisne, es un lazo con flores y además, han invertido en albornoces de la mejor calidad! Nunca esperaría albornoces y zapatillas blancas en este tipo de hotel, me enternecen. Por supuesto, no los usamos para no hacerles gasto. Y el juego del baño es espectacular también: no como el sitio "solo bien" de Vassili, al que tuvimos que pedir gel.
Es tarde pero nos vamos a bañar, las playas con algas pero se está muy bien. A la vuelta, haciendo honor a su papel de head girl, Mini ayuda a unos niños a los que se les ha caído un balón al agua. Pobrecitos: lo miraban desconsolados (sus padres no figuraban cerca). Mini se mete en el agua y lo rescata! Viva Mini!
Tras ducha solo nos queda fuerza para ir a cenar unos gyros en un chiringuito de la playa. Mañana será el último día de vacaciones....