Como estoy con este virus del Writer´s Block, todas esas pequeñas historias que en el pasado me sentaba inocente a escribir, y de repente me llevaban a encontrarme en el tercer párrafo (a 10 líneas el ejemplar) sin haber siquiera tocado el tema (y entonces los "Pero divago" en un patético intento de centrar) , hoy me parecen absurdas y no dignas de la molestia. Es una enfermedad necesaria, me dicen los dikupas, pero un rollo, añado.
Esta es una historia mínima, una historia prácticamente haiku, que como recordarán los más ancianos del lugar, fue un propósito que hice hace mucho. Un viejo proyecto, aquello de escribir tirando a haiku, porque los divagues se pasaban de castaño oscuro, y algunos derivaban o degeneraban en series. El divague en cuestión se llamaba "Los pobres son tontos, de ahí que lo sean. Y los ricos listos, ídem" (que ustedes pueden adquirir en el hall del teatro, o clicando aquí). Ante mi propósito solo recuerdo el comentario de una tal Mo que dijo algo así como "si tu escribes haikus, yo soy Halle Berry". Bien, casi dos años más tarde, aquí estoy, dispuesta a darlo todo en el mundo haiku:
(Suena un shamisen de fondo)
(Suena un shamisen de fondo)
Era la tarde aciaga de la cita profiláctica que tenemos las mujeres cada 3 años. No podía colocar a Mini y, bueno, hay cortinas, que se entretenga fuera. Pero el diablo es muy diablo. Quién nos iba a decir (porque el diablo no dice nada) que Mini iba a vomitar en el coche justo cuando estaba aparcando al lado del Centro de Salud.
Ahorraré nuestros esfuerzos para parecer presentables un cuarto de hora más tarde ante la enfermera. Mini entra en la sala con un jersey de pico mío atado a la cintura a modo de falda frontal, y un pestazo. La enfermera, sufrida trabajadora, lo entiende todo y sonríe. Y que pase yo a la camilla y proceda a quedarme como Mini, pero sin el jersey.
El objetivo es que mi hija no vea ni intuya absolutamente nada de lo que pasa tras la cortina azul. Le dejo un cacao labial para que se entretenga-y al salir me encuentro a un zulú, pero eso es otra historia.
En Buenos Aires, 2004 |
Una vez que estamos dentro, la enfermera me pregunta:
-Are you using any contraception? (Usas algún método anticonceptivo?)
Y, antes de que pueda responder, la vocecita de Mini, que teóricamente estaba a los suyo, desde fuera se alza y dice:
-Yes!!!!, I am in Reception!!! (Sí!!!, estoy en Parvulitos)
Contraception, Reception. Este haiku va por ti, Mini, para que no se nos olvide.