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28 diciembre 2013

Hagas lo que hagas...

Hoy, tomando café (té) con un grupo de viejos compinches, una de mis amigas nos ha contado una anécdota que a la di-reportera le ha dado para comentar: "Esa historia me daría para un divague si no me leyera ninguna interesada". Siempre con la antena. "Pues no digas los nombres", ha dicho Marisa, otra de mis amigas y activista del divlog. Vale, no insistan, ahí voy.

Resulta que nuestra amiga cada vez que va a pasar unos días a casa de sus suegros en vacaciones... cómo decirlo así sin rodeos: vamos, se olvida de las bragas. Total que se presenta en otra ciudad en días festivos sin ropa interior por despiste u olvido común. Su suegra, amable, se ofrece a dejarle su ropa interior pero hay un pequenio  problema. No es este un divague-con-intenciones sicoanalíticas (ambas se llevan muy bien, y el siconálisis ya sabemos que solo atiende a oscuridades), más bien un divague de interesante-choque-generacional.

La suegra de mi amiga un día soleado hace muchos anios probó una tanga y nunca miró atrás. Es como el cacareado "when you try black you can never go back", pero con ropa interior. Pero mi amiga lo intentó  con el tanga y, según nos cuenta, "se le metía la cuerda por ahí" (a ver, no se le metía, es que VA por ahí), y, lo más importante, "se le enfriaba el culo". La hipotermia gluteal, máxime en esta época del anio, es todo un tema, y no-negociable. Si la situación resulta cómica, que se lo digan a mi amiga que ya se enfrentaba a los boxers de su pareja con tirantes como la opción hasta que abrieran las tiendas. 

Pero entonces a la suegra se le abre una luz: tiene un par de bragas normales, negras, de algodón. Perfectas. A nuestra amiga se le llenan los ojos de lágrimas.  Y además aclara: "Están sin estrenar. Me las compré cuando me operaron para llevarlas al hospital". Ya se sabe cómo las gastan en los hospitales, a quién no le han dicho en casa "no puedes ir con esas .... (aquí se aniada lo que se quiera según género o prenda inmunda que nos ocupe", porque si tienes un accidente y acabas en el hospital, qué?"

Estas vacaciones nuestra amiga se ha vuelto a olvidar -ritualmente- esta prenda, desoyendo el refrán castizo: "hagas lo que hagas, ponte bragas". Refrán del que pasa su suegra moderna olímpicamente, que solo se las pone para la situación que-viene-el-lobo-hospitalaria.

Qué cosas tienen mis amigas! 

23 diciembre 2013

Si yo fuera como ellos (nueva ley del aborto)

Qué mala suerte estar en la península estos días: lo que me está tocando leer y escuchar a tenor del aborto. "Argumentaciones" que pensaba que no se iban a tener que escuchar de nuevo en el Siglo XXI.



La Madre Elisa del colegio ha vuelto. Aquellas sesiones de "Formación" (una hora a la semana de adoctrinamiento) donde se explicaba lo terrible del divorcio, lo horrendo de la eutanasia, lo deplorable que era el aborto. Propaganda. Se lo tomaban en serio: habían editado las monjas un libreto que tenía hasta vinetas para que lo entendierámos mejor: un bebé hasta con pestanias en la placenta sufriendo los distintos tipos de aborto. Recuerdo dos: uno en el que la punta de un cuchillo asomaba por una parte de la bolsa y el ninio había sido descuartizado, una mano por aquí, la pierna por allá, y otro en el que el ninio aparecía arrugado, como quemado, mientras introducían una solución salina. A una companiera la tuvieron que sacar de clase porque se mareó. Solo con el relato y las vinetas. Imagino a la monja y la congregación brindando: éxito total. Todas salimos pro-vida, en lugar de anti-monjas.


Qué mala suerte tener que escucharme otra vez argumentos similares, y lo que es peor, del mismo nivel que las Madres usaban con ninias de BUP. Pero igual casi mejor, porque cuando estoy en el Reino Unido y veo estas cosas que pasan en la península, siento una tremenda verguenza ajena. Vienen los ingleses, o neozelandeses, o franceses, o nórdicos de mi entorno y me dicen, "oye, has visto lo que está pasando en Espania??" A ver si así se les olvida y para cuando vuelva, no tengo que justificar nada, no tengo que explicar que la mayoría aquí no es así.






Como decía, todas salimos del colegio "pro-vida, qué movida!", pero pronto, a medida que una crece, lee, piensa, ve, viaja, conoce, sufre, ver sufrir, se pone en la piel de otro, y aprende que hay algo llamado "evidencia científica",   empieza en su cabeza a contra-argumentar con Madre Elisa. Y supera BUP. Porque en el proceso anterior lo que ocurre es dejar el zoom y pasar al gran angular. Así que más de 20 anios tras haber dejado el colegio,  los argumentos del gobierno y del señor de la asociación pro-familia y de todos los demás parecen dignos de persuadir con suerte solo a buperos. 

Veinte anios después veo que está claro que los que apoyan cierto modelo de familia (el suyo, para todos) piensan que traer a un hijo con, por poner un ejemplo, el síndrome de Lesch-Nyhan, al mundo es hacerle un favor a ese ninio. Este raro síndrome se caracteriza, aparte del trastorno cognitivo, entre otras cosas, por que el ninio se auto-inflige lesiones de una manera compulsiva e incontrolada. Empiezan mordiéndose la lengua, los labios y esto progresa a otras partes del cuerpo. El pronóstico es terrible, mueren en la primera o segunda década. Si yo fuera como ellos (ahí van sus portadas), pondría aquí imágenes de ninios con este síndrome, y aseguro que nadie las olvidaría. Pero no soy como ellos. 


Yo no las he olvidado, ni tampoco lo que debe suponer ver sufrir así a un hijo para sus padres. Si los "pro-mi-familia" nos acusan a los pro-elección de asesinos ("Matar vuelve a ser delito en Espania", titular), yo opino que es un acto de crueldad el observar, pasivamente, porque nada se puede hacer, no  hay tratamiento, estas dos décadas de no-vida. La vida humana no es, para mí, agrupaciones celulares haciendo su trabajo. Es algo más. Pero no es solo que ellos quieren ganar el cielo observando con parches paliativos (que a ver qué estado paga ahora, pero ese es otro tema) el sufrimiento de sus hijos, es que además se arrogan el derecho de imponérselo a los demás. En mi opinión, esto no solo es abusivo para quien no lo quiere, sino también con sus propios ninios enfermos, ninios a los que no se les puede preguntar si están contentos con esa vida porque su retraso mental les impide discernir. Pero nadie les obligará a ellos a abortar.

Hay miles de síndromes crueles, terribles, no solo el Lesch-Nyhan. Lo que da más pena y mucho que pensar es constatar (y esto es un dato, no opinable),  que la tasa de abuso físico y emocional al menor es más elevada en casos de enfermedad del ninio. Si has llegado hasta aquí leyendo y estás intentando ponerte en la piel de esos padres... tampoco eres como ellos. 




19 diciembre 2013

Qué hacer cuando te encuentras con un famoso (Mi encuentro con Cillian Murphy)

Salir y entrar en Londinium siempre supone un pequeño trauma, especialmente, salir. La principal causa de ansiedad al dejar la isla es "dormiré hoy en Destino". Múltiples factores diabólicos compiten para que esto no ocurra: fallo de señal en el metro, trenes cancelados, tráfico, et al. Luego están Los Elementos: nieve en Londinium impide despegar, niebla en Vetusta impide aterrizar. Y también que te cambien el horario del vuelo y no te enteres, pero esta es otra historia, divagada ad nauseum aquí. Generalmente se logra escapar.

Ayer fue tal día, pero no haré sufrir vicariamente al divagante con una serie de anécdotas destinadas a olvidar cuanto antes- con que una persona (moi) sufra de flashbacks es suficiente. Pero es que ayer, además de la obligada conversación a la que asistí de mis dos compañeros de fila en el vuelo, en el aeropuerto encontramos un "famoso". La "obligada conversación" me daría para un "divague social", o incluso un "divague-testimonio", porque me puso algo triste escuchar a esos dos chavales, que están por diversos puntos de la isla, uno empezó fregando platos, y ahora está contento porque gana más de lo mínimo en una obra. Otro de un pueblo de Navarra, que evita Londinium porque "no se haría con la gran ciudad, dicen que cuesta cinco años acostumbrarse".  Ambos con novias extranjeras, polaca, francesa. El del pueblo que no había podido volver desde hacía un año, y estaba deseando ver a su familia.
 
Pero divago: yo venía hoy aquí a hablar del famoso. Porque justo delante nuestra, en la fila de seguridad estaba Cillian Murphy, el actor irlandés. Conocí a Murphy en 2002, en el thriller post-apocalíptico "28 days later" de Danny Boyle. Esta peli ha dado una de las imágenes más icónicas de Londinium en cine de los últimos anios (abajo): Cillian sale del hospital de St. Thomas con pijama de quirófano para encontrarse con una ciudad arrasada y desierta. Boyle ha contado por ahí las filigranas necesarias para poder filmar el puente de Westminster como en la foto.



Famosa escena de "28 days later"
 Ya he contado lo que me gusta el director de Trainspotting en el divlog, pero en la peli de zombies descubrí a Cillian, y en concreto sus ojos. Tiene los ojos azules más impactantes que recuerdo, son prácticamente fluorescentes. Su cara puede gustar más o menos, y eso me interesa: no es un guapo de libro. Pero sus ojos hipnotizan, simplemente quieres mirar más. Luego le he visto en pelis como "The wind that shakes the barley" (durísimo Ken Loach), "Sunshine" (Boyle de nuevo), o las que, bajo la apariencia de blockbuster Christopher Nolan logra que tengan miga como "Inception" o "The dark knight", y siempre me pasa igual: quiero zambullirme en la imposibilidad de ese azul.

Ayer, en la ingrata fila de seguridad, mientras buscaba los líquidos y me preparaba para las comedias de rigor, botas, cinturón, baile un aurresku... de repente algo me deslumbró. Una vez que me repuse del flash, vuelvo a mirar y... no es posible:  los ojos de Cillian, ahí, a dos metros.

Peda, mira, es Cillian Murphy! Quién? Sí, el de.... etc etc. Ah, sí. Qué hago? Quiero decirle algo, pero, qué? "Me gustan tus pelis", con cara de boba. "Nos hacemos una foto para mi blo?", con cara sicópata. "Me firmas aquí mismo, en el libro que estoy leyendo?", con cara friki. 





Cillian no es alto... creo que es más bajo que yo (esto siempre me sorprende de los actores, cuando vi a Javier Bardem me chocó, me lo imaginaba un armario). Es muy delgado, poca cosa. Va con un gorro de lana como de mendigo, y ropa de lo más normal. Zapatos de cordones muy usados (que tuvieron que pasar otra vez el scan de seguridad). Viaja con su mujer y dos hijos. Una familia que no llamaría en absoluto la atención, nada de glamour.


Hoy leo en wikipedia que odia la alfombra roja y todo lo que tenga que ver precisamente con ese glamour o ser una estrella. Vive en el norte de Londinium y supongo que iría a Cork de Navidad. Me alegro de no haberle dicho nada: probablemente no es lo suyo hacerse fotos con fans en el aeropuerto.

Hay un momento, cuando ya están a punto de irse, en el  que nuestros ojos se cruzan de nuevo. No sonrío y, pese a seguir queriendo mirar más y más, desvío la mirada: espero que entienda que lo sé todo y no quiero molestar. Si el conjunto puede pasar desapercibido, esos ojos no, no son de photoshop: son en la realidad tan increíbles como en la pantalla.






16 diciembre 2013

Conde Boira

Ya esta aquí como cada año, fiel a su cita, llenando todo con un velo helador y misterioso.

La boira. La niebla.

Vuelven las noches felinas: "las horas se vuelven de plomo ya no sale el sol".









15 diciembre 2013

10 diciembre 2013

"Gravity & Semi-Nudity": La gravedad de ir ligera

El sábado fui a "la mayor pantalla del UK" (70 metros de nada), el IMAX, a ver "Gravity", la última de Alfonso Cuarón. Es solo la segunda vez que visitaba el IMAX (ese cine cilíndrico en Waterloo) porque no me interesan las pelis en 3D. Claro que "Gravity" hasta los críticos 3D-fóbicos decían que había que verla allí. Precisamente el documental que me llevó allí hace años iba también del espacio. Las razones por las que no hago 3D las podría contar en otro divague. Hoy es que me queman los dedos con "Gravity".

No voy a hacer un divague típico de película. No voy a entrar en la fotografía: maravillosa la tierra desde allá arriba, las puestas de sol... por no hablar de lo que se ve mirando para el otro lado, las estrellas y el infinito... wow, realmente espectacular. 

No voy a entrar tampoco en análisis metafóricos de la peli.  Los sesudos encuentran metáforas de "re-nacimiento cósmico", "vértigo interior y exterior", vida, muerte... total que al final todo se reduce a lo mismo, ya lo decía el tío Sigmund: Eros y Tanatos

No voy a entrar en los miles de homenajes, citas, referencias a tantas y tantas pelis del espacio: desde "2001, Una odisea en el espacio" hasta "Solaris", pasando por "Moon", "Alien" y demás. Creo que iría a repetir cualquiera de estas, así lanzándome a la piscina, antes que "Gravity".

Dónde voy a entrar? (y de puntillas que ya es tarde) Cualquiera que me haya leído un poco ya podrá imaginar por dónde van los tiros, así que dejémonos de rodeos: Sandra Bullock se quita un traje espacial de la hostia (y perdonen mi francés), un mono de dos piezas mastodóndico, que parece que están valorados en un millón de dolares porque son como "una nave espacial de un hombre" (en este caso mujer) y... qué lleva debajo? Camiseta de tirantes  gris claro (un "vest") y unas bragas tipo culotte azul marino. Really? No entiendo nada y sigo con mi perplejidad a medida que la veo nadando, cual sirenita Disney por los distintos compartimentos de una nave espacial. En bragas y camiseta, ole tú!

Qué piensa una feminista de la vieja escuela cuando ve a una científica que de nuevo debería ser una gran oportunidad para nosotras y nuestras hijas como modelo? Piensa: Lagarto, otra vez nos la han metido. Parece que los científicos se han quejado de que la peli no es totalmente precisa con Su Tema. Bien, no es un documental, tal vez haya que hacer alguna concesión. Pero las mujeres, durante la peli ya tenemos que hacer varias concesiones con Lo Nuestro, como que siempre somos las aprendizas (Clooney, el cautivador y relajado galán de Nespresso de siempre, y experimentado), las preocupadas-gruñonas (Clooney sigue paseándose con genial música country de fondo, que alguien, creo que ella, le hace apagar), las que acaban repitiendo que nadie les enseñó a rezar (como si esto fuera un problema), las que son salvadas porque Clooney salva hasta en sueños.

Decía, tenemos que asumir todo eso, y abrazar la pantalla del IMAX porque es todo tan bonito. Pero lo que ya me toca las pelotas es que, en una peli más, una tía tenga que salir en bragas cuando se quita nada menos que un traje espacial.

Aún así, me documento. No vaya a ser que me tenga que callar la boca porque en el espacio van todos ligeros de ropa. Y caigo en una atículo del Guardian sobre Chris Hadfield, el famoso astronauta que grabó el "Space Oddity" de Bowie desde la órbita-vídeo que pueden adquirir al fondo del teatro, digo al final del divague-, que cuenta cosas muy interesantes (tanto los detalles prácticos como los retos a la fortaleza tanto física como psíquica requerida para embarcarte en semejante aventura). Total que Hadfield me confirma que ningún astronauta está tan bueno en el espacio como la Bullock, porque, además de lo que mi sentido común sospechaba (llevan un "liquid cooling garment", algo que edulcore las temperaturas extremas), también llevan-atención- pañales. Sí, fue bonito ver llorar a Bullock y sus lágrimas flotadoras, pero hay más cosas que flotan. A mí que me gusta Clarice Starling porque nunca sale en bragas... ah, heroínas de las de antes.


Confirmada que las mujeres hemos perdido una nueva batalla, voy a cerrar mi labor de documentación por hoy y oh, llego a esto: "Gravity 'celebrates presence of God' say US Christian reviewers" (Gravity celebra la presencia de Dios, dicen críticos cristianos yankis"). Justo: salí del IMAX pensando eso, es obvio. Total que, como siempre, el paisaje está en los ojos, cada loco con su (nuestro) tema: Dios, bragas, eros, tanatos.


08 diciembre 2013

Madiba: In memoriam

No voy a escribir nada sobre Nelson Mandela que no se haya dicho ya, solo una anécdota. Para mí, la manera cómo estos "grandes hombres" se relacionan con los que en la escala social hemos puesto más abajo dice mucho de ellos. Cuentan que en una visita a Downing Street (creo, pero puede ser otro lugar) habló un rato con alguien del servicio, le preguntó por su familia, esas cosas. Pasados los anios, otra vez allí le fue a saludar, recordando su nombre.  

Solo quiero colgar unas fotos que hice ayer de su busto en Waterloo que hice ayer para decirle GRACIAS.






05 diciembre 2013

En un salón francés

En estos días en que en los colegios andan de representaciones varias, que si teatros, que si villancicos, corales..., en el de mis pollitos realizaron un mercadillo navideño con el fin de recaudar fondos para un fin noble. El mercadillo estuvo amenizado por infantes que tocaban instrumentos musicales con bastante gracia la verdad.

Diva tiene un pasado musical que se vio truncado por pereza o por ignorar que había algo más allá del piano. Así que hoy, observo con envidia a los pollitos diestros que enlazan nota con nota y encima suena bien. Ay! por qué no existían la travesera, la viola o el ukelele cuando yo solfeaba....

Aún así alguna cosa pude tocar en el inamovible y poco popular piano. De entre lo que aprendí y que sonaba bien me encantaba una pieza muy sencilla que siempre creí era de compositor anónimo. La aprendí y la tocaba de oídas y me parecía preciosa.

Pues bien, estándo inmersa en el mercadillo navideño lleno de pollitos, anuncian que un pollito virtuoso va a tocar un minuet de un tal Johan Krieger. Lo escucho y... magia. Lo tengo. Veinticinco años después.



04 diciembre 2013

Macbeth: Supersticiones en torno a "La Obra Escocesa"

Macbeth es la obra maldita de Shakespeare: de acuerdo con la superstición de la gente del teatro, decir el título dentro de un recinto teatral causará una maldición. Por ello se le llama en su lugar "The Scottish Play" ("La obra escocesa"). 

Me encantan todas las posibles razones por las que este es el caso: porque la que hacía de Lady Macbeth en la primera representación murió en el escenerio, porque Shakespeare robó algunos de los versos del conjuro (abajo la versión de Welles, que da mucho miedo) a unas brujas verdaderas a las que no les gustó la obra, que un actor murió en escenario porque le clavaron una daga real en lugar de la de broma, que les robaron a las brujas el caldero... y suma y sigue.


Por supuesto, también hay antídotos para romper la maldición. Si se te escapa, simplemente tienes que salir del teatro, dar tres vueltas, escupir sobre tu hombro y varias danzas más hasta que te inviten a entrar. A mí esto ya me suena a ritual ideado por un obsesivo-compulsivo. Y ya se sabe que lo peor que hay es cooperar con sus rituales. 

No tengo supersticiones, porque no me dejo tenerlas. La manía de la racionalidad y esas cosas. Sin embargo, en las situaciones en las que recuerdo un mínimo fastidio remotamente relacionado con lo supersticioso es cuando he sentido que no tengo ningún control. Aviones?  No, conmigo es mucho más tonto: cuando en el trabajo tengo que estar localizada por la noche,  no me gusta que la gente me desee "que sea tranquila". Tranquila es la palabra tabú en mi caso, así como "buena suerte" lo es para los actores (que han de decir "mucha mierda" o "break a leg"). No sé de dónde viene: alguien me pasó el rito iniciático, o sufrí alucinaciones en una noche particularmente horrenda, o bien el conjuro que eché en preparación noche no gustó a las brujas...

Macbeth es mi obra favorita de Shakespere (de las que he leído, porque pese a tener El Libro Gordo de sus Obras Completas, el Bardo siempre se me ha hecho duro). Macbeth me la introdujo Roberto, mi profe de inglés cuando hacía el último curso de la Escuela de Idiomas. Roberto era un señor de más de 70 años que daba clase con bata blanca y que, congruente con el disfraz, era de la vieja escuela. Casi memoricé el guión de "Casablanca" de tantas veces que nos ponía trozos. De Macbeth recuerdo su ilusión al hablarnos de estos versos maravillosos que me llevaron a leerla entera, y a darme cuenta que ese mito del inglés no-pasional debía ser un cuento chino:Macbeth, horrorizado por la culpa, se mira las manos con las que ha asesinado, y se pregunta si las aguas de todos océanos podrán limpiarlas. No, su acción es tan atroz que antes sus manos teñirán el mar que un día fue verde de rojo. 

What hands are here? Ha! They pluck out mine eyes.
Will all great Neptune’s ocean wash this blood

Clean from my hand? No, this my hand will rather

The multitudinous seas incarnadine,

Making the green one red.

El poder de esa imagen, el mar verde que pasa a ser rojo, sigue intacto en mí después de todos esos años. No he dicho "Macbeth" sobre ningún escenario, pero estoy dispuesta a subirme a uno a desear a todos "una noche tranquila". Siempre que no sea una de mis noches malditas.

02 diciembre 2013

Misa en Hamptom Court. Enrique VIII: divorced-beheaded-died, divorced-beheaded-survived.

En nuestra casa no creemos en Yísus. Mini, que va a un colegio aconfesional, ha oído hablar de los "christians", que son, según ella, los que llevan una "cris-cros" al cuello y creen en Yísus (Jesús). En su clase, Lucas, por ejemplo. Really? Lucas lleva un crucifijo? El que va a los cumples con una camiseta de los Ramones? No hay valores: lo siguiente son las "Sisters of Mercy". Pero divago: el viernes Mini vino del cole con que "quería creer en Yísus". Su padre le dijo que en casa creíamos en La Real.


Henry VIII en una sala de Hampton Court
Pero la cosa no acaba aquí, otra de las oscuras fascinaciones de Mini (no había que esperar q la adolescencia para esto?) es la monarquía. Fueron de visita con el cole al Hampton Court Palace (el de Enrique VIII, en el suroeste de Londinium) y quedó hechizada. Como tenemos un amigo que vive al lado enseguida surgió el plan: "El hijo de Fulanita canta en el coro de la capilla real... podemos ir al servicio y de paso nos damos una vuelta por el palacio". 

Cuando un judío ateo dice "servicio" yo imagino algo así como prenavideño, unos cantitos tipo "Noel, Noel" (los villancicos en inglés ya dije que me gustan más que en castellano-será que no los entiendo) en un marco incomparable. Y sí, marco totalmente incomparable la Royal Chapel de Hamptom Court (precioso techo en azul y dorado, con angelotes trompetistas), pero mientras estamos entrando un señor trajeado nos pregunta muy sonriente si vamos a tomar "comunion". "No, thank you". Ay, admitirán turistas? 

Nos sentamos y entran desde atrás una tropa: los niños cantores con túnica roja y cuello de acordeón blanco, otros niños igual pero con camisón blanco por encima (tipo Infanticos del Pilar), hombres vestidos como los niños del camisón, un individuo con una especie de espada apuntando hacia adelante (soy consciente que desde el cuello-acordeón hasta la espada tendrá nombres técnicos que desconozco), alguno más que olvido, y el cura, que también iba de rojo con camisón blanco. Y con un anillo de sello en el meñique que en este país se ponen los de la upper class y que en mí tiene sistemáticamente un efecto emético.

Nos dan folletos y uno dice "The Chapel Royal, Hampton Court Palace: The Choral Eucharist on Sundays and Holy Days". Oh dear, abro y... esto tiene toda la pinta de una misa. Qué servicio ni qué servivio. Los niños empiezan a cantar. Como los ángeles, todo hay que decirlo. Y el marco, sí, incomparable. Pero a Mini le da igual: "Qué aburrimiento". Han pasado 3 nanosegundos.

Aburrimiento? Cuántas misas nos habíamos tragado su padre y yo a los cinco años? Y cuántas nos estaban esperando? Le doy la mano (siempre caliente) y miro hacia adelante. Pero mi mente se va al pasado, a todas esas horas desperdiciadas donde el único aliciente era cantar. Siempre me ha gustado cantar (a todo trapo), pero entonces miro al otro lado del pasillo donde hay un hombre de unos 70 a voz en grito "Glory be to theee, O Lordddddd"... oh, mi equivalente en el pasado, pero yo seguro que suavizaba con mi guitarra. Confío que nadie de esa época lee el divlog. 

Sigo "el servicio" con el folleto explicativo: "Blessed are they that are called to the Marriage Supper of the Lamb". Qué lenguaje es este, ahora mirado desde fuera: "la cena de matrimonio del cordero?" De verdad? Así esperan llegar a nadie que tenga menos de 70 años? Intrusiones de la Fashion a esa temprana edad en la que uno lleva un cacao y dice cosas como: "la oveja de Dios" o "cuándo comen la galleta" (por comunión, que es siempre buenas noticias porque la cosa está a punto de acabar). Y es que, aparte de los niños cantores, poca gente no jubilada hay en misa, digo "el servicio". Solo una familia con 5 hijos (de momento) que no solo se creen todas las cosas extrañas del panfleto ("to save sinners", "to drink his Blood, that our sinful bodies may be made clean by his Body", "his precious death" etc ) sino que además se tragan que hay que tener tantos como el Altísimo mande.

La música es preciosa pero, cuanto más miro el folleto, más similitudes le encuentro con una misa católica. Y luego van a comulgar? Pero los anglicanos no comulgaban, no? Qué mejor lugar que Hampton Court, donde Enrique VIII se separó de la inglesia católica para aprender esto. En esta iglesia existe la "Low Church", la conocida, la que no comulga y es la del pueblo llano y la "High Church", muy parecida a la Roman Catholic. Es una versión más conservadora que la de la Low Church, en la que se mantienen ritos católicos, y se resiste a la modernización. Pero es bastante más complicado que todo esto y a los interesados les remito a la wiki, porque yo me siento incapaz.

Todo por Enrique VIII... por cuyo palacio, guiados por Mini que se sabe todos los pasadizos a las cocinas, hemos vagado (y ahora, divagado). La mirada de la famosa pintura del rey gordo de los libros de textos me persigue, con las leyendas de sus seis matrimonios (divorced, beheaded, died, divorced, beheaded, survived...)

De camino de vuelta a casa. 
-Mini, Lucas tiene que ir a esto que hemos ido hoy todos los domingos, lo sabías? 
-No... 
-Aún quieres creer en Yísus? 
-Noooo, qué burrimientooo....