La semana pasada en mi aparición fugaz estelar por Vetusta, las aventuras nocturnas casi superan a del día. Para empezar la primera noche, cansada como venía del viaje, las hadas del insomnio me visitan a eso de las 3 am. Plink, abro los ojos, no será esta vez jet-lag (y yo sin melatonina), qué me pasa? Ritual visita al lavabo, vasito de agua, vuelta a la cama. Pero risas (las hadas): vueltas y más vueltas. Tienes que estarte quieta, amago de mindfulness. Pues estamos de que no. Vueltas. Pues va a ser que no: cambiemos de escenario. Hablamos de las 3:40 am que decido tirar la toalla y ponerme a leer, pero, ey, esto es Vetusta: hay tele.
"Momentos musicales" era un sintagma que tenía en mi vocabulario pasivo, pero que no había necesitado en varias décadas. Varias cadenas, las principales son minutos musicales que voy pasando rápido (uno quedó grabado en mi retina desafortunadamente: un tipo tocando un piano de cola en la playa y tres chicas de blanco, todo pierna y escote, bailando. Si alguien no entiende el concepto kitsch, ahí puede tener un visual que le ayude). Tras alguna teletienda y vidente, me engancho en un canal local donde repiten un documental del 2008 de un tal Carlos Paumer, alpinista, que desde entonces ya ha logrado lo que entonces era su reto: escalar los 14 ocho miles del planeta.
Cuando pillo el docu está subiendo el Dhaulagiri, de 8167 ms con otra escaladora. No lo consiguen, ella pierda unos cuantos dedos y se vuelve, él continúa hacia el Lhotse, 8516. Deben ser ya pasadas las 4:00 am y no puedo desengancharme del documental: tengo que seguir viendo. Estoy totalmente hipnotizada, desde el horror. Antes de subir se ha enterado que un compañero, Iñaki Ochoa de Olza ha muerto en la cara oeste del Annapurna, y luego citan otros cinco que se han despeñado: no nos andamos con tonterías, aquí muere la gente.
Lo que no puedo entender, deben ser los fantasmas de la noche, es que Carlos Pauner, mirando a la cámara, habla continuamente de "sufrimiento". "Bueno, vamos a sufrir, nos queda un buen rato de sufrir", dice con cara más alá del frío-eso sí, muy equipado. Se niega a llevar oxígeno y sube una "cuesta" (perdonen mi nivel) de unos 45 grados, muy bestia. Yo le miro acongojada en pijama abrazada a mi conejito de peluche, y, ay, lo sabía, no solo las nubes negras de la cima me decían, no, Carlos, recula, es que tal que ahí Pauner comienza ante la misma cámara a exhibir los primeros síntomas de edema cerebral: se marea, no se tiene de pie. Y no olvidemos que todo esto hay un sherpa que esta filmando, sin entender patata de lo que dice Carlos del mareo, aunque no hay que saber idiomas para ver que "no se siente bien". El pobre sherpa sube los 45 grados con la cámara al hombro? Afortunadamanete, la ruta al Lhotse y al Everest es común en un tramo, y por ahí pasa un médico que le inyecta dexametasona y le pone oxígeno, y así logra salvarse.
Mis niveles de adrenalina, con esta historia vieja de 2008 están por las nubes: así me pienso yo poder dormir? Pero no quiero olvidarme de lo del oxígeno. Divagantes: hay escaladores que dicen que se debería prohibir, así, total, prohibir (poli en la roca?) así solo los "verdaderos escaladores" podrían subir a los ochomiles. Que así se esta "masificando" y los domingueros obstaculizan a los pros. Una imagen de la subida al Everest de este docu da fe: madre mía madre mía si van en fila! Yo me abrigo con la manta de Ikea y reflexiono: si a un aspecto puedo verle el punto de esto del montañismo es la sensación de libertad, "remotidad" y soledad que puedes llegar a tener en el monte. Pero este docu me da la impresión de lo contrario: asquerosillo campobase con tropecientas tiendas (un Glastonbury con botas con crampones en lugar de Wellingtons), y fila india con escaleras metálicas en la subida. Una decepción.
Se acaba el docu, con Carlos prometiéndonos que volverá, grandes abrazos a los pobres sherpas. Se acaba? Igual ponen otro, me animo, mientras dedico unos pensamientos rojeras a los sherpas, ah, como siempre hay "locales" que han de pagar el pato de toda esta gente con ideales, sea en el Camino del Inca, sea en Tombuctú.
Obviamente no puedo dormirme: serán las 5 am cuando estoy en wikipedia haciéndome la experta que ahora soy en alpinismo vasconavarroaragonés. La figura de Edurne Pasaban, tolosana y primera mujer que se ha hecho los 14 ochomiles me atrapa: y no solo por su impresionante historial sino en concreto por esta línea: "en el año 2005 Edurne cae en una depresión clínica que la deja apartada del alpinismo durante año y medio. Al recuperarse, vuelve a por su noveno ochomil", y así sin parar.
Vamos a ver (y la debemos andar cerca de que amanezca, como buena vampira debería empezar a mirarme lo del volver a la cama). Decía, vamos a ver: qué debe ser la depresión para esta gente? Para alguien de a pie, el síntoma central de la depresión es la anhedonia, la falta-de-placer, la ausencia de deseo, el preguntarse cual-es-el-punto-de-nada. Cual es el punto, la razón de estar vivos? El ser capaz de disfrutar, cada uno, de sus pequeños momentos. Y sí, hay muchos momentos de la vida que no disfrutamos pero que, cómo ponerlo, no hay más remedio. Hasta el que tiene la suerte de disfrutar su trabajo, hay momentos en los que no estaría allí. Pero es tu trabajo: te da de comer. hasta el más amante de sus hijos, a veces, a las 3 am cuando no pueden dormir, preferirían que pudieran. Pero esto, tal vez no hay más remedio para los sherpas, pero para los occidentales equipadísimos?
Cual es el punto de subir a esos ochomiles? "Porque están ahí", sí, vale. Pero es que Pauner no para de hablar de la palabra "sufrimiento". Y a ver: no me parece incomprensible jugarse la vida en algo que disfrutas mientras lo haces (pongamos surfistas que cogen olas-monstruo), pero me parece claro que estos escaladores no disfrutan el momento de la ascensión. Entonces, qué es? es el llegar arriba, la "gloria"? El poder poner una bandera de tu comunidad autónoma y el patrocinador? (para los "ciudadanos del mundo"- yo ya lo era antes pero mucho más ahora desde que no le caemos bien a Theresa May-esto es una patochada). El aparecer en la wiki como "el primer vetústico que ha estado tan arriba"?
Qué debe ser para ellos la depresion? De repente, cuando has subido 8 ochomiles, plantearse "cual es el punto" de seguir con esto? Y por extensión, cual es el punto de tu vida? Porque esto es tu vida ahora. Debe dar vértigo, del existencial, el otro seguro que no tienen.
Yo lograré dormir algo esta noche? Esto es mi vértigo particular.