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15 mayo 2024

El grupo de amigas de toda la vida: envidia conceptual

Hay un formato de podcast en el que meto el dedito del pie de vez en cuando, tanto en castellano como en inglés: dos chicas hablando de cultura, feminismo y política. Supongo que habrá muchos más, pero en los que yo conozco -culparemos al algoritmo- ellas suelen estar en el principio de la cuarentena, son progres y feministas. Recomiendan libros y pelis, llevan a invitad@s, a veces son monográficos de un tema abstracto. Una de mis razones para escucharlos, aparte de que caiga alguna recomendación y aprender algo, es pillar el "zeitgeist" de una época, el espíritu de una generación que en el fondo ya no es la mía -tengo como una década más. No hay mucha diferencia entre ellos, ni en forma ni en contenido, pero lo que tienen absolutamente todas en común es su "grupo de amigas de toda la vida" como el pilar de su vida. No es solo lo mejor que existe por sí missmo, sino por contraposición: es un antídoto contra los tíos que las rodean, que suelen ser generalmente imbéciles. Esas amigas te traen un ramo de flores o chocolate cuando te han echado del curro o el imbécil ha tenido una pataleta. También ofrecen ir de tequilas y a bailar toda la noche, o reservan sin avisar un finde en una coqueta capital europea, y te preparan un powerpoint que siempre incluye fotos emotivas en uniforme escolar y cómo olvidar aquel loco viaje a Marruecos.  Cuando lo escucho, siento lo que yo llamo una "envidia conceptual".


Una envidia conceptual es algo que si no te ha ocurrido supongo que no entenderás (como cuando le preguntas a alguien si ha sufrido "despersonalización" y lo describes, y te miran con cara de wtf) por mucho que yo lo explique, pero ahí voy. Una envidia conceptual no es envidia realmente, es una especie de nostalgia por algo que querrías poderte decir a ti misma que hiciste, pero que no ocurrió y la razón no fue porque estaba fuera de tus posibilidades -incapacidad económica/física etc-, sino porque realmente no te apetecía tanto como su alternativa. Por ejemplo, yo querría haber sabido surfear olas rulo pero no se dieron las circunstancias: esa una envidia real.  Sin embargo, cuando veo las fotos coloristas de un viaje a la India puedo sentir una tenue envidia conceptual, qué bonitas fotos sin gente (mentira, es el ángulo o la edición, siempre hay gente), 
 pero no me apetecería nada volver al dolor físico y mental que es ese viaje . La envidia conceptual ocurre cuando te gusta la idea de hacer algo, pero no su peaje.

De nuevo, hablo de algo que no he visto

Así que mi envidia de estas chicas de los podcast con sus amigas de toda la vida es conceptual: o sea, en mi cabeza está la idea de la bondad de mantener un grupo de amigas de toda la vida, me gusta el concepto de ese grupo idealizado sin caras ni nombres, donde todas reímos y nos queremos y nos apoyamos, y vamos a tomar el brunch en nuestros manolos*

Por qué cuatro mujeres inteligentes
no tiene nada de que hablar
aparte de novios?
(*) Nota: he de aclarar que sé de "Sex & The City" como fenómeno cultural, pero que nunca la he visto.  Antes de que alguien me diga "nopuedes escribir de lo que no conoces, está genial", anotar que ya se dejó claro en los albores del divlog que no hacía falta leerse ni ver las "Sombras de Grey" para hacer no uno sino dos divagues sobre el mismo, y otro sobre la peli. Y la razón no solo fue, como estáis pensando, el artículo de Maruja Torres en el que escribió que eran "cuatro mujeres desesperadamente tratando de pescar marido", sino porque, desde fuera me parecían un grupo de personas con las que no me apetecía pasar ni un minuto. Quizás me equivoque, pero algo me decía que sus conversaciones no iban a ser las mías. Estará esto vagamente relacionado con que no mantengo esa relación con "mis amigas de toda la vida"? 

Di en el diván.

Veamos: en el colegio tenía un grupo de amigas, pero cuando empezamos BUP, una se fue a Soria (yo seguí yendo allí para sanjuanes y ella venía a mi casa), otra al instituto público (seguimos en muy activo contacto) y por supuesto seguí amistad con la que se quedó, que luego también se fue a la Vetusta del norte para la uni y vía un amigo de ella conocí al Peda. A los 18 nos fuimos juntas a Mallorca, y a los 19 a Ibiza, rollo anuncio de Estrella Damm, cuando aún no debían existir esos anuncios - de esos dos veranos tuve particulares flashbacks el pasado cuando estuve en Baleares. Sin embargo, pese a haberlo pasado en grande, esto ya no se repitió. Otra vez vinieron a Nottigham dos de ellas, viajé a Marruecos con la del insti y más, pero donde quiero llegar es que con los anios el grupo desapareció. Yo seguí manteniendo relaciones por separado con ellas y fue tal vez la plantilla de algunas de mis amistades con chicas en el futuro. El emigrar tal vez no ha ayudado, he mantenido amistades a través del tiempo, pero terminan siendo más "cosa de dos". 

La facultad no cuenta, porque mi grupo era mixto. Esto fue un logro porque a esas edades y sí, aún predominaban los grupos de amigos unisex. Me gustan mucho más los grupos en los que hay chicos porque siempre me he llevado bien con ellos -será porque soy un poco chicazo-, y no he tenido tan mala suerte como las de los podcast. Ni con los novietes, que siempre han sido tipos más o menos normales, ni con los amigos - con varios también  mantengo una relación de uno-a-uno [de la amistad chica-chico ya divagué también aquí: sí, se puede!] En la facultad también hablaba o pude salir con algunos de esos grupos de chicas, pero sin la vocación de permanencia de estos "grupos de apoyo" de las del podcast o los manolos. De nuevo, mantengo el contacto con algunas puntuales.

Distintas posibilidades de "grupo de amigas" se han ido presentando en mi vida, desde las del veraneo en Vetustilla de la Torre, hasta compas de curro majas, pasando por las madres del cole de primaria de Mini. De todos los grupos conservo a alguna, aunque nunca me hubiera imaginado que ahí me encontraría con una de Móstoles que se ha quedado en mi vida con una intensidad que no imaginaba yo era posible a estas edades. Pero, de nuevo, no hay grupo.

Todo esto puede parecer mera dejadez, que no ha habido voluntad por parte de nadie en todos esos grupos de tirar del carro de "amigas de toda la vida" (y en parte es así, siempre se necesita a la Animadora Sociocultural). Pero hay algo más. Una amiga francesa con la que compartí habitación de hospital cuando nació Mini y su hijo (de nuevo, una) me contó hace poco que se iba al lago Como con unas amigas de primaria. Cuando volvió, aparte de lo maravillosa que era la casa de la organizadora y las vistas (muero de pensarlo), me contó con cierto escándalo que "las chicas estas eran racistas". Pasadas las primeras horas del finde, se dio cuenta que no solo no tenía nada que ver con ellas, sino que le molestaban sus comentarios profundamente. Lo cierto es que cuando pienso en esas amigas del pasado que hoy formarían "mi grupo de amigas de toda la vida" me da algo de miedo: no quiero pensar en radicalidades como el racismo, pero tal vez sí en cosmovisiones en las antípodas que nos llevarían a preguntarnos alrededor de la mesa del desayuno en la segunda residencia de una de ellas, tras la media hora que ocupan las batallitas escolares, qué hacemos ahí.

Vuelvo a la imagen de las cuatro de Sexo en Nueva York (que, por cierto, un amigo dice que le recuerdo "a la escritora", no sé si es bueno o malo -nota: mi amigo no sabe que existe este blog) y me pregunto: ?Existe ahí afuera un grupo de "amigas de toda la vida" por las que yo estaría dispuesta a subirme a unos manolos cada jueves para tomarnos un daikiri en un bar sofisticado de Shoreditch con el fin de ponernos al día de la semana? No lo sé (suspiro): por eso de esa imagen siento envidia conceptual.

Y porque sería un drama casarse
y no tener damas de honor

08 mayo 2024

Apuesta por el Roc (k & Roll)!!!

Hoy hace justo dos años llegaba al mundo el sobrinísimo, Roc Vagando, y este es un divague de aquellos antiguos, musicales (que mi entonces co-bloguera etiquetó como "singuí ntumi") solo para felicitarle. 

De cómo he llegado a la canción del título, en el siguiente párrafo, pero antes una pequeña reflexión que me asaltó el otro día sobre mi bici, cuando me saltó una canción que me subió ahí arriba de un grupo de modernos que me había introducido Fashion. Entonces pensé en cuánta música me ha pasado la mummy de Roc desde siempre, pero en particular desde que dejé la península (no solo música, también giros del castellano: os llamaría "vuesas mercedes los divagantes" si no fuera por ella). 

Pero este trasiego musical no ha sido unidireccional: Fashion se benefició de los nueve  años que nos separan y escuchó de peque música que sus amigas desconocían. Luego tuvo que juntarse con otro ser con hermanos de mi quinta, JAL (kuniado universal), que seguro que en su banda -tocaba la batería- le daba a todos esos éxitos ochenteros. Luego llegó Mini -que ha salido muy popmelómana- con la que también hemos tenido una relación simbiótica en lo musical. Yo no tuve esa intersección con mis padres, y supongo que el que te guste la música de tus padres debe ser algo a ocultar. 

Pero divago. Yo venía aquí a ponerle una canción a Roc y a decirle que confío en él para que nos siga manteniendo al resto de la family al día en el futuro (no pressure, darling). Y decidir qué canción ponerle - el año pasado fue el imprescindible "we will rock you" - ha sido difícil porque hay tropecientas que llevan su nombre (ok, con la "k" final) en el título. Tras mucho debate conmigo misma (así de solitario es el bloguerío antes de darle al publicar), me he decidido por la versión de Bunbury de "Apuesta por el Rock & Roll". 

Esta canción que nos gusta tanto -sí, Roc, también a tus padres, por eso ha ganado y a ellos también hay que felicitarles hoy- fue compuesta por ese poeta-profe de la univestusta, Gabriel Sopeña y Mauricio Aznar- sobre el que acaban de estrenar "La estrella azul", la peli de su etapa argentina que aún no he podido ver. Ya la había puesto antes, pero la versión de Mauricio (en "Mas Birras"), siempre me pareció un poco acelerada, y esta versión es de un concierto en un lugar que quizás a alguien le suene...

Las canciones te saltan, las ideas te asaltan.  Cuando me salta esta, siempre me sube ahí arriba y como Homero, quiero tomar el cielo por asalto. 

FELICIDADES ROC: si vas a venir conmigo agárrate!!!

05 mayo 2024

De la sensación de irrealidad y extrañeza cuando mi voto coincide con el ganador: Sadiq Khan repite en la alcaldía

 Las elecciones para la alcaldía de Londinium -que tuvieron lugar el pasado 2 de Mayo- son las únicas en las que mi voto coincidide con el ganador. Por ello se me hace rarísimo, aunque sea la tercera vez que Sadiq Khan logre -hito histórico- la alcaldía de la ciudad. Hice un divague la primera vez, en 2016, cuando se enfrentaba a un pijo redomado de los de "Chums" (el ensayo que leo a trozos actualmente) y conté pequeña anécdota sobre mi interacción con apoderados tories con escarapela, pero esta vez ni estaban. Toda la nota de color la daba un señor con una gorra del New Yorker, y una nonagenaria en la mesa electoral. 


Payaso, y no desde el cariño
Por primera vez en la historia, hubo que llevar una identificación con foto para votar. Esto puede parecer extraño en la península, pero os recuerdo que en este país no existe el DNI, y para demostrar la identidad así en general puedes presentar una serie de documentos como la factura de la electricidad. Pero no, no había que llevar nada: simplemente, te mandaban una "tarjeta electoral" y si te la olvidabas, no problem: les dabas tu nombre y tu calle y la nonagenaria te buscaba con una regla que luego usaba para tacharte en la lista. En serio. La anécdota del día la dio, cómo no, nuestro ínclito ex-Primer Ministro el señor Johnson que, habiendo introducido él la medida de la foto-ID para votar, apareció sin la suya. Y la nonagenaria de turno le dijo: "lo siento, pero fuck off entitled cow" (en realidad no, pero ojalá). Maravilloso, ya se sabe que es el país en el que ponen un bedel o a los padres para asegurar en los adolescentes no copien. Me parece solo equiparable al la excelsa rajoyada de "Es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde".

Pero divago: yo hoy venía no a mirar a nadie por encima del hombro porque voté a Khan -que entre sus puntos positivos tiene ser hijo de conductor de autobus, ser south londoner y que un día le vi bajo un árbol- y ha ganado, sino a hacer una breve (sí! yo!) reflexión política sobre el abismo al que nos despeñamos todos porque Londinium es una isla dentro de una isla dentro de un mundo que va para otro lado (chiste: cuando llegó Sunak estábamos al borde el abismo; ahora hemos dado un paso adelante). Porque supe, divagante, que tenía que votar, aunque fuera al mal menor, Labour, al leer el folleto con los candidatos.  

En los breves manifiestos queda clara una cosa: casi todos tenían como punto de venta principal la abolición de la ULEZ (Ultra Low Emission Zones) -de la que ya escribí un poco aquí- po
r la que coches muy contaminantes tienen que pagar un impuesto para circular por la ciudad (al principio en el centro, y cada vez se ha ido extendiendo más). Dicen que ha conseguido reducir la cantidad de polución equivalente a todos los aeropuertos de la ciudad combinados, pero un miembro del Parlamento de Labour perdió su escaño por esto: parece que a los que usan su 4x4 para llevar al niño al colegio no gusta. Pero Khan ha seguido para adelante y por eso todo mi respeto: los políticos han de tomar medidas informadas por la evidencia y el bien común, aunque no sean populares inicialmente. Ya vale de electoralismo y miopía de los 4/5 años de legislatura.  

Pues bien, toda esta panda de enloquecidos del folleto (o loonies, o fruitcakes, gran palabra), lo primero que prometen es terminar con esa estúpida ULEZ que tantos problemas respiratorios está ahorrando al NHS, con las calles de bajo tráfico cerca de los coles, con el límite de velocidad a 20 millas por hora. Ya vale de esta carrera histérica en contra de los pobres conductores! (motorists, se dice aquí, lo que aún me hace más gracia). Eso sí, hay un oligofrénico que aún envida más: va a "estrechar algunos carriles bici innecesariamente anchos", wtf - claro que en la península, los amigos-de-los-niños que gobiernan en algunas comunidades, en otro gesto de surrealismo y distopía, los estaban quitando. 

La ULEZ se extiende
como mancha de aceite:
cuidadín que un día llega a Palencia

Hay algunos candidatos con los que sufro prejuicios solo de ver sus pintas, lo admito.  Atención a este independiente con su camisita y su canesú: soy sola yo, o tú, divagante, también antes de que abra la boca, ya quieres partirle la cara? Luego lees sus planes y todo se confirma:  "asegurar que Londinium sea un centro top de inversiones" (o sea, más Singapur-on-Thames),  "más turistas" y "más policía". Wow.

I'm too sexy for my shirt

Por no hablar de Nick, el de "Britain First-No to inmigration": solo hay que ver su "attitude" que dice Mini, para entender. Luego leer la letra pequeña de su "acabar con la inmigración es fácil, si sabes cómo": cerrar los hoteles de los refugiados y cambiarlos por hoteles para veteranos de guerra (mundial), deportar a los ilegales de allá donde vinieran, o tal vez enviarlos a Ruanda y así todo. 

Caes mal, Nick

En total once a toda página: desde un independiente buenorro muy cuadrado (estoy por votarle, pero entonces leo su primera frase: "cada semana, en Londinium hay padres que entierran a sus hijos asesinados")  al que no sé si han dicho que de alcalde tendrá que rebajar las horas de gimnasio, hasta nombres medio engañosos como el "Social Democratic Party" liderados por una antigua enfermera del NHS cuyo eslogan es "Plántales cara a los Woke!" [probablemente, divagante, tú seas un woke) y que también pondrá a los londinenses primero, vs. esos inmigrantes. Ah, y en su manifiesto tiene el papo de decir que "es cristiana". Por dónde empezar.  

En fin, que no hay desperdicio, pero al menos en La City les han dado bola a los tories y el cuadrado y la cristiana podrán seguir haciendo pesas y rezando. Pero Londinium no tiene nada que ver con el resto de la isla, ni con el mundo. En muchas zonas es, llamémoslo claro, un criadero de wokes, que hemos dicho alto y claro: "Es el vecino el que quiere que no sean los cretinos el alcalde".

01 mayo 2024

Mini y los dieciséis: conciertos, festivales, noches sin dormir y... GCSEs

Hoy abro blogger para nuestra cita anual del Primero de Mayo que, en esta casa, además de la celebración del puño levantado es la del cumple de Mini: hoy, DIECISÉIS. No voy a poner aquel meme de una señora vintage con cara de pánico que dice: "ha estado genial, pero ahora voy a gritar", porque lo he puesto ya varias veces, a tenor de distintos temas (siempre hay ocasión para necesitar salir de la habitación y aullar al vacío), pero podría-ese es el espíritu del momento.

Si tuviera que resumir este año -no solo para Mini, sino para toda la familia- lo haría con unas siglas: GCSEs (General Certificate of Secondary Education). Estos exámenes -a los que ya les he dedicado algún divague y de los que hablaré un poco en un párrafo abajo- han marcado nuestra vida familiar, nuestras no-vacaciones, nuestra casi pérdida-de-cordura. Claro que ha habido más cosas, pero tal vez porque hoy estamos justo a una semana de que empiecen, de momento no podemos ver la luz al final del túnel: todo es GCSEs.  Pero antes algunas otras efemérides / ritos de paso de los 15 a 16:

Concierto Harry
En el divague de los 14 años ya hablé de Harry Styles, que iba a estar de gira, y Mini que quería ir a Wembley [también puse otra canción suya aquí, para las despistadas]. Su padre o yo íbamos a tener que ir al estadio pero, oh fortuna, una chica joven que conocemos bien iba con sus hermanas y Mini se unió al grupo. Desde entonces Rebecca -así se llama nuestra salvadora- es su "favorita" dentro de nuestros amigos, y eso que tiene varios competidores - por alguna razón Mini tiene más éxito con nuestros amigos que con sus sufridos padres. 

Total, que divago: la tarde del concierto acompañé a Mini en metro a la estación de King's Cross, donde había quedado con Rebecca & Co. Yo creo que esto ya lo he escrito, pero tal vez no: solo quería decir que ya en el metro comenzamos a ver chicas menores de 30 con sombreros de cow-girl rosas, y/o boas de plumas que parece que es -junto con cualquier cosa así discreta- el disfraz de las fans de Harry. Mini se decoró unas gafas de esas de laboratorio con corazones de brillantina. 





El concierto fue por supuesto "epic"o tal vez "slay". Vimos muchos videos en los que Harry está allá en la lontananza, con Mini cantando de fondo. Parece que llorar con tu canción favorita ("Fine line") es aceptable, incluso aunque seas una victoriana como ella, para la que eso es siempre "vergonzoso" en otro contexto- sobre todo si la que llora es su madre en una peli . En fin: todo memorable,  no-puede-esperar-al-siguiente y demás lugares comunes. El primer macro-concierto= rito de paso ticado. 

Gracias, Rebecca!


Verano meh
El pasado verano no le gustó a Mini. Manejo de expectativas: pasar de Malasia, que era el plan, a limitarnos a la península porque a su padre le rompió el fémur un tipo que abrió la puerta del coche sin considerar que hay gente que se mueve en bici. Barcelona, Donosti, ese lugar del Levante y Formentera: según ella, meh. 

En serio? No te gustó Formentera? "Había muchas medusas", afirma. Yo ya me había olvidado, soy un desastre, pero pensaba que se iba a quejar del "viaje iniciático" del ferry desde Dénia [una "experiencia traumática para una emetofóbica", asegura. Yo no sé si solo es en mi casa o todos los adolecentes manejan diagnósticos del CIE-11 como Mini, con esto de que se habla tanto de salud mental en TikTok].  

De los viajes pasamos a hablar del concepto "disonancia cognitiva": le explico que cada vez la tengo mayor con respecto a viajar [cada vez me siento más culpable por el horror que significa el turismo, no solo para el planeta, sino para la sociedad].  Me mira confusa, y sigo con más ejemplos: como le preguntaba el "selective breeding" (biología), le digo que si fuera 100% coherente con mi pensamiento, sería vegetariana, porque mira lo que hacen con los animales en las granjas. Pero sigo viajando y comiendo carne (cada vezmenos). Mini no ha compartido en absoluto mis disonancia: "las vacas en Bellver estaban felices" (por dónde empezar) y "soy de las que menos viaja de mi clase". No sé si esa falta de disonancia tiene que ver con que su carga de piedra judeocristiana es mucho menor que la mía o lo de los 16 -esperemos que lo segundo. 

Sicilia
Otro rito de paso: Mini viajó por primera vez al extranjero sin familia en octubre [ups, me informan mis editores que estuvo en los campos de la Segunda Guerra Mundial en Bèlgica y Francia el año anterior]. Fueron con su clase de latín para visitar todas las piedras de la isla en continuo estado de deprivación de sueño (me enternece recordar cuando "ir de empalmada" o domir un par de horas era un valor). Encontró "alarmante" que los italianos, esos maleantes, no les pidieran identificación para venderles alcohol o que les cobraran cinco euros por un "servicio" inexistente. Adivinen quién fue la representante de ese grupo de niñatos para quejarse: y lo hizo en castellano "porque nadie hablaba inglés y creí que así podría intimidarles más". Parece que les amenazó con hacerles una mala review- claramente no ha visto "El padrino". Finalmente, su mayor aprendizaje fue que: "dos Aperol Spritzs y un poco de vodka no se suben". Señorrr.

GCSEs
Con estos exámenes se acaba la educación obligatoria en este país. La secundaria empieza en Year7 (el equivalente de Sexto de EGB, no sé pensar en el nuevo sistema, sorry) ) y cuando están en Year 11 (el equivalente a Segundo de BUP) se hacen estos exámenes nacionales. La diferencia con la Selectividad, aparte de que eras dos años mayor, es que ahí te examinabas principalmente de COU - podía haber asignaturas en las que lógicamente se acumulaba el saber (idiomas, o mates), pero el resto, no tenías material de tres años, como es el caso de estos pobres, que llevan construyendo un temario de la leche (o eso me parece) desde el Year 9.


El sistema de estudio es muy diferente y tiene que ver con la mentalidad práctica de los británicos. Por ejemplo, Biología, en mi mundo era "de empollar": tú memorizabas los conceptos, y a triunfar (y hablo incluso de primero de carrera). Aquí, tienen un montón de preguntas razonadas donde es posible que, aunque te sepas la teoría detrás del problema, no lo logres resolver. 



Durante el curso, ha tenido varios "mocks" (exámenes de prueba) justo después de las vacaciones de half-term de octubre y  tras las Navidades. Eso implicó tener que estar aquí (o ir tres días en Navidades) porque según las predicciones de estos mocks ibas a poder elegir las asignaturas de "A" levels (que son los dos años que le quedan antes de la uni). Si tienes menos de un % determinado en ciertas asignaturas, o bien "desaconsejan" o directamente no te dejan cogerla. En enero tuvimos esa decisión y solo puedo adelantar que no ha cogido Biología ni Económicas (quién dijo aquello de "matar a la madre /al padre"? Eso, Mini lo está haciendo bien).



El día 8 de Mayo comienza con los exámenes, cada asignatura tiene varios "papers", lo que significa que, hasta el 10 de junio, la pobre se va a presentar a 22 exámenes. Hay un día muy divertido, del 14 al 15 de Mayo en el que hay un "clash" (esto les ocurre mucho porque hay múltiples exámenes y múltiples ocpiones) entre dos asignaturas. Así que Mini el 14 no hará Economía cuando lo hacen muchos porque tiene otro, y el 15 hará el mismo examen de Economía que los del 14. Los ingleses, siendo ingleses, nos han hecho firmar una declaración prometiendo que esa noche no se conectará a nada ni hablará con nadie, y que la vamos a monitorizar todo el timepo. Tendremos que ir a buscarla al cole, donde habrá estado todo el rato con un bedel ("invigilator"), y llevarla al día siguiente, todo esto es para garantizar que no se digan las preguntas unos a otros. Me imagino que este mes estará el país lleno de bedeles que persiguen a los críos por el colegio y de padres y madres haciendo de polis por la noche que su niñ@ no copie. Me hace mucha gracia el componente cultural, porque en el país del Lazarillo de Tormes esto sería impensable. 


Reading
Mini vive soñando con el 10 de junio y "el mejor verano de mi vida". Ya tiene planes para ir con sus amigos al countryside, a distintas atracciones del parque temático que puede ser Londinium, de vacaciones y, por supuesto, al Festival de Reading. Según ella, es un festival de música de tres días que es otro "rito de paso" para los que terminan los GCSEs y que está poblado solo por críos de 16. Pretende ir con sus amigas en una tienda de campaña y vive en los mundos de yupi sobre el tipo de gente que va a haber allí -obviamente, aunque haya muchos de su edad, también va a haber tipos de 35. 

Deberías ver "How to have sex" ("la empecé pero es un rollo"), igual podrías ir solo de día ("pero la diversión pasa de noche"), eres muy niña para un festival de esas características ("pero hay puestos de salud mental"- imaginemos para qué se necesita eso en un festival). El día 22 de agosto salen los resultados de los exámenes y... no sabe que un regalo de hoy es precisamente la entrada para el sábado - esperemos que sea cuando toca Lana del Rey.

Conocéis a alguna de esas bandas?
Pues son lo más


Y vamos terminando
Cuando yo era colegiala dibujaba caras de niñas en los márgenes o en las hojas de sucio. Solían tener poca nariz, pestañas largas y peinados muy a la moda. Ayer las recordé porque Mini me pasó la de abajo por whatsapp. No entendió bien mi entusiasmo: ella no pensaba que fuera para tanto, era solo un boceto en un margen.  

Mini cumple hoy 16, como podría cumplirlos la chica del dibujo, que me mira con una confianza y un aplomo que le deseo a Mini para este año que comienza, de todo corazón. 

Felicidades Mini: sí, se puede! 

Felices 16 Mini:
The fun starts now!


24 abril 2024

"El nombre de la rosa" décadas después (o palpitaciones en reencuentros con viejos amantes)

Hace unos meses cayó en mis manos un librito de Umberto Eco titulado "Apostillas a El nombre de la rosa". Que el autor de uno de tus libros idealizados de la adolescencia te explique (destripe) su proceso escritor es un regalo, pero que además sea con una novela que va, entre otros temas, del amor por los libros, es que te toque la lotería (resumen = me encantó). 

Tanto que  la última vez que estuve en la península me traje "El nombre de la rosa", con intención de releerla y entonces me di cuenta de que tal vez cerraba un ciclo [otra manera de estudiar una parte de tu biografía -o menos ambiciosamente, una época- sería con los libros que una ha leído] de novelas de detectives, desde "la primera" hasta "la clásica" pasando por Ripley. Ahora quedaba ver si un amor idealizado de juventud seguía en pie: esto siempre da mucho miedo. Cuando pienso en algunos libros que algún día releeré me da cierta ansiedad, temor a que no me gusten tanto. Uno de ellos es "Rayuela", y lo digo porque leí la mayor parte de Cortázar en mi veintena, y cuando ya en la era divlog pillé "62 Modelo para armar", no fue lo mismo. Nunca he hecho un divague de una relectura (en realidad, no he releído muchos libros en mi vida), pero como diría Mini, "vamos p'allá!". 

Introducción bibliófila: de relecturas, de saber los finales, de peli vs. libro
Creo que mi primera lectura de “El nombre de la rosa” fue de prestado pero no sé si aquella famosa primera edición blanca con la rosa-laberinto en el centro, u otra con una rosa en un claustro. Luego compré una edición horrible de tapas duras que tiene algún trozo subrayado (releí? no sé). Dice el Peda que cuando vinieron los iratis a visitarnos a Grimsby, corría 1998, lo trajo Marisa y yo se lo quitaba y leía trozos. Así que por partes o entero, este ha sido un libro que ha pasado varias veces por mis manos. Sin embargo, aunque he desarrollado muchos rituales de lectura durante los años, en aquella época ni subrayaba ni anotaba ni ninguna de esas obsesiones posteriores con lo cual, poco podré decir de mis impresiones de entonces (aparte de, resumen = me encantó), todo está a merced de esa mentirosa, la memoria.

Nuestro lovely NáN siempre decía que él se leía lo primero las últimas páginas de los libros para quitarse la ansiedad de la trama y centrarse en la forma. Puedo entender lo que quería decir, pero yo con esta novela me pregunto con envidia cómo será leerla sin haber conocido la historia- sin saber quién es el asesino, cómo mata, solo al final darse cuenta de las pistas que Eco va dejando ya desde el principio. Siento envidia porque fui de las que tuvo la mala suerte de ver la peli de Jean-Jacques Annaud de 1986 antes de leer “El nombre de la rosa”. Estábamos en el Cine Fleta (o era el Coliseo?) con una amiga que sí lo había leído y me susurró en la oscuridad: "¡va todo de un libro!". 

El mayor problemas de ver una peli antes del libro (y me ha pasado otras veces) es que ya han hecho los escenarios para ti, y les han puesto las caras a los personajes. En este caso, no me molestó demasiado tener a Guillermo de Baskerville prefabricado, porque el personaje parece escrito para Sean Connery: maravilloso. Parece que Eco se quejó de lo grotescos que el resto de los monjes habían aparecido en la peli, y a mí el que más me impactó siempre fue Berengario, que en la novela no es descrito con el claro Síndrome de Cushing con el que aparece en la peli. No recuerdo si en mi primera lectura me imaginé la abadía como la representa Annaud, pero en esta, como hace años que no veo la peli, la he creado espero casi totalmente de mi imaginación. 


Empecemos por el principio: el título
O por el final: el libro termina con el hexámetro latino: "stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus" ("de la rosa, solo nos queda su nombre") de un benedictino del siglo XII llamado Bernardo Morliacense, que compuso variaciones sobre el tema del "ubi sunt" (pregunta retórica sobre dónde están los que faltan), saliéndose del topos habitual (los grandes de antaño, las ciudades famosas, las bellas princesas, todo lo traga la nada) y añadiendo la idea de que, de todo eso que desaparece, sólo nos quedan meros nombres. 

En "Apostillas" (y de ahora en adelante todo lo que explica Eco es de este librito), dice que un título es por definición una clave interpretativa de la obra. Entonces, ¿por qué un autor haría eso de titular, si precisamente una novela es una máquina de generar interpretaciones?  Esta idea siempre me ha encantado, el hecho de que cuando se publica algo, ya deja de ser tuyo.

Lo más neutro sería titular una novela con el nombre del prota, y sopesó llamarla "Adso de Melk", pero sus editores no le dejaron. También consideró -atención- "La abadía del crimen" y también se rechazó porque tal vez atraería a "los lectores equivocados" (nooo). “La abadía del crimen” me lleva directamente a título de libro de aeropuerto, nada que ver con la clase que tiene el título final. Me he reído cuando dice que titulando, podríamos ser "honestamente deshonestos", como Dumas, que llama a su obra "Los tres mosqueteros", cuando en realidad se habla del cuarto.

Esto de los títulos me parece un tema fascinante. A veces he descubierto que las novelas con los mejores títulos son trozos de poemas o versos de Shakespeare. Bajando a la  blogosfera, yo siempre lo pongo cuando he terminado de escribir el divague - comienzo con uno provisional. En este mundo, un buen título es lo que lleva a algun@s a pinchar y un mal título (ahora, definir lo que es eso daría para otro divague) en teoría aleja porque no provoca aquella magia llamada curiosidad. Pero es difícil titular, y a veces lo hago rápido y mal, porque solo quiero ya darle a publicar. Si los títulos de los divagues son “máquinas de interpretaciones” o no,  lo dejo al divagante.

Construir un mundo
Eco tuvo una idea ("quería envenenar a un monje") y entonces paró un año. En ese tiempo se dedicó a "construir el mundo" que rodea a "El nombre de la rosa" así que, pese a ser medievalista y sabiendo mucho de la época, estudió el siglo XIII, que no era el de su especialidad,  delimitó la arquitectura de la abadía, y conoció a todos los monjes - incluso los que no iban a aparecer en la novela [esto me recuerda aquella leyenda que ya conté: parece que Visconti obligaba a tener llenos los armarios, aunque no se fueran nunca a abrir] y suma y sigue. De esta manera, dijo, "las palabras vendrán casi por sí solas. Rem tene, verba sequentur. Al contrario de lo que, creo, sucede en poesía: verba tene, res sequentur". 

Sagra di San Michelle, en la que se inspiró Eco
Aquí se ve por dentro: espectacular

Y así fue: ese mundo creado es el que le dijo cómo debía proseguir la historia. Me encanta que fuera un escritor-brújula, o sea, que no sabía qué iba a pasar con su historia. Para ilustrarlo dice por ejemplo [atención super-spoiler!!] qué él no sabía que Jorge de Burgos iba a ser el asesino: "Por decirlo así, todo lo hizo él solo" (oj! maravilla).   A Eco solo le parecía que el que un ciego custodiase la biblioteca era una buena idea narrativa y Jorge le llevó de la mano:  "Lo que sucede es que los personajes están obligados a actuar según las leyes del mundo en que viven. O sea que el narrador es prisionero de sus propias decisiones iniciales". Nota: muchas veces le preguntaron si el malvado Jorge era un homenaje a Jorge Luis Borges, y él solo dijo que ciego más biblioteca sale el argentino. 

Un poco más sobre los personajes: Guillermo de Baskerville y Adso de Melk
grr: el otro día estuve en Oxford
y no vi a Roger Bacon!
Eco sabía que su detective iba a ser un inglés lógico, observador, deductivo (a alguien le suena esto a homenaje?- “los libros hablan entre sí”) y esto, 
post-Bacon, solo se encontraba en los franciscanos. 

Roger Bacon era un filósofo franciscano de Oxford -no confundir con el también filósofo Francis Bacon siglos después (o con el también Francis pintor!)- que puso gran énfasis en el empirismo. Nació alrededor de 1220 y le llaman "Doctor Mirabilis". 


Pero dicen por ahí que en quien se inspiró Eco para su personaje es William of Ockham, otro franciscano, este nacido en 1287 en ese pueblo al sur de Inglaterra (en la novela todos los monjes se llaman así: nombre propio y el lugar de donde vienen). William era otro filósofo e igual suena lo de "la navaja de Ockham": "en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable".

William lo dijo primero:  "vamos, no te líes"

Me hace mucha gracia cómo Eco habla de ciertos rasgos típicamente británicos en Guillermo. Por ejemplo, Adso describe como hace una serie de ruiditos (los llama "gemidos", supongo que es una mala traducción del italiano) antes de empezar a hablar, tan típico- pensemos en Hugh Grant en cualquier película. También describe su sentido del humor como chocante (al menos para un alemán!): "Yo no sabía nunca cuándo estaba bromeando: en mi tierra cuando se bromea se dice algo y después se ríe ruidosamente para que todos participen de la broma. Guillermo en cambio solo reía cuando decía cosas serias y se mantenía serísimo cuando se suponía que estaba bromeando". 

Adso es el Watson de Guillermo, el novicio alemán adolescente que observa los terribles sucesos de la abadía y los narra en su vejez. Eco habla de que "quizás al escribir estaba transfiriendo a Adso muchos de mis terrores de adolescente" y de la complejidad de narrar desde alguien que vivió hechos que no entendía en su juventud y los registra, ya más sabio, en su vejez:  la dificultad de "que se entienda todo a través de las palabras de alguien que no entiende".

Guillermo, que en su día me pareció un anciano, tenía mi edad
Crear al lector
Este trozo es maravilloso, cuando Eco habla del concepto de "construir al lector": 
"Se escribe pensando en un lector. Cuando la obra está terminada, se establece un diálogo entre el texto y sus lectores (del que está excluido el autor). Mientras la obra se está haciendo, el diálogo es doble. Está el diálogo entre ese texto y todos los otros textos escritos antes (sólo se hacen libros sobre otros libros y en torno a otros libros), y está el diálogo entre el autor y su lector modelo"

Esta frase tiene un metadivague ella sola [me podría ir a Carmen Martín Gaite: "Se escribe y siempre se ha escrito (…) al encuentro de un oyente utópico"], porque los blogueros a menudo decimos que "escribimos para nosotros mismos", sin pensar en el lector, pero Eco me va a ayudar a matizarlo. Pongamos que los escritores de best-sellers escriben poniendo todos los ingredientes que harán que sus libros se vendan bien (en aeropuertos, ja), por supuesto que tienen a su lector (sus hordas de lectores!) en mente. Luego están los autores que escriben para pocos, que saben que su "Lector Modelo" no es la gran mayoría (las razones serían interesantísimas de analizar, yo me aventuro a que se aferran a que el suyo es un estilo complejo, con cierta "calidad", de dificil acceso). Luego está lo que hizo Eco, escribir para un lector que aún no existe, y que va a ser creado por el autor. Los absolutos genios son aquellos que saben captar el "zeitgeist", el espíritu de una época y se lo muestran al mundo, que aún no sabía qué quería ese tipo de literatura.

Esto hizo Eco, y se mantuvo en sus principios: por ejemplo, se negó a hacer  más asequibles las cien primeras páginas como le aconsejó su editor porque "si alguien quería entrar en la abadía y vivir en ella siete días, tenía que aceptar su ritmo. Si no lo lograba, nunca lograría leer todo el libro. De allí la función de penitencia, de iniciación, que tienen las primeras cien páginas; y, si a alguien no le gusta, peor para él: se queda en la falda de la colina". 

La clase de lector que él quería es el que se puede tragar ese primer centenar de páginas, el resto -los del aeropuerto- no le interesaban. Ole tú, Umberto: en el fondo nos has definido a esta especie que vendríamos después,  los blogueros sin éxito - algunos porque escriben mal y cosas que a nadie interesa, pero otros porque escriben demasiado, o demasiado esotérico, o demasiado profundo. Cuando decimos que "escribimos para nosotros mismos", en el fondo lo que pensamos es que escribimos para esa lectora que te va a seguir a los mismos sitios a los que tú quieres ir, aunque conlleve riesgos. Da igual que sean pocas y pocos: como Eco, buscamos "cómplices que entren en el juego". 

Nov-ensayo
"El nombre de la rosa" es lo que yo llamo un novensayo (novela + ensayo) y Eco llama "tono didáctico". Lo justifica con que ése era el estilo del cronista medieval, deseoso de introducir nociones enciclopédicas cada vez que mencionaba algo. Yo ya he contado alguna vez que me gustan las novelas que cuentan sus historias a la vez que dan mucha información extra sobre la sociedad, cultura, ideología o el tema que sea (no solo de ballenas vive la mujer, pero si es de ellas, mejor) y en "El nombre de la rosa" se aprende mucho durante las conversaciones -y algún monólogo- entre los personajes de algunos temas: filosofía, política, historia, género humano, amour (!) (ver todo más abajo). 

Solo incluyo una cita del prólogo sobre el momento histórico porque, aunque corría el SXIII, lo podríamos aplicar perfectamente a este 2024 que vivimos en estado de continua perplejidad:
“La juventud ya no quiere aprender nada, la ciencia está en decadencia, el mundo marcha patas arriba, los ciegos guían a otros ciegos y los despeñan a los abismos, los pájaros se arrojan antes de haber echado a volar, el asno toca la lira, los bueyes bailan, María ya no ama la vida contemplativa y Marta ya no ama la vida activa, Lea es estéril, Raquel está llena de lascivia, Catón frecuenta los lupanares, Lucrecio se convierte en mujer. Todo está descarriado”.

Los libros 
Pero la inmensa bibliofilia que destila la novela es mi tema favorito, y seguro que me sentí así cuando lo leí de adolescente. Es precioso ver a Guillermo absolutamente maravillado cuando por fin puede entrar en la biblioteca. Eco dice cosas muy bonitas de los libros en la novela, pero en las apostillas también algo muy sabio: "que los libros siempre hablan de otros libros y cada historia cuenta una historia que ya se ha contado. Lo sabía Homero, lo sabía Ariosto, para no hablar de Rabelais o de Cervantes". Así que su historia sólo podía comenzar con un manuscrito reencontrado.

Los libros representan el saber, y en la pugna con su opuesto, la oscuridad, está también el espíritu de la novela. El saber es mercancía de intercambio en la abadía. Al querer saber, lo llaman lujuria: “para el monje la tentación es la seducción del conocimiento” o “Bencio es víctima de una gran lujuria, y que no es la de Berengario ni la del cillerero, sino la de muchos estudiosos: la lujuria del saber. Del saber por sí mismo”. La ciencia, por tanto, es interpretada como una “acción del diablo” y es usada no para iluminar, sino para ocultar. Guillermo representa las antípodas de ese pensamiento porque él enseña a su discípulo el contraste entre lo observable (o sea la naturaleza, los hechos, la ciencia) y lo inventado, y ataca la ocultación del saber para controlar, el gran tema: 
"El bien de un libro consiste en ser leído. Un libro está hecho de signos que hablan de otros signos que, a su vez, hablan de las cosas. Sin unos ojos que lo lean un libro contiene signos que no producen conceptos y por tanto es mudo quizás esta biblioteca haya nacido para salvar los libros que contiene, pero ahora vive para mantenerlos sepultados".

El miedo
El miedo está muy presente en toda la novela. Los poderosos usan la superstición para controlar ahora y por supuesto, entonces.  Están convencidos de que "el mal existe y de que esto conforta a la gente" [esto aún es así, y en lugar de intentar desentraniar los mecanismos de ese mal para acabar con él, se mira otro lado y se le llama "El Mal", dando soluciones simples a problemas complejos]. “¿Qué les contaremos a los pecadores si quitan el infierno?”, se preguntan en la novela [hoy podría ser cualquiera de esos senuelos que nos ponen para distraer de lo importante]. En realidad, son los inquisidores los que crean a los herejes: si no, se les acaba el chollo [lo de justificar la existencia de tu rol sinsentido vía reuniones vacías vive su máximo apogeo en mi curro, donde hay más gestores que médicas]. Los simples siguen las herejías porque les sugieren la posibilidad de una vida distinta, porque para ellos el infierno existe, ya en la tierra [qué hay más actual que esto?].

Pero como digo, lo que más aterra es el miedo al saber: al final, va todo de ocultar libros para que el resto no sepan. En oposición a estas fuerzas del mal tenemos a Guillermo, que dice cosas como estas: "Nadie nos exige que sepamos Adso. Hay que saber, y eso es todo, aún a riesgo de equivocarse".

La risa
Muy unido al miedo está la risa, porque lo ahuyenta. La risa es mala porque fomenta la duda. Me encantan cuando Eco “se deja ir” y habla de este tema, porque creo fervientemente que vinimos a este mundo a reír. Un día sin risa es un día peor y aprender a reír del absurdo y sobre todo, de nosotras mismas, te da muchos puntos para aquello del “vive y deja vivir”. Incluyo parte del famoso discurso de Jorge en contra de la risa, que describe perfectamente el espíritu de la novela, y el de la tradición judeocristiana, tan llena de calvarios, de culpa, de manolas, de cilicios, y que se comenta a él mismo:
"La risa libera al aldeano del miedo al diablo, porque en la fiesta de los tontos también el diablo parece pobre y tonto y por tanto controlable. Pero este libro podría enseñar que liberarse del miedo al diablo es un acto de sabiduría. Cuando ríe, mientras el vino gorgotea en su garganta, el aldeano se siente amo porque ha invertido las relaciones de dominación. Pero este libro podría enseñar a los doctos los artificios ingeniosos -y a partir de entonces ilustres- con los que legitimar esa invención. (...) La risa distrae por unos instantes al aldeano del miedo. Pero la ley se impone a través del miedo, cuyo verdadero nombre es temor de Dios. Y qué seríamos nosotros criaturas pecadoras sin el miedo tal vez el más propicio y afectuoso de los dones divinos"
La pobreza, vestigios de capitalismo
Eco, que era además de especialista en semiótica era medievalista, invierte muchas páginas en que el lector entienda el momento histórico que vivía la Iglesia con un potencial cisma entre dos de sus facciones (de hecho, hay un encuentro de ambas en la abadía y Guillermo es el "facilitador").

El segundo día por la mañana (Tercia), Guillermo le explica a Adso que en sus respectivos países, Alemania e Inglaterra, la ciudad no está desarrollada como lo está en Italia, donde han comenzado a tener más importancia que el emperador o los reyes. En las ciudades se comercia, se toman decisiones y el verdadero rey es el dinero -mientras que en Alemania e Inglaterra el trueque todavía funcionaba; pero en Italia, son los bienes lo que se utilizan para obtener dinero.
“Así se explica que la rebelión contra el poder se manifieste como reivindicación de la pobreza, y se rebelan contra el poder los que están excluidos de la relación con el dinero, y cada vez que se reivindica la pobreza estallan los conflictos y los debates, y toda la ciudad, desde el obispo hasta el magistrado, se siente atacada directamente si alguien insiste demasiado en predicar la pobreza (...) todo ha cambiado y para ello la abadía tiene que cambiar. Y como hoy este país no se domina con las armas ni el esplendor de los ritos, sino con el control del dinero, se quiere que la abadía -incluida la biblioteca- se convierta en un taller, en una fábrica de dinero”.
Lo diré de nuevo: es todo tan actual. Si pensabas que el sistema económico del medievo era el feudalismo, ya puedes ver brotes de capitalismo ahí. 

En las conversaciones sobre la pobreza, debatían los franciscanos (team-pobreza, no hay más que ver sus túnicas) vs. los benedictinos, que aseguraban que “Cristo tenía una bolsa”.  ¿Era Cristo pobre? ¿Importa?  Me pregunto cuál será la respuesta de un no-católico a la lectura de este libro, supongo que le será mucho más difícil de entender. A mí me tocaban las discusiones político-religiosas de ambas facciones, y tomaba parte, tal vez porque como ex-católica he conocido las incoherencias de la iglesia de cerca, y he visto -cosas que no creeríais- La Oscuridad.

Debate sobre la pobreza:
antes muerta que sencilla


El amor
Es curioso porque dentro de su faceta novensayista, en "El nombre de la rosa" habla mucho del amor, a tenor de la noche de pasión de Adso. No todo iban a ser aburridos debates sobre si Cristo era duenio de la ropa que llevaba. Como las tenía subrayadas del pasado y seguro que me impresionaron en mi primera lectura adolescente, incluyo un par:

“Debes aprender a distinguir entre el fuego del amor sobrenatural y el delirio de los sentidos (...). Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechosa como el amor, pues este penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas”

“el goce, llama, la llama muerte, la muerte abismo, el abismo perdición, la perdición delirio y el delirio pasión”

Adso termina enamorado del amor y dice cuando piensa que no va a volver a ver a su amada: “era como si toda la creación me hablara de ella y deseaba así volver a verla pero también estaba dispuesto a aceptar la idea de no volver a verla jamás y de no unirme más a ella siempre y cuando pudiese sentir el gozo que me invadía aquella mañana y tenerla siempre cerca aunque estuviese por toda la eternidad lejos de mí".

De esta noche voy a vivir toda mi vida, baby

El cuarto día después de completas Adso se pone a buscar en los libro sobre el mal que le aflige, y Eco sigue con su ensayo sobre el amor, vía los libros que lee nuestro protagonista:

“Ibn Hazm describe el amor como una enfermedad rebelde que solo con el amor se cura. Una enfermedad de la que el paciente no quiere curar, de la que el enfermo no desea recuperarse (...) al parecer el amor entra por los ojos y quien padece dicho mal demuestra como síntoma inconfundible un júbilo excesivo y al mismo tiempo desea apartarse y prefiere la soledad, a lo que se suma un intenso desasosiego y una confusión que impide articular palabra… me estremecí al leer que cuando se le impide contemplar el objeto amado el amante sincero cae necesariamente en un estado de abatimiento que a menudo lo obliga a guardar cama y a veces el mal ataca al cerebro y entonces el amante enloquece y delira”.

“Avicena define el amor como un pensamiento fijo de carácter melancólico que nace del hábito de pensar una y otra vez en las facciones, los gestos o las costumbres de una persona del sexo opuesto. No empieza siendo una enfermedad pero se vuelve enfermedad cuando al no ser satisfecho se convierte en un pensamiento obsesivo que provoca un movimiento incesante de los párpados, una respiración irregular, coma y risas y llantos intempestivos y la aceleración del pulso. Para descubrir de quién estaba enamorado alguien, Avicena recomendaba un método infalible que ya Galeno había propuesto: coger la muñeca del enfermo e ir pronunciando nombres de personas del otro sexo hasta descubrir con qué nombre se le aceleraba el pulso. El remedio que Avicena sugería era unir a los amantes en matrimonio con lo cual el mal estaría curado en breve”.

En resumen = me encantó
Y volví a tener el corazón a mil al leer la última escena:
qué más se puede pedir a una relectura?
A veces creo que Eco puso todos los ingredientes en la olla para que “El nombre de la rosa” fuera tan importante para mí: es mucho más que una novela de detectives, pero tiene una intriga magistral -pero como hemos dicho quien vaya solo a por eso no podrá con el resto, porque lo que tiene es múltiples digresiones (divagues!) sobre lo divino y lo humano. 
Tan espectacular es el final que, pese a conocerlo tan bien, en la escena última de la biblioteca me ocurrió algo inusual leyendo -pero que este año la he experimentado dos veces, la otra al final de Ripley-:  palpitaciones. Todos sus temas subyacentes siempre me han interesado -como he ido explicando.  Es prácticamente una "novela de campus": encierra a sus personajes en una abadía -ambiente más opresivo solo se encuentra en manicomios victorianos los páramos de Yorkshire- en un contexto histórico que me encanta, el medievo (dame más oscuridad, superstición, brujas!). Y no puedo estar más de acuerdo con su filosofía, en decadencia en el mundo en que vivimos. Por ello termino con una de las citas que la resume, y a la que le tengo particular cariño porque me la encontré copiada - entre pegatinas de “Intsumisioa” y “A's” encerradas en círculo- en una de las páginas de la carpeta clasificadora de un chico alto con el que por entonces empezaba a salir. 
"Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia y a veces en lugar de la propia. Quizá la tarea del que ama a los hombres consiste en lograr que estos se rían de la verdad, lograr que la verdad ría, porque la única verdad consiste en aprender a liberarnos de la insana pasión por la verdad".
Nelson Mandela dijo aquello de "no hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado, para darte cuenta de cuánto has cambiado tú”. Me ha encantado volver a este libro tantos años después y comprobar que, sin importar lo que yo haya cambiado,  mi pasión por él -y las ideas que aprendí de él- sigue igual.