En un ensayo sobre Drácula que leo hablan de la novela de Stoker como un ejemplo de "Literatura de Invasión", género que comenzó hacia 1871, con "La batalla de Dorking" (de George Tomkyns Chesney) y duró hasta la Primera Guerra Mundial (o más). Parece que esta primera novela, en la que una entidad extrajera que hablaba alemán invadía la isla, devastándola, tuvo una gran influencia a nivel sociológico. Pensábamos que a los ingleses su actitud brexitera, "el continente aislado", etc les venía de su cacareado pasado imperial (bostezo), pero a saber si esto fue una influencia más. Una de las más famosas obras de este género, esta vez de ciencia ficción es "La batalla de los mundos" de H.G. Wells (1898), "Cuando vino William", de Saki o "Los 39 escalones" de John Buchan.
Alemanes, franceses, espías, seres sobrenaturales, todos amenazaban al Imperio Británico. Malos muy malos, pero nadie tan malo ni diabólico como Drácula, otro de esos seres fantásticos que invadían la isla desde el continente, en este caso desde el aún más misterioso este, Rumanía.
Así que cuando se publicó la novela de Stoker en 1897, el público estaba bien familiarizado con este tipo de literatura. Además, la década de 1880-1890 es en la que se establece la teoría de los gérmenes como contribuidores de patología. Recordemos que antes ni los cirujanos se lavaban las manos de operación en operación. Cuando la "Gripe Espaniola" (erróneamente llamada así, Espania era neutral en la guerra y no censuró la prensa, mientras que en UK, US, etc no se habló para no tocar la moral-eso lo explican en el párrafo 13 en adelante de este artículo) de 1918, en Zamora lo que hicieron fue organizar una novena para luchar contra la enfermedad, con resultados catastróficos, claro. Eso lo sabemos ahora: pero a finales del SXIX, era cuando Robert Koch descubrió el Bacilo de su nombre, causante dela Tuberculosis, o Pasteur estaba desarrollando vacunas que salvarían la vida a tantos.
En el grupo que lucha contra Drácula hay nada menos que dos médicos, porque la novela está plagada de simbolismos, y Drácula es La Enfermedad. Algunos autores han identificado al conde con infecciones específicas, porque se transforma en animales típicamente transmisores de enfermedad: como la rabia (no es a ratos un lobo?), la peste (la Yersinia Pestis, transmitida por ratas, otro típico animal en el que se transforma), el coléra (Vibrio Cholerae, aguas contaminadas), la sífilis (quien haya visto la peli de Coppola sabrá de lo que hablo), la tuberculosis (palidez, "estar consumida", típicas características de los vampiros y los vampirizados), e incluso su transformación en niebla, simbolizando aire contaminado . Enfermedades que se transmiten por contacto, y que pueden ser metáforas de otros miedos de la época, como la inmigración, especialmente del este.
Es curioso estar leyendo esto en los tiempos del covid. El inefable presidente del los EEUU y, sin ir tan lejos, algunos políticos más cerca se refirieron al virus como "eso que viene del extranjero" o "mis defensas españolas lucharán contra él". Ja. El miedo a la inmigración ya lo teníamos de antes, pero ahora el virus nos ha dado el tortazo: esto no se arregla levantando muros, sino tendiendo puentes. Somos tan débiles como nuestro eslabón más débil, dijo alguien. Esto me da cierta esperanza: igual que hace un siglo se hicieron tuberías y desagües para los pobres, no por caridad cristiana, sino para evitar que a los ricos les salpicase, igual hoy esto pueda ser la motivación para que nos pongamos a que en todos los sitios haya una sanidad decente: no por justicia, sino para que no nos salpique.
Y hablando de salpicar, tuberías y desagües, esto me lleva a "Carne Cruda", el programa de radio independiente que os recomiendo. Hoy, al ver su entrada promoción del programa en Instagram me he echado a llorar: imágenes de los campos de chabolas de los que recogen la fruta en el sur de nuestro país, en Huelva, concretamente. Y es que la idea de tener en mis manos unos tomatitos cherries, de esos que consumo todos los días, del Tesco, "Product of Spain", se me ha hecho insoportable. De verdad soy tan ingenua o imbécil, como para no haberme nunca molestado en ver las condiciones de esta gente? Sí, claro, los de izquierdas siempre con la cantinela de que los derechos, y tal. Pero acaso imaginaba yo que esta gente vive sin tuberías que desagüen sus heces, sin agua corriente, en favelas de las que hemos hablado con horror, pero siempre refiriéndonos a Brasil, a Sudáfrica, esos países lejanos? Ahora resulta que los tomatitos tipo "Piccolo" de la gama "Finest" de un supermercado medio de UK son cogidos por personas que nos atrevemos a tener en esas condiciones, y algunos, aún peor, a identificar como La Infección.
La Infección somos nosotros. Poco nos pasa.