No les pasa a otros blogueros que en diversas situaciones de la vida 3D, quien dice una cena, dice el pasillo del trabajo, cuand se plantea un tema ya manido te dan ganas de decir "esto lo divagué yo aquí"? (y darles el enlace). Siguiendo esta serie de "relaciones", me veo obligada a divagar sobre el matrimonio para, de ahora en adelante, referir a la gente aquí. Y eso que una va teniendo una edad, y ya el tema casi no ha lugar, pero en el pasado... La que recuerdo con más claridad fue hace
años, cuando todo el mundo se estaba casando-y yo aún no tenía blog-, y un primo del Peda me
preguntó por nuestras razones para no hacerlo. Recuerdo escribirle un
mail pormenorizado, que es una pena se haya perdido, porque podría cortar y pegar y me
saldría el divague. Lo que recuerdo es que el primo, entre nosotros, -para qué falsas modestias-, no estuvo a la altura cuando contraataqué con el "por
qué te casas tú". Porque sigo soltera.
Históricamente, el matrimonio ya no parece una institución (déjenme citar a Groucho: "una gran institución. Si usted quiere vivir en una institución") muy amigable para las mujeres. Y hay muchas teorías (algunas según las culturas) sobre su origen: que si para asegurar la legitimidad de sus hijos a los hombres, para tener la exclusividad sexual, para institucionalizar el acceso -limitado-a las mujeres fértiles... Parece ser que en la época antigua, el matrimonio ocurría solo entre ricos y poderosos, porque se trataba de asegurar que la riqueza era transmitida y se quedaba en los mismos grupos (suena de algo?). A partir del SXII las mujeres tenían que tomar el nombre del marido (una posesión más). Para más detalles históricos (que a mí me va a salir un salpullido si sigo), hagan google o miren el esquema de al lado.
No hay duda de que el matrimonio ha sido y sigue siendo una institución machista. ha servido para controlar a las mujeres y, hoy en día, en nuestra cultura, para desmotivar a la independencia. Esto afecta a mujeres en todo el arco social: desde aquellas que ganarían tan poco que "total, para esto, mejor me quedo en casa porque con lo que pagaríamos a una canguro..." hasta aquellas Barbies que se casan con un ex-Beatle y luego esperan millones por haber quitado las babas (digo convivido) tres años con el Abuelito Universal.
Al final, tenemos lo mismo: o una mujer pobre no cualificada (como su marido) pero que se queda en casa y cuando el amor salta por la ventana, se queda colgada, o una recauchutada cuyo futuro consiste en contárselo a una revista que la pobre que se quedó en casa comprará. Dos modelos de mujer que no quiero que siga mi hija.
Al final, tenemos lo mismo: o una mujer pobre no cualificada (como su marido) pero que se queda en casa y cuando el amor salta por la ventana, se queda colgada, o una recauchutada cuyo futuro consiste en contárselo a una revista que la pobre que se quedó en casa comprará. Dos modelos de mujer que no quiero que siga mi hija.
Y hablando del "amor que salta por la ventana", el matrimonio es también una institución mentirosa. Alguna gente se casa... por amor!!!! Y lo creen! Qué necesidad hay, si de verdad quieres a alguien, de hacer un potlach en el que eres patético rey/reina por un día? Un día en el que has de representar el "papel de enamorado" ante un publico ávido de ñoñería, con humillantes documentos gráficos para la posteridad mirándote a los ojos, o de carnaza "que se besen, que se besen!", o yo que sé.
Pero desde el feminismo no todos los frentes están tan claros. Por ejemplo, cuando se habla de los derechos a que las mujeres sean curas-o
incluso obispas, en el UK-, siento decir que mi activismo habitual con
los temas de género se queda por un lado adormilado. Para mí, con la
iglesia, cuanto peor, mejor. Cuanto más machista e irracional, un pasito más.
Luego surge el tema del matrimonio gay, y me pasa algo parecido: no es que tenga nada en contra de que los gays vivan en pareja y tengan los mismos derechos
fiscales y universales que los heterosexuales, sino por el tema
"matrimonio". Estoy en contra del matrimonio.
Hace unos días Suzanne Moore publicó un artículo en The Guardian, en el que explicaba mucho mejor que yo lo que piensa del matrimonio gay. No por gay, sino por matrimonio. No hay que darse palmaditas en la espalda porque ellos y ellas se puedan casar... el matrimonio no es una institución basada en la igualdad, más bien al contrario. Todos los estudios muestran que el matrimonio sigue siendo mejor para los hombres (viven más casados, las mujeres menos), y cuanta más independencia económica tienen las mujeres, más piden el divorcio. Algunas parejas siguen juntos tras los años porque realmente esa pasión inicial se ha transformado en algo muy chulo (de lo que hablábamos ayer, "Aún me
interesas, me estimulas, me ayudas, me consuelas y te importa a medida que
cambio y crezco? Y te intereso, estimulo, ayudo etc a ti?”), pero la mayoría, seamos realistas, han sido "domesticados en la monogamia", siguen juntos "por los niños", o por miedo al cambio, o por pavor a estar solos, o porque son una berza.
El matrimonio es un contrato sobre la propiedad. En lugar de extender esta peste a todos, no deberíamos buscar un mundo donde el control del más débil, la promoción de la dependencia, y la deshonestidad contigo mismo y con el otro sean algo contra lo que luchar? Queremos seguir perpetuando una tradición machista y mentirosa? Sí, quieres?
"No, No quiero".
"No, No quiero".