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11 junio 2020

Rosa María Sardá y Michelle Obama: mensajes en una botella

Me he quedado muy triste cuando me he enterado de la muerte de Rosa María Sardá. Sabía que estaba enferma y hace poco (pero quién sabe cuándo, ahora que pasa el tiempo tan extraño) escuché una entrevista en la radio a propósito de un libro, y noté que hablaba distinto, y luego vi en internet trozos de su entrevista con Évole, y se me partió el corazón: "el cáncer siempre gana". No es así, querida Rosa María: hay gente que afortunadamente se cura, cada día más, hay gente que no, pero lo que tengo claro, como tú, es que nada tiene que ver la fortaleza personal ni las oraciones: tiene que ver con el tipo de cáncer, cuándo se deja encontrar, la terapia de turno, y esas cosas que si logramos desentrañar será estudiando. Nada que ver con la voluntad. 

La Sardá, como Mary Santpere, me recordaba a la Yaya, a la que también le gustaba mucho. Para mí, verla ya me hacía reír: "No te beso que estoy sudada", no recuerdo en qué peli lo decía. O en "Ahí te quiero ver", bajando por las escaleras como al presentadora más nosequé de la televisión mundial, los grandes sketch con Honorato: "tómate el yogur, Honorato, es bueno para tu tránsito intestinal". 



Hace unos años, escuché una entrevista a su hermano Xavier, en la que él presentaba un libro de memorias. Me quedé impactada, lo debí comentar a la cena y el Peda, que justo viajaba entonces a la península, me lo trajo. Se titula "Mierda de infancia", y nunca me hubiera visto yo en semejante: leyendo un libro de memorias de un tío que sale en la tele. Pero ya que lo tenía aquí, dale. Y confirmó lo que había esbozado en aquella entrevista: Rosa María había sido la "madre" de un montón de hermanos pequeños (entre ellos Xavier) al fallecer la verdadera. Ella les había educado, querido, y desde muy joven, salido a trabajar en una casa que no sobraba nada. Aparte de la cómica que me encantaba por las risas y su acento, esto hizo que la quisiera un poco más. 

Es curioso cómo se quiere a alguien en la lejanía, alguien que nunca sabrá siquiera que existes, pero que te ha hecho reír, sentir, pensar. Nos pasa con escritores, con músicos, con actores, y a mí me pasaba con Rosa María, y también con otra persona que no es nada de eso, pero con quien me quedo boquiabierta solo de verla: Michelle Obama. 

Poca gente es más carismática que Michelle. Hay un documental sobre ella, "Becoming", que es la clase de peli que yo siempre quiero que Mini vea: mujeres fuertes, luchadoras, buena gente. Así que tras algo de persuasión, hemos logrado ver el documental los tres juntos. Solo he hecho confirmar todo lo que pensaba de Michelle. Sus tablas, su naturalidad: está hablando frente a 15.000 personas y da igual. Y no es solo su confianza, es que transmite que es amable, que es vulnerable, que realmente cree en la esperanza de la que habla. 

Ha sido especialmente emocionante para mí ver este docu en estos momentos, tras el asesinato de George Floyd. He tenido que disimular varias veces porque Mini encuentra patético que yo sea tan llorica. Pero es que a mí esto me hace llorar, el pensar en lo que está pasando y en Trump en La Casa Blanca. 

En el docu ves a toda esa gente ilusionada (yo podría ser una de ellas) haciendo fila para que Michelle les firme su libro y ella, interesándose por cada persona, cogiéndoles de la mano y no importa que haya una cámara, el espectador sabe que eso no es impostado.

Luego además dice cosas como que no iba a permitir que los camareros de la Casa Blanca siguieran en smokings. "Mi tío podría ser uno de ellos", dice, "no quiero que mis hijas crezcan pensando que esto es lo normal, que los negros sirven a los blancos en smokings". Y la Casa Blanca no la cambió: sigue hablando de sus antepasados esclavos, y su abuelo o su padre, que no pudieron salir del agujero. Por ser negros de la clase trabajadora. 

Pero pese a reconocer toda esa injusticia sistémica, también da responsabilidad a las chicas y los chicos jóvenes. En su colegio la orientadora le dijo "que estaba apuntando demasiado alto" queriendo ir a Princeton. No hizo caso, y su discurso es ese "no hagas caso, chica negra, latina, pobre... tira para adelante"  viene de ahí.



Esta es una carta en una botella que nunca les llegará. Con gratitud, admiración y corazón. Pero una carta en una botella siempre llega a alguien, y si has llegado hasta aquí, es para ti. 


9 comentarios:

  1. Las dos comparten eso que que no sé describir... el "gancho". Y eso, ay, querida... Gracias, reina mora, no dormir pero encontrar esto es menos no dormir.

    Carmen

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  2. ¿Donde está el documental de Michelle Obama, Di?

    A mí me dan ganas de llorar solo de pensar en que a Obama (con todos sus errores) le ha sucedido ese engendro de ser.

    Mis hijas y yo somos muy fans de Michelle desde siempre, ¿la has visto en el Carpool con James Corden o con Jimmy Fallon? Es lo que tú dices que es natural y que te la crees.

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  3. Darlings! Gracias: está chulo compartir esto (q es un proper "divague" q no debería salir de mi cabeza) y q os guste, o q sea una especie de melatonina, CARMEN :)

    MO, está en Netflix y se titula "Becoming". Es de la gira q hizo con su libro, yo hubiera querido más de su pasado, hay un poco, e igual mucho de "ese cinturón está muy alto" (aunque ahí tb ves un poco a la persona).

    No, no he visto en lo q comentas, si tines un enlace fácil, nos lo pones aquí please?

    Pienso en una firma de libros q fui ahí con mi librito con una autora q fue una "diva" (con mis respetos a la Diva q antes habitaba esta blog), y la comparo con Michelle y vamos...

    Uno de mi curro es amigo de uno q trabajaba en el Labour Party y estuvo hace anios con los obama en Downing St... dijo q son altísimos, como una fuerza de la naturaleza y q salían a fumar al patio como desesperados! (no sé si esto es un secreto).

    DEntro del "gancho" q tiene Barack, yo creo q ella se lo come... como dice CARMEN, su gancho es aún mayor...

    Muxus my lovelies

    di

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  4. Aquí la tienes en el carpool con James Corden era todavia primra dama y solo conducen dentro de la Casa Blanca por motivos de seguridad pero es genial. Da tan buen rollo.

    https://www.youtube.com/watch?v=ln3wAdRAim4&list=RDln3wAdRAim4&start_radio=1&t=0

    Y aquí, bailando con Jimmy Fallon. Con Jimmy Fallon tiene un montón muy divertidos, los puedes buscar en you tube.

    https://www.youtube.com/watch?v=_qWuOtP9eZE

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  5. MO< no conocía estos videos y me han encantado.. el primero es genial. Se lo he pasado a Mini para q vea q no soy la única madre que hace el ridículo animando el Sports Day :):):) Go girl!!!!!

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  6. Gracias por lo que me toca.

    La carta ha llegado a mis manos, mis ojos y mi corazón.

    Yo también soy fan de las.

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  7. Me pasaba con la Sardá como con mucha gente aparentemente muy segura de sí misma, que de entrada, como me asustan un poco, me echan para atrás. Pero le reconozco el ser una tía muy valiente, muy buena actriz, graciosa como pocas. Aunque es matizable lo de que al cáncer no se le vence (como bien dices tú) es de agradecer que se atreva a decirlo. Metidos hasta las trancas en este mundo nuestro donde los logros personales lo son todo, luchar y vencer al cáncer es un logro más que deja en no sé qué lugar a quien no lo consigue. Tampoco la alegría ayuda, ni perjudica la tristeza, estoy segura. Ni al revés. Madres de niños pequeños como la mía murieron de cáncer cuando lo que más querían era ganar esa "batalla" que no lo es.
    Así que olé por ella y por decir lo que mucha gente piensa y no parece correcto decir.
    Besos

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  8. Apuntado queda ese documental de Michelle en Netflix. Muy fan yo también de los Obama. El otro día, con lo de George Floyd, salió un momento Obama hablando y a mí también me dieron ganas de llorar: ¿en qué cabeza cabe que los americanos prefieran a ese payaso naranja maléfico e inculto en lugar de a esta pareja? Algo va muy mal en el mundo, en serio.
    Sobre la Sardá, os diré que tengo algo de "insider information" (mi primo era muy amigo de ella) y parece que tenía un small-cell cáncer (lo mismo de lo que murió mi padre). Como sabréis los del gremio, a día de hoy poca gente se salva de este tipo de cáncer, de modo que no me extraña que dijera que "siempre gana".

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  9. Hola darlings, es sábado desde el balconete soleado, tras una semana gris y lluviosa. Qué felicidad el sol y qué lugar común.

    Anónima de las 13:14, gracias a ti, y cómo me alegro q te haya llegado.

    Y MARISA, escuché un trozo de aquella entrevista y dijo algo así como q "tenía q tomar una decisión", refiriéndose a dejar de seguir el tratamiento q la estaba matando mientras intentaba salvarla. De nuevo, una lotería, hay gente q reacciona bien, otra q lo sufre muchísimo (como el covid, hay gente q no lo nota y otros se mueren). Me gusta tu reflexión y yo la extrapolo a una especialidad en lo q todo es mucho más etéreo, pq aún "no se ve", la salud mental. AHí abundan el "luchar contra la depresión/anorexia/etc" (esto ya lo explicó MO en su libro muy bien). Como si se pudiera, así levantarte una maniana y decir "venga, ya vale de bobadas". Si son bobadas, claro q sí, pero si es una enfermedad mental, no. Volviendo a Sardá, hay q ver su entrvista con Evole... qué lucidez.

    Y lo q nos cuentas ELENA lo explica todo... hay cánceres salvajes y a día de hoy, poco hay q hacer. Cada día sabremos mejor cómo tratarlos, y tal vez si tu padre y Rosa M. hubieran nacido 100 anios después, habría tenido cura... pero seguro q los dos querían vivir como tanta gente q tiene la suerte de salvarse.

    Pese a este tono triste, acabo de empezar un libro muy optimista, q os contaré cuando lo termine. Se titulad "Kumankind" de Rutger Bregman. LO necesito!

    HUgs

    di

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