Mis amigos
los Iratis lo han tenido desde que recuerdo en su estantería, y cada vez que iba
a su casa y, en mi revisión habitual me lo encontraba y les preguntaba por él,
Marisa me decía "es uno de esos libros que siempre se me ha
atragantado". Más tarde, en un divague titulado ¿Cuáles son los
tres libros que más te han influido?, el divagante Justanotherspy
, lo citó como uno de sus tres. Lo compré hace unos meses, y este mes de Junio,
por fin, he leído "Bella del Señor", de Albert Cohen.
Cuando divago sobre libros, suelo seguir una técnica: primero vuelvo a mis subrayados, encuentro temas subyacentes, copio las frases que me han provocado, llegado, las que me han hecho pensar, las que hubiera querido haber escrito yo, las que formalmente me agitan ("Fulguraciones" que dice NáN), y algunas las suelo incluir. Ese proceso me ayuda a metabolizar el libro, a repensarlo, a aprender. Pocas cosas hay tan chulas como ir a la estantería, coger un libro amado, y mirar algún subrayado, así de pasada (luego la olla express ya ha pasado los 10 minutos, o lo que sea se ha quemado, pero esa es otra historia, en concreto la de mi vida).
Pero divago: todo el párrafo anterior para explicar que me siento paralizada ante la idea de escribir sobre "Bella del Señor". Es imposible intentar fijarlo con alfileres como otros libros: me declaro derrotada. Albert Cohen escribió una novela tan inmensa, compleja, con tantas variaciones, usando tantos recursos, que no podría más que ponerme a empezar una serie.
Los temas subyacentes no son demasiados, tal vez: la seducción, el amor, el deseo, su evolución, su saciedad, su hartazgo, la obsesión por atrapar lo inatrapable. Nunca he leído tanto sobre el amor en una novela, casi parece un ensayo a tramos. Esa historia de amor que reta, que confunde, que cabrea, que aburre, está enmarcada en la Suiza de 1936. Solal, uno de los protagonistas es un judío rico, que a manejar dinero es a todo lo que puede aspirar: increíble insight en lo que debía ser ser judío en la Europa de la época. La heroína, Ariane, es una aristócrata que se casó por debajo de su cuna pero, pese a tratarse de dos personajes en principio privilegiados, la novela no se lee como quien ve un retrato al óleo de la clase dominante de una época. A su manera, ambos son marginados, y hasta qué punto más adelante, presos en la cárcel del amor.
"Bella del Señor" tiene imágenes que impactan como hacía tiempo que no me chocaba algo. Es tan profundamente pesimista, escéptica, nihilista, que tal vez se pueda entender con esta frase, que lo representa. Frase que por otro lado ahora no puedo encontrar, porque son 624 páginas de una densidad apabullante, muchos párrafos de monólogo interior sin un punto ni una coma, inmisericorde. La idea es, combinada con ese negativismo que acompaña a Solal en su visión del mundo que le hace ver a la gente como sus futuros cadáveres, la de pensar en lo ufanos que caminamos, sin darnos cuenta que los árboles con los que construirán nuestros ataúdes están probablemente ya sobre la tierra.
Si esta idea perturba, preparénse. Tal vez debería aclarar que una de las cosas que Cohen hace mejor es hacer sentir al lector. Para empezar, aburrimiento: hay un capítulo eterno en el que una familia espera a uno de los protagonistas a cenar. Y no llega. Y se extiende, y realmente parece que Cohen lo está contando en tiempo real, y que estás sentado junto a ellos. Te parece increíble que lleve tantas páginas, y pasas hasta el final del capítulo y… quedan otras tantas más! de estar sin moverte, toda exasperación y nervios de una espera, y te sientes de una manera muy similar a cómo se deben estar sintiendo los personajes. También te aburres algunos ratos cuando los enamorados se están aburriendo de su amor. Y se esfuerzan, e inventan nuevas estrategias para avivar una llama que se está apagando, y te sientes aislado con ellos, un Voyeur que ya forma parte de la pareja y su soledad, y su prisión.
Luego está la risa. Cómo puede una novela ser aburrida, trágica y a la vez, de lo más divertido que he leído nunca. Hay algunos grupos de personajes, los familiares judíos de Solal, y los suegros de Ariane que son absolutamente hilarantes, de reírse en alto, de partirse, de tener que ir a buscar a alguien para contarles la última frase.
Una gran parte de su comicidad viene por la extrema ironía con la que está escrito. Tanto es así que, no me extraña que al principio de la novela gente muy lectora como Marisa la dejen. Cuesta unas cuantas páginas establecer que esas frases barrocas, churriguerescas, son de hecho irónicas, y luego recorren la novela. Formalmente, impacta. La habilidad de Cohen con todos los registros es pasmosa, y el lirismo con el que habla del amor en muchos momentos desarma.
La descripción de los personajes, aquello tan antiguo de bucear en el alma humana, a fondo, es magistral. No hay un solo personaje positivo, pero desde la mediocridad fastuosa del marido de Ariane hasta los monólogos de la criada, pasando por la inteligencia derivada a delirio de Solal, hay que descubrirse y, una vez más, decirle adiós a las ansias de escribir. Cohen es uno de esos escritores colosales que nos las quitan, que dejan cualquiera de las recientes actualidades que he leído a la altura de estudiantes aún en la tesina. Pero no es un libro para todos, es una novela que exaspera, que deprime, que te eleva... es para los que aman las sensaciones fuertes.
Me siento extraña por la desestructuración de este divague, podría ser un “Desmontando Belladelseñor”, me ha salido como algunos de los capítulos de la novela, y apenas sé lo que he escrito. Me conformaría con haber llegado a la suela del zapato a Cohen en aquello de crear emociones fuertes en el divagante, para el que la suerte está echada, ya que algo se le está revolviendo dentro: “He de encontrarlo ya” o “No tocaré ni su tapa jamás”. Abro al azar, para terminar con un subrayado, y ahí va:
Cuando divago sobre libros, suelo seguir una técnica: primero vuelvo a mis subrayados, encuentro temas subyacentes, copio las frases que me han provocado, llegado, las que me han hecho pensar, las que hubiera querido haber escrito yo, las que formalmente me agitan ("Fulguraciones" que dice NáN), y algunas las suelo incluir. Ese proceso me ayuda a metabolizar el libro, a repensarlo, a aprender. Pocas cosas hay tan chulas como ir a la estantería, coger un libro amado, y mirar algún subrayado, así de pasada (luego la olla express ya ha pasado los 10 minutos, o lo que sea se ha quemado, pero esa es otra historia, en concreto la de mi vida).
Pero divago: todo el párrafo anterior para explicar que me siento paralizada ante la idea de escribir sobre "Bella del Señor". Es imposible intentar fijarlo con alfileres como otros libros: me declaro derrotada. Albert Cohen escribió una novela tan inmensa, compleja, con tantas variaciones, usando tantos recursos, que no podría más que ponerme a empezar una serie.
Los temas subyacentes no son demasiados, tal vez: la seducción, el amor, el deseo, su evolución, su saciedad, su hartazgo, la obsesión por atrapar lo inatrapable. Nunca he leído tanto sobre el amor en una novela, casi parece un ensayo a tramos. Esa historia de amor que reta, que confunde, que cabrea, que aburre, está enmarcada en la Suiza de 1936. Solal, uno de los protagonistas es un judío rico, que a manejar dinero es a todo lo que puede aspirar: increíble insight en lo que debía ser ser judío en la Europa de la época. La heroína, Ariane, es una aristócrata que se casó por debajo de su cuna pero, pese a tratarse de dos personajes en principio privilegiados, la novela no se lee como quien ve un retrato al óleo de la clase dominante de una época. A su manera, ambos son marginados, y hasta qué punto más adelante, presos en la cárcel del amor.
"Bella del Señor" tiene imágenes que impactan como hacía tiempo que no me chocaba algo. Es tan profundamente pesimista, escéptica, nihilista, que tal vez se pueda entender con esta frase, que lo representa. Frase que por otro lado ahora no puedo encontrar, porque son 624 páginas de una densidad apabullante, muchos párrafos de monólogo interior sin un punto ni una coma, inmisericorde. La idea es, combinada con ese negativismo que acompaña a Solal en su visión del mundo que le hace ver a la gente como sus futuros cadáveres, la de pensar en lo ufanos que caminamos, sin darnos cuenta que los árboles con los que construirán nuestros ataúdes están probablemente ya sobre la tierra.
Si esta idea perturba, preparénse. Tal vez debería aclarar que una de las cosas que Cohen hace mejor es hacer sentir al lector. Para empezar, aburrimiento: hay un capítulo eterno en el que una familia espera a uno de los protagonistas a cenar. Y no llega. Y se extiende, y realmente parece que Cohen lo está contando en tiempo real, y que estás sentado junto a ellos. Te parece increíble que lleve tantas páginas, y pasas hasta el final del capítulo y… quedan otras tantas más! de estar sin moverte, toda exasperación y nervios de una espera, y te sientes de una manera muy similar a cómo se deben estar sintiendo los personajes. También te aburres algunos ratos cuando los enamorados se están aburriendo de su amor. Y se esfuerzan, e inventan nuevas estrategias para avivar una llama que se está apagando, y te sientes aislado con ellos, un Voyeur que ya forma parte de la pareja y su soledad, y su prisión.
Luego está la risa. Cómo puede una novela ser aburrida, trágica y a la vez, de lo más divertido que he leído nunca. Hay algunos grupos de personajes, los familiares judíos de Solal, y los suegros de Ariane que son absolutamente hilarantes, de reírse en alto, de partirse, de tener que ir a buscar a alguien para contarles la última frase.
Una gran parte de su comicidad viene por la extrema ironía con la que está escrito. Tanto es así que, no me extraña que al principio de la novela gente muy lectora como Marisa la dejen. Cuesta unas cuantas páginas establecer que esas frases barrocas, churriguerescas, son de hecho irónicas, y luego recorren la novela. Formalmente, impacta. La habilidad de Cohen con todos los registros es pasmosa, y el lirismo con el que habla del amor en muchos momentos desarma.
La descripción de los personajes, aquello tan antiguo de bucear en el alma humana, a fondo, es magistral. No hay un solo personaje positivo, pero desde la mediocridad fastuosa del marido de Ariane hasta los monólogos de la criada, pasando por la inteligencia derivada a delirio de Solal, hay que descubrirse y, una vez más, decirle adiós a las ansias de escribir. Cohen es uno de esos escritores colosales que nos las quitan, que dejan cualquiera de las recientes actualidades que he leído a la altura de estudiantes aún en la tesina. Pero no es un libro para todos, es una novela que exaspera, que deprime, que te eleva... es para los que aman las sensaciones fuertes.
Me siento extraña por la desestructuración de este divague, podría ser un “Desmontando Belladelseñor”, me ha salido como algunos de los capítulos de la novela, y apenas sé lo que he escrito. Me conformaría con haber llegado a la suela del zapato a Cohen en aquello de crear emociones fuertes en el divagante, para el que la suerte está echada, ya que algo se le está revolviendo dentro: “He de encontrarlo ya” o “No tocaré ni su tapa jamás”. Abro al azar, para terminar con un subrayado, y ahí va:
"Absurdo,
pero el amor estaba echado y había que beberlo" (...)
P.S., 4 años después: el divague de "Comeclavos", el segundo de la saga "Los Esforzados" (al que pertenece "Bella del Señor") lo tenéis aquí.
Lo intentaré...pero no prometo nada.
ResponderEliminarSi eres fan del flippling "Señor de los anillos", esto será un paseo...
ResponderEliminarMe voy a buscarlo: hace tiempo que no me siento así como cuentas leyendo. Gracias!
ResponderEliminarCambio la espléndida frase final por:
ResponderEliminarEl veneno estaba encuadernado y hay que beberlo.
No sé cómo lo encajaré entre todo lo programado para estos dos meses, pero sé que empiezo mañana a beberlo a sorbitos. Tengo un plan fastuoso para estos dos meses (por si alguien no lo sabe, estoy jubilado). Han terminado mis estudios de idiomas, los talleres literarios repletos de lecturas y análisis de las formas, así que me puedo permitir un programa de shock.
Cada nuevo escritor (para un lector, porque lo pueden conocer ya millones de personas) que ha trabajado la forma de transmitir, es como una nueva forma de ver en el mundo, de conocer con algo más profundidad una parte del mundo.
Tengo la intuición de que te estaré agradecido por esa nueva forma de ver.
(tocas tantos temas que dejo algunos en el aire y no me alargo).
Gracias por la reseña. Ni lo intento.
ResponderEliminarBuen post.
Como esto está desértico-erialista, entro al trapo de por qué este libro aperezaba en la biblioteca del los Irati, pero luego lo lees tú y te pone a 160.
ResponderEliminarJoh Barth, del que en el último mes me he comido dos platos y en este julio me voy a comer otros dos, escribió en 1980 un artículo esclarecedor que tradujo una revista literaria que entonces leía yo puntualmente. Termina así uno de los párrafos:
«Como el escritor ruso Jevjenig Zamajatin ya decía en los años veinte [en el ensayo Sobre literatura, revolución y Entropía]: "El mundo de Euclides es muy sencillo, y el de Einstein muy difícil; no obstante, ahora es imposible volver a Euclides".».
Lo que esto quiere decir, con respecto al tema, es que los autores que escriben queriendo penetrar en el complicado mundo en el que vivimos desde el siglo XX, para ser Grandes, deben encontrar nuevas formas de contar y explicar ese mundo. Las tranquilas y maravillosas novelas del Realismo decimonónico nos siguen proporcionando un placer enorme ... y fácil. Son monolineales, describen todo a la perfección, los sentimientos y pensamientos los captamos a la primera lectura. Pero los modos nuevos con los que algunos Gigantes nos cuentan lo nuevo nos obligan a hacer un gran esfuerzo: todos los grandes del siglo XX y principios del XXI exigen la complicidad y el esfuerzo del lector.
Hace unos días se produjo el 50 cumpleaños de la aparición de Rayuela. En aquel tiempo, la novela fue rechazada por una mayoría de los lectores, pero ahora la puede leer con facilidad un adolescente avispado de 17 años, entendiéndola perfectamente.
La primera exposición de los Impresionistas fue un fracaso: se rieron y burlaron de ellos, pero ahora cualquier gran exposición de un impresionista es vista con placer por masas de gente.
La pregunta del millón es: ¿es necesario leer a Joyce, Kafka, Proust...? En absoluto. Miles de epígonos han aprendido los “necesarios trucos” y los usan en dosis homeopáticas en libros sencillos. Es decir: todos estamos leyendo a esos autores (o sea, usando sus “nuevos modos de ver”) aunque nunca hayamos tenido en las manos un libro suyo.
¿Conviene entonces hacer el esfuerzo de interpretar, con una atención especial, cuaderno, bolígrafo, lápiz de subrayar y paseos dedicados a repensar? Desde luego, no vamos a ser mejores por eso, ni más cultos, guapos, simpáticos o atractivos. Pero a mí, personalmente, me compensa el esfuerzo de meterme y orientarme por territorios desconocidos: saber que “ya he estado ahí”. Ser de los que mastican comidas difíciles, en lugar de tomarlas enlatadas y bien explicadas.
O sea, he cogido el libro de la estantería en donde lo dejó Ardilla, después de leerlo con sumo placer, en 1987.
Estoy respndiendo a estos comentarios varios años después, lo sé, pero qué le voy a hacer si no he llegado al post hasta ahora. Me ha encantado tu explicación, NáN, sobre que no es posible volver atrás en literatura y que leemos a Proust y Kafka sin saberlo, a través de lo que han aprendido de ellos otros escritores. Todo el mundo escribe sobre una tradición (igual que pinta o compone sobre ella). Muy bena observación, y muy cierta.
EliminarTotalmente ELENA, es imprescindible esa reflexión... se la paso a Nan pq él si no, no la verá.
EliminarMe parecía demasiado triste, tanto dejar sin ofrecerse en el ara de sacrificio, para meterse con este libro desconocido (por dentro, porque la portada está super visualizada)... como no apuntalar ese perfecto apunte del NáN, sobre que leemos a todos en todos, empezando por el gran fantasma algorítmico (?) del Homero...
EliminarEn fin, saludos de un aficcionado a la arqueología de textos escritos...
Bravo, Di y Nán. Porque lo mereceis por la forma de escribir.
ResponderEliminarDi, aprovecho para decirte que me parto con tus desgracias culinarias, no soy la única a la que le pasan estas cosas, y me parece que te aburre más el herbor del agua de la olla que a mi, que ya es decir mucho.
Nán, muy buen punto el de las dósis homeopáticas, muy posiblemente es así, nos estamos haciendo el cuerpo. A mi personalmente me gusta que me digan cosas que no sé, que te cuenten que te aburres mortalmente esperando a alguien a cenar haciendo que te aburras mortalmente leyendo cómo alguien se aburre mortalmente esperando a alguien a cenar (sí, la triplicación está hecha a proósito) me la repapinfla, aunque es cierto que lamente perderme frases mágicas y reflexiones que me haría pasármelo pipa, pero París para mi no vale esa misa, vale otras de otras formas. Sin embargo soy capaz de pasarme horas y horas (si las tuviera, es retórico) investigando sobre el origen de cosas como la mandíbula de los mamíferos. Soy de ciencias, troquelada.
Siempre he dicho que hay dos lenguas, la hablada y la matemática, para describir el mundo.
ResponderEliminarY que solo hay dos actividades supremas de creación, las de las Artes y las de las Ciencias.
Y no hago distingos entre el valor de unas y de las otras: son las únicas capaces de provocar la pasión más elevada y constante.
Cierto Nán, estoy de acuerdo con todo lo que dices y no vengo a disentir sobre eso.
ResponderEliminarVengo a preguntarme, cuando leía el blog sin comentar, me costaba horrores leerme los posts de Di sobre libros. Pero me picó la curiosidad, qué es lo que encontraba ella y muchos que os apasionais por la lectura y sois capaces de anteponer la forma al contenido. Ella lo explica requetesoberaneamente bien, me costó hacerme con el ritmo del post pero luego la y os fui entendiendo. Me llamaba la atención porque yo no soy así con los libros, sí con las pinturas, me gusta mucho la pintura.
Y en el mundo de la pintura la pregunta que yo me hago hace mucho tiempo que circula, ¿qué separa el arte de la provación?, ¿qué separa el arte del comercio?, cuando el arte se convierte en algo cuya valoración es tan subjetiva, dónde está el límite.
Hay otra pregunta que me hago. De acuerdo con que la realidad del s. xx y xxi es compleja, pero es necesario componer obras de música que sean ruido puro para transmitirlo, narrar cenas insoportables para transmitirlo, pintar brochazos bruscos y contrastados para transmitirlo. Aparte de Sombras de Grey y estas bellezas narrativas infumables para espíritus materialistas como el mío, queda hueco para que lo que siempre se ha considerado arte nos cuente el mundo de hoy y lo disfrutemos?.
Hola divagantes!
ResponderEliminarMe hace mucha ilu q comentéis sin haberlo leído.. bueno, aún más q hayáis sido capaces de leer, siquiera en diagonal, mi exceso…
Ni q decir q estoy dando saltitos pq ROMI (bienve al divlog!) se anime a leerlo! Un abarzo, Romi.
NáN, me da TANTA envidia tu verano, ya lo sabes. Me encantaría q cuando tengas algúnc oemntario durante la lectura me lo hagas saber… de momento no conozco a nadie q lo haya leído y teng ganas de hacer forum!
CARMEN J, gracias… esto es ocmo un crítico de cine q sigo, q dice “Fulanito ve las pelis so you dont have to”.. lo mismo, he hecho tu trabajo sucio!
NáN (2), me ha gustado la frase de Barth y tu paralelismo con la pintura. NO sé si estoy de acuerdo,s in embargo, q hoy Rayuela sea accesibe a todos los lectores, o el Ulises. Tampoco con q no s epueda volver a Euclides: el Quijote es una de mis novelas favoritas, o Middlemarch, o Moby-Dick. Recuerda las “fulguraciones”. Recuerdo q cuanod leí Rayuela me quede totalemtne flasheada, no tocaba el suelo… luego leí a Joyce dije “ah, esto ya lo había hecho MUCHO antes Joyce”, y aún asi parece q la stream f concsiousness la había inventado otro tipo del q no me acuerdo ni el nombre.
IRE… bienve al mundo de las ensaladas. A mino me gusta cocinar pq soy impaciente. Mi mente está siempre a mil por hora, y solo me concentro cuando algo me interesa y cuando estoy activa. Si me haces pasiva, me pierdes. Ergo, en la cocina, proceso q no me interesa per se (el resultado sí, claro), y en el q has de esperar y dar vueltas.. no tengo ningún futuro. Lo asumo. Esta es la realidad, pero lo q me gusta decir es q como feminista radikal, prefiero q cocinen los chicos unos cuantos siglos, hasta q estemos iuales, luego compartimos.
Con respecto a lo q dices de q “te gusta q te cuenten cosas q no sabes”, y lo de q te costaba leer mis divagues de libros …. no me extraña! Ya he dicho muchas veces q yo esto lo escribía para mí antes del blog y lo sigo hacienod igual.. así q a veces escribo sin conocimiento y soy consciente… pero gracias por seguir .. y sobre todo por decir q has acabado más o menos “entendiendo” por qué algunos leemos por la forma, q está en las antípodas de los q leéis por información. Para info yo leo ensayos, pero con las novelas q no cuentan en apariencia mucho (la trama de Bella del Senior la podría resumir literalmente en 10 líneas, La Regenta en un poco más) se suele aprender de todas maneras sobre la naturaleza humana y, muy importante, de la manera de ver el mundo de otra persona. Y me hace sentir feliz, q ya es bastante
Gracias guap@s
di
Hey, un malentendido: Barth no dice, y yo menos, que no debamos disfrutar de todo lo anterior y en la medida de lo posible no debamos conocerlo. De hecho, "Quimera" es una re-introducción en el mundo de Sherezade, de Perseo y de Belerofonte que revela su conocimiento profundo de los mundos de los semdioses. Además, algún día tendrás que leer esta novela, porque es lo mejor que he leído como "feminismo radical": todas las mujeres que acompañan a los semihéroes están haciendo complots para acabar con el patriarcado de los "cerdos sexistas" y regresar a un matriarcado.
ResponderEliminarLo que dije, y mantengo, es que los escritores de verdad, los que abren caminos, tienen que pensar muy bien el mundo y las relaciones humanas y, después, encontrar el modo nuevo de transmitir todo lo pensado. Es decir, ya no se puede escribir como Azorín, aunque a mi me gustan sus cuentos.
Otro malentendido, dije que los jóvenes avispados pueden leer "Rayuela" con más facilidad con la que la leímos nosotros. No me referí al Ulysses, que necesitaremos decenas de años para poder leerlo con facilidad.
En cuanto a los lectores de a pie, como nosotros, algunos tenemos menos pereza para leer a las fuentes originales. Pero, ojo, que eso no nos da ninguna superioridad. Simplemente, cuando encontramos a un lector de los "nuestros", disfrutamos como cochinos hablando.
Ire, tu último párrafo sobre la pintura me ha dejado pensativo. Posiblemente, que se haya montado un mercadeo de puta madre ha hecho que muchas de las cosas que he visto me hayan parecido "productos para vender", y no me hayan hecho pensar ni me hayan emocionado. Por eso me estoy alejando de mi costumbre de visitar museos. Hay sin embargo, muchísimas excepciones que ponen la carne de gallina, como los "chinos" de Juan Muñoz.
Es un mundo en el que me siento inseguro, pero la mayoría de las instalaciones me parecen un "camelo" (a lo mejor, por mi ignorancia).
El otro día estuve hablando con Lemuel de esto precisamente a santo de una explicación que tuve que dar acerca de un cuadro de Picasso. Le comentaba yo lo difícil que resulta que a alguien le haga gracia Picasso la primera vez que lo ve. Es una pintura demasiado intelectual. Lo que no significa que sea más elaborada y compleja. Velázquez, por ejemplo, gusta a todo el mundo sindo su pintura tan elaborada y compleja como la de Picasso. Lo que pasa es que los niveles de lectura se superponen y parten desde lo más sencillo y evidente hasta una complejidad que necesita de años de estudio. Pero el hecho de que un espectador no necesite conocer el Tractatus de Wittgenstein para que le haga gracia la obra no le quita un ápice de valor. Al contrario, yo creo que la hace aún más valiosa. Pasa un poco lo mismo con Joyce o Cortázar: son tan deliberadamente complejos que el punto de partida del lector requiere un entrenamiento previo que el Quijote, por ejemplo, no requiere. Un párrafo de diálogo interno sin puntos ni comas porque, en teoría, el pensamiento funciona así, no deja de ser un experimento de virtuosismo que realmente no aporta nada. (Entre otras cosas, porque tampoco es real: primero porque muchísimas veces pensamos en imágenes, y para hacer efectivo el tal experimento a lo mejor habría que escribir cómics. En segundo lugar, porque los puntos y las comas lo que marcan es la respiración y el ritmo, y también respiramos cuando pensamos). ¿Y a qué viene este absurdo subdivague? Pues a que me malicio que un arte demasiado intelectual puede ser grande, pero no enorme. Por muy bellas que puedan parecer las disonancias de Alban Berg, resultan insoportables para quien no tiene (muchísima) formación musical. Mozart y Bach gustan hasta a las vacas. Por eso son enormes. Porque llevan en sí mismos todos los niveles de lectura posibles.
ResponderEliminarEste poema, Cesita (http://lluevenangeles.blogspot.com.es/2013/05/soy-solo-algunas-veces-muy-pocas-veces.html), y hacía más de un año que no subía un poema a mi blog, nació de una experiencia absolutamente real (pero rarísima, pocas veces me ha sucedido: estuvo dos día en un continuo de pensamiento, un enormemente largo flujo de conciencia).
ResponderEliminarLos temas variaban, se cruzaban, pero te aseguro que no había puntos, ni comas ni imágenes.
Aunque en períodos más breves, forma parte de la conciencia del ser humano, de ahí la importancia de encontrar el modo (artístico) de contar algo que pertenece a la conciencia humana y que nadie se había atrevido a contar (los pensamientos de Bloom son desoladores por lo insignificante, el monólogo de Molly es grandioso.
Pero no solo por eso Joyce es grande. Lo es por haber abierto muchos ríos que van a la mar.
De música, soy un lerdo, pero si escucho a los que dices, o a Mahler, veo naturaleza. ¿Qué sonidos me harían ver el mundo de hoy?
A lo mejor, lo que digo de la lit no vale para otras artes. O Más específicamente, no vale para la música, que tiene una base espiritual superior a la de otras artes.
Ahora mismito voy a por el poema. Esto que puse es algo de lo que no estoy muy segura, es una especie de run-run en el que me ha dado por pensar y quería vuestra opinión. A ver qué pasa...
ResponderEliminarEn pintura te doy toda la razón, CS. Me jiba lo indecible que muchos "artistas" de hoy en día no saben ni dibujar. Pero aún me repatea mucho más que para entender la importancia de un cuadro tenga que venir un experto que te explique su técnica y cualidades intínsecas, porque el cuadro en si transmite menos que el papel higiénico, Y lo que es lo peor de todo, que esto ha degenerado en que lo que dicen unos "iluminados" profesionales de colocar en el circuito comercial a un nombre sean los que deciden que eso es arte, y vayan unos cuantos y los compren bien porque quieren ser unos entendidos, bien porque quieren invertir con eso, que tengo un amigo que tiene un cuadrito de 5,5 KEuros y es un míralo pero no les respires encima no sea que me jorobes la inversión. Esto ya no es arte, es miseria humana.
ResponderEliminarSobre literatura, pues yo pienso igual que tú, como sigamos por estos derroteros se va a convertir la cosa en autoflagelación. Pero siempre digo que leo por el contenido, no por la forma.
Yo peinso en imágenes, en sensaciones, en momentos que se me eriza la piel y no hay pensamiento consciente, en palabras en sonidos, en recuerdos de olores. A ver quien escribe eso. Estoy de acuerdo con que no se puede transcribir la forma de funcionar el cerebro. Si bien poder leer estas cosas te acerca a la forma de funcionar del cerebro del que las escribe y entiendo que puede ser un gran placer. Si no qué hacemos aquí exponiendo lo que pensamos unos y otros?.
Lo del flujo de conciencia, pensar en palabras y esas cosas es según mi forma de entenderlo resultado de un entrenamiento. De hecho yo puedo dibujar de memoria una cara tras verla, tengo una facilidad innata pero la he entrenado mucho.
Dear Ire,
ResponderEliminarLo de las artes plásticas de ahora es el traje nuevo del emperador: una tomadura de pelo. Picasso podía permitirse el lujo de intentar hacer visión binocular y poner todos los puntos de vista posibles de un objeto porque sabía hacer figurativo. Lo que no acabo de entender es que un tío se vaya al contenedor de basura más próximo a su domicilio, saque lo que hay dentro (basura orgánica incluída),y sin saber dibujar ni una triste esfera, lo exponga en una galería de arte de campanillas bajo el título de, por ejemplo, "Obsolescincia" Y llegue algún pringao y se lo compre. ¡Un puñetero timo!
Luego dices:
"Yo peinso en imágenes, en sensaciones, en momentos que se me eriza la piel y no hay pensamiento consciente, en palabras en sonidos, en recuerdos de olores. A ver quien escribe eso" ¡Joyce lo hace! Lo que pasa es que también hace eso de quitar las comas, que viene a ser como lijarlo todo para que quede medio confuso, y esa es la parte que yo encuentro innecesaria. Como la visión binocular de Picasso. Esas gimnasias que te obligan a hacer no añaden nada, pero lo otro, lo grandioso, sigue estando ahí. Aunque por algún tipo de broma que no alcanzo a comprender no te dejen llegar a ello más que escarbando.
(O también puede ser que me esté haciendo vieja: antes estas cosas no me fastidiaban tanto)
Me olvidé decir que para mi los signos de puntuacion son fundamentales y que pienso que deberíamos tener más. No sólo son pausas, son entonación e intención, fíjate que los emoticonos quieren llenar ese hueco, pero la inflexion de la voz es importante para matices irónicos o enfñaticos, eso no lo transmiten ni emoticonos ni !! ó ??. Faltan más.
EliminarOs he contado q estoy en una conference a principios de Julio? (sí, en la península, de incógnito!).. así q esoty prepando mis talks... os contesto en un break... gracias guap@s
ResponderEliminardi
ResponderEliminarMe ha gustado mucho vuestra conversación, sobre todo la reflexión de los niveles de lectura de C.S. No se me había ocurrido que "Bella del Señor" pudiera ser tan interesante, lo tengo muy visto en bibliotecas y no sé exactamente dónde más, pero que estaba siempre, me lo apunto.
Creo que me gustaría conocer más blogs como este, en los que se den estas conversaciones, lástima que sólo seáis vosotros, de momento :)
Xisca, pues creo que tú serías capaz de llevar estas conversaciones mejor que yo.
ResponderEliminarCesita, me opongo y me opongo por el principio de incertidumbre de Heissemberg, que es una cosa que vale de argumento para todo. Sensu estricto no se puede medir la posición y el momento lineal de un obejto dado. Pero a mi me sirve para decir que según vas reparando las sensaciones en la que procesa tu cerebro y poniéndolas en palabras -proceso muy intelectual-, ya estás cambiando el curso sin rumbo del pensamiento libre y espontáneo. Por eso no creo que ni Jpyce ni el santo custodio de las letras sea capaz de poner por escrito el mundo interior de nadie.
Pero odia a Heissemberg, que siempre lo uso para salirme con la mía ;).
Sobre las artes, pues es un conjunto de muchas cosas, es relativo en cierto grado a Picasso le permitimos que haga juegos mentales porque sabe pintar, admito el relativismo. Lo que no admito es la renuncia a la emoción, ni la ignorancia de la técnica.
Di, incógnito con look power dressing total!!!.Chulo.
Eres una mujer barroca, Ire (¡Como nuestro James! ¡Qué curiosa coincidencia!) El principio de indeterminación es tan barroco como el mismísimo Descartes. ¿Qué podemos conocer? ¿qué podemos representar? Para un hombre del renacimiento la cosa es diáfana: la naturaleza. Y no una naturaleza cualquiera, sino una naturaleza ideal sacada del mundo de las ideas de Platón. Por eso pintan al hombre perfecto con proporciones matemáticas (el hombre de Vitrubio), a la tía buena perfecta (esas tres gracias de Rafael que por no tener imperfecciones no tienen ni un simple lunar en la piel) el edificio perfecto en medio del perfecto jardín ordenado matematicamente. El hombre del barroco (y Heissemberg, y Descartes, y tú) piensa que sólo se puede representar aquello que se conoce por los sentidos, que la mirada del espectador hace que las cosas cambien y que, naturalmente, todo puede variar en virtud de las emociones (del "phatos", dicen ellos) del espectador. Por eso una tía buena perfecta no existe en el barroco. Cuando Rubens pinta a las tres gracias las pinta desde el punto de vista de su propio gusto: "No sé cómo serán para los demás, pero en lo que a mí respecta, la buenez de una mujer está en relación con cuánto se parezca a mi señora: rotunda y oronda, que de calor en invierno y en verano sombra. ¿qué es, pues, la belleza? ¡depende de cada uno!" Y luego ya pasamos de una cosa como la belleza y nos vamos directamente a la emoción. Aunque la emoción descrita sea, como decía Kurtz, "¡el horror...el horror...!"
ResponderEliminar"que de calor en invierno y en verano sombra", quitando la falta de la tilde en 'dé', la frase me ha producido tal risa que me voy a hacerme la cena lleno de felicidad.
ResponderEliminarPor otro lado, pones en el mismo plano la "belleza" y el "horror": tienes toda la razón. Las emociones más fuertes son las que nos marcan como seres humanos atentos al mundo, dispuestos "vibrar".
Otra noticia es que esta tarde leí el capítulo I de Bella del Señor y he empezado un bloc de notas que crece como la hiedra. Desopilante.
Buenas noches y hasta mañana. No es que vaya a ver el fútbol, porque me cabrea que lo pongan a las 24:00 (y con mis cabreos, soy muy irracional (que dios me bendiga). Pero voy a empezar mi homenaje sentido a Gandolfini, viendo Los Soprano en inglés con subtítulos en Idem. Cómo me ha jodido la temprana muerte de ese hombre.
Yo lo intenté y lo único que entendía bien era cuando decían "¡Madonna!"
ResponderEliminarPues me estaba tronchando con la misma frase. Jo, y gracias por toda la respuesta, que me la enmarco, es una maravilla. Y lo soy, si despojas al término barroco del sobrecargo ornamental, me encanta el loco de caravaggio.
ResponderEliminarEs que el barroco no es, necesariamente, sobrecargo ornamental: es subjetivismo, humor, crítica. Un ejemplo: va el rey y pide que le pinten un bodegón como los que hacen los holandeses, llenos de flores y de perlas y de vajillas y de comida cara...
ResponderEliminarhttps://commons.wikimedia.org/wiki/File:Abraham_Hendriksz._van_Beyeren_-_Banket_stilleven.jpg
y Sánchez Cotán, que vive en una españa en crisis donde la gente pasa hambre y no llega ni para lo necesario, va ¡y le pinta esto!
http://img848.imageshack.us/img848/4281/0bodegones.jpg
Mejor aquí:
ResponderEliminarhttp://www.museosdeandalucia.es/culturaydeporte/museos/MBAGR/index.jsp?redirect=S2_3_1_1.jsp&idpieza=621&pagina=1
Hace unos días que lo terminé y todavía ando algo borracho de placer.
ResponderEliminarYo he desistido después de varias interrupciones intercalando otros libros. aprecio sus virtudes literarias pero me parece todo bastante repelente y turbio. Puedo soportar la dificultad si lo que se me da merece la pena, pero todo lo quería saber de Cohen ya me lo han dicho las primeras 200 páginas.
ResponderEliminarHola Javier, gracias por tu comentario. Siento q no te haya gustado... a mí lo de repelente tb me pasó, como digo, en las primeras paginas hasta q entendí su ironía. He encargado "Comeclavos" (q no estaba en ninguna librería).. Nan me paso un artículo de El país de Enric Glez q dice q es su favorito de Cohen.
ResponderEliminarSalud
di
Lo leí con 18 años.verano caluroso dedicado al estudio porque mi selectividad fue en Septiembre.
ResponderEliminarLeído en dos semanas,devuelto a la librería de mi padre me prometí viajar algún día a Corfu, y volver a leerlo.
Han pasado 30 años.
Hola anonimo... "bds" con 18 anios!!!! Y no sufriste sindrome dr stress postraumatico? Para mi fue un shock... Algun dia lo pienso releer... E ir a corfu. :)
ResponderEliminarAbrazo
Di
Ja,ja. Tranquila no sufrí estrés pero si me impacto mucho.
EliminarRecuerdo una chica rubia en mi clase de recuperación de matemáticas. Fantasee aquellos días con llamarla Ariane, cogerla en brazos y llevarla a Kerkira
Bueno, venía de H.Hesse y M.Duras con 15 años,A pleno sol de Highsmith, y lo que me llamaba la atención de la biblioteca de mi padre..
Saludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿COMO LES PUEDE GUSTAR ESTA ASQUEROSIDAD?
ResponderEliminarLE FUE INFIEL A SU MARIDO, ¿QUE HAY DEL POBRE?
UN JUDIO REALMENTE Y VERDADERAMENTE NO ES ASI NI ANDA DE FACILOTAE DONDE EL PENE COMO QUIERA, NO, ESE NO ES UN JUDIO. UN JUDIO AMA Y RESPETA Y CREE EN DIOS, ES HORRIBLE LA INFIDELIDAD Y PROMISCUIDAD Y ADULTERIO ETC... ETC... OFENSA PARA EL JUDIO AUTENTICO.
AUNQUE COMENTEN NO LEERE NADA. ME AN ENFADADO TANTO EL LIBRO COMO AUTOR QUE MI ESVRITURA NO FUE LA CORRECTA. ADIOS.
EliminarYa pasó bastante de tu post, pero ¡quiero comentar!
ResponderEliminarEl libro narra algo común en la actualidad, ahora bien nunca somos capaces de visualizar todas las caras de una situación, y esto fue lo que más me encanto, la manera de tratar al adulterio, en mi opinión se realizan diferentes denuncias sociales, y lastimosamente nos enfocamos más en el relacionado al amor, por qué se ha idealizado tanto que no es alcanzable, pero qué luchamos con más fuerza para lograrlo por eso , pero ese no es mi punto por el contrario les hago la pregunta, ¿Enamorarse y amar es un pecado ?, atención que no es lo mismo. Claramente Ariane sintió pasión y se enamoró en un inicio pero acabó amándolo, hasta el punto de la destrucción, no será ese el amor que todos queremos sentir, un amor que te duela tanto que llegues a darnos cuenta que es AMOR, entonces por qué está mal ir tras lo que te hace feliz?, Es una narración que te hace dudar sobre la moralidad, con aún más razón deberías de leerla, ahora bien, también detona la impotencia ya que él siendo judio no posee el poder para cambiar la situación, y aunque sea triste una sola persona si bien hace una diferencia pero no logra un cambio mayor, hay tanto que quisiera compartir, pero no continuo porque no termino.
Yo no lo he leído, lo acabo de recibir, de una librería de viejo, esta semana, y andaba buscando opiniones, con la tuya, me han dado muchas ganas de meterle mano.
ResponderEliminarTe va a encantar Esther! Qué envidia me das! Ya nos cuentas cuando acabes.
Eliminardi
Aquí andaba yo, pendiente de escribir una opinión sobre Bella del Señor, que terminé hace algunas semanas, y aún ando digiriéndolo, pero me ha gustado muchísimo. Tienes mucha razón en tu reseña, sobre todo en que no es un libro para todo el mundo. Me he reído, cabreado, entusiasmado, sobrecogido...con su lectura. Pocas lecturas tan intensas recuerdo. Gracias.
EliminarQué bien Esther que te haya gustado!!! Y es curioso cómo lo describimos todos: no deja indiferente, es una montania rusa.
EliminarGracias a ti!
di
Llego a este post desde la barra lateral de tu blog, con considerable retraso. Pero no podía dejar de leerlo, porque "Bella del Señor" me dejó obnubilada (y algo mareada) cuando lo leí a los veinte años. Estoy segura (y lo estoy más después de leer tu post) de que en aquel entonces no me enteré de la misa la mitad, pero conservo muy fresco el recuerdo de la belleza de algunos pasajes (así, sin más, belleza en estado puro, no sé cómo expresarlo de otro modo) y también del aburrimiento de otros, a pesar de lo cual, sin embargo, seguías y seguías leyendo. Sin duda es uno de esos libros que debería releer ahora, tanto años después, y ver que pasa. No lo descarto. Gracias por este interesante divague.
ResponderEliminarELENA! Me hace mucha ilu cuando la gente llega a divagues del pasado... sabes q este es uno de los q aparece consistentemente como más vistos? Es curioso... sr pienso q es pq la gente lo lee, se queda vuelta al aire y busca a ver qué han dicho otros en internet...
EliminarYo tb lo releeré (cuando me jubile, ji!)... por cierto, has leído "Comeclavos"? Tb muy Cohen...
Muxus!
di
PS: el otro día en twiter vi a una chica q escribe hilos sobre lesbianas victorianas. Es una filóloga inglesa y le pregunté si había leído "Posession", si me ocntesta te diré.
No he leído "Comeclavos", pero he tomado nota debidamente para cuando me dé un nuevo arrebato Cohen. Me interesa eso de las lesbianas victorianas, estoy preparando un curso sobre literatura victoriana (y pasándomelo muy bien, de paso) y ando inmersa en ese tipo de lecturas. Me he hecho incluso una lista en twitter con el título de "Victoriana", ¿me pasas el perfil de esta filóloga?
EliminarELENA, el twiter de la chica de las lesbianas victorianas es
Eliminar
@firecrackerx
No ha contestado a mi pregunta sobre Possession q le hice en curiouscat, pq no sé si la posteé bien... no conozco esa red.
Hugs!
di