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01 febrero 2010

¿Ya no quedan héroes (byronianos)?

Anteayer, los malos de película me llevaron de la mano al "héroe byroniano", y por supuesto a Byron. Pero, ¿aún quedan héroes (byronianos)? 

Byron, el primer byroniano 
Lord Byron empezó naciendo en pleno corazón londinense: hasta los visitantes ocasionales sabrían situar una bocacalle de Oxford Street, muy cerca de Oxford Circus, la plaza con más turistas por metro cuadrado de Occidente. Por parte de madre ("the distaff side"), la familia era aristrocrática y tocada por la enfermedad mental: su abuelo se había suicidado y su madre sufría brotes de melancolía (la depresión clínica de la época). Su padre era un tarambana de familia de almirantes que habían navegado el mundo entero. 

 Siguiendo la tradición, Byron también viajó: lo más in de la época para jóvenes de la aristocracia era realizar lo que se conocía como el "Grand Tour", en el que recorrían parte de Europa en busca de arte y cultura clásica. Era un rito de paso como otro cualquiera, para el que se lo podía permitir. Al volver, armados con modales franceses, escultura italiana, orden alemán y pintura holandesa, ya estaban preparados para, como sus antecesores, el trabajo de seguir siendo la clase dominante por otro medio siglo. 

 Se quejaba su madre de lo cabezarrota que era con el dinero, y fue su vida una de excesos, empezando por sus líos sentimentales. Le daba igual hombre, mujer, casado, soltera, edad, condición, taxonomía. Famosa es la descripción que de él hizo Lady Caroline Lamb, una de sus amantes como "loco, malo y un peligro conocerlo". Muy conocidos son también los tres días de incesante lluvia junto al Lago Lemán, donde estaba pasando una temporada con el poeta Percy Shelley y su futura mujer, Mary. Aburridos por el tiempo, acabaron leyendo historias de miedo, y escribiendo sus propios relatos. Mary escribió el embrión de lo que acabaría siendo "Frankenstein, o El Moderno Prometeo". 

 Dicen que Byron era guapo, atlético y por las descripciones de su comportamiento y personalidad, es posible que sufriera brotes de depresión recurrente (heredada familiarmente, como hemos visto) y de síntomas de bulimia nerviosa. Tenía un pie zambo que le causaba cojera, y lo llevó fatal: él, que le daba tanta importancia a la apariencia física. Su carácter era tempestuoso, no convencional, aventurero y excéntrico. Byron es entonces un buen ejemplo de los héroes byronianos, que describió tanto en sus poemas: empezando por la semi-autobiográfica "El peregrinaje de Childe Harold", y pasando por "Lara" y "Manfredo". 

Radiografía del héroe 
El héroe byroniano no es, pues, un héroe al uso. Si el héroe por antonomasia es Superman, el héroe byroniano sería Batman. Estos personajes suelen haber tenido un pasado turbulento, del que esconden algo oscuro. También en el aspecto sentimento-sexual son Byron: seductores, carismáticos, ejercen la fascinación del hombre con una tempestad interior en continua ebullición y tienen un gran atractivo sexual. Son antisistema: no están interesados en cumplir con las normas. Les da igual lo que diga la sociedad. Son extranjeros, naúfragos, parias, vagabundos, voluntariamente marginados. No respetan los rangos ni los privilegios. Son inteligentes, con gran vida interior, cultos, educados. Han viajado, conocen el mundo, los siete mares, tal vez están algo hastiados de la vida. Por todo esto, son misteriosos, cínicos, arrogantes, cambian de humor bruscamente. Son sus peores críticos, y muy frecuentemente acaban siendo autodestructivos. ¿Conocéis a alguno? 

El antihéroe 
No hay que confundir al héroe byroniano con el antihéroe, personaje que cuenta con cualidades antitéticas con respecto al héroe arquetípico. El byroniano comparte algunas características, aunque no todas con el anti-héroe. Es rebelde pero al final, compasivo aunque rechace las normas sociales. 

Influencias 
Este héroe influyó mucho es la literatura posterior, muy especialmente en la literatura romántica y gótica del siglo XIX. Dos héroes byronianos que vienen inmediatamente a la cabeza, tienen en común, además, haber sido creados por dos de tres hermanas que escribían en 1847 solitarias en medio de la campiña inglesa: las Bronte.

  Ejemplo 1: Mr Rochester

Charlotte Bronte, nos introduce en "Jane Eyre" a Edward Rochester, un típico héroe byroniano. De pasado oscuro, tiene un matrimonio a sus espaldas que no funcionó bien, mantiene a una niña hija de una cupletista francesa pese a no ser su hija, tiene cambios de humor, y vive en la típica mansión gotica enmedio de la campiña. Para colmo, extraños ruidos empiezan a venir desde el ático. Este es otro de las características de la novela gótica, y representa la aproximación a la enfermedad mental de la época victoriana: se les encierra en el ático. Las escritoras victorianas, siguiendo los pasos de los hombres sólo pueden clasificar a las mujeres como angeles o demonios, bondadosas o malvadas, sumisas o locas. 



Ejemplo 2: Heathcliff 

Su hermana Emily, en "Cumbres borrascosas" incluye a Heathcliff, y su amor apasionado con Catherine. No se sabe quiénes fueron los padres de Heathcliff, "de piel morena 
y apariencia agitanada, ojos y pelo oscuro", recogido en las calles de Liverpool. Heathcliff no pertenece a nadie. En un punto se pregunta un personaje si es "demonio o vampiro" y es descrito como "satán o diablo" durante toda la novela. Heathcliff comienza por sufrir humillaciones y abuso por su origen, que le hacen a él una persona que humillará y abusará a los demás. Solitario, resentido, abandona la casa durante un periodo en el que no se sabe su paradero, pero regresa "atlético" (¿el ejército?) y con fuerzas para vengar su infancia. Está consumido por pasiones que al final le hacen desgraciado a él y a los que le rodean. "Qué saben del cielo y del infierno, Cathy, los que no saben nada de la vida?" "Estoy destrozado por el deseo, torturado por el odio".

Nada menos que Orson Welles y Laurence Olivier han interpretado a Rochester y a Heathcliff, respectrivamente. ¿Quién podría interpretarlos ahora? ¿Ya no quedan héroes (byronianos)?

10 comentarios:

  1. Apuesto a que el Pedalista es byroniano fijo.

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  2. Basaja, lo dices por lo del "hombre con una tempestad interior en continua ebullición y gran atractivo sexual", claro.

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  3. Yo más bien pienso que lo dice porque el byroniano -según la reseña que haces- también "es inteligente, con gran vida interior, culto, educado, viajado..."

    A ver si poco apoco nos vamos haciendo idea de cómo es el famoso Pedalista. Tanto nombrarlo...

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  4. Ja, ja, ja, ¿El plumero? No te entiendo...

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  5. Pues que puedes ser tesorera del club "Peda imprescindible", fundado por Divagueando.

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  6. Hay quien realiza el tour por latinoamérica, los que pueden claro, y luego regresan a Europa para seguir siendo la clase dominante. Claro que no todo el mundo puede permitírselo.

    Que poco han cambiado las cosas...

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  7. Sue, bienvenida al club de fans del Pedalista, ese hombre buenorro de cojones al que a pesar de su nombre sólo se le conoce actividad footinguera. Nuestro creciente interés por su figura está provocando una reacción tardo-posesiva en la Vagando: en los últimos tiempos la propia Di está pasando del machaque inmisericorde a la defensa smeagoliana de "su tesoooorooo".

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  8. Me gusta lo de smeagoliana, y eso q no soy de esos libros de enanitos y anillos.

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  9. ¿Heatcliff un héroe? Siempre creí que era un villano asqueroso causante de la destrucción de otros por puro y simple rencor venenoso.

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