¿Alguien se acuerda de aquella mofeta con acento francés que perseguía en plan "pesao" a su pobre enamorada a los gritos de L'Amour!!!? (el Tayo de la época, persiguiendo a Mini, pero sin el hedor). Pues algo así ha resultado l'amour de estos días pasados, en cada esquina: amor sano, radiante, con final de película de Hollywood.
Por eso quiero hoy hablar de una de las muchas otras versiones del amor. El amor que consume, que arrebata, que no deja razonar, trabajar, funcionar. Que te obsesiona, que te hace mirar el buzón mil veces, que te tiene pendiente del teléfono, que te hace escribir tonterías por la noche que romperás a la mañana siguiente. El amor como enfermedad, amor como veneno, amor como un mal del que hay que huir porque nos está matando. Y es que ya decía Oliver Goldsmith en el siglo XVIII que "la amistad es un comercio desinteresado entre iguales; el amor un intercambio abyecto entre tiranos y esclavos".
Mucho antes, Ovidio en su "Ars amatoria" habla de lo que hay que hacer para conseguir enamorarse y en "Remedia amoris" de lo que hay que hacer para sacudirse uno el hechizo de un amor no correspondido o no conveniente. Pócimas, medicación, brujería... es que el amor es una enfermedad. Y así lo cantaron en la que creo es mi canción favorita de Los Rodriguez...
A otros, como Sabina, les encanta esto del amor fou, fatal, imposible, sobre todo como contraposición del amor estable, amor de sofá: "porque el amor, cuando no muere mata/porque amores que matan nunca mueren". Para Sabina, el peor veneno es "un amor civilizado con vecina y escena del sofá". Puesto así, ¿quién firmaría contento a la entrada de la institución? (Ref: "El matrimonio es una gran institución. Suponiendo que usted quiera vivir en una institución", Groutxo Marx).
Pero chicas, lo más es tener veneno en la piel: os lo dice una que puede dar fe de sus resultados. Desde Radio Futura todas queremos ser brujas consumadas... Es que la palabra veneno (del latín venēnum) suena bien en tantos idiomas (el "poison" inglés viene de francés antiguo, "poción mágica" y del latín potio), en tantas citas ("Dame veneno para morir o sueños para vivir"- que escribió Gunnar Ekelöf ) e incluso en el cine ("Tu nombre envenena mis sueños", de Pilar Miró que no he visto. ¿Estará a la altura del título?)
Y ni la tradición poética se ha librado de la maldición pasión-veneno. Hasta el propio Bécquer escribía:
Una mujer me ha envenenado el alma,
otra mujer me ha envenenado el cuerpo;
ninguna de las dos vino a buscarme,
yo de ninguna de las dos me quejo.
Como el mundo es redondo, el mundo rueda.
Si mañana, rodando, este veneno
envenena a su vez ¿por qué acusarme?
¿Puedo dar más de lo que a mí me dieron?
Y para terminar, mi favorita: gracias Lope, por tanta pasión.
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que el cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
La fuerza del poema todo hace palidecer a los romcoms edulcorados del momento. Al leerlo me dan ganas de escalar tapias por la hiedra, envuelta en mi capa de Cyrano, de no coger aquel avión en el aeropuerto de Casablanca, de que no se acabe ese beso bajo la lluvia con Moonriver de fondo, de ir corriendo hacia Jack Lemmon como la Maclaine al salir del apartamento.
Lope nos quita el miedo, nos da alas para huir: por muy malo, por muy calavera, por muy negro que sea su caballo... mezclándonos con la niebla de la noche.
Hay muchos que tal vez no me entiendan... pero quien lo probó, lo sabe.
Good morning querida Di.
ResponderEliminarLo tengo que confesar: nunca hubiera imaginado que fueras capaz de escribir una cosa así.
Es la primera vez que leo a alguien hablando del amor y no me parece una auténtica pastelada. Así que me descubro el sombrero.
Por una vez en la vida voy a estar celos@ del Peda!
Las canciones...muy bien elegidas, sobre todo los Rodriguez, aunque el gran poeta del amor (y del amor frustrado) sea Sabina.
Radio Futura lo dejo para vosotras.
Bye.
Y por que no los Chunguitos, ein?
ResponderEliminarDame veneno que quiero morir, dame veneeeeno, Ay para morir...
¿Por cierto, se pueden llevar en el ipod? Puestos a llevar loqueseas..
Los chunguitos no caben ni siquiera cada uno en un ipod.
ResponderEliminarJei Jipi, acaso soy no-apta-para-diabeticos en entradas sobre las bajas temperaturas/barricada/psiconalisisetc? Bueno, igual en las de Mini si lo soy... :)
ResponderEliminarGracias por todo, y tb por estar celos@ del Peda...hay q estarlo!
Besos
Di
Dra Diva: ?tengo q hacerme mirar lo de no haber escuchado nunca a los chunguitos?
ResponderEliminarBeso inocente de lunes
Di
Dr Ababol, le escribo por segunda opinion, a la espera del diagnostico de la Dra Diva. Vease arriba.
ResponderEliminarBesitos
Di
Querida Di,
ResponderEliminarHay una que te va ni que pintada. Búscala por tu nombre.
Guaaaaaaaa!!! Era de Los Chunguitos! Qué risa...
ResponderEliminarSe me olvidó decirte que hoy en el carrefur también vi las fresas embaladas en forma de corazón...
ResponderEliminar¡¡¡Ohhhhhhhhhhh!!! que potito...
Quien lo probó lo recuerda, di que sí. Que yo ahora voy con el disfraz de pecadora, pero antes de eso también pinté corazones de tiza en la pared, quise ser Annabel Lee, y probar la semilla negra...
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