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31 marzo 2016

Hiroshima, intenet-cubículos con ducha, paraguas transparentes, taxis almodóvar, Nenes, y uuu! con Shiga y Take (Miyajima-Hiroshima-Fukuoka, J14)

31.03.16-Hiroshima

Buenos días en el Hotel Coral, de nuevo. Del desayuno, como ayer, el punto alto esa cosa verde que parecen algas con sésamo, pero no son. Tenemos una pareja de indios con niña al lado que hablan en inglés. Hemos visto algún indio pero en general, como dice el Peda, viajar sigue siendo cosa de blancos occidentales. Tras empacar dejamos el hotel y cogemos el tren a Hiroshima. Le cuesta 28 minutos, y es otra vez uno de esos cercanías que recuerdan tanto a Londinium: hay que ir de pie. Yo que pensaba que este iba a ser un viaje de largas etapas en tren (vale no tan largas porque las distancias no son latinoamérica), pero lo que no me esperaba es que has de ir de pie! Jugamos "al Juego" (estrella de estas vacaciones: adivinar lo que uno piensa haciendo preguntas que solo se pueden contester con sí o no). Y ya llegamos a Hiroshima, donde vamos a dejar las maletas en consigna para las horas que dediquemos a ver la ciudad. La crisis de siempre: no hay suficientes, las grandes están todas pilladas, nos tenemos que ir a otra zona en la planta tercera de un centro comercial adjunto a la estación (esto ya lo habíamos visto en Kioto) y allí dejarlas.


Al Parque de la Paz y al "Hiroshima Peace Memorial Museum" (en realidad, de la bomba atómica) se va en tranvía. Al bajarte, tras haber pasado por una calle moderna de una ciudad del SXXI, te das de bruces con la imagen que tenemos todos de Hiroshima: el A-Bomb Dome, el edificio en ruinas con el esqueleto de la cúpula metálica ahí erguido. Aquel fue el hipocentro de la bomba (un edificio gubernamental, el Hiroshima Prefectural Industrial Promotion Hall). Impacta. Yo que soy muy llorono tengo un nudo en la garganta durante parte de la visita. Me choca el silencio relativo que hay alrededor: la gente hace fotos respetuosamente, no los típicos selfies que estamos acostumbrados. La zona donde está ahora el parque era el puro centro lleno de vida y actividad en Hiroshima. En el vacío que creó la bomba, se hizo el parque, como conmemoración a las más de 140.000 personas que murieron, y también como una voz que reclama el cese del armamento nuclear.


Seguimos avanzando y nos encontramos con una especie de pagoda moderna que conmemora a los "estudiantes movilizados". Hubo muchas víctimas que eran estudiantes de secundaria que habían sido movilizados apra ayudar a tirar edificios para construir firelanes.

Al cruzar el río está el "Monumento de la Paz de los Niños", con una de las tres "Campanas de la Paz". A su lado hay una especie de invernaderos llenos de origamis (las famosas papiroflexias japonesas) enviadas desde todo el mundo. Una niña llamada Sadako Sasaki tenía 2 anios cuando tiraron la bomba y aunque no fue afectada directamente, a los 11 anios desarrolló leucemia como consecuencia de la radiación. Sadako comenzó a hacer origamis siguiendo la tradición de que "si haces mil, tu deseo se cumplirá". Su deseo era, claro, sobrevivir pero no lo logró. A partir de entonces ninios de todo Japón comenzaron a enviarle origamis, y aún lo hace hoy, gente de todo el mundo.

Hay muchos más monumentos en el parque, entre ellos un pebetero con una llama que seguirá ardiendo hasta que se prohíban las armas nucleares. Puedes firmar la petición en el museo, que está al final del parque.

El museo tiene varias salas, pero el día de nuestra visita el "Edificio Este" está cerrado. Se explica el porqué Hiroshima, que como "ciudad guarnición" era un objetivo claro en la Segunda Guerra Mundial pero que, en contraste con otras ciudades japonesas, no había sido bombardeada en absoluto por los aliados. Esto fue planeado por los americanos para poder estudiar a fondo los efectos de la bomba. El 6 de Agosto se eligió Hiroshima (otras posibilidades eran Nagasaki y Kokura) porque el cielo estaba despejado.

La entrada es baratísima (creo que unos 50 yenes, 30 peniques). Comienza con un pasillo de fotos de la explosión, y luego de gente afectada por la explosión, de espaldas. En la siguiente sala, en el centro hay una maqueta de Hiroshima con un sol rojo enorme encima de la parte de la ciudad donde estamos: es la bomba.

A partir de ahí todo se empieza a poner más personal: ropas destrozadas, maniquíes que son zombies andantes, bolsos, carteras de escolares. Es dificil no sobrecogerse. Me rompe el corazón el "triciclo y casco" y su historia: un niño de 3 años, Shinichi Tetsutani, estaba enfrente de su casa a 1500 metros del hipocentro jugando con su triciclo. Tiraron la bomba y el niño murió de las quemaduras por la noche. Su padre, pensando que era muy pequeño para estar un una tumba solitaria, lo enterró junto con su triclico en el jardín de atrás. 40 años después, el padre desenterró los restos para llevarlos a la tumba familiar y sacó también el triciclo y el casco, que donó al museo.

Mucha parte del museo es técnica sobre la bomba: explican lo que es la fisión y algunos conceptos básicos de lo que representa la energía atómica, y la radiación. El material radioactivo de la bomba era Uranio. De los 50 kgrs de uranio, solo un kilo entró en fisión. Aproximadamente 15% de la energia liberada fue en radiación. Tras la explosión, una "lluvia negra" llena de radiación cayó sobre toda la ciudad.

Antes de la bomba, los bombarderos lanzaron unos paracaídas con aparatos para medir los cambios en temperatura y presión atmosférica cuando la bomba cayera. La gente de Hiroshima vio estos paracaídas, pero no podían imaginar que una bomba atómica les fuera a caer encima, y por eso muchos no se pusieron a refugio. En realidad había tres bombarderos B29: uno llevaba equipo fotográfico, otro equipo científico y el tercero era el Enola Gay, el que llevaba la bomba. El lunes 6 de Agosto de 1945 amaneció claro y soleado en Hiroshima. A las 8:15 am el Enola Gay lanzaba la bomba, que detonó 600 metros por encima de la ciudad. Unas 350.000 personas fueron expuestas a la bomba y para Diciembre 140.000 habían muerto.

La bomba atómica podía matar de distintas formas: por la explosión en sí misma (enormes presiones, edificos destrozados, etc), por los rayos de calor emitidos (la temperatura en el centro fue de más de un millón de grados centigrados, se tornó una enorme bola de fuego), y por la radiacion (los efectos inmediatos incluían pérdida de pelo, nausea, diarrera, fiebre... más adelante la gente presentó con cánceres, leucemia, keloides, etc). Todo esto está representado gráficamente en el museo.

Con las bombas de Hiroshima y Nagasaki, el mundo entró en la era nuclear. Los países del Consejo de Seguridad de la ONU (USA, UK, Francia, China y la URSS) decidieron que la mejor manera de que nos les atacaran era hacerse con armas nucleares. Otros países han desarrollado desde entonces la bomba atómica desde entonces: Pakistán, India, Israel, Corea....


Como he dicho, el ala este del museo estaba cerrada por reformas, y según la guía aquí se ofrece una visión ecuánime, explicando lo que llevó a la bomba, incluyendo el militarismo japonés. Estamos muy acostumbrados al Holocausto europeo, que mató a 6 millones de personas y los alemanes han pagado por ello. El llamado Holocausto asiático (o crímenes de guerra japoneses) que exterminaron de 10-14 millones de coreanos, chinos, etc nos pilla muy lejos, y las bombas atómicas fueron una barbaridad tan enorme que nos lleva a ignorar lo que estaba pasando en aquel régimen terrible.


Al salir del museo damos un paseo por la orilla del río (canal?) donde ya hay sakura, está precioso (el Peda se pregunta si nos hubiera gustado más Kioto si los árboles hubieran estado así). A lo largo de toda la orilla hay grupos de gente sentados en plásticos/lonas azules enormes que parecen puestos por el ayuntamiento, haciendo picnics. Me recuerda mucho a Londinium, cuando sale un rayo de sol la gente ya está picniqueando (con coronitas). En teoría lo que se come en un punto y otro debería ser muy diferente, pero en londinium precisamente el sushi que aquí abunda se ve un montón. Sí que sería gran contrate con uno espaniol.


Cruzamos el puente y nos metemos en una calle comercial: vamos en busca de un Internet café para bajar unas fotos a pendrive. Siguiendo las instrucciones de una chica de información (sí! alguien da instrucciones!) llegamos a un edificio enorme. Tras el mostrador de recepción hay tres chicas y ya vemos que esto es otro universo con respecto a nuestra idea establecida de estos cafés. En el resto del mundo suelen ser unos garitos mínimos, donde hace mucho calor, y es invariablemente regentado por un tipo con sobrepeso, pelo graso en coleta y camiseta de grupo esotérico que ni te mira cuando te da la ficha o te dice el número de terminal (también grasienta) que te adjudica. Piensa en Kevin Smith en Clerks. Aquí no: aquí tres chicas en sala enmoquetada te preguntan si eres miembro. Hay que asociarse (200 yenes, una libra y media) y luego ya pagas por horas. Al fondo de la estancia hay máquinas de refrigerios y la zona de ordenadores consiste en dos pasillos que tienen a los lados oscuros cubículos individuales que se cierran con cortina, donde te sientas en el suelo. Desde fuera la imagen es cuantos pares de zapatos en un pasillo. Qué se hace en los cubículos?

Los japoneses no sé; el Peda (dice que) baja las fotos y yo me quedo con Mini esperando al lado de un cartel (a la derecha, en imagen) que llama nuestra atención sobre las múltiples necesidades que este local cubre: no sólo tus requisitos cibernéticos, es que también ofrecen duchas, biblioteca de manga y karaoke!! Qué más se puede pedir para un día de diversión garantizada chicos!?!??

Voy al baňo, que está en otra planta y descubro verdaderamente la extensión del establecimiemto multipropósito: ahí están sus duchas, sus lavadoras, más pasillos oscuros con zapatos a sus puertas, y una habitación enigmática que tiene un cristal y dentro hay un hombre hablando muy enfatico por teléfono (tipo "compra compra vende vende"), difuminado en una nube de humo y con un cenicero que sugiere que lleva una vida ahí. O sea, algunos usan esto como oficina? Hay una puerta entreabierta y allí hay alguien viendo algo que puede ser una tele, pero la pantalla es pequeňa e imagino que igual es un complejo sistema de chat por el que se asiste a una conferencia de microchips en Corea o sexo grupal.

Me meto en el ascensor y, sin quererlo, aparezco en una planta con las paredes forradas de manga. Todo sigue en el mismo tono de baja iluminación y como rojizo, sin haber luces rojas. Cuando por fin emerjo, el Peda y Mini están hartos de esperar, preguntándose dónde me he metido-nunca entienden mis necesidades de reportera de este blog.



En tranvía a la estación, coger maletas de las consignas (hay por todos los sitios en Japón... Me imagino que en londinium habrá en las estaciones, pero no en el metro, por ejemplo, como aquí) y en shinkansen (que como siempre se pasa demasiado rápido) a Fukuoka. Fukuoka es la capital de la isla de Kyushu. Dejamos la mayor isla de Japón, Honshu sin notarlo: a saber si el tren ha cruzado por un puente o túnel.

Cuando preparaba el viaje tuve dudas sobre qué otra isla visitar: en principio había pensado en Okinawa, el archipiélago subtropical japonés donde siempre es verano para tener un par de días de playa y snorkel (Mini en mente). Fashion y JAL habían estado, siguiendo la pista de Black Mamba, que vuela allí para que aquel sabio le haga su katana. Según Fashion, "bueno, pero no es el Caribe". Este código yo lo entiendo: es como comparar el mediterráneo con el atlántico, es otra cosa (y para gustos están los colores). Luego si la pasada Semana Tonta estuve en Lanzarote y no me pude baňar, miro la temperatura en Okinawa (20 grados), ato cabos y me doy cuenta que en esta época no vamos a encontrar esa playa apetecible para nadar y descarto.

La otra isla, al sur del mar de Japón (Shikoku) es la otra opción, pero tras leer Kyushu, me queda claro: volcánica, con muchos onsens y con trenes especialmente bonitos que cruzan parajes verdes con montículos de los que sale vapor de volcán. No hay duda.

Llegamos a Fukuoka y ya ha anochecido. Llueve. Para nosotros Fukuoka siempre será lluvia y su estación, porque antes de salir pasamos un rato haciendo reservas de esos trenes especiales de los que hablaré en los siguientes dias. En nuestra linea, volvemos loca a la pobre seňora en reservas, porque el tren que queríamos (el Aso Boy!) no tiene ya asientos en el de la maňana, y si cogemos el de las 13:50 (esas cosas que pasan de viaje, logística aburrida pero que a veces marca la diferencia entre un buen dia y otro menos) perderemos el último bus hacia donde vamos a dormir. Un lío, pero eso será un puente a cruzar maňana... Mientras tanto, estamos en la estación de Fukuoka, esperando un taxi enmedio de la lluvia.

He hablado alguna vez de los paraguas transparentes japoneses? Están en todos lo sitios, los llevan hombres y mujeres. Hay toda una cultura del paraguas que no existe en Londinium, tal vez el lugar mas prototipico en el imaginario colectivo para la lluvia. Nada: los reyes son los japos. También ofrecen unas bolsas de plástico especiales cuando entras a según qué recintos, y además existe un aparato donde lo metes y en teoría se escurre. El día de lluvia que nos salió en Tokio creo que eramos los únicos sin paraguas...



Por fin, un taxi. El taxista es un senior mayor que, como está mandado, se pierde. Primero el atasco de tarde de viernes lluviosa al salir de la estación. Luego, el hotel está por unas callejuelas estrechas, y el hombre claramente no sabe donde va. Mientras se me cruzan los ojos en los asientos forrados de tela de ganchillo, común a todos los taxis (en imagen), me pregunto: qué habrá reservado el Peda? (yo me he encargado de los airbnb, él de los hoteles) porque es raro que en una ciudad no muy grande un taxista no sepa de un hotel. Pues del "Costel Minoshima" nunca ha oido hablar, y ya sabemos que con las direcciones los japoneses no funcionan, luego solo queda rezar. El hombre le pregunta a otro taxista pero es el googlemaps del Peda lo que acaba salvando la partida, una vez más. Pero muy hospitalario: durante el trayecto le da tiempo a ofrecernos dos tandas de caramelos y al irnos, insiste en que me lleve un mapa de Fukuoka semiplastificado, con la punta rizada, pese a que lo tengo ya en papel.

El hotel parece un bar. Es un bar. El chico que regenta la recepción (bar) nos acaba confesando que tienen TRES habitaciones. Pobre taxista. Subimos a la primera planta y la habitación es como de convento: toda en blanco, con unos separadores vaporosos entre las camas en plan hospital de campaña, y así se gana el cachondeo del "hotel boutique" entre nosotros. Ahora, el baňo sí que es boutique. La ducha y baňera, siguiendo la tradición japonesa están en un cuartito al uso, pero la baňera es enorme y tiene una ducha que ríete Doňa Petronila (los vetusticos conocerán este hotel spa donde el divagante bien recordará me llevó el Peda de sorpresa para mi cumple una vez). Tanto es así que "no tocaba" lavarme el pelo y lo lavé, con eso lo digo todo. Pero eso fue a la maňana siguiente, ahora es la tarde noche y hay que salir a cenar (devorar suele ser nuestro estado de viaje).

Mientras nos preparamos, ya desde arriba escuchamos una música tradicional tan auténtica que Mini y yo nos preguntamos si está cantando el chico del bar. El Peda se adelanta y averigua que es un tal Nenes y su álbum Ashibi shongane, que tiene 45 visitas en YouTube pero que el Peda se encargará de elevar. El chico le ofrece hacerle un CD al día siguiente pero vamos con prisa (phew). Esta noche vamos a la búsqueda de tempura (un rebozado especial muy rico, con pescado o vegetales... Lo que vienen siendo "gambas gabardina" pero mejor). Sin embargo el chico, mientras nos llena de paraguas nos ensenia dos revistas que hablan del "mejor restaurante de ramen de todo Kyushu, por dos aňos seguidos" y está aquí cerca. Cambio de planes.

Caminamos por las calles estrechas y no encontramos el lugar, porque aunque nos lo ha indicado en un mapa, lo que hay en esa esquina parece un chamizo. En esa intersección estamos cuando pasan dos tíos y les paro, preguntando si conocen aquel restaurante. Madre mía. En ellibrodejuan se habla bastante de la empresa japonesa, y las relaciones extremadamente jerárquicas que se dan también en ese contexto. Aquí se combina su temor a la confrontación, su fijación por el trabajo por el bien común y su inhibición para mostrar los sentimientos. Así es la vida en la oficina de día; sin embargo, por la noche, cuando salen, es tradición irse a beber y cenar con los compañeros. Una amiga que había viajado por aquí nos avisó del concepto "ejecutivos borrachos". Bien: tal vez los habíamos visro de lejos, quizás en algún restaurante, pero aquí: hemos parado a dos! Y es evidente al minuto que estos dos llevan una medio tranca (según el Peda "van un poco chispas"). Lo que van es trajeados y tienen como 50-55 aňos. No saben donde está el restaurante, claro (quien sabe nada aquí! Y aunque hubieramos llevado la dirección...) pero son muy simpáticos y nos dicen que si queremos nos llevan a un restaurante muy bueno de ramen, que les sigamos. La conversación es la leche: en inglés nipon que es siempre terrible, y encima con estos dos de risas. A medida que avanzamos les confesamos que en realidad lo que buscábamos era tempura y ellos "tempura!!! Os llevamos a restaurante de tempura!"

Shiga y Take: "uuuu uuuu"


Acabamos es un sitio muy auténtico donde hay más tipos de su oficina. Las mesas son solo de estilo japonés (están en una tarima elevada, y son bajas con cojines). En ellibrodejuan dicen que ellos se arrodillan, con una técnica Nosotros los que hemos visto en esta situación están sentados con las piernas cruzadas como en los fuegos de campamento... Como nosotros, vamos. Nos sentamos en una mesa junto a ellos. La duenia y camarera es muy simpática, y nos hace tempura.

Los ejecutivos se llaman Take (derecha en imagen) y Shiga (izquierda). Este último vivió un par de años en México y dice alguna palabra en castellano. El inglés de Take es incluso peor que el de Shiga, y se ríe mucho, que entre sus rasgos orientales y la ayuda del sake dan una imagen hilarante. Nosotros comemos y bebemos cerveza, ellos beben una botella enorme de sake (que vale solo 600 yenes), que insisten probemos. Buajjj.. Horrible. Nos hacemos fotos y nos reímos montones, aunque me siento incapaz de explicar el contenido de la conversación, dado que en su mayoría son situaciones "lost in translation".

Eso sí, lo que recordamos con más risa (Mini los imita muy bien) era su manera de demostrar admiración, por ej, preguntaron por trabajo al Peda y aullan a la vez, como si fueran dos lobos en su roca solitaria: "uuuuu, uuuu, uuuuu". Una risa. Todo era para ellos uuuuu.

Ya nos íbamos, la duenia le regaló a mini unos dulces, y redondeó para abajo la cuenta. El Peda queria pagar el sake de nuestros colegas pero ella se negó. Otro aspecto diferente de Japón es que no hay cultura de propina. Te cobran lo que es y punto: me gusta esto vs. el paripé de otros sitios.

Caminamos todos juntos bajo la lluvia. con nuestros paraguas transparentes, Shiga y Take aún a seguir la noche ... Nosotros, al hotel boutique, pero qué gran rato: gracias Shiga y Take! uuuu!!! uuu!!! uuuu!

14 comentarios:

  1. uuuu uuuuu uuuuu Me encanta este diario de viaje.

    Sobre el Holocausto Asiático en la II Guerra Mundial, hay un libro justo con ese nombre "El holocausto Asiático" de Lauren Rees que recomiendo muchísimo. Es espeluznante y sirve para abandonar un poco el eurocentrismo con el que pensamos en la II Guerra Mundial.

    uuuu uuuu uuuu

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  2. ¡Qué bueno lo de hoy! Como una peli de Ford: de la pena a la risa en un par de planos...(Aunque te confesaré que ya no estoy para esa letra enana. ¡Tus fieles ya van teniendo sus años!)

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  3. Ay darlings... CESUCHI, tienes toda la razón.. a ver, estoy de vuelta (desde el finde pasado), y ha sido (está siendo) una semana... ermm.. interesante. Primero y foremost el cansancio. Luego la "bienvenida del trabajo". Las coladas. Las maletas. Y luego encima me pongo a publicar el divague este q tenía medio escrito y el blogger me empieza a hacer cosas raras con la fuente!!!! Parece q lo he arreglado.

    SEguiré publicando el (demasiado largo, lo sé, sorry) diario, aun quedan unos dias... luego espero poder hacer una "valoración general", cuando tenga algo más de distancia. Lo bueno de estos divagues (mal escritos, largos, etc) es su inmediatez y q realm plasman el sentir de ese día (no sé si los q me quedan a partir de ahora me saldrán igual). NO he tenido timepo, claro, de mirar las miles de fotos, pero las pocas q he visto ya veo por donde van: me van a acabar enganiando pq son geniales. Auqnue tb hice fotos de tendidos eléctricos.

    Bueno, q os agradezco millones q hayáis estado ahí, os mando un beso a todos y saludo especial hoy a CESUCHI y la bruja MO, q sé oida los post largos y pese a todo, he entrado para decir q le gustaban. iii suiti...

    Pero comentaré... a partir de ahora sí...

    Los demás q saluden.

    Abrazontes

    di

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    1. Es que he visto en el periódico una noticia sobre un terremoto y tu callada...¡Qué agobio, por Dios! Bueno. Estás en casita. Bien.

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    2. OMG CESI!!! LO acabo de ver... qué shock... es en la isla de Kyushu, precisamente donde estamos en la narración. Estuvimos muy cerca y desde luego del castillo de Kumamoto veréis fotos... NO pudimos acercarnos al volcán Aso pq estaba en alerta... qué pena, pobre gente: es una isla maravillosa.

      Gracias por precuparte , qué mona eres :)

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    3. http://www.theguardian.com/world/2016/apr/15/japan-earthquake-thousands-evacuated-volcanoes-aftershocks

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  4. vaya con el terremoto del que os librasteis por una o dos semanas.

    Todo muy chulo. No pares, sigue, sigue.

    No sé si será verdad, pero el miércoles me contaron un dato estadístico relacionado con el hecho de que los viejitos japoneses cobran una pensión ridículo (unos 7.000 dólares al año, lo que en Japón es una mierdilla-mierdosa). Normalmente se piensa que los hijos cuidan de los padres, pero muchos trabajadores y trabajadoras no lo han tenido (o son odiados por ellos, o los han olvidado). El dato estadístico es que de todos los delitos cometidos en Japón, el 80% son robos hechos por pensionistas viejos en los supermercados. En esa potente economía, los viejitos se ven obligados a robar comida.

    Si lo que me contaron es cierto, claro.

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  5. Mi quizá re-nuera (no es re-yerna, ¿verdad?) se lo ha pasado estupendo leyendo esto y quiere leer todos. Duda, eso sí, de que ese sonido e transcriba como uuuuuuuuuuu. Aunque tal como lo ha pronunciado ella tampoco es iiiiiiiiii. Una cosa intermedia, así que voto por tu uuuuuuuuu, que además de chulo da como susto.

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  6. Hola darlings, estoy muy preocupada con el terremoto, porque en esta zona conocimos a una gente genial (lo contaré en el siguiente divague) y aunque ellos están bien, han mandado foto de su casa y está todo fatal. Y eso fue tras el primero q fue el suave, estoy esperando saber de ellos ahora.

    Nan, no conocía la historia de los ancianos, no sé si será el caso. Observé que, como en LOndinium, se ven pocos ancianos en Tokio... es lo q tienen estas grandes ciudades tan caras... expulsan a los viejitos. Yo por eso estuy buscando mi ryad a orillas de algún mar griego y cuando me jubile, alquilo mi piso y ala! expulsada como buena londinense, pero por lo menos no al countryside...

    Me encanta q tu renuera (gran palabra) me haya leído y tiene toda la razón con lo del uuu q tampoco es iiii, pero algo raro y chulo...

    Por cierto, dónde están las Ires, Luxis, Marisas, Drivers, y demás malandrines? (ay, por cierto, en el avión del vuelta vi "The hateful 8" en mexicano... ay q risa, por favor, Samuel L. Jackson hablando de "malandrines"... quién me dijo q en una peli de romanos doblada al mexicano Jesucristo llamaba a los apótoles "sus cuates"? Pues igual... Tarantino no se hace respetar en mexicano, os lo aseguro...

    muxus y digan presente, q no voy a ser yo solo la q dé preocupaciones con los volcanes y terremotos!

    xx

    di

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  7. Así que eso es lo que somos !
    Malandrines !
    Con un sólo palabro nos despachas, cuando en realidad eres consciente que somos malandrines / glamour osos escribidores / pincha discos cutrecienses / escaladores de rebaños y refajos / escrutadores de nieblas matinales y ladronzuelos de tesoros veinticuatro horas.
    Si nos vas a criticar, hazlo de forma completa.
    Llamarnos simplemente malandrines, se me antoja simple.
    ...
    Cuando encuentres tu Riad danos las coordenadas.
    Será placentero visitarte.
    Se que desde lo alto de ese rincón se podrán escuchar grandes historias alrededor de un fuego.
    Y eso, hoy por hoy, me parece un lujazo del catorce.
    Corazón.

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  8. Lux estará en la feria en un estado que no quiero imaginar. Las chicas no tienen excusa...(a menos que Lux las haya invitado SÓLO a ellas....)

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    1. Qué va, qué va, C. S., ni he pisado el Real de la Feria, porca miseria. Llevo, en todos los sentidos, un par de semanas negrérrimas (que diría J. Marías). Fatal.

      Bueno, todo pasará…

      Vayamos al grano. Hace años leí los sobrecogedores relatos de varios hibakusha (sobrevivientes de la bomba atómica o nuclear de Hiroshima y Nagasaki). Aunque todos ellos, naturalmente, se lamentaban de la hecatombe, bastantes, y es lo que me sorprendió, mencionaban el hipnótico esplendor, el singular colorido, la belleza de aquel devastador hongo.

      Y es que a resignación y estética no hay forma de ganar a los japos.

      (Y ahora voy a leer lo del terremoto; en estos días ni la prensa he visto)

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