Siempre me ha gustado ver regar. Que bien huele la tierra mojada... Recuerdo, de pequeña, los huertos con sus hileras de caballones y como el hortelano se las ingeniaba para hacer llegar el agua por los laberintos hasta donde él quería. El agua transcurría tranquila impregnando la tierra y expulsando su olor. Creaba unos charquitos marrones con bordes de espuma que eran ideales para jugar. En ellos te podías pasar horas.
Ahora, debido a las restricciones y con las modernas instalaciones de gotero, pivots, el regar ha perdido parte de su magia. Está tan controlado, tan medido, que ese desbordar del agua o el correr de la misma tan apenas se produce. Cae y desaparece.
Los aspersores aún conservan algo de magia. Será el ritmo acompasado con el que sueltan el agua, será la altura con la que la lanzan y el arco que produce al caer o el inesperado chorro que te alcanza. No sé, me gustan. Es genial meterse en un campo con aspersores en pleno verano y jugar con el agua. Si no lo has hecho aún, vale la pena.
Sin embargo lo que más me gusta es ver regar a manta. Es menos ecológico, ya lo sé, pero me gusta. El agua discurre por las acequias y es dirigida a través de tajaderas por donde el labrador quiere. Para liberarla levanta una de esas tajaderas y el agua entra o cae a borbotones en el campo y comienza a inundarlo todo. Poco a poco, sin prisa va calando. La tierra burbujea, los bichos salen de sus moradas y las cigüeñas y otros pájaros hacen su agosto y se refrescan las patas. Los campos quedan cubiertos con un manto de agua.
Qué chulo el divague DIVA, y qué pasada de foto. Me ha transportado a otras épocas donde he visto todo lo q describes, a mi padre y a mi suegro les gusta todo esto del pequenio huerto, asi q he tenido la suerte de estar ahi y poder ayudar.
ResponderEliminarmuxus
El yayo (mi suegro) hace huerto y es una gozada en verano ir a robarle tomates, judietas etc...
ResponderEliminarEs de esas cosas reales que muchas veces hemos perdido de vista.
Todo un lujo!
Qué bonita foto y qué divague tan poético.
ResponderEliminarLo mismo que la famosa "madalena" yo también he sentido el olor de la tierra que me ha llevado a mi infancia y a mi pueblo, a la siega y a los carros tirados por bueyes trasportando los haces de trigo hasta la era para ser trillados.
Gracias por este divague.
¿MI COMENTARIO ANTERIOR SE LO LLEVÓ EL VIENTO PORQUE IBA SIN NOMBRE...?
ResponderEliminarNo sé que ha pasado con los comentarios...algo raro... esperemos que no vuelva a suceder.
ResponderEliminarGracias por tu comentario UNO. Yo lo de los bueyes no lo he visto, ni lo de la trilla tampoco, pero he oído muchas historias acerca de eso.
ResponderEliminar¡¡¡Has nombrado el riego a manta!!!!
ResponderEliminar¡¡y vives más abajo de Vetusta!!
Van a morir 10 gatitos...
¿Por qué Gonzalo?
ResponderEliminarPorque nombrar el uso indebido de las aguas de nuestra cuenca en pasando Fraga es pecado en Oregón.
ResponderEliminarY el riego a manta es innombrable. Lo hace mucha gente pero hay que llevarlo en silencio...
Que bonita la entrada, yo quiero ver regar así! No te lo creerás, pero habiendo vivido la mitad de mi vida en Almería y la otra mitad en Madrid, no he visto en la vida regar en el campo. Ahora tengo ganas de hacerlo.
ResponderEliminarUn beso
Hola Lili,
ResponderEliminarSeguro que en tu tierra y en algunas conlindantes aún se regará así alguna vez y si no te pasas por Aragón y yo te lo enseño.
Bienvenida a DD!!
Gonzalo,
ResponderEliminarGeneralmente se riega así con agua de acequia o aguas residuales (que sobran de otros riegos o pluviales), aunque estoy de acuerdo contigo en lo de que se aprovecha peor el agua.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola JLRG,
ResponderEliminarEs una foto toada en Monzón. La semana pasada pasé por ahí. Me llamó la atención. Paré el coche en la carretera y disparé.
Gracias.