Hace unas cuantas Navidades, hice -por primera y única vez- yo los canelones. Recuerdo que se mezclaban un montón de cosas (spoiler: algunas dan asquito) para luego meter la masa en sabanitas -previamente hervidas, un jaleo el que no se peguen- y enrollarlas, otro jaleo que se peguen. [Flashback: ahora que lo recuerdo, una vez en UK compré unos tubos de pasta por los que metías el relleno -un mero ragú- y al horno, pero seguro que eso es cosa de salvajes bárbaros). Un proceso complejo y tedioso que solo se salva por la música de fondo, el espíritu Navideño a tu alrededor (gente que entra, sale, comenta) y la copa con algún espumoso que alguien va rellenando. Así que hoy aquí voy a hacer algo similar: mezclar unos cuantos ingredientes (algunos darán asquito), envolverlos en sabanitas, y rezar lo que sepa. Aquí van algunas ideas aleatorias de mis 72 horas en Vetusta esta Navidad (con títulos, el equivalente de una buena bechamel para facilitaro todo)...
Los preliminares, la subida a las festividades
23 Dic: All I wanted for xmas was...I forgot |
Nota: el 23 me dediqué a la jardinería - atención a la preciosa cestita que me quedó con el acebo que tenemos en el jardín. También di un paseo, y mientras me tomaba un té en un Pret con gente con gorritos de Santa pensé en darme un homenaje y me compré una botella de kombucha (nota: se cumple un año de la época en la que yo estaba toda ilusionada manufacturando kombucha en casa: corramos un tupido velo). Pero la industrial es inofensiva.
Elegí un mal día para perder un vuelo
El día 24 volamos a Vetusta muy pronto (7:30 am) y yo tenía mucho miedo porque solo otra vez, en 2005, habíamos viajado el mismo día de Nochebuena y perdimos el vuelo. De cómo terminamos en Fachadolid y la aventura que supuso cruzar media península esa tarde-noche lo conté aquí (escribía breve en esa época, pero la trampa: tuve que hacer dos partes).
Así que como teníamos que salir de casa a las 4 am, pusimos alarmas por encima de nuestras posibilidades (total para qué, ya me desperté a las 2:30 am como la vieja palizas que soy-aunque nos habíamos ido a la cama a las 20:30). En el taxi que nos llevó al aeropuerto sonaba un muecín rezando durante toda la hora que duró la travesía por la ciudad; ciudad con sus calles de bares y fiesta llenas de gente que a esa hora van en busca de una hamburguesa: alguien recuerda el hambre voraz de cuando se llega tras una noche de fiestuki? En una época de particular desfase, me hacía pizzas de base congelada con ketchup y lo que surgiese. Pero divago, y volviendo al muecín: afortunadamente hoy todo el mundo lleva sus propios podcast porque una hora de rezos en árabe hubieran conseguido que o bien me tirase en marcha o que a día de hoy me hubiera convertido a Hermana Musulmana.
Aeropuerto de Stansted, donde se fabrican los recuerdos
El padre de familia, todo serio, con su camiseta de purpurina |
Nosotros terminamos por supuesto, en el Pret (alguien recuerda "lo de la suscripción"?) bebiendo Chai Lattes a la vez que empapándonos de la fauna del lugar, por ejemplo, una familia que lucía el mismo jersey rojo con brillantina dorada con el motto: "Lapland: Where memories are made" (Laponia: donde se hacen los recuerdos). Por culpa del ángulo, la arruga y la hora leí: "Poland: where worries are made" (Polonia: donde se crean las preocupaciones")-[se referirán al procés?]. Me parece mucho mejor. Nota: Fashion quiere hacer un viaje familiar a conocer a Santa a Laponia cuando Roc tenga uso de razón. No sé si me veo con la camiseta y a toque de corneta con tipos como el de la imagen, pero seguiremos retransmitiendo.
Sigo pensando que debería estar prohibido embarcar un avión de noche a no ser que sea un vuelo transcontinental, que siempre es emocionante, y una vez dentro pierdes del todo la noción del tiempo. Lo de abajo no tiene nombre:
Y sí, no es transcontinental pero el avión hace su función de "cápsula del tiempo" porque al llegar a La Muy Leal etc nos bajamos en otro planera: Vetusta se ha puesto uno de esos cielos azules perfectos de invierno con un solazo que te hace sentir en una pista de esquí. Por supuesto, ha sido el típico timo de un rato, porque luego ha hecho un frío de bajo cero y el día de la vuelta una niebla que ríete de "La historia interminable" (era la niebla la metáfora de la falta de imaginación por falta de lectura?).
En el aeropuerto espera mi padre -al que han renovado el carnet por otros dos años luego está feliz y el muy cuco no dice nada de lo que nos espera en casa. Abre la puerta un trasunto de Fashion: pálida, ojerosa y lo que viene siendo con covid (se confirma en breves minutos cuando sugiero hacerse un test). La pobre tuvo que cenar en la otra parte del salón y a la que se unió ya el día de Navidad El Kuñado Universal y el 27 mi madre. Poco a poco la mesa de los infectados iba aumentando quedando los asintomáticos en franco receso. Nosotros nos volvimos el miércoles 27 -de momento, ilesos-, y mis suegros (que vinieron de la Vetusta del Norte) el 25, también. De los que quedan solo mi padre y Roc permanecen ya en la mesa resistente.
Intendencia
Intendencia según la RAE es "Dirección, cuidado y gobierno de algo". Exactamente, esta ha sido mi labor estos días: dirigir, cuidar y gobernar. Nadie me va a creer si digo que he cocinado (he salido del armario en primer párrafo), pero igual que se necesita una directora de orquesta para que ocurra el concierto, es imprescindible la batuta de una de la intendencia para que todo salga bien (se incluye lavaplatos). Qué decir: que la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, y en general todas las comidas de todos los días han sido una apoteosis en cuando a la "dirección, cuidado y gobierno", aparte de los canelones del 25 que se quedaron demasiado en el horno (no puedo estar a todo). Ya había roscón de Reyes (se podríá considerar esto como lo de tirar el árbol el 23?) y además tiramisú (según mi madre "directo de Italia", o eso le han dicho en ese "gran almacén" que tampoco me paga la publi). Mi calificación: rico pero le falta el exceso de amaretto del de Tesco, con el que puedes salir vuelta al aire.
El timo de los no-regalos
A principios de diciembre Fashion dixit: "este año no haremos regalos, solo a los niños". Ese día hubo fiesta en mi cocina, y baile sin orquesta y ramos de rosas... luego descubrí con espinas, porque obviamente solo yo cumplí el voto.
Hay diversas razones por las que no me gustan los regalos (sí, lo veo, mi Scrooge es severo) "por que tocan". O sea, si yo voy por ahí y veo algo que justamente le encantaría a una persona a mitad de marzo, entonces sí, es algo con significado. Pero comprar porque lo dice ese gran almacén, no [recuerdo a mi antropólogo de cabecera en la época de la uni que decía que un regalo "tenía que ser por definición inútil", pero ni esas ideas presuntamente provocadoras funcionan ya, asqueados como estamos con la bulimia del objeto y las montañas de plástico). Una prueba de que es una idiotez la tenéis al pasaros por ese mismo gran almacén el día 26: las hordas que antes compraban están ahora allí, con el ticket regalo en la boca, esperando aquello de "coge el dinero y corre". De esto solo me gusta el dar más trabajo y menos dividendos a ese Gran Almacén.
Volviendo al tema: que Fashion dijo no comprar nada y yo amé la vida y solo llevé una bolsa con "regalos de mierda" que he ido acumulando: dos delantales que Mini trajo de Sicilia para las abuelas (en el post-it identificativo ponía "regalo machista"), una pulsera que le trajo mi madre al Peda de nosedónde en verano, diversos juguetes y cuentos de Mini reciclados para Roc, una foto personalizada en su marquito para cada uno de un momento chulo que estábamos juntos, y así todo.
Que como ejercí mi papel del Scrooge pidiendo que devolvieran "eso"? Pues solo con una "mochila camello" (le sale una pajita para beber en bici, deben creer que hago el Turmalet cada finde cuando lo mío es pararme en Pret a por un té como una ancianita inglesa adorable investigadora de crímenes). Accedí a quedarme con un aparato que mide la velocidad y los kms a los que voy, un micrófono de karaoke (cosa de Mini, que lo quería para ella) y algo más que no recuerdo. Hasta mi suegra, que también odia ir de compras nos trajo un libro a cada uno, y el mío en concreto para que lo divague, así que sabréis de él (Eva Baltasar: "Boulder").
Roc
Aprovecho para meter la sección bimensual del desarrollo del sobrinísimo -que hay que leer con voz de la Tía Concha que achucha a los niños en la que me transmuto-, que sigue imparable su carrera al estrellato. Por supuesto nos recordaba perfectamente (qué grandes sonrisas y grititos, cada día más simpático), e incluso al Peda, al que hacía mucho más que no veía. Le siguen encantando los cuentos (en particular el de la abuela viajera que le compré de segunda mano en Oxfam) y ahora le han enseñado que los gatos son malos, y cada vez que sale uno les pega [Nota: en mi familia somos muy del "Equipo perros" y no nos gustan los gatos-menos a Mini que le da a todo]. Por supuesto he intentado desterrar ese mito y uno de los libros que le he traído es "Mog, the forgetful cat" de Judith Kerr, la del "Tigre que vino a tomar el té" (firmado!). Me encanta leerle cuentos.
El día 26 el Peda y yo nos lo llevamos de gestiones y sus padres: "no querrá subir al carrito". Claro, al principio se resiste, pero enseguida todo bien. En general, todas las plagas de langostas que anuncian sus padres nunca se cumplen: Roc se sienta a la mesa y come (tomate) con tranquilidad, reconoce a todos los miembros de la familia (quién es la tatamini? y señala, y levanta la mano cuanod preguntamos quién es Roc), le encanta ir corriendo como un loco-literal- a darte un abrazo y parece que el día que nos fuimos iba a nuestras habitaciones y señalaba, añorante. Dónde están los tíos y la prima? Y él hacía ese movimiento de manitas arriba con el ruidito que indica "no sé". Me lo como (Concha, sal de mí)
Hace una especie de "pataleta performativa" muy graciosa que la he visto solo una vez cuando no le dejamos salir a ver el Papá Noel que colgó mi padre de una ventana. Obviamente, quedó maravillado y todo el rato quería salir. Hizo así como dar unos saltitos y mover los brazos, como representarías tú una pataleta en una comedia de situación. Por supuesto, hay que evitar que te vea reír con eso y usar distracción-mientras se pueda, tod@s sabemos que muchos de esos trucos de primero de parenting expiran pronto si tu hij@ es particularmente "oposicionista" (cabezota en cristiano).
Y el tema de reconocer los objetos personales que ya conté en octubre sigue ahí: cuando veía mi móvil olvidado sobre una mesa, me lo traía. Y esto enlaza con que no he estado todo el tiempo que hubiera querido con él (Roc, no ha habido tiempo de bailar frente al espejo!) y con el fin del divague y las Navidades Vintage...
Días Vintage
Por el tema de "la intendencia" y la brevedad de nuestra estadía, en un momento tras unas horas allí me di cuenta, al mirar el móvil, que no iba a poder contestar a toda la gente -individual o en grupo- que amablemente felicita las fiestas. Así que decidí dejarlo todo para cuando volviera a la isla y ahora, cuando miro atrás, me doy cuenta que fueron unos días vintage, antiguos... ni siquiera tengo tantas fotos como acostumbro.
El retorno de la Casa Tomada
En el vuelo de vuelta (que me daría para otro divague), me planteé que quizás había sido cosa, una vez más, de Ella. El "Castillo Esmeralda", la casa de la Yaya y mis padres, donde nací y viví hasta que me vine a la isla sigue siendo un lugar mágico. He hablado de esa casa en un barrio de clase trabajadora en las afueras otras veces en el divlog: en "homenaje" a Cortázar escribí "Casa tomada: Tomados por la casa", sobre las mejores vacaciones de mi vida, quince días con la Yaya allí, como estos días, también prácticamente sin salir. La planta de abajo se remodeló hace unos años, pero la de arriba sigue igual, en ella puedo encontrar al fantasma de la Di niña-adolescente-joven sin ningún problema (el fantasmita de Fashion persiguiéndome con peticiones tipo "me puedes colorear los mapas?", también).
No tiene mucho mérito, por tanto, haber vivido aquí 72 horas vintage, desconectada del mundo, luchando no solo con virus sino con gente que 1. trae regalos por la espalda, 2. siempre quieren poner más comida, 3. te rellenan constantemente la copa, siendo la Tíaconcha Universal, quemando canelones porque (maldición: vuelve Scrooge, vuelve Grinch, o me sale un final hiperglucémico) no somos 45 pero sí los mejores (en especial, mi suegra y Fashion, las que me leen!). Como me leen también los divagantes -que tampoco somos 45- pero que han temido la suerte de tener estos canelones de letras vs. los reales. Gracias a tod@s, Salud y República!
Esto de las bajas por gripe/covid ha afectado también a mi familia. Mi marido y yo hemos salido indemnes (o somos asintomáticos o tenemos un superpoder porque, hasta la fecha, no hemos pasado -que sepamos- el Covid), pero hermanos, cuñadas y hasta hijo berlinés han ido sucumbiendo. Una pregunta: aparte de quemados (entiendo que no carbonizados), ¿los canelones estaban comestibles? Porque tu explicación previa sobre ingredientes que dan asquito y láminas de pasta que se pegan no parecía muy prometedora...
ResponderEliminarY, por supuesto, Happy New Year!
ResponderEliminarOh ELENA, todos incluso Herr Doktor con covid!!! Y qué es eso de q NUNCA habéis tenid el covid tu marido y tú??? No conocía a nadie (hasta este verano, Mini, pero tb cayó). Igual habría q donar vuestros cuerpos a la ciencia?
ResponderEliminarCanelones, aclaraciones: este anio ya estaban hechos (mi mami hizo esa complicación de láminas de pasta etc) y congelados. Mi labor consitió en meterlos al horno el día de autos PERO como estaba a muchas cosas se quedaron más tiempo del necesario y estaban oscuritos en el gratinado. Se podían comer, nadie se quejó -por amables-, pero en confidencia diré q secos como zapato (la bechamel se habíá evaporado). Así es mi vida, darling...
Igualmente, Feliz 2024 para tod@s!!! Vienen ocho personas o tal vez más a cenar a casa y tengo ya tembleques (claro q los deberían tener ell@s)... va a ser cosa de "pintxos donostiarras"... retransmitiremos...
besos
di
Impresionadísima con tu cestita de acebo.
ResponderEliminarAquí también ha habido estragos con covid, mi hija Clara por ejemplo, pero yo por ahora nada de nada. Nosotros en Nochebuena cenamos 30 y se estropeó el lavaplatos, fregué 90 platos... me negué a las copas, claro.
Y que valor tienes recordando lo del bicho y la ckombucha, te recuerdo que decías que era cocinar....jajajajaja, todavía me rio del asco impresionante que montaste en tu cocina.
En cuanto vaya a Londres iré a un Pret...me mata la curiosidad por ver ese lugar que te ha atrapado.
Me fastidia q hubiera unas pequenias complicaciones con la kombucha pq ahora os habéis crecido con eso.
EliminarVengo de Tesco de comprar más material para maniana... ahora acabo de mirar la zona "espirituosos" q es verdaderamente anieja... hay botellas q literalmente me da verguenza sacar (e.g. mezcal con gusano q trajo alguien de méxico) y luego otras a punto de acabar q se ha de beber alguien maniana. Por cierto, voy a hacer Aperol Spritz con cava en lugar de prosecco... a ver qué sale.
Huy el Pret: has de contactar con el Peda, él te pasa su QR y lo pasas por el lector y no pagas las £3.70 q vale un té, por ej (ya paga él la suscripción mensual). Si vas a Pret y pagas, no es lo mismo, te lo aseguro :). Los croissants de almendra son la pera pero no están incluidos, solo bebidas calientes. Y te daré acebo tb (está en jardín comunal, q Rose cree q es suyo, pero está con agorafobia desde la pandemia y casi no sale)
Pasadlo genial maniana! MI objetivo es otro: q no me retiren su amistad mis guests!
di
¿Cuantos invitados tienes mañana? ¿vas a cocinar? ¿seguro???
ResponderEliminarO-cho + 3=11 bocas (risa histérica) >3 vegetarianos.
EliminarEl Peda (él manda) ha dicho q va a ser todo picoteo, pintxos y quesos y cosas así tipo sofisticada "cocktail party" q es lo q somos, claro (ayer vi "Saltburn", alguien la ha visto?-creo q he soniado). Ya haré fotos. Tenemos como ayuda todas esas botellas y muchas más y el micrófono ese q "me regaló" Mini. Qué puede salir mal?
Nota: Ayer por el centro veo unos carteles en las calles cerca del río q rezan: "todo vendido para el espectáculo de Anio Nuevo. Por favor sintonicen la BBC1". Tickets para ver putos fuegos artificiales!!! Yo estuve una vez (embarazada, hagan cálculos) y no había tickets.... eso sí, nos volvimos de gente.
¡Pintxos donostiarras en Londinium y licores añejos! No puedo esperar a leer el divague sobre esa fiesta de Nochevieja.
EliminarCocktail party? Es que me troncho solo de pensarlo.
ResponderEliminarMe caèis mal. La fiesta promete... ayer nos hicimos con montañas de ultraprocesadas versiones de gambas en tesco para meter al horno (rollo "bolitas de gambas inspiraciòn thai", "giozas de gambas", "gambas gabardina con chile" ... ya paro) recordad q 3 son vegetarianos... tb encontrè el limoncello para el aperol.
ResponderEliminarTengo una pregunta q explicarè otro dìa (toi en telefòno)... nunca he leìdo a patricia highsmith... spr me sonaba a bestseller etc, pero lo estoy reconsiderando. Vale la pena y si sì, empezar por "the talented mr ripley"?
Y otra: por cual.empezar con rl.alter ego de Banville cuando escribe novela negra? No suelo leer este gènero pero.estoy con Raymond Chandler y me està gustando mucho: 150 pags y ya amo a Marlowe...
Much love, fun y gambas tonight
Di
Siento muchísimo no poderme comer hoy tus riquísimos canelones, pero hoy me faltan horas al día, solo quería desearte todo lo mejor para este 2024 a punto de estrenarse, ha sido un verdadero placer haberte encontrado, oajlá sigamos di-vagando el año que viene, un beso enooorme y gracias por estas sensacionales crónicas tuyas .. Muaks!
ResponderEliminarMuchas gracias María y te deseo tb lo mejor para este noche y el Anio Nuevo. Gracias por tu amabilidad y claro q seguiremos divagando -es ya una adicción :)
ResponderEliminarNos leemos en 2024!
di
PS.Ya estoy en Londinium y no hay canelones... ya os contaré lo q sale hoy... besistos!