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13 julio 2025

Bordeando la bahía. Kotorska pašta y ćevapis. Así suena una noche de verano (Balk2)

Domingo, 13 de julio de 2025
El apartamento tiene una habitación que da atrás y el saloncito con cocina y sofá cama que da a la terraza. La primera noche nosotros dormimos en la habitación pero como nos despertamos a horario-de-viejos, tenemos que hacer a una Mini-zombie  que se cambie tirando al alba para poder meter ruido por el salón y salir a la terraza a leer. 

Incluyo una foto con los libros que nos estamos leyendo, ambos de la editorial Fitzcarraldo porque sus tapas azules van tan bien con el mar de fondo. El mío es "The empusium"  (pronto en su quiosco) y el del Peda "Septology", casi 900 páginas de Jon Fosse, que le ha durado todo el viaje. Yo me he interesado mucho en él estas semanas (¿qué tal? ¿me lo recomiendas?) porque pensaba leerlo, pero he llegado a la conclusión de que no es para mí ahora, pese a que me gustara mucho su "Mañana y tarde": parece que es la versión literaria de "Perfect Days", la peli de Wim Wenders. 


Hoy vamos explorar la bahía, y en el mapa se ve que hacemos una ruta circular, partimos del punto rojo que es donde estamos (Krašići), y seguimos en contra de las agujas del reloj hasta Kotor, de ahí a Perast, pasamos por Risan, llegamos a Kamenari donde se coge el ferry hasta Lepetani y de allí vuelta a casa. Dice la guía -y lo he contrastado ;)- que aunque la gente piensa que es un fiordo, tal vez por las dramáticas montañas empinadas alrededor, la Bahía de Kotor no lo es en el sentido geológico, porque los fiordos son creados por glaciares - que no hubo en el Adriático. Geológicamente es una ría, producto de un valle fluvial inundado por el mar. 


Kotor está bastance cerca y el último tramo es un túnel que se me hace larguísimo, pero que tiene solo 1.6 km (hay uno en Noruega de 24.5km: ¿qué debe ser eso? La metáfora de "no se ve la luz al final del túnel" y Jon Fosee de nuevo me asaltan). Para aparcar hemos de esperar a que alguien salga del aparcamiento (que es un descampado)-afortunadamente no cuesta mucho. No será la única vez: el tráfico es un problema en estos países, demasiados coches y poca infraestructura. Kotor, ciudad medieval, tiene su parte amurallada que es a donde vamos los turistas. Está bordeada por las montañas de Lovćen, el río Škurda y el mar. La guía la llama la ciudad más "ricamente estratificada y fascinante de Montenegro" (ya digo que están bien escritas) y yo voy con la idea de "una mañana turística más", pero me sorprendo gratamente, es muy chula Kotor. Antes de entrar, la muralla:


Y luego callejear. Hay turistas, claro, pero no demasiados; lo que hay es muchos gatos bohemios, llamémoslos, que hacen las delicias de Mini y que por lo visto son el símbolo de la ciudad. "Gatos de Kotor" dicen los imanes- más adelante "Gatos de Montenegro". No compro ninguno... vamos, que no he entrado en ninguna tienda de titos-del-turista en todas las vacaciones. Antes siempre traía algún "detalle" porque hace ilusión al receptor, pero en mi batalla anti-consumo y estar harta de zarrios por las casas, esto se ha ido reduciendo al mínimo, que últimamente solo era algo para Roc. Como no le ponen las camisetas coloristas (¿qué hice en otras vidas para tener una hermana beige?), otra puerta cerrada, así que este año ni a él le he traído nada. 

Hay tres entradas por la muralla, y entramos por la del mar (Trg od Oružja), que da directamente a la Plaza de Armas:


Callejear significa en este caso no hacer mucho caso al mapa e ir encontrándonos con "lo que hay que ver" por casualidad- a mí siempre me gusta más vagar (de ahí mi apellido) por las calles e intentar imaginarme qué debía ser la vida allí hace siglos, cuando la gente verdaderamente vivía allí sin visitantes. Ahora vivirá gente, pero en estas ciudades tomadas por el turismo debe ser una experiencia agobiante, hasta el punto de que hay ciudades que han sido abandonadas, como Venecia, donde ya no vive nadie, todo son pisos turísticos. Vas a visitar unos edificios, pero no una ciudad (estoy intentando evitar el sintagma que tod@s tenéis en mente: parque temático, en este caso, medieval). Claro que aquí vive gente porque tienden la ropa, eso me gusta y pienso que tal vez en invierno les dejemos en paz:


La región de Kotor es una de los dos Patrimonios de la Humanidad que tiene Montenegro (la UNESCO lo inscribió en 1979  tras el terrible terremoto de ese mismo año, y así financiaron parte de la reconstrucción); el otro es el Parque Nacional de Durmitor, que los urbanitas ni se plantean ("no vamos equipados"). Además de la ciudad de Kotor, otros componentes de este patrimonio son la de Perast (que iremos luego) y los islotes de San Jorge (Sveti Djordje) y "Nuestra señora de las rocas" (Gospa od  Škrpjela) [hola Roc!]. Incluyo fotos pajarrakas (como las llaman JAL y Fashion) del paseo:

Puertas...
...ventanas (atención al cuadro Burberrys):


Calles de piedra, tejados de terracota, contraventanas desvencijadas llenas de encanto, rincones mágicos en los que perderse ("modo guía"):


En algún punto paramos a beber algo y comemos la "Kotorska pašta" que es típica de allá, una especie de hojaldre con crema muy rica. Sorry, no hice foto.


Esto debe ser la catedral de San Tryfón (alguien conocía a ese santo?), pero es lo que menos me interesa generalmente de estas visitas: 

Paramos a tomar algo en una terraza y constatamos que aquí no hay frappés (quien recuerde Grecia, sabrá que esta bebida es uno de los momentos de los viajes), nos dan café-con-hielo. Ni aquí ni es el resto del país: habremos de esperar a Albania que, como vecinos de los griegos, ya lo han descubrierto. Lo más reseñable de esta terraza es que vemos a alguien con una camiseta con el siguiente logo que resume, parece, la filosofía montenegrina. Dicen que son gente super-relajada, para los que nada es problema (veremos ilustración de esto más adelante... y también lo opuesto :) ji):

Nuestro siguiente destino a Perast, siguiendo la costa: la imagen que tienes en mente de los folletos de viaje y las guías de Montenegro. Un lugar en la falda de estas montañas tan chulas, con su iglesia bonita. 


Por supuesto aparcar es una pesadilla y nos pillan unos jóvenes a los que pagas 50 euros por aparcamiento plus que un colega suyo te lleve en su barquita al islote de la Virgen de mi sobrino. A sabiendas de que es probablemente un timo lo pagamos porque con el calor no vamos a subir a aparcar a la carretera y luego andar buscando un barquito. Este es el fulano y su barca:


Flashbacks de aquella vez que alquilamos una y fuimos de Kefalonia a Itaka, pero que al salir, el Peda le pisó tan fuerte que casi nos vamos al fondo. Volvemos a decir lo mismo: no pasa nada si se hunde, pero los teléfonos y cámara... No sé cómo no hay más accidentes porque hay bastantes motoras que te hacen una ola grande a los peques-seguro que alguno ha volcado. La isla no tiene mucho interés, pese a iglesia y faro y nosequé, pero está chulo pasearse por la bahía. Dicen que la construyeron los locales llevando roca a roca. A la vuelta, nos acerca al otro islote, el de San Jorge, aquí abajo:



Se ha debatido mucho de dónde se inspiró el autor de este cuadro, Arnold Böcklin (1827–1901), titulado "La isla de los muertos". San Jorge es una de las candidatas. Está en el Met de Nueva York y da mucho miedo:



Así de mono se ve el pueblo desde la barca, y atención a la torre...



...porque al principio al llegar a tierra firme empezamos a subir por el pueblo -solo hay turistas en el paseo marítimo, donde venden los helados con la bola más pequeña hayas visto jamás. Hay mil callejuelas sin nadie, tropecientas iglesias y perros que te gritan desde su jardín. Estas son las vistas desde arriba 






"Gatos de Perast" (quién necesita un imán?):


La Iglesia de San Nicolás tiene una torre de 55ms de y a la que se puede subir por un euro. Hay dos señoras en sillas de camping cuya única indicación es que no se toquen las campanas. Me da miedo porque es sabido que el Peda las toca siempre-y una vez en Grecia tuvimos que salir corriendo. 



No les parece relevante sugerir que si alguien tiene acrofobia, mejor que no suba (pienso mucho en Fashion). Los de la ornitofobia no tenemos excusa - toda la subida vamos pensando en las malditas palomas, hay hasta huevos en una de las ventanas- y al llegar arriba hay que estar alerta porque estar, han estado...



Pero las vistas son espectaculares, es una ciudad preciosa que parece fue toda una potencia naval, pese a su pequeño tamaño. Barcos de Perast lucharon en la Batalla de Lepanto (1571): sí, en la que participó Cervantes -del que hablaré cuando lleguemos a Ulcinj.





Por supuesto el Peda toca -aunque tímidamente- la campana; salgo disimulando, pero no dicen nada. Acalorados perdidos -la bolita-guisante de helado no ha ayudado- volvemos al coche a coger nuestro equipo playero y nos damos un baño super-chulo en la playa de Perast. Me encanta la combinación de visitar un sitio tan bonito y luego estar viendo sus torres desde el agua. No hay nada como el Mediterráneo [nota: pero cómo olvidar ver la Abadía de Whitby desde el agua, claro que estaba a 14 grados!!! grr] Para quien se pregunta qué comemos, creo que aquí damos cuenta del borek que hemos comprado en algún punto. 


Y seguimos bordeando la bahía, pasamos por Risan, donde parece que hay unos mosaicos romanos que, oiga, no se debe perder, pero ya es tarde y simplemente disfrutamos de la carretera que es para morir de gusto- aunque sí, la foto desmerece:


Vamos hacia el ferry en Kamenari, que cruza por la boca más estrecha de la bahía (llamada Vegeri) a Lepetami. Cruzar con ferries me recuerda a saltar de una isla a otra en Grecia pero este, al ser tan breve (solo cuesta 5 euros) parece más el "cruzar la barca" -que es como llaman mis suegros a ir de Donosti a Pasajes de San Juan (lo hacemos siempre que vamos).  Incluyo foto "del que viene" para que se aprecie lo pequeños que son, entrarán 50 coches. Aunque breve,  subimos a cubierta, porque menuda maravilla.




Seguimos bordeando la bahía hasta que llegamos a nuestra península. Hay muchísimos puestos de sandía por la carretera -por supuesto, esto ya es un sí para mí en cualquier país, y paramos a comprar. 


Y ya en nuestro pueblo logro persuadir a mis compas de parar en un establecimiento donde dos pobres hombres se mueren de calor poniendo ćevapis en el grill. Se trata de una especie de salchichas pequeñas sin piel, hechas de vaca, cordero o cerdo y especias, que en general son típicas de los Balcanes. El local es popular, y tenemos a unos cuantos señores mayores esperando y como se toman su tiempo, bajo a la playa a hacer fotos. Está atardeciendo. 



Al llegar a casa Mini se da un baño en la piscina de los apartamentos. Este es el único día en todo el viaje en el que consigo convencerles para cenar en casa. Me parece ridículo tener esa terraza y andar buscando un restaurante que no va a tener esas vistas. Se está fenomenal.

Y ya ha habido momento de hacer una mínima colada... (vamos para bingo):


Tras la cena, Mini entra a ver su teléfono en la habitación (hemos cambiado, hoy nosotros dormiremos en la sala) y se pierde estos momentos (¿sueno a persona mayor?). Podría usar técnicas de taller literario y describir cómo huele este momento, pero lo que sí recuerdo son los sonidos, lo que llamo en mi cabeza "ruidos de noche de verano": voces lejanas de gente "a la fresca" y niños gritando que juegan al escondite por la calle. Es la banda sonora de los pueblos de verano de mi infancia, donde yo era una de esas niñas. Ahora soy una persona mayor que no entiende cómo la adolescencia prefiere ver la vida por una pantalla antes que vivirla. 



Pub 06.08.25 @ ~8:30

6 comentarios:

  1. Lo del cuadro y la isla San Jorge es impresionante, tiene que ser aquí .
    Me encanta la
    Foto de la ropa tendida ,( no mezclar blancos y de color) y la puerta Burberry …Cara de estafador total el barco, estafador Balcano, ahora me acuerdo porque me gustan menos estos países, pero bueno hay que reconocerlo que en Marruecos hubiera sido igual o peor.
    Seremos última generación que contempla la puesta del sol?

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    1. Hola Daniela!

      Pues parece q el autor hizo varias versiones de ese cuadro y mucha gente dice q se inspiró en la isla de su pueblo. Me encantan estas intrahistorias, tb leí una muy chula sobre el lugar donde cogimos el ferry (Kamenari): en la guía aseguran q con mármol de aquí se hizo el pedestal de una estatua a la paz q está en las Naciones Unidas. La encontré, y la iba a poner, pero ahí dicen q es mármol de Croacia! Así q nada, con lo relevante q es poner cualquier cosa q sugiera paz hoy.

      https://www.un.org/ungifts/peace-monument

      Ropa tendida te refieres a la de Kotor no a la mía no? :):) Prometo q en casa no las mezclo :)

      Sobre las caras de malos de los hombres aquí escribiré otro día... igual al llegar a Albania mejor. . no adelantemos!

      ... ya no sé qué pensar sobre el futuro. Siempre me hago recordar q todas las generaciones piensan q sus jóvenes son un desastre... desde los clásico (claro q a saber si esas citas son apócrifas, o fake como se diría hoy ;))

      Besossss

      di

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  2. Sandia y colada... ¡vamos para bingo! Me falta el calor achicharrante y perfecto. Por cierto, ¿qué coche llevabais esta vez? ¿Otro minúsculo en el que no cabéis?

    A mi me gustan los ruidos de la noche aquí, en Cicely, pájaros al anochecer, niños jugando al escondite y pasos de vecinos paseando a ver la luna o las estrellas. Luego, silencio absoluto hasta las 7 de la mañana.

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    1. El calor llegará en unos días (Berat, Albania): fue cuando dije "noviajomás"... luego se me olvida, pero en el momento, lo creo.

      Nooo, lo del chincué ya no se repitió tristemente. El Peda suele pedir uno medio, y nos acaban dando unos horribles q yo llamo "coche de papá" (los q ha tenido spr el mío) o "con culo" y parece q se llaman "berlina". El de MOntengro es de un color espantoso... gris? No sé, muy feo.

      Maravillosos los ruidos de noche de verano....

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  3. ¡Bien por la colada! No podía faltar en uno de vuestros viajes. Lo de la compulsión por tocar campanas no lo conocía, aunque no me extraña demasiado. Yo, desde luego, no subía hasta allá arriba ni loca.
    Me ha encantado ver la isla en que (sin duda) se inspiró Böcklin.

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    1. :):):) no creo q llegue a compulsión, yo lo llamaría "tocapelotismo".

      Besos!

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