Las traducciones de títulos del inglés pueden ser penosas, no os aburriré con mi Top Five- solo diré que mi primera será seguramente "There will be blood" la peli de 2007 de Paul Thomas Anderson. Suena bíblico, es musical, pero en castellano es "Pozos de pasión". Muy fuerte.
Las memorias de JR Moehringer, un periodista que ha ganado el Pulitzer en su profesión, que se titula "The tender bar" la han traducido como "El bar de las grandes esperanzas". En serio: ni siquiera cuando al principio descubres que el bar se llama Dickens te reconcilias con el título. Es rimbombante y pretencioso, casi tanto como los "Pozos de pasión". Pero en inglés tampoco mejora mucho: el tender bar hace un juego de palabras, supongo, con la palabra bar-tender (el camarero) y la palabra "tender" (tierno, sensible, afectuoso, valeyaparo): simplemente invocad conmigo a Elvis: "Love me tenderrrr, love me true. take em to your heart".
El asunto de la novela es el Padre Ausente, y cómo lo sobrelleva un niño que crece en Manhasset (donde se desarrolla también "El gran Gatsby"), un barrio de Long Island, la isla frente a Manhattan. El niño vive con su madre y la excéntrica/desagradable familia de ella, por falta de recursos económicos y es un neurótico de libro. Su imagen especular es su primo (otro hijo con padre ausente, y varias hermanas) que también vive con los abuelos, que es un niño tranquilo, y tirando a normal. JR (nuestro niño) es un preocupador profesional, se siente en el deber de ser "el hombre de la familia" para su madre, y, según su visión "blanco-y-negra" de la vida, todo ha de ser/estar perfecto.
[Paréntesis: es curioso esto del perfeccionismo, quien lo probó lo sabe. Uno puede ser un absoluto fascista con los temas que le importa-y a los que aplica su obsesión por la perfección-, pero puede dejar otros temas a la bartola. cada uno elige sus obsesiones, y perfecciones. Hay gente que tal vez no tenga ninguna.]
Por qué entonces, he dejado el libro en al página 89? Es un libro bien escrito, tengo muchos subrayados, y hasta un punto, la visión del mundo desde los ojos de JR me interesaba. Su padre ausente -La Voz, porque era locutor de radio, envuelta en humo-, que prometía y nunca daba. Su madre, siempre inclinada sobre la calculadora mirando a ver si podían llegar a fin de mes, para no tener que volver a casa de los abuelos. Los retornos humillantes y terribles cuando no salían las cuentas, con un abuelo descuidado, abusador emocional, con la bragueta permanentemente abajo, con gotas de desayuno colgando por el jersey. Y el tío Charlie, aquel que podía haber sido, en la ficción, como el profe de los poetas muertos, o el hermano de "Sing Street", o cualquier personaje entrañable de película, pero que aquí, al ser una memoria, luego la maldita realidad, es un borracho o drogata o corredor de apuestas ilegales que apenas sale de su habitación.
Pero no: Charlie sale de su habitación para ir al Dickens, el bar de la esquina, que JR mira con absoluta fascinación. Hay hombres! La primera vez que entra para un encargo que le manda Charlie ve a estos Hombres y lo que parece alguna prostituta. Y esos Hombres... estaban riendo!!! Esos Hombres no tenían una preocupación en el mundo mientras estaban en el bar, vivían la vida a tope, aunque luego tuvieran mil dolores de cabeza, pero no, ellos reían! Y su madre nunca reía, con la cabeza inclinada en su calculadora, que no les llegaba a fin de mes, porque uno de esos Hombres, La Voz, estaría en otro bar a la salida de su programa, engolando la voz a la vez que se marcaba un whisky doble, como siempre cariño, el cli-cli de los cubitos el sonido de fondo que escuchó JR la vez que habló con él por teléfono.
Así que JR nos va a ilustrar, durante la friolera de 370 páginas sobre las vidas de los Hombres del Dicken de Manhasset, esos héroes que sabían reír frente a las penas, esos mentores del carpe diem, que no se doblegaban ante la penuria, esos ejemplos para niños sin padre: esos Hombres que pasaban las noches en el Dicken mientras sus mujeres estaban en casa poniendo a dormir a los críos que otra vez no han tenido leche y galleta porque su padre se las ha bebido-en ginebra.
En ese punto ya no me interesa conocer a más Charlies y su terrible dura vida, que encara con una risa, siempre risas, las risas del alcohol. Pero no es lo que parece: como dice la abuela de JR "el que bebe en casa es un alcohólico, el que bebe en el bar, no". Con cosas así se consolaban las mujeres.
Esta semana estuve en Vetusta, donde decidí ya no más. Un día salí de casa a las 8:30 y caminé por calles semidesiertas. En algunas, había bares: la Tristeza. No hay mayor tristeza que la de ciertos bares en España: una barra larga, metálica, azulejos marrones, tres o cuatro mesas de patas de aluminio, con sus sillas esqueléticas que chirrían como el horror cuando alguien se levanta. Una máquina tragaperras al fondo. Y allí, a las 8:45, un par de parroquianos, con su coñac o vete a saber lo que es eso. Nada es más triste que esos "bares de viejo" a las 9 de la mañana.
Pero, estudiosa de la tristeza ajena, no te interesa lo que llena la copa de aquel hombre, a esa hora? Igual en otro momento, pero hoy, como en Manhasett, veo a una mujerica sacudiendo una alfombra por la galería, que luego sacará el polvo con la radio de fondo, bajará a comprar, para preparar otra comida más para este fulano que se esta acabando esta copa y hace chirriar la silla para encaminarse al baño. Hoy, esa parte de lo humano me es ajena, igual que me dejaron de interesar todos los que ríen y ríen en la memoria de Moehringer.
Un placer enorme leer el post. Cuando he llegado a lo de invocar a Elvis me he partido de risa. Pero lo que quiero decir es que aparte de la habilidad para describir a conciencia el asunto del libro, que también; el cómo lo has hecho es lo que verdaderamente me ha gustado en este caso.
ResponderEliminarVeo una invitación a Nán.
Los bares de viejo no sólo son bares de pobres en España (buenísima descripción de los mismos). Quien vive en un sitio chico sabe quién no está forrado y viste como un miserable, se toma su chispazo a las 8 y le dice a su fisio que no se hará rico con lo que le cobra por un masaje. Lo que le ocurre al tipo astroso ese es que no nació para abrir los ojos nada más que a la oportunidad de sacar ventaja en un trato, y nadie se los abre tampoco. Y lo cierto es que no veo que se rían mucho, generalmente están quejándose de alguna cosa :).
Muy bien abandonado el libro. El niño es un coñazo :).
Viernes y jalovuínnn. Buen finde.
Quien está forrado quise decir :).
ResponderEliminarA mí me gusto, pero es un libro que no es para ti. Y le sobran las últimas 80 páginas claramente.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola darlings, bon sábado!
ResponderEliminarIRE, los bares-de-viejo me impresionaron el otro día. Ha de irse una a un barrio, en el centro no quedan .. es una figura en decadencia, supongo, igual q las oficinas de banco o los cementerios. Sí, estuve en el cementerio tb, q según mi hna "estaba bastante animado" por el tema Fiesta de los Muertos. Aún así, ambas bajabamos la media de edad varias décadas.
MO, me ha gustado el "no es para ti", es como cuando me dicen "Murakami no es para ti".
LUX! has vueeeeelto. El arte tiene q remover, pero esto no me estaba re-moviendo en la dirección adecuada...:) Entiendo por remover el q te haga ver algo q te era desconocido, o bien q te incomode, desde tu sofá, algo q te lleve a cambiar... la figura del q se sale de lo q se espera de él, dentro de una vida q es como una rueda de ratón, ya la hemos visto innumerables veces, hemso empatizado, y a hemos abrazado. Aquí me ha dado por ver a las "damnificadas" de esos tíos.. pero vete a saber si el libro será así, no he leído ni un tercio.. igual me equivoco. Pero en este momento no estoy para leer loas a esos tios como mentores de nadie, apoyados en una barra de bar, donde la unica mujer es la protituta. Peor vamos, tampco nos metamos en dilemas morales: cuando no te interesa ya los perosnajes de un libro, y te importa un pepino lo q les pasa... algo no va bien. El aburrimiento está en el lado opuesto del espectro "remover". :)
muxus!
di
Esos bares, acà serìa un boliche de barrio, aunque estèn vacìos una se imagina quienes lo frecuentan. SOn decadentes y tristes.Un beso
ResponderEliminarPues a mi me pareció un libro muy aprovechable y bien escrito. Escribí un post sobre él
ResponderEliminarY la verdad no entiendo que no leas un libro porque te caigan mal los personajes. Es como no leer a Ford porque bbascombe te (nos) caiga de culo.
Pero vamos cada uno es libre de leer o no leer por la razón que le parezca. pero simplementwe no lo entiendo.
Muakss
Curiosamente hablas de cosas que desconoces, detrás de cada copa en un bar hay una historia, y si todos sabemos que leíste la novela hasta el final.
ResponderEliminarGracias UNKNOWN por tu comentario, q no entiendo:
ResponderEliminarPrimero, hablo de un libro cuyas historias no me llegaron, es mi experiencia, no pretendo conocer a cada parroquiano de bar.
Segundo, lo escrito tras la última coma: está el "sí" acentuado, y tiene una coma detrás, o es una condicional a la q le falta la segunda parte?
Salud
di