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24 marzo 2010

El alivio

El otro día y como consecuencia de la muerte de Delibes, a cuyo funeral no asistió ZP ni tampoco un solo miembro de la familia real, pusieron, echaron, emitieron, la película de "Los Santos Inocentes". Hacía mucho tiempo que no la veía y me enganchó rápidamente.

Para los que entréis de nuevo a divagar, os comentaré que tengo un problema de memoria a corto plazo y peliculero. Habitualmente meto la pata por no acordarme de nombres o de qué conozco a alguien. Lo he podido comprobar estos días y me ha dado muuucha vergüenza ver como fulanito se acuerda perfectamente de Pepe y yo ni flowers. En cambio para las letras de las canciones soy una crack. Si el temario de notarías se pudiera cantar líricamente hablando, hoy sería notaria. Pero divago. Volvamos al tema.

Decía que me engaché enseguida, a pesar de coger la película empezada. A causa de mi problema de memoria, no me acordaba del final de la historia. Lo juro. Ignoro el porqué, pero algunas se me olvidan. La ventaja es que puedo ver una peli dos veces con la misma intensidad.

Un peliculón "Los Santos Inocentes", impecable dirección de Mario Camus con un casting inigualable. Me encanta Alfredo Landa y su papel de Paco. No deja de ser un niño en toda la película, tan asustado, tan bueno, tan servicial, tan sumiso y obediente, tan resignado a su condición perenne de criado. La mirada de Régula, su mujer, lo dice todo sin hablar, no le hace falta. También borda el papel Juan Diego como el señorito Iván hijo de la marquesa. Por ser vos quién sois. Qué chulo, abusivo, caprichoso y despiadado es. Tiene todas las connotaciones negativas que la palabra señorito pueda sugerir.  El pobre Paco se rompe la pierna y él sólo piensa en la caza. Obliga a Paco a acompañarlo con muletas a cazar y se le vuelve a tronchar el hueso y el "tal Iván" ajeno a la condición humana de Paco, otra vez preocupado por la caza, por su posición social, por el qué dirán. Desprecio, humillación, opresión, caciquismo, náuseas... Paradójicamente sólo la niña chica, retrasada e inválida, rompe el silencio con esos gritos desgarradores. Es la única que se queja durante toda la película. Y te deja helada.

Magistral está también Paco Rabal como Azarías y su Milana bonita. Tierno, noble, solitario, infantil. Es otro niño chico. ¿Quién no ha conocido a algún Azarías? ¿Quién le haría daño gratuítamente? Curiosamente del desenlace del animalito sí me acordaba. Aún así, qué pena, qué manera de llorar. Era la única que le alegra y una compañera fiel. Qué crueldad tan innecesaria. Qué injusticia porque sí.

Cuando parece que ya no lo puedes soportar más, cuando no vas a poder indignarte más, enfadarte más, cuándo has llegado a odiar y el desasosiego está en su punto más álgido, cuando clamas justicia de una vez por todas, en ese momento en el que Mario Camus te coloca genialmente, aparece el alivio: Azarías se venga.

Si hubiera estado en el cine aplaudo y todo. Gracias a él pude dormir tranquila.




2 comentarios:

  1. Esta literatura/cine de la España de aquello años ha sido-como ya he escrito anteriormente-muy determinante en mi manera de pensar y ver la vida. Delibes (y Camus) son unicos en hacerte no solo pensar, pero tambien sentir muchas cosas.

    Un libro sobre este tema que me impacto (mucho menos famoso que "Los santos inocentes") es "Los hijos muertos", de Ana maria Matute. Creo q tengo una cronica por ahi, e igual mañana os va el refrito. Lo recomiendo encarecidamente, aunque no es digamos de lo mas facil de leer.

    Di

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  2. Hola a todos.
    Yo la verdad es que no soy gran fan del cine español y esta peli no la he visto. Siempre que la han echado por la TV no he terminado de verla. Lo siento, no quiero herir sensibilidades.
    Sin embargo, dejadme que os diga que "me muero de vergüenza" leyendo en un periódico que "Los estudiantes españoles no saben quién es Delibes"...sin comentarios!
    En fin, la cultura de este país es lo que es,... corta!
    Algún día mejorará, espero.
    Saludos
    Bye

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