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28 junio 2013

"Bella del Señor" de Albert Cohen: Bébetelo

Mis amigos los Iratis lo han tenido desde que recuerdo en su estantería, y cada vez que iba a su casa y, en mi revisión habitual me lo encontraba y les preguntaba por él, Marisa me decía "es uno de esos libros que siempre se me ha atragantado". Más tarde, en un divague titulado ¿Cuáles son los tres libros que más te han influido?, el divagante Justanotherspy , lo citó como uno de sus tres. Lo compré hace unos meses, y este mes de Junio, por fin, he leído "Bella del Señor", de Albert Cohen.


Cuando divago sobre libros, suelo seguir una técnica: primero vuelvo a mis subrayados, encuentro temas subyacentes, copio las frases que me han provocado, llegado, las que me han hecho pensar, las que hubiera querido haber escrito yo, las que formalmente me agitan ("Fulguraciones" que dice NáN), y algunas las suelo incluir. Ese proceso me ayuda a metabolizar el libro, a repensarlo, a aprender. Pocas cosas hay tan chulas como ir a la estantería, coger un libro amado, y mirar algún subrayado, así de pasada (luego la olla express ya ha pasado los 10 minutos, o lo que sea se ha quemado, pero esa es otra historia, en concreto la de mi vida).

Pero divago: todo el párrafo anterior para explicar que me siento paralizada ante la idea de escribir sobre "Bella del Señor". Es imposible intentar fijarlo con alfileres como otros libros: me declaro derrotada. Albert Cohen escribió una novela tan inmensa, compleja, con tantas variaciones, usando tantos recursos, que no podría más que ponerme a empezar una serie.

Los temas subyacentes no son demasiados, tal vez: la seducción, el amor, el deseo, su evolución, su saciedad, su hartazgo, la obsesión por atrapar lo inatrapable. Nunca he leído tanto sobre el amor en una novela, casi parece un ensayo a tramos. Esa historia de amor que reta, que confunde, que cabrea, que aburre, está enmarcada en la Suiza de 1936. Solal, uno de los protagonistas es un judío rico, que a manejar dinero es a todo lo que puede aspirar: increíble insight en lo que debía ser ser judío en la Europa de la época. La heroína, Ariane, es una aristócrata que se casó por debajo de su cuna pero, pese a tratarse de dos personajes en principio privilegiados, la novela no se lee como quien ve un retrato al óleo de la clase dominante de una época. A su manera, ambos son marginados, y hasta qué punto más adelante, presos en la cárcel del amor. 

"Bella del Señor" tiene imágenes que impactan como hacía tiempo que no me chocaba algo. Es tan profundamente pesimista, escéptica, nihilista, que tal vez se pueda entender con esta frase, que lo representa. Frase que por otro lado ahora no puedo encontrar, porque son 624 páginas de una densidad apabullante, muchos párrafos de monólogo interior sin un punto ni una coma, inmisericorde. La idea es, combinada con ese negativismo que acompaña a Solal en su visión del mundo que le hace ver a la gente como sus futuros cadáveres, la de pensar en lo ufanos que caminamos, sin darnos cuenta que los árboles con los que construirán nuestros ataúdes están probablemente ya sobre la tierra. 

Si esta idea perturba, preparénse. Tal vez debería aclarar que una de las cosas que Cohen hace mejor es hacer sentir al lector. Para empezar, aburrimiento: hay un capítulo eterno en el que una familia espera a uno de los protagonistas a cenar. Y no llega. Y se extiende, y realmente parece que Cohen lo está contando en tiempo real, y que estás sentado junto a ellos. Te parece increíble que lleve tantas páginas, y pasas hasta el final del capítulo y… quedan otras tantas más! de estar sin moverte, toda exasperación y nervios de una espera, y te sientes de una manera muy similar a cómo se deben estar sintiendo los personajes. También te aburres algunos ratos cuando los enamorados se están aburriendo de su amor. Y se esfuerzan, e inventan nuevas estrategias para avivar una llama que se está apagando, y te sientes aislado con ellos, un Voyeur que ya forma parte de la pareja y su soledad, y su prisión.

Luego está la risa. Cómo puede una novela ser aburrida, trágica y a la vez, de lo más divertido que he leído nunca. Hay algunos grupos de personajes, los familiares judíos de Solal, y los suegros de Ariane que son absolutamente hilarantes, de reírse en alto, de partirse, de tener que ir a buscar a alguien para contarles la última frase.

Una gran parte de su comicidad viene por la extrema ironía con la que está escrito. Tanto es así que, no me extraña que al principio de la novela gente muy lectora como Marisa la dejen. Cuesta unas cuantas páginas establecer que esas frases barrocas, churriguerescas, son de hecho irónicas, y luego recorren la novela. Formalmente, impacta. La habilidad de Cohen con todos los registros es pasmosa, y el lirismo con el que habla del amor en muchos momentos desarma. 

La descripción de los personajes, aquello tan antiguo de bucear en el alma humana, a fondo, es magistral. No hay un solo personaje positivo, pero desde la mediocridad fastuosa del marido de Ariane hasta los monólogos de la criada, pasando por la inteligencia derivada a delirio de Solal, hay que descubrirse y, una vez más, decirle adiós a las ansias de escribir. Cohen es uno de esos escritores colosales que nos las quitan, que dejan cualquiera de las recientes actualidades que he leído a la altura de estudiantes aún en la tesina. Pero no es un libro para todos, es una novela que exaspera, que deprime, que te eleva... es para los que aman las sensaciones fuertes.

Me siento extraña por la desestructuración de este divague, podría ser un “Desmontando Belladelseñor”, me ha salido como algunos de los capítulos de la novela, y apenas sé lo que he escrito. Me conformaría con haber llegado a la suela del zapato a Cohen en aquello de crear emociones fuertes en el divagante, para el que la suerte está echada, ya que algo se le está revolviendo dentro: “He de encontrarlo ya” o “No tocaré ni su tapa jamás”. Abro al azar, para terminar con un subrayado, y ahí va:


"Absurdo, pero el amor estaba echado y había que beberlo" (...)


P.S., 4 años después: el divague de "Comeclavos", el segundo de la saga "Los Esforzados" (al que pertenece "Bella del Señor") lo tenéis aquí.  

23 junio 2013

"Before midnight": Delpy y Hawke nos persiguen a los de mi generación

Cuando yo tenía unos 20, ellos tenían la misma edad: estaban haciendo el interrail y se conocieron una noche en Viena. Una noche que se la pasaron hablando mientras paseaban por la ciudad. Esa primera película de Richard Linklater, "Before sunrise" (Antes del amanecer), protagonizada por Julie Delpy y Ethan Hawke cuenta lo que mucha gente de mi edad vivió en esa época en la que no había tecnología, y nos podíamos pasar la noche sin dormir hablando  de lo divino y de lo humano, decir adiós, y no tener al tostón del whatsup a los 10 minutos. Sin sonar "cualquiertimepopasadofuemejor", pero aquella parte del "sin fotos que publicar en la estupidez del Facebook para que nos vean un grupo al que les interesamos un pepino" en las noches de juerga... ah, eso sí que era mejor.

Una década después vino el re-encuentro: a los 30 ya todos empezábamos a tener una vida profesional, relaciones más o menos estables, algunos hasta se habían reproducido. En aquella época sin redes sociales, el verse de nuevo para los protas fue una bomba, y esta vez pasearon hablando sin parar todo un día, esta vez en París: "Before sunset" (Antes del anochecer). Para mí, ambos estaban más guapos (siempre creo que la gente está más guapa en la treintena que en la veintena) y las conversaciones las recuerdo como aún más interesantes (quizás me enganie la memoria). El final de la peli es genial, y ya lo colgué hace tiempo en el primer aquí verde del primer párrafo de este otro divague sobre otra peli, "Like Crazy".


  Hoy he visto "Before midnight" (Antes de la medianoche), la tercera peli del trío Delpy-Hawke-Linklater (de la que son, no solo actores y director, sino también los tres guionistas). Queda claro (y esto no es un spolier, sale en la primera escena) que lo que pasó después del baile de Nina Simone en "Sunset" fue sexo salvaje, y que la pareja ha estado junta estos últimos 10 anios: tienen gemelas y que los temas de conversación ya no van a ser ese enseniar las plumas,  las ganas de cambiar el mundo, el definir nuestra identidad como a los 20, ni la emoción de encontrar un amor mitificado durante 10 anios de los 30. Ahora tienen 40 y pocos (caramba, qué coincidencia), y sus temas de conversación van desde las complejidades de una familia a los dos lados de un océano, hasta feminismo, pasando por sexo (quién folla como Henry Miller?), amorllama-amorrescoldo, y muchas cosas más.


Es imposible que las mujeres inteligentes no se sientan a menudo identificadas con el discurso de Delpy, y eso que de quien es fácil enamorarse es de Hawke, que con su sentido del humor intenta salvar situaciones imposibles. Entre los dos actores hay una química espectcular: esta es la razón por la que siguen haciendo las películas, evidentemente. Pero además, "Before midnight" ha sido rodada en el que es uno de mis lugares del mundo: Grecia, en concreto Messinía, en el Peloponeso. Pasear por las callejuelas empedradas con el mar de fondo hablando sin parar con alguien con quien haya esa magia, esa inyección de sorpresa y curiosidad, y con quien te puedas reír de ti y del mundo... eso es un regalo de los dioses. 

Que por algo eligieron Grecia para perseguirse y encontrarse entre los olivos, antes de la medianoche... 

18 junio 2013

Igual él quería otra cosa

Hace mil años, cuando yo era junior en mi trabajo tuve una jefa a la que admiraba:  Superwoman. Era una señora de unos 60, una de los gurús de este país en su subespecialidad, de esas que había una conferencia donde se hablaba del tema, y Superwoman tenía que estar allí. En su trabajo no-académico era muy buena. Y dando clase era genial: fui también su alumna y era una de esas maestras con las que no te distraes un minuto. Te hacía reír, te hacía entrar en shock. Era teatral, dramática, controvertida.

Los seis meses que roté con ella los encaré al principio con cierta ansiedad (oh otra Diva!-la de este divlog está silente). Enseguida nos llevamos bien: se metía cariñosamente conmigo por tener novio y por "poder llevar" (decía ella) Levis 501 blancos (hace mucho tiempo, sí). Era muy feminista y, pese a ser de familia bien, nada tory.

Lo del novio era porque Superwoman estaba divorciada. Se había casado y tenido varios hijos con un hombre de negocios que la había dejado en la infancia de los niños por su secretaria. "Por la secretaria!-me decía-, imagínate, más cliché no pudo ser". Y al siguiente minuto me estaba preguntando qué marca de rimmel usaba, porque ya se sabe que en UK a las mediterráneas se nos considera las reinas del glamour. Moi, glamour! Yo, que cada vez que me compro algo y la chica de la tienda dice "bueno, claro, y a esto hay que ponerles los complementos", me dan ganas de darle una torta.

No salía de mi asombro. Mi Superwoman había sido abandonada por un tío, el padre de sus hijos. Una mujer tan fuerte, tan lista, tan energética,  tan encantadora de serpientes. Desde luego, a mí me había hipnotizado... cómo es posible que su ex-marido, del que aún llevaba el apellido con el que siguió publicando hasta que se jubiló, la cambiara por su secretaria? Nota: Todos mis respetos para las secretarias, aquí podría poner cualquier profesión, porque Superwoman era La Más en la mía, luego a lo que yo quería tender.

 Al llegar a casa le conté esta historia al Pedalista, que ya había oído carros y carretas de Superowoman, suéxito, su carisma, su magnestismo. Y recuerdo perfectamente lo que me dijo:

"Igual él quería otra cosa"

12 junio 2013

La pequeña ácrata que llevo en mí

Queridos Urbex,

Os escribo esta solicitud con grandes esperanzas. Sin andarnos con rodeos, resulta que quiero ser parte de vuestro grupo. La principal razón es la envidia insana. Tambien hay admiración, pero queda pegajoso. Lo importantes es que tengo varios credenciales como para aspirar a ser uno de los vuestros.

En primer lugar, los divagantes (es que tengo un blog) puede hacerme una referencia: amo a Londinium sobre todos los lugares, y doy la paliza por activa, pasiva y neutra (eso cuando no hablo de tetas y otros temas profundos). A Londinium me la conozco por arriba y también por debajo. Ahora, me falta lo vuestro, porque lo mío es lo prohibido (entra música atmosférica, no sé Prokofiev pongamos).


Mirad, he estado en la Tower 42, en el restaurante ese llamado Vértigo, mola el nombre. Y a ver, no he sentido ningún vértigo (extra mérito porque me hicieron consumir ingentes cantidades de vino con queso). He subido en el Londinium Eye con los Smith, y ya sé que ir de turistonga con dos sexagenarios no cuenta. Ah y contaría la Guys Tower?  Añadir que  me vengo arriba (y canto) en cualquiera de las pequeñas colinas de la ciudad: en Hamsptead y Brockwell casi tengo pequeños momentos Opá, pero claro, para saber lo que es un momento opá tendréis que meteros en el divlog (se siente).

Sí, vale, lo admito, ni siquiera he pagado las £25 que cuesta subir a la cima del Shard. Es un robo pero es que además lo que yo quiero hacer es lo que hicisteis vosotros, subir al Shard cuando aún no estaba terminado, esquivando a los seguratas. Ver la ciudad desde ahí arriba, de noche, ver los coches y los buses que andan muy despacito... y sentir la adrenalina subiendo por el cuello y esa disociación que se siente mirando las estrellas, cuando te sientes pequeñita y muy lejos del mundo (entran fiolines). 


 















Lo último es que habéis subido a las chimeneas de la Battersea Power Station, uno de los edificios más molonguis de Londinium (ya lo supo ver Pink Floyd), con sus cuatro chimeneas y su cuarto de calderas art deco (donde aún están los diales originales y los niveles, ay, que me exalto!). Se añade que dentro de poco las hierbas y florecillas que crecen entre las grietas van a ser arrancadas para que nosequé multinacional malasiana haga apartamentos para fortunas igualmente lejanas, de esas que nunca vivirán allí. Pero esa es otra historia, y si estáis en contra de que lleve el bidón de gasolina que me suele acompañar, yo lo dejo.

No olvidemos que mi CV escalador está ahí. En fin, poniendo las cartas sobre la mesa, en mis años de "Di Exploradora" no destaqué por la escalada, pero en rápel era el terror. Ni Catwoman vamos: me encantaba lo de ponerme a 90 grados de la pared e incluso mirar para abajo, para horror del de abajo. Pero claro, entiendo que también hay que subir. Ay, lo haré sin grúa, lo prometo... imaginar la vista desde ahí!! Las Casas del Parlamento a la derecha, y todos los edificios iluminados que son parte del alma de esta nueva ciudad: el Gherkin, el Shard y de fondo, Canary Wharf. Entro en trance.

Sé que es peligroso, sé que es ilegal, sé que la policía no se anda con chiquitas. Sé que todos vosotros sois gente como yo: estudiáis,  trabajáis, escribís el PhD y de día sois ciudadanos ejemplares. Bueno, en eso diferimos.

Todo eso lo sé. Y viendo vuestras fotos y soñando Londinium desde las alturas ilegales, también sé por qué lo hacéis.

Una oportunidad quiero!

Yours,

 Di


05 junio 2013

Las tetas de Angelina y la comercialización de la medicina

Estamos en el siglo dieci...veint...iuno que dirían Les Luthiers, pero aún algo tan natural como una teta es capaz de agitar, hacer que alguien preste un segundo de su atención o que (lo único que parece importante en este momento de la historia) compre. Hace unos días divagaba sobre la mujer en tetas de la página 3 del Sun .Y hoy tocan las de Angelina.

Angelina Jolie, como todo el mundo ya sabe, es portadora del gen "con error" BRCA1, la misma mutación que le dió a su madre y abuela cáncer de ovario y decidió hacerse una mastectomía doble, reduciendo considerablemente sus posibilidades de desarrollar el cáncer. Angelina, además, ha querido llamar la atención de las mujeres del mundo "porque muchas de ellas no saben que podrían estar viviendo bajo la sombra del cáncer", dijo.

Esta ha sido la historia médica más blogueada y tuiteada de la historia, e hizo titulares en toda la prensa. Los oncólogos piensan que esto puede alertar a muchas mujeres para buscar consejo genético y ha recibido elogios a su valentía, "es un ejemplo. una inspiración, una visionaria" por esta labor de medicina preventiva.

Pero además bien por Angelina, pues también ha llamado la atención sobre el coste desproporcionado de este test: más de 2330 euros (que muchas mujeres de a pie no podrán pagar, por no hablar de la mastectomía si fuera necesaria). Parte de la razón de este precio es que la compañía Myriad Genetics tiene la patente (y por  tanto el monopolio) de las secuencias del BRCA1 y BRCA2 en los EE.UU. Después de la publicación del articulo de Jolie en el New York Times las acciones de Myriad cerraron con una subida del 3%. Todo este anuncio y el revuelo que ha montado ocurre en un momento clave: en Abril de 2013, la American Civil Liberties Union y la Public Patent Foundation (siendo la voz de médicos, geneticistas y pacientes) plantearon al Tribunal Supremo que los genes y sus mutaciones no deberían ser "patentables". El Tribunal emitirá su veredicto en Julio. 

No hace falta que opine sobre lo que me parece que una secuencia de genes y sus aberraciones sean "patentables". He escrito muchas veces en este divlog lo que pienso de la comercialización de la medicina y sus peligros, véase el distintivo "sanidad pública". Ya no se trata únicamente de la desazón que debe sentir un médico al no poder tratar a alguien enfermo que le entra por urgencias por falta de medios económicos (me cuenta muchas veces Ro lo del "paseo de la muerte" en Colombia, en la que llevan a un paciente a un hospital, lo rechazan, a otro, lo mismo; me cuenta otro amigo cómo en la Clínica Universitaria de esa tan católica secta si te ven con lo que ellos consideran "malas pintas" en la sala de espera te indican amablemente que "la pública está al cruzar la calle"; y no sigo). Se trata de la indefensión y pánico que deberíamos sentir ante todos aquellos que nos intentan (y más a partir de ahora) vender enfermedades.

Esto no es nuevo: a lo largo de la historia ha habido gente que ha hecho negocio del miedo de los demás vendiendo "remedios" para todo. Pero la comercialición y marketing actual de los servicios de salud hacen que esto no pertenezca al pasado, sino que vuelve con fuerza. Con la introducción de "Payment by results" (Pago según los resultados), el sobrediagnóstico y sobretratamiento está garantizado. Este tipo de mantras que parece ser que funcionan vendiendo salchichas son mala idea en un servicio de salud. Uno de los grandes beneficios de una sanidad pública es precisamente el que nadie "gana" con tu diagnóstico.

No queremos que se vendan nuevos screening que lleven a potenciales diagnósticos que terminen en una pastilla preventiva o una laparoscopia. Recordemos el primer principio de la medicina "Primum non nocere" (Primero no hagas daño). Está perfectamente estudiado que demasiada medicina no es buena para la salud. En este caso, less is more. Para  más información  aquí esta la campaña "Selling Sickness. People before profits" o "Too much medicine".

Angelina Jolie tenía una historia familiar que justificó que se hiciera el test que solo hace Myriad. Angelina Jolie tenía la pasta que hay que pagar por este test. Me da miedo que las Myriad del futuro empiecen a intentar vender este y otros tests a personas sin indicación clínica y, lo que es peor,  sin medios. Espero que el Tribunal Supremo dictamine que esa secuencia pertenece a la gente, no a una compañía. Y utópicamente, ya que hablamos de los EE.UU., puestos a soñar, me gustaría que las mujeres en las que clínicamente está indicado pudieran hacerse el test (y cualquier tratamiento que de él siga) sin tener que empeñarse. De eso va la sanidad pública, eso que no tienen en los EE.UU. y que nos estamos cargando aquí.